Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

21. Las Memorias De Emma. (II)

19. Las Memorias de Emma.

Parte II.

-Por haber contraído matrimonio con una especie salvaje, un trihibrido salvaje, jugar con el tiempo, dejando consecuencias graves a su paso, e hacer volver a la vida, a alguien que los monarcas ya habían destinado su muerte. Te condeno, Emma....-Toco su hombro dándole un empujón hacia atrás- A vivir dos siglos entre humanos, sin saber jamás quien es tu hija, sin acceso al mundo de cuentos de hadas, ni a maravilla, ni al hogar de los monarcas, sin ser capaz de ver a tu esposo, nunca más. Te destierro tomando mis poderes como monarca de la imaginación, de la mente....-Le dio un empujón haciéndola entrar al portal de color blanco y brillante que ella había abierto, que luego de succionar a Emma se cerró.

-¡Aisha!-

Tiempo negó con la cabeza, para luego caminar hacia las escaleras de su hogar y subirlas encontrándose con su otro compañero observando desde arriba.

-¿Qué haces ahí?-

-Viendo el desastre que hicieron los niños de Honor- Señalo el espejo que colgaba de una pared, Tiempo se acercó al espejo y retrocedió al ver a este sacudirse- ¿Benjamin?.

-Hadassa lo encerró en un espejo- Dijo el otro monarca mientras caminaba hacia el espejo- Un conflicto de hermanos, creo que involucra a la otra niña bruja, que tuvo Honor.

Tiempo arqueo una ceja en su dirección- ¿Cuál de tantas?.

1945.

Tierra de humanos.

Los quejidos y lamentos de todos los afectados por el bombardeo, llenaban aquel campo de refugiados que Emma, y sus fieles amigos, dirigían, ayudando a todo el que podían, con recurso humanos, ya que gracias a Emma, todos tenían prohibido utilizar su magia en manos, para no llamar la atención de los monarcas, al utilizar sus talentos mágicos ahí.

Emma estaba sentada en el suelo fuera de la carpa, con las piernas cruzadas al estilo indio y un pequeño bulto envuelto en una sábana sobre sus piernas; Una lagrima recorrió la mejilla de Emma al ver el cadáver a unos metros de ella, la madre del bebe en sus brazos, que falleció.

Emma extendió su mano hacia el cuerpo a unos metros de ella, sus mano se llenaron de partículas doradas, mientras observaba el cuerpo tan joven frente a ella.

Primero la secuestraban los nazis, abusaban de ella, y ahora la mataban....

¿Cómo podía haber tanta maldad?.

-No- Una mujer tomo su mano evitando que utilizara sus poderes, Emma levanto la cabeza con los ojos llorosos encontrándose con su mejor amiga, una mujer de rasgos latinos y cabello castaño- Dijiste que no querías llamar la atención, y que no podíamos utilizar ya sabes que....-Tomo asiento frente a ella y le sonrió levemente al bebe sobre sus piernas- Está mucho mejor, desde que te encargaste de cuidarla. Creo que no esta tan enferma como cuando llego aquí.....Hola, hola, bebe ¿Eres feliz, con Emma? -Tomo su manita mientras le hacia caritas tiernas, levanto la mirada topándose con la mirada de desaprobación total de Emma- ¿Qué?.

-¿Cómo puedes estar feliz y jugando con un bebe cuando la madre del bebe acaba de fallecer y aun esta junto a nosotras?-

-Él bebe no puede notar tus sentimientos negativos, Emma. Le afectara cuando los perciba-

-Es un bebe....-Entrecerró los ojos cansada de que le repitieran esa frase cada vez que tenía un bebe en brazos- No puede sentir esas cosas, es un bebe.

-Sí, si puede, Emma. Todo ser humano puede-

-Sí, todo ser humano puede. ¿Por qué Hitler no logra percibir el dolor de la humanidad?- Cuestiono con los ojos repletos de lágrimas y negó varias veces- No quiero seguir en este mundo.

-Oye, oye....-Tomo su rostro- Dijiste que querías ser humana ¿No? -La rubia asintió con levedad- Bueno, esto es parte de ser humano, frustraciones y mucho dolor. Porque el humano es cruel con sus iguales.

-Pero tú tampoco eres humana, vienes de un clan mágico gracias a mi- Le recordó con un ligero puchero en los labios.

