1. Padre e Hija.
-¿Nos vamos?- Cuestiono la pequeña Ally mientras caminaba junto a su mamá, no tan feliz como siempre suele ser.
-Sí, amor. Nos vamos-
La niña frunció el ceño mientras observaba el suelo pensativa- ¿Por qué?-
-Porque mami, tiene cosas que hacer...En mi casa- Explico mientras caminaba y suspiro al sentirse un poco extraña al decirle de esa manera a Fantasyville, ese lugar ya no era muy considerado su hogar desde hace ya tiempo.
-Mamá, pero ya salimos de casa, si tienes cosas que hacer allá, debemos volver-
Emma suspiro para luego soltar la mano de su pequeña y agacharse frente a ella, era complicado explicarle, Ally no había conocido otro lugar que no sea Nueva York, y acostumbrarse a otro país, otras personas, nueva escuela, nuevos amigos, seria duro para ella, si era complicado mentirle cada vez que preguntaba por James, esto era tan complicado y doloroso como esa pregunta.
-Escucha, mi amor, tengo que regresar a casa-
-Pero salimos de casa-
-Me refiero al lugar donde crecí, es una pequeña nación, muy muy pequeña, donde hay un pueblo muy bonito y pequeño llamado Fantasyville. Es donde crecí -Finalizo con algo de nostalgia y seriedad en su manera de hablar y rostro, era obvio hasta para Ally, que hablar de eso hacía que su madre se tensionara mucho- Debemos volver.
-¿Por qué? No quieres estar ahí- Dijo lo que dedujo gracias el gesto en el rostro de su mamá y su manera de hablar le hicieron pensar.
-No más preguntas, nos vamos- Sentencio para luego levantarse y seguir caminando hacia el punto de encuentro con Bastian.
-Pero, ma....- Trato de objetar, o pedir explicaciones, pero una respuesta inesperada de Emma la hizo entender que no debía hablar más.
-Ya basta, Allyson- La regaño con seriedad sin siquiera mirarla, con la mirada fija en el hombre que podía visualizar a unos metros junto al jet privado.
-Lo siento- Murmuró arrepentida, disculpa que su madre no alcanzo escuchar.
Luego de caminar un poco más, lograron acercarse a Bastian, que se encontraba hablando por teléfono, realmente parecía estar discutiendo con alguien por teléfono.
-Lindy, ya te dije, que irías conmigo. Habíamos hablado de esto, Charlie y tú vendrían conmigo al castillo.....-Reitero aquel punto mientras caminaba de un lado a otro, su mirada se colocó en ambas rubias para luego saludar a la pequeña Ally con la mano y seguir hablando- ¿Por qué? ¡PORQUE YO LO DIGO, BELINDA! -Grito histérico.
Grito que hizo que ambas retrocedieran un tanto asustadas e incomodas por aquel acto de Bastian, Emma lo recordaba bien, recordaba sus actitudes de niña, y sabía que no era fácil sacarlo de quicio, siempre demostró ser amable y paciente con ella.
Aunque ahora lo pensaba y quizá era así, porque ella era una pequeña niña, que quería ser una princesa de cuentos de hadas, y él era el mejor amigo de sus padres, que disfrutaba escucharla cantar tonterías de niña.
Ahora que lo analizaba bien, solo era amable con ella, porque le parecía graciosa, como un bufón de circo, que te hace reír.
Eso era para Bastian, el payaso del circo.
Algo realmente hiriente, si le preguntaban su opinión.
-Pasare por ti, a Paris, te guste o no, Belinda, y si no estás lista cuando llegue allá, y me haces otra escena, te aseguro que abra consecuencias- Amenazo con seriedad para luego colgar su llamada y suspirar con pesadez- Esta niña va a volverme loco,
-¿Todo bien?- Pregunto Emma.
Bastian las miro de inmediato y les sonrió con amabilidad y alegría de verlas- Si, si, estoy excelente. ¿Y ustedes cómo están?.
-Eso no parecía estar bien- Aseguro Emma, al saber que sucedía algo, aunque no se necesitaba ser muy intuitivo para deducirlo, era obvio.
-Estas molesto, vi una cana salir, cuando gritaste- Agrego Ally mientras señalaba el costado de la cabeza del hombre.
Bastian rio un poco para luego caminar hacia la pequeña- Bueno, Ally....-Se agacho al frente de la niña y le sonrió mientras rascaba un poco la pequeña barba que debía afeitar, pero no había tenido ni el tiempo, ni las ganas de hacerlo- Quizá, si tenga otra cana.
