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2. ¡Es mi castillo!.

-El avión aterrizo...- El click del cinturón de seguridad al separarse hizo eco en sus oídos como las siguientes voces.

-Estamos en Fantasyville-

"Regresar...."

-El castillo está a diez minutos de aquí...-Giro su cabeza para mirar su rostro pálido algo que parecía ignorar- Llegaremos pronto-

     "Regresar a esa lugar. Se sentía como....

  Como regresar con ese amor toxico de secundaria que te destrozo, y que en el fondo no has superado.

   Sabes que es lo que te espera al llegar, tu corazón late con rapidez, tus manos sudan, sientes que la tortura inicio, cuando aún no ha iniciado.

   El miedo se anticipa a llegar a ti. Piensas eso, hasta que notas, que siempre ha vivido en ti, solo que ha estado esperando el momento indicado para salir".

   Bastian empujo las enormes puertas con detalles hechos de oro, (Lo único que realmente parecía seguir ahí) para luego entrar.

- ¡Alto!-

  "Estaban todos ahí, todo mi triste pesado.

   Mi madrastra malvada, mis hermanastras crueles, su gato asqueroso, que me aruñaba en las noches, que parecía medio muerto en el suelo, quizá si lo este, hasta mi mejor amigo.

   Aunque me fui de aquí, con la intensión de olvidar a todos, incluso a Adam, verlo aquí fue un gran alivio, el me protegería"

-¿Qué haces aquí, Bastian?- Mylady fumigo con la mirada al hombre- Ya hablamos de esto, venderé el castillo.

-No, si yo no estoy de acuerdo...-Intervino Adam mientras daba un paso al frente para encararla- Bruja.

-No le hables así a mi madre- Anastasia se levantó de su silla y lo miro seriamente.

-Ay, por favor- Adam rodo los ojos fastidiado- Sabes que tengo razón.

-Podrían no hablar de esto...-Una castaña con una nariz extrañamente bonita se colocó en medio y los miro con reproche- Con su hija aquí...-Les dio un empujón a cada uno para luego negar- Maduren, ya.

-¿Denise?- Emma frunció el ceño y abrió la boca asombrada- ¿Qué le paso a tu nariz?.

-Emma...-Dijeron las gemelas Trembley con la boca abierta por la impresión.

-¿Qué le paso a tu nariz?- Interrogo de nuevo.

  Mylady al ver a la joven rubia, que ahora era la copia exacta de Ester, no pudo evitar soltar la copa de cristal que estaba entre sus dedos, sobresaltando a las pequeñas en la habitación.

-Abuela...-Una pequeña castaña de ojos claros se acercó a la mujer y tomo su mano y la agito un poco para llamar su atención- ¿Estas bien?.

-¿¡QUE HACES AQUÍ, EMMA!?- Grito mientras miraba a su hijastra seria, enojada, y en el fondo nerviosa, la presencia de Emma arruinaba todos sus planes.

-Ven aquí, cariño...-Anastasia inmediatamente cargo a la pequeña para luego acariciar su cabello.

-¿Qué le pasa a la abuela?-

-Le estallo un cable- Simplifico Denise para luego sonreírle.

-Mylady...-Murmuró Emma mientras miraba a su madrastra- ¿Qué le hiciste al castillo?.

-¿Qué haces aquí?- Volvió a preguntar mientras apretaba con levedad sus puños.

-¿Lo olvidas? Es mi casa- Levanto una mano para luego señalar todo a su alrededor- Y tengo más derechos que tú.

-Huiste, te fuiste de aquí...-Camino con lentitud hacia ella mientras observaba fijamente sus ojos verdes, sabía que eso intimidaba a Emma, desde que era una pequeña niña- Huiste. Y tomaste joyas de la exhibición...-Tomo el brazo de Emma y empezó a ejercer presión en su muñeca- Deberías estar en la cárcel, no tratando de reclamar algo que no es tuyo.

-Suéltala, Trembley- Le ordeno Bastian, quien trataba de no perder el control y darle una paliza a la anciana.

-Robaste mis collares, chiquilla cobarde, me robaste. Y porque tomaste la estúpida decisión de volver aquí, iras a la cárcel...-Presiono su mano en su muñeca, y la levanto un poco doblándola, sabía que Emma no sería capaz de mover un dedo, veía en sus ojos lo que siempre vio cuando la regañaba de esa forma, miedo, no sería capaz de defenderse- Anastasia...-Miro a su hija pelirroja sin soltar el brazo de la rubia- Llama a la policía. Es hora de poner a esta ladrona en su lugar.