-Sí, te agradezco por salvar la vida de mi madre en mil ochocientos noventa- Le sonrió levemente- Pero no es una razón, para recordarme que gracias a que le diste una flor mágica a mi madre, ahora todos mis descendientes, y mis hermanos, y todo el que salvaste de esa plaga, son ahora un clan mágico-humano que debes controlar y mantener al margen de los monarcas, porque si no todos moriremos.

-Tú lo dijiste- Sonrió levemente y observo al pequeño bebe en sus brazos.

-Sabes, ahora que su madre no esta....Necesitara una nueva madre-

-No, Lys, no....-Nego con una mirada seria- No quiero robarle el hijo a nadie.

-No le robas a nadie, Emma. Su madre está muerta-

-Sí, pero puedo revivirla, no voy a logra vivir los siguientes años despertando cada mañana y viendo esta carita....-Observo al bebe y sonrió con tristeza- Y recordando que le robe la oportunidad de estar con su verdadera madre, porque no puedo usar mis poderes, porque alertare a los monarca y destruirán este mundo, cuando noten que lo infeste de seres mágicos.

-Eres muy dura contigo mismo, Emma-

-No quiero, y no puedo quedármelo, Lys- Le entrego al bebe para luego levantarse- No puedo quedármelo, voy a vivir cada día junto a él, recordado que le quite la oportunidad de estar con su verdadera madre porque tengo miedo de mi abuelo y sus amigos- Dijo con severidad para luego irse de ahí.

Unos años más tarde, quizá décadas más tarde, la guerra había terminado, ahora Emma trabajaba sola, después de todo lo que paso, y que el gobierno soviético los descubriera, la secuestrara y experimentara con ella, hasta hartarse y usar sus poderes en todos, se dio cuenta que debería alejarse de Lys, y el resto.

Las rosas negras se volvieron un problema, para muchos. En especial, para el gobierno soviético, ya que recibían constantes ataques de su líder (Emma) Recriminando la muerte de los Zar y la Zarina en 1919, algo que aun perturbaba la mente de Emma.

Al encontrar y ocultar esos cuerpos, los cuerpos de las zarinas y el pequeño zar, le rompió el corazón, en especial, porque no podía utilizar sus poderes, porque simplemente los cuerpo ya no tenían remedio, había pasado una semana cuando Emma los encontró y todos ya habían muerto e iniciado su proceso de descomposición, y ya era un cambio muy grande si lo hacia los monarca los notarían y la reprenderían.

Su venganza, hacia los hombres que los ejecutaron la llevó a estar encerrada en un laboratorio soviético hecho de hierro, solo para que se quemara en cada intento de escapar.

Ahora, Emma estaba por su cuenta. Prefirió alejarse de sus rosas, y dejar a Lys al mando, porque ellos no eran el objetivo, era Emma, incluso los nazis llegaron a saber de ella, Hitler llego a temer de ella, al tenerla cara a cara, al descubrir que los rumores si eran ciertos, no le dolió en lo absoluto a Emma deshacerse de él, y sepultarlo para que nadie nunca lo encontrara.

Sus tacones resonaban en las calles de Londres, luego de un largo día de trabajo, en una pequeña tienda, se había acoplado a la vida humana, y para no levantar sospechas ahora lucía una cabellera pelirroja producto de su magia, para camuflarse y no ser descubierta.

Se detuvo en seco a metros de su edificio, observando al hombre sentado en la puerta, moviendo su pierna con inquietud. El hombre levanto la cabeza y observo a su alrededor esperando ver ese cabello rubio, pero en su lugar se encontró con una pelirroja de ojos verdes.

No le costó reconocerla. Se levantó y la miro de arriba abajo, sorprendido por su aspecto, lucia como una secretaria de algún abusivo machista de esa época, jamás creyó ver a su esposa así. Jamás.

-Te queda bien ese color- Menciono tratando de encontrar algún otro gesto o escuchar su voz, luego de tanto años.

-....Gracias- Respondió y avanzo hacia el rápidamente haciendo sonar más fuerte sus tacones en la calle vacía; Su mirada recorrió su cabello, sus facciones quería asegurarse de no estar soñando- ¿Cómo estás aquí?.

-Parece que al fin le agrado a tu padre- Menciono con un humor innecesario, en un intento de sacarle una sonrisa- Te buscamos por mucho tiempo, y a Darius. No habíamos dado con ninguno, hasta ahora, vi tu foto con el zar y la zarina y Rasputín, junto a ti...-Agrego con asco.