-¿Por qué tienes tantas canas? ¿Eres muy viejo o qué?- Pregunto mientras observaba aquellos cabellos blancos en la cabeza del hombre.
-No, tanto, Ally. Pero cuando seas adolescente, le harás lo mismo a tu mamá- Aseguro para luego suspirar con pesadez y observar el fondo de pantalla de su teléfono, y suspirar otra vez.
Emma le dio una mirada rápida y curiosa a su teléfono, pudo reconocer a una joven de entre dieciséis o diecisiete años, de cabello castaño, piel blanca, facciones muy definidas y ojos azules que recordaba haber visto antes.
Bastian levanto la mirada para luego mirarlas a ambas con sus intensos ojos azules, y fue en ese pequeño segundo, que Emma pudo saber dónde había visto aquellos ojos azules, en el.
-Mi hija, es la causante de estas canas, no estaba así, hasta que creció, y empezó a volverme loco- Admitió con una leve risa, que el mismo se provocó para tratar de aliviar un poco la preocupación en su mente- Se llama Lindy, mira....-Le mostro la pantalla de su teléfono a la pequeña- Es ella....-Sonrió un poco mientras miraba a su princesa.
-Es muy bonita- Admitió Ally mientras miraba la foto.
-Si....-Metió la mano en su bolsillo mientras miraba a Ally- ¿Quieres saber algo? Tú también, lo eres, y por ser bonita y tan dulce, esto es para ti....-Le entrego una barra de chocolate a la niña.
-¡Gracias!- Le agradeció feliz para luego tomar su dulce, y mirar a su madre con una sonrisa.
Le sonrió para luego levantarse del suelo y mirar a Emma- ¿Listas?-
-Si- Respondió algo indiferente, aun no le tenía la misma confianza de antes a Bastian.
-Déjame ayudarte con eso, Emma- Tomo su equipaje para luego los tres dirigirse al jet- Te va a encantar el viaje, Ally.
-Si. ¿Por qué?- Pregunto curiosamente mientras observaba a su alrededor y de vez en cuando miraba a Bastian.
-Hay muchos dulces, solo para ti, puedes hacer, y entrar a donde quieras en el jet, no hay problema- Le aseguro con una sonrisa para luego tomar asiento y observar por la ventana.
-Okay- Respondió mientras tomaba asiento al igual que su mamá y observaba distraídamente por la ventana- ¿Cuándo nos vamos?.
Bastian rio un poco por la actitud de Ally, era exactamente igual a su madre cuando tenía esa edad- Cuando el jet despegue, pequeña. Sera en unos tres minutos-
-Okay-
El único hombre presente esbozo una sonrisa mientras miraba a la niña, era como volver treinta años atrás y ver a la pequeña Emma.
-Es igual a ti, cuando tenías su edad-
Emma solo se limitó a lanzarle una mirada seria y vacía, para luego abrochar el cinturón de su hija y el suyo, esperando el momento del despegue, no quería ni responder sus preguntas, ni mirarlo, se sentía como si mirara la traición hecha carne.
-Sabes, que no vas a poder ignorarme, para siempre, Emma-
-Quiero intentar creer que puedo- Respondió mientras observaba por la ventana- Entonces, ¿Tienes una hija?.
-Sí, es mi gran dolor de cabeza- Sonrió con algo de cansancio- Pero es una buena chica.
-¿Y su esposa?- Giro su cabeza para mirarlo, algo extrañada, recordaba que ellos dos eran inseparables- ¿Cuál era su nombre? Rebecca, Bekah, o...
-Bella-
-¿Dónde está?-
-Ella....-Bajo la mirada y llevo sus manos a su cabello para luego suspirar y recargarse en el asiento- Falleció-
Emma se reincorporo de inmediato con una mirada sorprendida- Lo siento tanto. Era una gran gran persona- Admitió mientras se sumergía por un momento en sus recuerdos, y Bella era una mujer digna de admirar, su bondad y valentía la hacían, increíble.
Asintio con levedad- Creo que nunca llegas a comprender con exactitud el dolor de un viudo, o un huérfano hasta que terminas siendo ambos- Suspiro y llevo sus manos a su rostro para frotar sus ojos- Y yo soy ambos.