   Bastian y Adam dieron un paso para acercarse a Emma, y salvarla de esa bruja malvada que siempre la había odiado, sabían que Emma no sería capaz de defenderse por sí sola.

-¿Acabas de llamarme, cómo?- Emma entre abrió los labios con molestia, para luego utilizar su otra mano y apartar la de Mylady- ¿Soy una ladrona?. Esos collares eran de mi madre, solo tome lo que me correspondía, eran parte de la exhibición en honor a ella, pero tu clausuraste su exhibición, como si no tuviera importancia...-Dijo con rabia e impotencia en sus palabras- Mi madre era una reina, no una bruja malvada y ladrona, como tú.

-¿Cómo te atreviste a llamarme?- Levanto las cejas algo asombrada por su manera de dirigirse a ella, pero enojada.

-Bruja ladrona, madrastra malvada, tengo muchos términos para dirigirme a ti- La señalo con su dedo y siguió hablando tan enojada como estaba- Eres una bruja ladrona -Remarco para luego arquear una ceja de manera interrogante- ¿De dónde sacaste dinero para remodelar el castillo, eh? Quizá de mi herencia, y de los millones que mi padre dejo para mí y que no podía reclamar hasta los veintiún años. Supongo que la ladrona en esta habitación, no soy yo.

  La habitación permaneció en silencio por la revelación que acaba de dar Emma al público, sus hijas, yerno, nieta y los compradores del castillo quedaron totalmente asombrados por aquella revelación.

-Asi que, si pensabas vender mi propiedad, también. Te aviso que no lo harás- Nego con seriedad, era extraño, se sentía capaz de defenderse y responderle a Mylady- No vas a quitarme el castillo.

-Yo también soy la dueña, Emma- Le recordó con un tono pacifico, casi manso y que desmotraba algo de rendición y arrepentimiento, algo que Emma no iba a creerle, la conocía bien y sabía que solamente lo hacía para darle una mejor impresión a los compradores.

-Y yo- Adam y Emma dijeron esas simples palabras al unísono a lo que ambos se sonrieron con levedad.

-Entonces, yo también soy la dueña- Intervino Anastasia mientras dejaba a la pequeña que tenía en brazos en el suelo.

-¿Tu?- Emma arqueo una ceja para luego soltar una risa burlona casi hipócrita y cínica, había esperado mucho tiempo para vengarse de las gemelas por lo que le hicieron de niña, al menos podría humillarla- Querida, te recuerdo que eres la hijastra del difunto.

-Y la esposa de uno de los dueños- Respondió astutamente y miro a Adam, para luego sonreír de manera forzosa- ¿No, mi amor?.

-¿Mi amor?- Pregunto Emma con algo de asco en sus palabras, para luego mirar a su mejor amigo tratando de pedirle una explicación con su mirada.

-Debo aclarar, que nos vamos a divorciar- Intervino Adam para luego llevar su mirada a Emma, sabía que sería un golpe duro para ella, saber de su relación con Anastasia- Vamos a divorciarnos, en serio.

-¿Y ustedes desde cuando...?- Emma frunció el ceño un tanto dolida por no haber sido avisada de eso, antes, pero decepcionada de que su mejor amigo se casara con una de sus mayores enemigas.

-Pero aún sigo siendo tu esposa- Le recordó al hombre junto a ella con algo de molestia, sabía que Adam cambiaba por completo cuando Emma, estaba cerca, siempre lo supo y siempre odio eso- Asi que con mi autorización podemos vender el castillo.

-Exacto- Mylady junto sus manos con elegancia mientras sonreía orgullosa de su hija.

-No, no...-Intervino la rubia y miro a Bastian tratando de pedirle apoyo.

Bastian asintio al entender esa mirada para luego mirar a Ally cargarla y caminar hacia ellos- Si, lo ponemos así. Al ver que hay tantos dueños legales, del castillo, Ally y Ellie también son dueñas del castillo -Miro a la rubia en brazos para luego mirar a la pequeña castaña- Debe ser una decisión unánime y si no todos están de acuerdo, lo más lógico en estas situaciones es...-Suspiro- Hacer una votación. Los que estén de acuerdo con la venta por favor, digan YO.

-Yo-

-Yo-

  Mylady y Anastasia respondieron al YO casi como si fuera un reflejo, Emma y Bastian rodaron los ojos irritados por escuchar la voz de Mylady, aunque sabían que diría YO, les irritaba igual.

  Anastasia y Adam intercambiaron una mirada algo seria y decepcionada, aunque no estuvieran en su mejor momento como pareja, tenían la esperanza de ser apoyados por él.

-¿Y los que no estén de acuerdo con la venta?-

-Yo-

-Yo-

-Yo-

-Por favor, tiene siete años- Exclamo Mylady con incredulidad mientras miraba a Ally- Y solo dice lo que su madre dice.