Emma rio al recordar las ocurrencias y actitudes que a veces si le incomodaban del padre Rasputín, para luego asentir- A mí también me daba asco, a veces.....-Confeso con una sonrisa en sus labios- ¿Cómo están mis padres?.

-Preocupados, que sus hijos y su nieta desaparezcan así, no les gusto para nada- Menciono y acerco sus manos a su rostro para acariciarlo- Ni a mí. Emma, ¿Qué paso?.

Sus ojos se llenaron de lágrimas- Había deseado ser humana, y me condenaron a vivir como una. No era la princesa esta vez, no era la que tenía el control... No era nadie-

-Ven aquí- La estrecho contra su pecho dejando que llorara sobre su hombro.

*****

A la mañana siguiente, Emma preparaba el desayuno como era habitual, no solía comer mucho, igual no podía morir de hambre; Pero sabía que si no preparaba algo para su esposo, el sí, aunque le preocupaba un poco el desayuno, sabía muy bien que saciar el apetito de Bestia, no era fácil, en especial por su lado animal.

Bestia entro a la habitacion, mientras bostezaba un poco y estiraba los brazos. Emma frunció el ceño un poco extrañada de verlo caminar sin camisa, por el departamento hacia la ventana.

-Buen día- Menciono él.

-Buen día- Sirvió café en un taza para luego caminar hacia él y ofrecérsela.

-Oh, gracias- Tomo de la taza sin siquiera mirar su contenido, para luego escupirlo de regreso causándole una risa a Emma- ¡Cielos! Emma sabes que odio el café....-La observo unos segundos y no pudo evitar reir con ella- Fue buena broma, empiezo a notar el parecido familiar entre Darius y tu....-Dejo la taza sobre la mesa y arqueo una ceja al notar su cambio de humor- No, no, no eso no me gusta...-Tomo su rostro con cuidado y negó.

-¿Qué no te gusta?-

-Esa cara-

-¿Perdón?- Pregunto ligeramente indignada-¿Cómo que no te gusta mi cara?.

-La mueca triste en tu cara- Aclaro y rodeo su cintura con sus brazos acercándola a el- Dime, que paso con el...¿Pelearon de nuevo? ¿No?.

-...Nuestra hija, está viva-

Bastian se tensó un poco para luego asentir y suspirar- Lo sé-

-¿Qué?-

-Emm, déjame....-

-¿Cómo lo sabes?- Pregunto sintiendo un nudo en su garganta.

-Tus padres me prohibieron decirte, y Darius estaba furioso conmigo, dijo que me encargara de ella solo, y que te dejara.....-

-¿Y tú le hiciste caso, al demente de mi hermano mayor?- Cuestiono enojada- ¿¡Cómo pudiste hacerme esto!?.

-Emma....-

-No, me toques- Se apartó y apoyo sus manos en la mesa- ¡Mierda! -Exclamo y la mesa se sacudió ligeramente- Entonces, mis padres también sabían....

-Si-

-Todo lo que mi familia hizo para alejarme de ti, es horrible- Agrego con enojo- No sé, como voy poder mirar a mi madre a los ojos después de esto...¿Dónde está mi hija, Bastian?.

Bastian se tensó ligeramente, ella no lo llamaba así jamás, siempre admiro más su lado salvaje e inhumano, que su parte común- Ahora, no lo sé. Pero lo descubriré, y te llevare con ella.

Asintió- El desayuno está listo, quédate aquí o vuelve con mis padres. Yo debo trabajar- Camino hacia la habitacion y cerró la puerta dejando a su esposo frustrado del otro lado.

Horas más tarde, Emma regresaba del trabajo como era habitual para ella, a las cinco treinta acababa su turno, pero esta vez rogo mucho que su compañera se enfermara, para quedarse toda la noche. Pero no paso, por primera vez, no deseaba volver a casa, sabía que Bestia no se había ido, él fue por ella a Londres, y se iría con ella de Londres.

Emma suspiro pesadamente mientras observaba el edificio, juraba que podía contemplar a Bestia parado en la ventana sin camisa, desde hace tres calles atrás. Le reclamaría por exhibir lo que era suyo a las vecinas.

Al llegar a la puerta, saco las llaves de su bolso, pero algo golpeo fuertemente el tacón de sus zapatos rompiéndolo y haciéndola caer al suelo.

Un tanto confundida, apoyo sus manos en la calle, esperando ver a algún ruso, o siquiera a Lys jugándole una broma muy pesada, al asustarla así.