Emma levanto sus cejas mientras pensaba en que tenía razón para luego agitar levemente su mano en el aire- Huérfana- Admitió un tanto más relajada y cómoda, digamos que empezaba retomar algo de confianza en él.
-Sí, porque es evidente que no eres viuda- Señalo a Ally con discreción- ¿Se divorciaron?.
Emma lo miro nuevamente con esa mirada de seriedad, para luego desviar la mirada hacia su pequeña quien observaba felizmente la ventana, la poca confianza y comodidad que se había formado en esos minutos, Bastian la había hecho cenizas con solo una pregunta.
-Y volvimos al inicio- El suspiro con pesadez para luego llevar su mirada hacia ella- Algún dia, deberás decírmelo.
-No te incumbe, mi vida privada- Contesto sin mirarlo.
-Algún dia, deberás decírmelo- Repitió para luego acomodarse en el asiento y tratar de dormir un poco- Algún dia....-Dijo con un tono de narrador de opera dramático, por el que se ganó una mirada extraña de la mujer- Te sacare esa información.
-Morirás tratando- Respondió secamente.
-Nos esperan unos días maravillosos, Emma- Aseguro sarcásticamente- Maravillosos.
Luego de varias horas de vuelo, solo escuchando los comentarios y malos chistes de Ally, que solo hacían reír a Bastian, el avión aterrizó en un aeropuerto privado de Francia, esperaron y esperaron, pero nadie nunca abordo.
-¿Qué esperamos exactamente?- Pregunto Emma, algo cansada de esperar.
-A mi hija- Respondió con suspiro de preocupación, para luego levantarse y bajar rápidamente del avión.
-Debemos decirle...-
-¿Perdiste la cabeza?- Exclamo con un resaltado acento francés- No quiero que la Bestia, me corte la cabeza...-Llevo sus manos a su cuello con terror- Amo, estar vivo.
Su acompañante rodo los ojos irritada por sus comentarios, que le parecieron absurdos- De todas maneras, sabe que no puede hacerte daño- Le recordó con obviedad.
-Igual debemos decirle que le paso a su hija- Se cruzó de brazos mientras los miraba con reproche por querer ocultarle esa información a su jefe.
-¡Definitivo! ¡Todas las mujeres, están desquiciadas!- Exclamo el hombre, pálido por el miedo- ¡Nos cortara la cabeza!.
-No puede hacerlo- Repitieron las mujeres presentes mientras negaban frustradas por su cobardía.
-Solo dile, lo que sucedió lo va a entender- Dijo pacíficamente.
El hombre la tomo de los hombros y la sacudió histérico, mientras repetía:- ¡Florence, va asesinarme por perder a su hija!-
-¡Soy hombre muerto!- Grito el completamente aterrado.
-¿¡QUE!?- Grito Bastian desde las escaleras, provocándoles un sobresalto enorme a todos.
-Bestia...-Tartamudeo uno de los hombres.
-¿¡Perdieron a mi hija!?- Grito furico para luego caminar hacia ellos de la misma manera haciendoque retrocedieran a cada paso que el daba- ¿¡Como paso!?.
-Es que bueno.....-Sonrió nerviosa y palmeo el hombro del sujeto que se ocultaba detrás de ella temeroso de su jefe- Lumiere, va a explicártelo.
-¡YO!- Grito el hombre exaltado mientras la miraba, para luego mirar a su jefe y sonreír- ¿Qué tal el viaje?.
-¿Dónde....-Dijo mientras hacía ejercicios de respiración para mantener la calma, y no separar su cabeza de su cuerpo- Esta....-Respiro profundo y llevo sus manos a su rostro- Mi hija?.
-Bueno, el asunto es que.....Es que....-Se aclaró la garganta y llevo sus manos a su barbilla pensativo- ¿De cuál hija hablas?.
-Ay no-
Bastian lo tomo del cuello de la camisa y con una increíble fuerza, lo levanto del suelo- ¡De mi hija! ¡Mi única hija, Lumiere!.
-¡Bastian, suéltalo!- Grito Florence.
-Po, po.....-Trago saliva nervioso y respiro profundo tratando de formular una oración- Por favor, no lo mates- Pidió el otro sujeto con nervioso- Si, es un idiota. Pero yo también tuve culpa.
Bastian llevo su mirada a él para luego tomarlo del cuello con su otra mano- ¿Dónde está mi hija? -Pregunto mientras los miraba con rabia.
-¡Bastian!- Gritaron ambas mujeres, tratando de hacer que los dejara.
-¿Dónde está, mi hija? -Pregunto pausadamente y con un tanto de calma, pero sabían que estaba hirviendo de la ira en el interior.
-E.....E....Ella...-Tartamudeo torpemente por los nervios.
-¡Deja de tartamudear, Tictop!- Le ordeno con un gran grito, que quizá todos los empleados de aeropuerto escucharon- ¿Dónde está?.
-¡No lo sé!- Gritaron ambos.
-¿¡Como que no lo saben!?- Grito más histérico que enojado, para luego colocar presión en sus cuellos- ¡Ella tiene dieciséis! ¡Y ustedes estaban a cargo!.
-¡Se escapó, por la ventana!-
-¡Perdón! ¡Estaba durmiendo!-
-¡TICTOP!-
-¡No creí que escaparía! ¡Yo estaba en la opera!-
-¡LUMIERE!-
-¡PERDON!- Gritaron ambos con miedo.
-¡IDIOTAS!- Grito con todas sus fuerzas, y por un segundo se sintió como si se mezclara con rugido, que despeinó a ambos hombres.
-¡NOS CORTARA LA CABEZA!- Grito Tictop- ¡PLUMENT!- La llamo a ella al saber que sería la única que se acercaría para tratar de parar a la "Bestia".
-¡Bastian, no lo hagas!- Le grito Florence, al ver la paliza aproximarse a ellos.
-No, no....-Dijo Plument al notar como su jefe los iba a demoler a golpes- ¡Bastian, no! -Corrió hacia ellos y de alguna manera salto y se subió a su espalda.
-¡QUITATE DE ENCIMA,PLUMENT!- Le oordeno y se sacudió un poco tratando de quitársela de encima, pero de igual manera apretó los puños en los cuellos de ambos dispuesto a estrangularlos, por perder a su tesoro más preciado, su hija.
-¡BASTIAN! -Regaño al hombre- ¡PLUMENT! -La regaño como madre que regaña a sus hijos mientras pelean- ¡TICTOP DEJA DE LLORAR! -Gritaba sin parar esperanzada de que sus reclamos lograran detener eso.
-¿Qué está pasando aquí?- Pregunto Emma desde la entrada del avión, mientras miraba todo confundida.
La gran revuelta se detuvo, y todos llevaron su mirada a Emma, Plument, Florence, Tictop y Lumiere abrieron la boca sorprendidos por el aspecto de Emma, era como ver a....
-¡Dios mío!- Exclamo Florence asombrada.
-¡Es igual a Ester!- Lumiere logro llevar sus manos a su cabeza asustado por el parecido.
-¿Qué está pasando?- Pregunto mientras señalaba con su dedo la matanza que había detenido.
-¡Estos idiotas, perdieron a mi hija!- Exclamo mientras los fumiga con la mirada para luego soltarlos bruscamente.
-¡SIGO VIVO!- Exclamo Lumiere dramáticamente, a lo que recibió una patada de su jefe.
-Y la mia está ahí, dentro- Bajo los escalones para luego mirarlos- Asi que bájale, a tus gritos.
-Perdieron a mi hija- Dijo con molestia.
-¿Y?. Ella es tu responsabilidad no de ellos-
Plument soltó una risita mientras levantaba las cejas con una sonrisa y apuntaba su dedo hacia Emma- De verdad, me agradas mucho.
-Bájate- Le ordeno mientras mantenía su mirada azul fija sobre Emma.
-Ehh...-Observo el suelo y luego se aferró al cuello de su jefe- Sabes, algo. Jamás te conté que le tengo miedo a las alturas.
-Estas a menos de seis metros- Le reprocho Bastian para luego apartar sus manos y dejarla caer.
Para su suerte, Plument cayó sentada- ¡Hey! -Se quejó mientras se levantaba.
Bastian simplemente ignoro su queja y observo fijamente los ojos verdes que lo miraban con reproche- ¿Qué fue lo que me dijiste, Emma?.
-Es tu culpa que este perdida -Repitió sus palabras para luego cruzarse de brazos- Es tu hija, es tu responsabilidad, no de nadie más.
-Confio en ese par de idiotas de haya -Pronuncio con molestia mientras señalaba al par de miedosos, sin apartar su mirada de Emma- Por eso la deje con ellos.
-En todo caso, es peor por confiar en ese par de idiotas....-Miro a Lumiere y Tictop al escucharlos quejarse, y frunció el ceño al ver rostros conocidos- Oigan, yo los conozco.
-¡Claro! -Exclamo un Lumiere muy obvio y algo ofendido por no haber sido reconocido antes- ¡Te cambie el pañal!.
-Recuerdos su caras....Y sus idioteces, claro- Agrego con una leve sonrisa- Pero sus nombres, no.
-Timothée Tictop, señorita- Estrecho la mano de la mujer- Puedes decirme Tim, si quieres, o Tictop. Como la aplicación.
Emma sonrió levemente al entender a que se refería para luego mirar a Lumiere, reconocería esa mirada arrogante en todos lados- Lumiere. ¿No?-
-De hecho, soy Jean-Luc Lumiere- Se presentó y camino hacia ella para observar su rostro con claridad- ¡Dios!. Eres Ester-
-De hecho, no- Aclaro con cierta nostalgia, al ser comparada con su mamá- Soy Emma. Aunque creo que ya lo saben.
-Por supuesto...- Respondieron todos al unísono, a excepción de Bastian.
-¡Emma! -Exclamaron Florence y Plument al mismo tiempo mientras se acercaban a ella para mirar ese rostro con una sonrisa.
-¡Has crecido mucho!- Dijo Florence mientras la miraba con algo de nostalgia.
-Lo que hace la genética- Admitió Plument y tomo entre sus dedos un mechón del cabello rubio de Emma y suspirar- Hasta huele como el de Ester.
-Sadrine, no seas rara- Le pidió Florence para luego mirar hacia Emma- Quizá, no me recuerdas, pero soy Florence Potts.
-¿Potts?- Pregunto y frunció el ceño mientras forzaba a su cerebro a recordar el momento exacto en el que escucho ese apellido junto a otra palabra- ¡La Sra. Potts! -Exclamo en cuanto pudo recordarlo- Claro, la Sra. Potts, te decían así siempre.
-Asi es, Emma- Junto sus manos mientras la observaba- Como pasa el tiempo, eh. Eres toda una mujer.
-Y usted.....-Hizo una pausa mientras sonreía levemente, y pensaba en palabras sutiles, no quería faltarle el respeto, pero era cierto- No ha cambiado nada. Ninguno, a cambiado nada....-Los miro a todos para luego devolver su mirada a la Sra. Potts.
-Hola- Intervino Plument, captando la atención de Emma, para luego tomar su mano y estrecharla- Solo por si olvidaste mi nombre, soy Sadrine Plument, pero si quieres puedes decirme, Plument.
-....
-Sí, quieres no, dime Plument- Le aclaro con una sonrisa.
-Creo que a ti, ya te recordé- Sonrió un tanto incomoda al recordar ciertas cosas sobre Plument cuando era niña, la mayoría no eran normales- Y de verdad no has cambiado. En nada- Agrego en un susurro.
-Sí, lo hemos escuchado mucho- Dijo la Sra. Potts, al reconocer en su interior que su amiga no era del todo normal.
-¿Mami?-
-¡Alerta de infante!- Exclamo Lumiere para luego frotarse los ojos- Pero si es Emma.
-De hecho, no- Nego por la reacción de Lumiere para luego caminar hacia ella y cargarla fuera de la escalera y acercarse a ellos- Es mi hija. Ally.
-¿Tu qué?- Las quijadas de los franceses cayeron por la impresión.
-Otra vez la genética hace una aparición- Opino Sadrine, para luego observar con determinación a la pequeña en brazos de Emma- Son idénticas.
-¿Estas segura de que es tu hija, y no tu versión del pasado que viajo a este tiempo?- Cuestiono Jean-Luc con una ceja arqueada.
-Y la de las preguntas raras era yo, eh- Plument arqueo una ceja mientras miraba a su compañero para luego mirar a la niña.
-Es preciosa- Dijo Florence y le sonrió con ternura a la pequeña.
-Otra niña que cuidar- Agrego Tictop agotado con solo pensar en cuidar a Ally.
-De mi hija me encargo yo, y después de perder a la hija de la Bestia junto a mí- Señalo con su dedo a Bastian, provocándole una carcajada al personal de trabajo del nombrado- Nunca van cuidarla.
-¿Cómo me llamaste?- Tomo la mano de Emma que seguía apuntada hacia él, y al tener contacto con su piel pudo sentir sus manos temblar.
-Te dijo Bestia- Dijo Ally con cierta burla en su voz, para luego reír y señalar con su dedo.
Bastian sonrió levemente y soltó la mano de Emma para luego tomar la de Ally- Esta mal señalar con el dedo, Ally. Debes usar todos los dedos- Extendió sus otros deditos con cuidado de no herirla y le sonrió.
-Okay- Acepto con normalidad.
-Ocúpate de encontrar a tu hija- Dijo Emma con la mandíbula algo tensa para luego girar y caminar hacia el avión- Los esperare....-Subió las escaleras mientras sostenía a su hija entre sus brazos con las manos algo temblorosas.
-Adiós- Se despidió Ally mientras agitaba su mano para despedirse de todos
-¡Adiós, pequeña!- Se despidieron de la pequeña con una sonrisa en sus rostros.
-¿No vas a matarnos? ¿Cierto?- Tictop pregunto con algo de miedo para luego retroceder algunos pasos al no sentirse muy seguro.
-Solo quiero encontrarla- Aclaro con preocupación- ¿No saben dónde pueda estar?-
-No- Dijo la Sra. Potts- Pero se de alguien que si sabe...-Sonrió con levedad y giro- ¡Chip!.
-¡Charlie!- Aclaro mientras caminaba hacia ellos para luego detenerse y mirarlo- ¿Qué pasa?.
-Sabes dónde está, Charlie- Dijo Bastian al saber la gran amistad que existía entre su hija y el- Solo dímelo.
Chip se cruzó de brazos y negó repetidas veces- No lo sé-
-Sí, lo sabes. Y no quieres decírmelo, pero...-Lo tomo del brazo y lo miro con una mirada que sabía que siempre había intimidado al chico- Vas a decirme donde está.
-Ya no soy un niño. Eso no funciona-
-Oh. ¿Estás seguro?-
Veinte minutos después....
-¡BAJAME EN ESTE INSTANTE, BASTIAN BEAST!- Grito mientras golpeaba con su puño la espalda del hombre que la cargaba sobre su hombro como si fuera un saco de papas.
-Bastian....- La Sra. Potts se levantó de su asiento para mirar con algo de reproche al hombre, por arrastrarla de ese modo al avión- No debes traerla así. Puedes dejarla caer.
-Le estoy cargando así, desde el otro lado de la ciudad- Informo para demostrar que nunca la dejaría caer.
-¡TIAS!- Grito histérica mientras trataba de soltarse de su padre.
-Oh, hola cariño- Sadrine agito su mano para saludarla y luego regresar su atención al platón con galletas.
-Deja de gritar, nadie aquí va ayudarte a huir, otra vez- Fumigo con la mirada a Charlie, para luego sentarse a su hija frente a Emma y Ally.
-¡Papá!- Chillo irritada, por haberla traído hasta ahí- No quiero ir contigo.
-Sigues siendo menor de edad, e iras a donde yo vaya- Le recordó con seriedad mientras la apuntaba con su dedo índice- Asi, que será mejor que recuerdes que tienes un padre todavía, y es el, el que te mantiene. Asi que procura mantener esa boca cerrada, sino quieres que te mande a un feo internado en.....
-Es malo señalar- Interrumpio Ally con una risita.
-Ally...- La regaño Emma, entre dientes.
-Es malo señalar, el me lo dije- Se defendió mientras miraba a su madre para luego acercarse a Bastian y extender sus dedos hacia la adolescente- Asi debes señalar.
-Gracias, Ally. Por la lección, lo olvide- Acaricio el cabello rubio de la niña.
-De nada- Respondió mientras movía sus manos inquietamente.
-Estoy confundida. ¿Y esta niña, que?- Belinda miro a su padre pidiendo una explicación.
-Primero no le digas así Lindy, y ella es Ally-
-Soy Ally- Repitió con una sonrisa para luego mover sus manos saludándola- Eres muy bonita.
-Si...-Respondió algo seca pero aun algo confundida por su presencia- Pero ¿De dónde salió Ally?. Me explicas, padre -Se cruzó de brazos mirando a Bastian- A no ser que me hayas alejado por cinco años para reemplazar a mi madre con alguna mujer de este lugar.
-No es tu hermana- Aclaro el oji azul, irritado por sus insinuaciones- Aunque estoy considerando reemplazarla, contigo. Es buena niña.
-Pero yo soy tu hija- Le recordó con cierta molestia.
-Ella es más agradable-
-Gracias- Le agradeció Ally con una sonrisa.
-Eso explica porque no puede ser tu hija, ya que tu...-Se aclaró la garganta mientras detallaba el rostro de la niña, recordaba haber visto esa cara antes- Eres un completo malhumorado, y egoísta hombre, y un narcisista.
Bastian sonrió de manera forzosa y acaricio su cabello oscuro- De tal palo tal astilla, ¿No, cariño?- Cuestiono con algo de ironía.
-En serio, te odio- Respondió la oji azul, para luego mirar por la ventana- No entiendo, porque mamá se casó contigo.
-Tu madre vio algo mas allá, que el horrible ser que soy- Aclaro para luego sentarse junto a ella- ¡Lumiere!.
-¿Si, señor?- Rápidamente se acercó a ellos con una galleta a medio comer en su mano.
-Dile al piloto, que ya puede despegar. El problema ya fue resuelto- Dirigió su mirada hacia su hija para luego regresarla a su empleado.
-Por supuesto- Asintio para luego caminar hasta la cabina.
-¿Tu hija? ¿No?- Arqueo una ceja mientras miraba a Lindy observar la ventana.
-Sí, es como su madre, en todos los sentidos y aspectos- La miro de reojo y sonrió con levedad- A ambas, le gustaba desafiarme.
-Gusta, en presente- Lo corrigió para luego mirar a Emma y Ally- ¿Te conozco?.
-No, realmente- Respondió Emma.
-No, debo haberte encontrado antes. Recuerdo tu rostro- Aseguro con el ceño fruncido.
-¡La mujer de la foto!- Le grito Charlie desde otro asiento.
-Ahg, tu...-Recargo su espalda en el asiento con los brazos cruzadas disgustada- Por supuesto, debí saberlo. La mujer con la que mi padre ha estado increíblemente obsesionado por encontrar, durante cinco años. No ve cual es la gran cosa.
-¡Hey!- Exclamo Ally algo ofendida- Mi mamá es genial.
-Oh, la mia también, lo era. Está muerta- Remarco la última oración sin nada de tacto- Disfruta a tu madre, mientras puedas, no durara.
-¡Mami!- Exclamo Ally un poco asustada para luego abrazar a Emma.
-¡Belinda!- La regaño su padre.
-Es cierto- Miro a su padre con la misma mirada que ha tenido desde que entro- ¿O la vez aquí?.
-Pero, ¿Debías decirle eso?- Le pregunto seriedad mientras miraba sus intensos ojos azules- Tiene ocho años, es una niña.
-¿Y eso debe importarme?-
-Oye, sé que perdiste a la persona más importante de tu vida...-Padre e hija miraron a la rubia al escucharla hablar- Pero mi hija de ocho años, no es tu saco de box personalizado, para que descargues tus penas.
El avión permaneció en un completo silencio, ninguno tenía una respuesta a eso, porque sabían que Emma tenía razón, sin importar lo dolida que Lindy, pueda estar nadie tiene la culpa, y menos una niña que acaba de conocer.
-Belinda.....- Bastian dijo el nombre de su hija de manera pacífica, pero los que lo conocen bien, ese tono significa decepción.
Lindy suspiro mientras lo miraba con una mirada con la que le suplicaba que no usara ese tono, lo detestaba, porque la hacía sentir mal- Bien, tu ganas- Gruño entre dientes para luego mirar a las rubias frente a ella- Ammm....¿Ally?. Hey, hey....-Acerco su mano a ella y pico su hombro con su dedo tratando de llamar su atención- Oye, lo siento. No debí decir eso, tu mamá va a estar contigo, para siempre.
-Lo sé- Rodeo con sus brazos a su madre y suspiro- Solo que no me gusta que digan esas cosas.
-Entonces.....¿No estas molesta conmigo?-
Negó- No- Le dedico una pequeña sonrisa.
Lindy sonrió levemente un poco extrañada con la facilidad que tenía para perdonar, pero era una niña y los niños perdonan todo -Okay-
-¿Bastian?- Ally soltó a su madre para luego sentarse en su asiento y mirar al adulto.
-¿Si, pequeña?-
-¿Me cargas como cargaste a Lindy?- Formo una sonrisa divertida y emocionada.
-No- Respondió Emma inmediatamente completamente preocupada, algo que le provocó una carcajada a los oji azules.
Continuara....
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