-Tengo ocho- Aclaro Ally un tanto ofendida.

-Legamente si pueden hacerlo- Dijo Bastian para luego dedicarle una sonrisa victoriosa y presumida a la mujer- Ally, tiene la edad suficiente y la madurez para decidir, legamente. Su voto cuenta, y eso hace que sean más a nuestro favor, no se va a vender el castillo.

-Sí, el voto de una niña de ocho, cuenta...- Se cruzó de brazos y pensó un par de segundos, alguna idea que pudiera salvarla- Ellie debe votar.

-Ehh...- Paso su mirada sobre todos en la habitación, para luego pasarla rápidamente sobre sus padres y mirar a su abuela y Bastian negando- No, yo no...No debo votar.

Mylady gruño enfadada y cerró con fuerza el abanico que nadie había notado que tenía en sus manos- Bueno. ¿Y ahora porque no quieres hablar? No paras de hablar nunca-

-Mama- Denise negó desaprobando su actitud para luego mirar a su sobrina- Dime, ¿Qué pasa?.

-Es que si no estoy de acuerdo con mamá, me enviara a un internado de música clásica...- Señalo a Anastasia mientras miraba a su tía.

-¡Anastasia!- Le reprocho su esposo, casi ex esposo- No debes amenazarla.

-Y si no estoy de acuerdo con papá, me hará esa mirada de decepción y venderá mis juguetes- Expreso con una chispa de pánico en sus ojos.

La pelirroja se cruzó de brazos mientras arqueaba una ceja mirando a su esposo- ¿Decías, Adam Emile Jace?-

-Tía- Ellie corrió hacia su tía, que realmente parecía ser la única que no quería exigirle algo o ponerla a elegir, para luego abrazar sus piernas- Sálvame.

-Tienes que votar- Le exigió su abuela.

-No, mamá, no la presiones...- Anastasia negó mientras resoplaba- Tiene nueve años. Déjala.

-La otra mocosa, tiene ocho. Y dio su voto, Ellie podrá hacerlo-

-Si la presiona, no- Adam fumigo con la mirada a su suegra o como él le dice "Bruja", para luego mirar a su hija- Tranquila, Ellie, no pasa nada.

-Da igual si votas o no- Su madre se encogió de hombros tratando de restarle importancia al asunto, no quería presionar a su hija- Nadie venderá tus juguetes.

-¿Y qué pasa con la escuela de música clásica?- Pregunto mientras miraba a su madre.

-No, era en serio, cariño- Le sonrió un poco.

-Además, la música clásica murió, el dia que tu madre decidió tocar- Agrego Emma, con una sonrisa que le dedico a su sobrina.

-Que graciosa, Emma- Su mejor amigo rio un poco para luego cargar a su hija.

-No vendan el castillo- Soltó la pequeña Ellie mientras abrazaba a su padre.

-¿Qué dijiste?- Adam la alejo un poco para poder mirar su rostro.

-No lo vendan. Me gusta- Sonrió levemente.

-¡Anastasia!- Exclamo su abuela- ¡Has algo!.

-Sí, hare algo- La pelirroja tomo a su hija para luego mirar a Bastian y a los compradores- No se vende. Me voy...-Se dio la vuelta para luego salir de la habitación con su hija.

-¿Ella...?- La quijada de la única Blanc en la habitación cayó al suelo por la impresión, ese era un comportamiento inesperado en Anastasia.

-Ahja...-Respondió Jace con una leve sonrisa para luego mirar a los compradores- Asi que ustedes...-Hizo una leve pausa mientras fingía pensar- ¡Largo de mi castillo!.

   Los compradores salieron de la habitación algo ofendidos e indignados por el grito de Adam, eran personas de alta sociedad de Fantasyville, y esos tratos eran ellos los que usualmente los hacían, no los recibían. Y como Mylady acababa de perder el inicio de un nuevo plan maestro, salió de la habitación haciendo sonar sus tacones por el enojo, Bastian y sus amigos e hija, se fundieron en un abrazo para celebrar, al menos tenían un gran avance y habían evitado la venta y destrucción de un hogar.

-Nuestro castillo- Agrego Emma mientras le dedicaba una sonrisa.

-Oh, no inventes, volviste...-Se acercó a ella e iba a abrazarla pero al notar a la niña levanto las cejas- Es como verte en una versión diminuta -Revolvió el cabello rubio de la pequeña.

-Sí, no eres el único que se llevó una gran sorpresa- Dejo a Ally en el suelo para luego abrazarlo y darle un golpe en la nuca.