Pero al ver un látigo verde alrededor de su tobillo, se sintió más asustada que al pensar que era un ruso tratando de llevar al laboratorio de nuevo.

-Emma-

-Darius- Murmuró al verlo justo ahí, luciendo un traje negro elegante como siempre, y una sonrisa macabra en sus labios- Sigues vivo.

-No puedo morir fuera de mi mundo- Le recordó con obviedad- Pero yo creo que tu quizás, si puedas....-Jalo el látigo acercándola a él en poco tiempo.

Emma respiro aire frio mientras estaba frente a él, sabía que Darius estaba enojado, lo notaba en cada facción fruncida en su rostro, y en sus ojos.

-Hermana....Dime, donde envió Honor a mi hija-

-No lo sé-

-Claro, que lo sabes, mentirosa-

-No lo sé- Repitió Emma, y tomo su mano y pateo sus piernas haciéndolo caer, rápidamente enredo el latigo alrededor de su cuello cortándole la respiración- ¿Recuerdas lo que se siente? Oh, perdón...Yo siempre era a la que estrangulabas- Apretó el látigo sin importarle en lo absoluto que sus manos se quemaran.

Emma contemplo como su hermano luchaba por oxígeno, como su rostro se tornaba rojizo, por la falta de aire. Ahora entendía, lo que sentía Darius cada vez trataba de matarla, esa sensación de ira de odio que lo impulsaba a hacer siempre esas cosas malvadas.

Ahora ella la sentía.

Pero, ella no era como el....

-Está en el vacío- Dijo para luego soltar el látigo y dejarlo recuperar el aire, mientras ella rebuscaba en sus bolsillos algo puntiagudo, que sabía que él siempre tenía, finalmente encontró una daga y corto el látigo para luego quitar los resto de su tobillo.

-No me mataste-

-No, no lo hice-

-Pudiste hacerlo- Se sentó junto a ella- ¿Por qué no lo hiciste? Te eh matado antes.

-Sí, pero te mate el día que te desterré frente a Hope- Confeso y le entrego la daga- ¿Solo viniste a matarme? ¿No?.

-No quería matarte....-Emma arqueo una ceja en su dirección- De acuerdo, miento. Pero también vine a verte....Han sido años difíciles, y creo que tú has estado en el ojo del huracán muchas veces ¿No es así?.

-Si....¿Y qué has hecho?-

-Mudarme, cada cinco años, e ir de país en país. Para no ser descubierto, ya que aún me faltan algunos siglos, para vivir aquí....-Sonrió de lado- Te queda bien ese color.

-Lo elegí porque supuse que lo odiarías-

-Te queda bien-

Ambos permanecieron en silencio mientras se miraban y reían sin razón en el suelo, como en los viejos tiempo. Sin importar cuanto pelearan, gritaran y se mataran mutuamente, siempre terminaban así.

Riendo sin razón.

Emma paro de reir primero y lo observo confundida- ¿Darius?-

-¿Si?-

-¿Qué no te había condenado a no usar tus poderes?-

Darius ladeo la cabeza- Siempre encuentro una manera, con los hechizos prohibidos- Emma respiro lento mientras observaba con desconfianza la mueca en su rostro.

-Ay no-

-Ay si- Dijo para luego lanzar una esfera a su pecho, esta se aferró a ella apretando su cuerpo y quemando su piel, Emma dejo ir un ligero quejido y levanto su mano para formar un esfera, pronto su cuerpo dejo ir una gran luz, que cegó al hombre, pero no lo detuvo- ¡No funcionara, Emma...! ¡Hagas lo que hagas obtendré tu don! ¡Así te mate! -Le grito y se puso de pie, pronto elevo el cuerpo de su hermana en el aire, levanto su otra mano y cerro su puño, pronto algo en el cuerpo de Emma se quebró haciéndola gritar de dolor, la sangre corrió por su pecho, manchando su ropa elegante, hasta convertirse en un charco en el suelo.

-¡Darius...!-

Pronto la luz en el cuerpo de Emma, desapareció, su cuerpo ahora bañado en sangre y goteando sangre, tenía una gran fractura muy visible desde su vientre hasta el espacio entre sus pechos, y de ahí venia toda la sangre.

Darius bajo su mano y se giró dejando caer el cuerpo al suelo, mientras este se quebraba aún mas huesos por el impacto, y por fin le había robado su don a su hermana.

Y la había....

Matado.

Continuara.....

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro