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Infancia, concierto y ¡PUM! FLECHADO

Hoy eres el increible, apuesto y de culo perfecto Dave Strider pero algo en tu gloriosa vida te esta provocando un enorme dolor de cabeza.
Hace unos momentos llegaste al edificio donde tu hermano junto con su novio se verían para ensayar pero, viste algo desagradable. Sí, dentro del edificio estaba tu niñero esperando.
Te hierve la sangre al verlo pero ¿Por qué?
Un recuerdo vago, bueno  frecuente, ¿Bueno, para qué engañar? Un recuerdo que siempre tienes a la mente ronda nuevamente en tu cabeza. Fue el día donde te enamoraste de ese nerd llamado John Egbert.
Fue hace mucho tiempo pero lo recuerdas tan nítidamente que puedes incluso oler la fragancia de John de esa noche.
Tu hermano y Jake estaban muy cariñosos en la casa de John mientras que tu y ese niño ojiazul jugaban en la recámara de a lado. Era un momento divertido ya que tu molestabas a John mientras él te pedía que no lo hicieras.
En ese momento se fue la luz y fuiste el primero en empezar a asustarte pero, una cálida mano tomó tus mejillas y con apenas la luz de la luna viste su silueta. Sus ojos brillaban como dos joyas mientras que tus mejillas ardían cada vez más.
—Todo estará bien, pronto llegará la luz... — decía el pequeño Egbert con suma tranquilidad. Pasaron unos minutos y volvio la luz, cuando regresó tu hermano llega al cuarto casi jadeante y con la ropa a medio poner.
—¡Dave!¡¿Estas bien?!
—Si... — suspiró aliviado y los dejó a solas mientras Jake lo llamaba desde la otra habitación.
En ese momento John se volvería tu dolor de cabeza, tu amor prohibido y pero también se convertiría en tu objeto de burlas, malas bromas y costal de golpes.
Volviendo al presente, Dirk y Jake llegan casi al momento. Los saludas a todos menos al ojiazul.
—No saludaste a... — Dirk se dio cuenta del mal comportamiento de su hermano menor.
—No tengo por qué saludar a un idiota como él
—¡Dave, no le hables así a mi hermano! —Jake estaba algo enojado pero John estaba peor. Una furia invadió su cuerpo y tomó un gran aire para llevarlo a sus pulmones.
—¡¿Por qué me tratas así?!
—que te importa
—¡Me importa por que yo jamás te he ofendido!
—¡Callate, mierda!
—¡¡No, tu callate!!
Esa fue la gota que derramó el vaso en los dos chicos y pronto se agarrarían a golpes. Dave tenía buena condición pero John tenía que defender su orgullo y nada lo iba a impedir... O hasta que fue detenido por Jake por la espalda mientras que a Dave ya lo tenía cargando como costal de papas su hermano mayor.
—¡Chicos, tranquilos!
—¡Muerete Dave!¡Te odio!
—¡Para mi ya estas muerto desde el primer momento en que te vi!
Tuvieron que detener el ensayo un par de horas mientras se tranquilizaban. Cuando al fin hubo algo de paz ensayaron hasta el final del día pero ninguno de los dos menores se dirigian miradas. No hablaban ni ensayaban la canción, solo hacían la coreografía para su primer debut.
El ambiente fue pesado por los últimos 20 días pero, al final lograron su objetivo; hoy sería su primer debut. Sus atuendos eran atrevidos y casuales del mismo color que los identificaba pero había demasiada presión, y más para John ya que era la primera vez que estaría en frente de todos cantando y mostrando su rostro. Esto era como sentir el vomito casi salirse de tu boca.

Ahora eres el pequeño vomitador John Egbert. Vomitabas por todo, incluso casi manchabas tu traje y eso no era nada bueno. Aún faltaba unas horas para salir al escenario pero ya te sentías morir.
Nadie podía calmarte, incluso Karkat, que estaba ahí por el simple hecho de verte sufrir, estaba riendose en tu cara.
—¡Jajaja, eso te pasa por querer salir a la luz!
—¡No es gracioso!
—Para mi lo es
—¡¡Karkat!!
—¡¡Ok, ya me voy!!
De mala gana, Vantas se retira para ir a la zona VIP a esperar a su asistente Nepeta que también estaba arreglando todo para que saliera perfecto el concierto. La chica le deja todo al jefe en sonido para irse a sentar.
Una voz de una chica grita por todo el lugar "Primera llamada" y John, casi se orina en los pantalones.
Decide caminar un rato y en su camino encuentra a su enemigo, Dave. Él estaba ligandose a las chicas de Staff y ellas como en el cielo. Despues más adelante ve a su hermano comiendo como si nada, ya estaba acostumbrado a este tipo de presión. A un lado estaba Dirk que chateaba en su celular para distraerse.
—¿Di-Dirk... Cómo le haces para no sentir nervios?
—Intento divertirme
—.... No entiendo— Deja su celular y le presta más atención al cuñado.
—Siempre pienso en que éste tal vez sea mi último día con vida, lo disfrutaría y me divertiría con la persona que amo y con lo que me hace sentir completo. Ahora vete, no soy terapeuta.
A John se le quedaron esas palabras, tal vez podía hacer lo mismo que Dirk y disfrutar del momento como si fuera el último. Al escuchar su última llamada, los cuatro chicos fueron a detrás del telón a esperar la señal. La música comenzó a sonar.
Primero salió Jake con un tipo de ritmo que no acostumbraba pero normalmente escuchaba de Dirk. El Strider mayor salió segundo, empezando la coreografía con su hermano Dave y siguiendolo por último Jake para incorporarse mas adelante John. Al momento de cantar John solo, es aclamado por todas las chicas, lo estaba logrando y se estaba divirtiendo, dejando lugar a su potente voz.
Jake estaba orgulloso de su hermano y Dirk satisfecho de lo que se hizo pero Dave estaba atónito, nunca había visto ese lado del nerd tan... Tan... Tan vivo. Al salir del escenario todos felicitaron a John. Dave se acercó un poco tímido hacía el menor.
—Egbert...
—.... ¿Qué?
—Lo hiciste no tan mal, mejora
—Oh, esta bien— le sonrió un poco apenado y esto hizo estallar a Dave. Se puso nervioso y algo colorado. Golpeó al ojiazul en el hombro y se fue. Estaba intranquilo, su pecho se volvía cada vez más loco. Se encerró en su camerino y se sentó en una esquina; tomó su cabeza en sus manos e intentó borrar ese momento.
—¡Maldicion, estúpido Egbert!
Al no tener resultado alguno decidió mirar el techo e intentar respirar hondo. Mientras lo hacía pensaba en el chico de sus problemas mentales.
—Cómo te amo... Maldicion...


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