-Hey...-Se quejó mientras se sobaba el área golpeada.

-¿¡ANASTASIA!?- Grito histéricamente- ¡Mi hermanastra malvada!.

-Oye- La voz de Denise algo ofendida se escuchó, pero realmente la ignoro.

-Para ser honesto, Emm...-Adam la miro un par de segundos pensando una manera correcta de decirle, pero luego agito la cabeza como si dijera Que más da- Me gusta desde el quinto grado.

-¡Un minuto!- La melliza paro de limarse las uñas y se levantó de la silla para luego mirar a su cuñado- ¿Por qué ese me gusta, no está en pasado? Están en proceso de divorcio.

-Si, por culpa de tu loca madre- Nego fastidiado- Mylady, arruino todo. Tiene un gran control sobre Anastasia.

-Siempre lo ha tenido- Le recordó la rubia con una sonrisa obvia- En realidad, sobre las dos...-Miro a la castaña para luego ladear la cabeza- No entiendo como sigues aquí, en otro tiempo, estarías detrás de tu madre, como su lacaya.

-Soy su hija, no su esclava- Aclaro mientras levantaba una ceja no a gusto con su declaración, aunque sabía que era cierto, pero no le gustaba recordarlo, ni escucharlo, era muy patético.

-¿Segura, Denise?-Beast se acercó a ellos mientras arqueaba una ceja con astucia al saber que decir para hacerla enojar- Porque vine hace dos días, y eres la esclava que lideraba la lista de tu madre. ¿Qué cambio en dos días? Que el voto estaba en manos de tu hermana, y ya no te necesitaban.

-Sabes, que, Bastian Beast...-Le dio golpe en el pecho con su puño pero él ni siquiera se movió, chillo enfada al notarlo y le dio un pisotaso al piso, como si hiciera una rabieta- Púdrete -Le dijo enfadada para luego desaparecer por las puertas de oro.

-Veo que ella no ha dejado de hacer berrinches- Emma hizo una mueca para luego reír.

-Oye, Emm. ¿Qué te paso en la cara?- Se acercó un poco a ella y frunció el ceño al ver los golpes en su rostro.

-Eso trato de averiguar- Intervino el oji azul, a lo que la ojiverde le lanzo una mirada matadora, odiaba su curiosidad.

-¡Bastian!-

-¡Jefe, ven aquí!-

-No, pueden vivir sin mi- Murmuró mientras observaba a sus amigos discutir por alguna tontería- Adam, te encargo sacarle la información a Emma- Palmeo el hombro del chico para luego empezar a alejarse.

-Y yo te encargo, no volver a perder a tu hija-

-Dame a la tuya y te demuestro el increíble niñero que soy- Le sonrió levemente para luego alejarse por completo.

-¿Perdió a su hija?-

-Entre otras cosas...-Nego incrédula para luego colocar un mechón de su cabello detrás de su oreja- Adam, ella es Ally, mi hija.

-El parecido las delata- Se agacho frente a la niña y le sonrió- ¿Qué tal, amiguita? Soy Adam, y de ahora en adelante, dime tio Adam.

-Okay-

******

-Es absurdo...-Se sentó en la silla y junto sus manos con preocupación y desesperó- Una niña de siete dio su voto, eso no debería ser legal, y Emma...-Gruño y froto su cien- ¿Qué hace Emma aquí? Solo sacarme canas, esa niña siempre ha sido un problema. Un problema que Ester y Axel, me dejaron a mí, su irritante hija, y la hija de su irritante hija, aún más irritante que ella.

-Tiene ocho años, mamá- Le aclaro la castaña mientras miraba sus uñas sin tomarle tanta atención a las quejas de su madre- Y tu querías obligar a Ellie, a votar. Asi que, ambas usaron a niñas para obtener lo que querían.

-¿Y de que me sirvió?- Abrió su abanico y empezó a echarse aire de manera dramática- Esa pequeña traidora dio un voto contrario.

-Que Anastasia no te escuche- Se levantó de la silla en la que estaba sentada y camino hacia el escritorio de su madre- A nadie le gusta que le digan de esa manera a su hija, y Anastasia no es la excepción.

-Mi propia nieta me traiciono- Exclamo algo ofendida y decepcionada.

-Madre, te recuerdo que este castillo, al igual que para Annie y para mí, es lo único que conocíamos como un hogar, hasta hace unos años...-Perdió su mirada entre los objetos en el escritorio mientras recordaba con algo de nostalgia su vida ahí- Y Ellie solo conoce esto como su hogar, crecio aquí, con sus padres, y su linda vida está aquí. No querrá que lo vendan...Y estoy de acuerdo.

-Oh, otra traidora- Giro en su silla dándole la espalda- Vete de aquí, no puedo ni ver tu rostro...-Dijo de manera dramática, aveces era muy dramática.

-Bien- Se encogió de hombros sin tomarle importancia para luego salir.

******

-Duerme como un tronco- Acerco su dedo al rostro de la pequeña que dormía plácidamente en el hombro de su madre.

Emma inmediatamente le propino un golpe para luego susurrar a modo de queja- ¡No la despiertes!-

-Bien, lo siento- Se disculpó y movió sus manos pasivamente- Es que es adorable.

-No cuando interrumpes sus sueños- Observo a su niña dormir para luego parar de caminar frente a una puerta y suspirar con una mirada algo nostálgica y seria- Jamás creí ver esta puerta otra vez...-Se quitó la pulsera de su muñeca para luego meter el dije  de una pequeña llave, dentro de la cerradura y la puerta se abrió con simpleza.

  Emma entro a la habitación lentamente y permaneció parada a unos metros de la puerta observando la habitación con cierta nostalgia, una parte de ella reprimió por completo los recuerdos de ese lugar y una parte de ella anhelaba volver a la habitación en la que creció, se ocultó, lloro, rio, canto y bailo.

    Aunque durante años quiso convencerse asimisma que no estaba bien nada de lo que había en Fantasyville, y que todo ahí le haría daño, sabía que aun habían cosas y personas buenas en ese lugar, y aunque tuviera malos recuerdos en su habitación, aun tenia alguno buenos.

   La habitación estaba exactamente igual, no había ni un solo cambio, era tal cual como ella recordaba, era rosada con siluetas de ella misma pintadas en blanco, fotos de su familia en el escritorio junto a una de las ventanas y cortinas blancas con pequeñas coronas, aun con quince años, era una gran fanática de los cuentos para niños, algunos libros en los libreros como obras de Shakespeare y los clásicos de cuentos de hadas, sus peluches estaban en un sofá rosa, y su castillo que siempre se negó a guardar en el ático o donar, estaba en su lugar.

  Ese lugar no era una habitación, eran recuerdos.

-Todo está como lo deje- Murmuró mientras sus dedos recorrían el borde del castillo de juguete enorme con el que solía jugar.

-Bueno, no había mucho que esperar, te llevaste la llave- Adam bromeo un poco sacándole una leve risa- Sacudiré la cama, por ti. Quizá tenga polvo...-Camino hacia la cama y aparto las sabanas.

-Te lo agradezco mucho, Adam- Le agradeció mientras recorría el lugar con la mirada pero su mirada se detuvo en una vieja foto, estaban sus padres con ella, abrazándola de manera protectora y sonriendo a la cámara que según recordaba sostenía Evangeline, la madre de Adam.

-Ya está- Aviso sacándola de sus pensamientos.

  Emma asintio y camino hacia la cama para recostar a su hija con mucho cuidado de no despertarla, la recostó con cuidado para luego cubrirla con sus abrigo, ya que realmente no quería colocarle esas sabanas sin lavar encima, se sentó en la cama y dejo un beso en su frente para luego salir de la habitación junto a su mejor amigo.

-Okay, ya que ambos estamos libres de niños- Coloco sus brazos alrededor de sus hombros y la acerco a su pecho para abrazarla- Debemos ponernos al dia.

-Eres peor que una reportera de una revista de chismes- Rio levemente para luego asentir- ¿De qué quieres hablar?.

-De todo...-Paro de caminar y aparto sus brazos de ella para luego mirarla fijamente- Pero quisiera que me dijeras ¿Qué te paso en el rostro?.

-Me preguntaba cuando me preguntarías-

-Bueno, dime. ¿Qué paso?-

******

   La pequeña Ellie se encontraba en el balcón repleto de flores y plantas silvestres del castillo, donde siempre se la pasa repleto de hermosos pajaros que casi siempre hacen sus nidos ahí, y es la mejor vista de todo el castillo, por eso era su lugar favorito y su refugio para pensar.

   Anastasia se levantó de la silla, para caminar hacia ella y pararse junto a su hija, la conocía bien y su actitud era toda la contraria a la de su pequeña, no hablaba, no reía, ni siquiera abrazaba a los pajaros, lo cual siempre hace.

-Y bien...-Junto sus manos mientras la miraba- ¿Vas a decirme que tienes?.

Nego- No tengo nada-

-No trates de mentirme, soy tu madre. Y te conozco- Las oji verde intercambiaron miradas para luego Ellie rápidamente apartarla de su madre- Y cualquiera que fuera inteligente, notaria que algo te sucede. Digo, eres parlanchina y lo único que has hecho es agitar la cabeza para decir No.

-¡Perdón!- Exclamo mientras giraba para mirarla arrepentida y preocupada- Lo siento, sé que debí apoyarte, pero tampoco quería hacer sentir mal a papá, y no quiero que vendan el castillo. ¡Es precioso! Y mamá, sé que no debí dar ningún voto, pero es que...

-Ellie-

-Y lo siento mucho, mucho. Por no apoyarte, ni a la abuela, pero es que no quiero que vendan el castillo, es mi hogar...-Frunció el ceño mientras pensaba- ¡Es mi castillo!.

-¡Elizabeth!- Exclamo logrando que dejara de hablar, Anastasia suspiro- Al fin te callaste, amo que seas parlanchina pero debes dejarme hablar.

-Lo siento-

La pelirroja tomo sus manos y le sonrió- Se que amas este lugar, tanto como tu padre. Y no me molesto que lo apoyaras, solo tomaste una decisión, sin que tu abuela o yo te dijéramos qué camino tomar, y si no quieres que lo vendan, estaré de acuerdo contigo, si estar aquí te hace bien.

-¿No estas enojada?-

-Nop-

-¿Ni un pelín?-

Anastasia rio- Ni un pelín-

-¡Yei!- La rodeo con sus brazos mientras sonreía- En serio, eres la mejor madre del mundo.

Sonrio un poco y beso su frente- ¿Por qué no buscamos a papá y quebramos su tarjeta de crédito comprado helados?.

-¡SI!- Grito emocionada para luego correr hacia el castillo, y recorrer todos los pasillos corriendo feliz- ¡Papi...! Papi...! ¡Papi...!.

*****

-Entonces, fue ese idiota- Adam apretó levemente los puños mientras observaba los moretones en el rostro de su amiga- Dime, que está muerto o en la cárcel.

-Está en la cárcel- Respondió mientras abrazaba un cojín con fuerza- Le dieron diez años.

-Pudo haberte matado. Debieron darle cadena perpetua- Opino mientras caminaba por la habitación totalmente serio- ¿Cómo te casaste con ese imbécil?.

-Era joven y tonta- Suspiro y recargo su espalda en el espaldar de la cama- Además, iniciamos bien. Él era...Dulce y encantador.

-El lobo disfrazado de príncipe, de Caperucita Roja- Agito las manos obvio para luego rodar los ojos, algo que le saco una sonrisa a la mujer.

-Adam, el lobo se disfrazó de la abuela...-

La interrumpio- Tú me entiendes- Agito su mano restándole importancia al asunto- ¿Y Ally sabe algo de esto?.

Nego con la mirada gacha- Solo sabe que su padre está en un viaje de trabajo muy largo-

-Le mientes, entonces- Camino hacia ella y se tiro en la cama, como siempre solía hacer.

-Te acostaste en mis pies- Dijo algo adolorida por el impacto y extrajo sus piernas para luego cruzarla al estilo indio.

-Perdón- Se acomodó en la cama y la observo fijamente.

-¿Qué?-

-Eres preciosa, y te mereces a alguien mejor que ese idiota- Coloco su mano sobre su rodilla y la apretó levemente, por un segundo Emma se sintió en la necesidad de correr lejos, algo que él pudo notar- Tranquila, Emm. Yo jamás te haría daño.

Asintio mientras sentía sus ojos cristalizarse- No he dormido mucho últimamente. Ally tiene pesadillas y yo igual, siento que si me duermo podría entrar a la habitación...-Algunas lágrimas bajaron silenciosamente por su mejilla- Aunque sé que no está ni remotamente cerca -Desvió la mirada y se limpió las lágrimas.

  Adam le dedico una mirada de pena y tristeza, recordaba a su mejor amiga, Emma Blanc, y la mujer que ahora veía, no era una sombra de ella, quizá se pregunta ¿A dónde habrá ido aquella chica valiente e irritante que se la pasaba sonriendo a pesar de todo? Y esta Emma, le había dado la respuesta, el dolor, los villanos que había en su vida, terminaron por destruirla por completo, y ahora estaba de pie, solo porque tenía que cuidar a Ally.

  Adam se reincorporo y se acercó a ella  para rodearla con sus brazos, ella inmediatamente se refugió en sus brazos dejando algunas lágrimas caer sobre su camisa.

-¡Papi...! ¡Papi, mamá dijo que...!- Se quedó callada y pestaño un par de veces al verlos- ¿Papi?.

Adam giro su cabeza para mirar a su pequeña hija, sin dejar de abrazar a Emma- ¿Sucede algo, princesa?-

-¿Por qué la abrazas a ella?-

-Creo que trata de cortar mi respiración- Emma le dio un empujoncito al sentir que la estaba apretando mucho y llevo sus manos a su cuello- Casi me asfixias.

-Siempre te he abrazado así- Respondió obvio para reír.

-Idiota- Rodo los ojos para luego pellizcarlo.

-¿Por qué la sigues abrazando?- Camino hacia ellos y aparto sus brazos- Permiso, gracias. Papi...-Se subió a la cama y abrazo a su padre.

  Emma se cruzó de brazos mientras le sonreía de manera burlona a su amigo, era como si le dijera "De tal palo tal astilla", el hombre solo se encogió de hombros y acaricio el cabello de su hija, para luego sentarla en su regazo.

-¿Quién es ella, y que hace en la habitación de mamá?- Pregunto inocentemente mientras miraba a su padre, el rápidamente le cubrió la boca y le sonrió nervioso a su amiga, al saber que le diría.

-¿Eres idiota o qué?- Interrogo para luego levantarse de la cama- Estoy llegando y ya vas a meterme en problemas con tu esposa. ¿Cómo se te ocurre traerme a la habitación que compartes con tu esposa?.

-Eres mi hermana- Respondió con tranquilidad.

-Eso no te justifica. No debiste traerme aquí...-Suspiro frustrada- Quizá, trate de meter vidrios en mi jugo más tarde.

-Por última vez, era caramelo- Una pelirroja gruño con molestia mientras la miraba dentro de su habitación- Emma.

-Anastasia- Respondió la rubia mientras se preguntaba cómo es que Adam, se casó con ella- Adam, de tantas mujeres en el mundo. ¿Debías elegir a mi hermanastra?.

-¿Son hermanas?- Cuestiono Ellie sorprendida.

-Hermanastras- Dijeron al unísono, querían dejarle muy en claro ese punto a Ellie, ellas dos jamás serian familia.

-¿No es lo mismo?- Pregunto mientras rascaba su cabello confundida.

-No hagas eso- La regañaron sus padres, para luego el quitar su mano de su cabellera negra.

-Y no es lo mismo, linda- Le aclaro su madre para luego fumigar con la mirada a su eterna rival- Mi madre se casó, con el padre de Emma, hace años. Luego el murió, no somos hermanas, mi única hermana es Denise.

-Entonces, ¿Es mi tía? ¿O no es mi tía?- Pregunto muy confundida.

-Si-

-No-

-¿Eh?- Pregunto la pequeña Ellie sin entender la situación.

-Sí, es tu tía, porque Emma...-Se levantó de la cama mientras la cargaba- Es mi hermana.

-No. No lo es- Agrego la pelirroja.

-Sí, lo es- Sentencio Adam algo serio.

-¿Y por qué mamá, dice que no?-

-Porque tu madre es...-Emma le cubrió la boca antes que pudiera soltar una mala palabra en presencia de ella.

-Porque...-Emma alargo la última letra mientras pensaba en cómo explicarle y que entendiera- No tenemos el mismo ADN, ni los mismos padres, pero nos criaron como si fuéramos hermanos. Y por eso somos hermanos.

-Entonces. No eres mi tía- Nego mientras miraba a la rubia.

-Solo si quieres verme así- Emm se encogió de hombros mientras miraba a la niña con una leve sonrisa.

-¿Mami, puede ser mi tía?- Sonrió como angelito, esperando que le dijera que sí.

-Adam, lleva a tu hija por helado- Le ordeno para luego desaparecer en el pasillo.

Frunció el ceño extrañada y miro a su papi- ¿Mamá, está bien?.

-Sabes, Ellie, esta es una de esas veces, de la que la tía Denise y yo te hablamos cuando mamá esta...Como la abuela-

-La abuela da miedo. Mamá no-

Emma rio- ¿Qué le habrá hecho, Mylady a esta pobre criatura?-

-La abuela no me puede tocar, desde que me grito, y papá y mamá se enojaran- Informo con tranquilidad- Papi, quiero helado.

Adam suspiro para luego tomar sus cosas- Bien, vamos por helado. ¿Emm, vienes?-

-Nop- Negó de inmediato- Prefiero evitar que Anastasia me mate, y Ally está dormida, y voy a desempacar unas cosas.

-Bien, pero te traeré helado. ¿Chocolate, con caramelo? ¿Cierto?-

-Sip, y no olvides la crema batida- Le pidió mientras salía de la habitación.

-Oye, ¿Y a Ally que le gusta?-

-Fresa o vainilla- Le informo mientras lo observaba alejarse junto a Ellie- Es Anastasia de cabello negro.

-¡Papá!- Grito una voz femenina desde una habitación completamente enojada.

-Belinda, no lo repetiré, dame tu teléfono-

-No, ni sueñes- Una de las puertas se abrió y la adolescente salió de la habitación para luego bajar las escaleras con rapidez.

Bastian salió de la habitación mientras resoplaba enojado- ¡Belinda!-

-Los gritos no resuelven nada, animal-

El oji azul suspiro y recargo su cabeza en la pared- Va a volverme loco-

-Bienvenido a la adolescencia- Dijo con algo de ironía para luego cruzarse de brazos- ¿Por qué le quitas el teléfono?.

-Se escapó, por si lo olvidas-

-¿Y el teléfono, haría la diferencia? ¿Por qué...?- Arqueó una ceja- Acaba de salir, yo creo que si le quitas el teléfono, no vas a castigarla realmente.

-¿Y qué sugieres? ¿Qué la envié a un internado militar para mujeres?-

Sonrió con algo de gracia-Habla con ella- Paso junto al para luego caminar hacia la puerta de su habitación- Y luego castígala, sin gritos.

-No te prometo nada, ella me saca de quicio- Suspiro con pesadez- Debemos hablar.

-¿Sobre?-

-El castillo Blanc- Camino hacia ella y sin que ella lo notara aparto un mechon de su cabello rubio y observo ese moretón debajo de su ojo que ocultaba con sus risos rubios- Y de cómo te hiciste eso.

-Cuando aprendas a hablar con tu hija como personas civilizadas, quizás considere decirte- Abrió la puerta para luego entrar y cerrarle la puerta en las narices.

   Bastian sonrió y negó para luego llevar sus manos a su cabello tratando de pensar y ordenas cada idea respecto a qué hacer con su hija rebelde. Y aunque el consejo de Emma, sea lo único sensato que haya en su cabeza ahora, sabía que no iba a lograr hacerlo, Emma podría.

  Y sabía que sí, y que al igual que Bella, Emma sabe tratar con niños, y al verla tratar a la pequeña Ally, debía admitir que se sintió algo nostálgico, era como si por un segundo no estuviera viendo a Emma y Ally, sino a Bella y Lindy.

  Realmente extrañaba a Bella, y quizá si estuviera con vida, ella tuviera la respuesta a cada una de sus preguntas, y la solución a todos sus problemas.

   Su teléfono empezó a vibrar en el bolsillo de su saco, por alguna razón pudo sentir la insistencia de la persona que lo llamaba a través de la vibración del teléfono.

Suspiro con pesadez- Es Aurora- Murmuró para luego mirar la pantalla y levantar las cejas al ver el nombre Aurora, reflejado en la pantalla- Lo sabía -Contesto la llamada y llevo el teléfono a su oído.

-Al fin- Aquella voz femenina resoplo con cansancio.

-Aurora-

-Dime, que tienes algo Bestia- Dijo más a modo de súplica, su voz sonaba cansada, agotada.

-La encontré. Y ya está en el castillo-

-Ay, qué alivio...-Suspiro aliviada- A buena hora decides encontrarla, cinco años después.

-No fue fácil, Aurora...-Le dijo con un tono serio- No te quejes, al menos la encontré.

-Llevamos cinco años aquí, Bestia. Estoy cansada de esto-

Bastian guardo silencio un par de segundos, sabía que Aurora estaba sola y no podía con todo esa presión, y su preocupación por su hijo y esposo que ha crecido en los últimos cinco años, separada de ellos, hacen que esa joven valiente solo sea cada vez más débil, ese mundo la hace débil -¿Los niños? ¿Qué tal?-

-Me vuelven loca- Hizo una pausa y soltó una risa sin ánimos- Eso significa que están bien. ¿Y Lindy?.

Dio un largo suspiro-Si te cuento-

-¿Qué paso?-

-Se escapó, y está peor que antes-

-Encargarle a tu hija, a tus amigos, no es lo mismo, Bestia. Ella estará bien, pero...-Hizo una pausa y suspiro con pesadez- Perdió a Bella, no hagas que sienta que también perdió a su padre-

Suspiro pesadamente mientras pensaba y se preguntaba si Emma y Aurora se habían puesto de acuerdo para sermonearlo, aunque una parte de el consideraba esas palabras una y otra vez -¿Sera que Emma tiene razón?-

-¡MATTHEW...!- Grito ignorando por completo el cuestionamiento del hombre- ¡MATTHEW, te dije que no molestaras a tu hermana...!- Unas vocecillas y algunos pasos, se escucharon- Estos niños van a volverme loca. Te llamo luego -Colgó rápidamente antes que él pudiera despedirse.

Continuara...

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