- ¡No puedo creer que seas tan tonta Ino! –se reprochaba mientras caminaba a paso apresurado hacia la salida sin ver hacia el frente. Accidentalmente chocó con una persona haciendo que esta derramara todo lo que contenía su vaso hacia un costado.- ¡Uy discúlpame!

Tapándose la boca con ambas manos lo vio al chico que lentamente se volteó a verla, ya que estaba dándole la espalda. El muchacho la miró con una ceja arqueada haciendo que la chica se sintiera más culpable y volviera a pedir disculpas.

- Lo siento, de verdad, discúlpame Itachi.

- Esta bien Ino, no hay problema, pero... ¿Qué es eso de salir sin ver a donde? ¿Ya te vas?

- Si, mis padres me dijeron que ya regresara a casa. –mintió.

- Pero acabas de llegara.

- Si... Pero ya me tengo que ir.

¡¿Qué le importa que es lo que tengo que hacer?! ¡Por qué tiene que ser tan metido! ¡Quiero irme de esta fiesta la estoy pasando mal y vos me estas deteniendo Itachi! Osh ¡Clámate Ino!...Pobre no tiene la culpa... Siempre tan amable. Desde que conozco a Sasuke que siempre fue tan bueno conmigo. ¿Cómo Sasuke no es como él? ¿Por qué tienen que ser tan distintos?

Se nota que Itachi es todo un caballero de lejos. Cuando era más pequeña e iba a casa de Sasuke el siempre estaba ahí, ya sea estudiando o con sus amigos. Y cuando Sasuke me hacía llorar él se acercaba y me alegraba el mal momento. Siempre fue de buen corazón... A pesar de tener un gran parecido con su hermano, jamás le conocí una novia. No sé si es o no tan popular como Sasuke, pero de que debe tener chicas detrás de él, las debe de tener, más si es tan simpático y bueno como lo es conmigo. No hay chica que se resista a eso...

- ¡Espera Ino! –dijo deteniéndola de la mano, provocando que la rubia se voltee.- ¿Estás bien? ¿El tarado de mi hermano te hizo algo?

¡¿Qué?! ¿Acaso es brujo? Es eso... o soy muy obvia. Sí, me pasan cosas muy importantes con tu hermano, y él ni siquiera me registra. ¡Y no, no estoy para nada bien! ¿Por qué Sasuke? ¿Por qué siempre me tienes que lastimar?

- Emm no Itachi. –mintió dedicándole una sonrisa.- No pasa nada, solo debo irme.

- ¿Segura?... –preguntó incrédulo pero al ver que la Yamanaka no le contestaba la soltó.- Esta bien, disculpa. Ve... Nos vemos –ella no se despidió solo asintió y rápidamente corrió hacia su auto.

Me metí al auto y las lágrimas no aguantaron en salir. Me sentía estúpida ¡Oiii Ino cuando aprenderás que Sasuke no te quiere! ¡Si no te quiere estúpida! Yo también porque me hago tanto drama, le tiro toda la culpa a él y soy yo la idiota que me ilusiono sola... Pero... ¡¿El me invitó?! Osh... ¡Basta! ¡Basta Ino!

Conducir... ganas de conducir a un lugar alejado. ¡¿Qué me está pasando?! Jamás fui así de idiota con algún chico. ¿Qué es lo que tienes Sasuke Uchiha?...

Me dirigí al único lugar que me haría sentir bien. En el único lugar que me sentiría contenida. Con la única persona que podía hablar libremente de este tema, que me comprendía y que me daba buenos concejos. Lo único que hice es mandarle un mensaje que me encontraba en camino. Ojala y no se haya ido.

- ¿Ino? –la miró sorprendido mientras bajaba las anchas escaleras- ¿Qué haces acá? Pensé que te encontrarías en la gran fiesta Uchiha –comentó sarcásticamente.

- Ni me hables de eso –lo miró cansadamente mientras lo esperaba a que bajara los escalones.- Lo siento Sai, tendría que haber decidido venir a tu exposición, ¡antes que esa estúpida fiesta!

- No está bien no hay problema –se acercó a ella. Notó que estuvo llorando ya que tenía los ojos hinchados.- Ino, Ino –repitió preocupado mientras la abrazaba.

- ¡Oh Sai soy tan estúpida! –decía mientras ocultaba su rostro en el pecho del chico y comenzaba a llorar nuevamente.- ¡Me siento tonta, me siento tan fea!

- ¡¿Fea?! Si supieras que por vos muero –pensó el chico mientras le acariciaba el cabello. Dejó que la rubia se desahogara un poco con su llanto y luego la separó y la miró dulcemente.- No eres fea Ino, para nada... Es solo que Sasuke es un idiota.

Ella solo le sonrió débilmente mientras aun le seguían cayendo las lágrimas y luego fijó su vista en otro punto como si estuviera procesando las palabras de su amigo. El azabache notó que la rubia se sentía insegura de sí misma. La acompañó hasta unos bancos que habían allí cerca donde los estudiantes universitarios utilizaban para relajarse en los recreos. Ella se sentó en el banco mientras se secaba las lágrimas y Sai guardó silencio esperando que hablara, pero la Yamanaka no decía una palabra solo miraba hacia el frente como hipnotizada. Sai sacó de su bolsillo el celular y pudo notar que tenía un mensaje.

- Mira recién veo tu mensaje –comentó mirando la pantalla de su móvil. "Sai voy en camino, necesito tener una de nuestras charlas, besos Ino"- Escucha Ino... -bloqueó la pantalla de su celular y lo volvió a guardar en su bolsillo. La chica de ojos azules lo miró- Yo te ayudé en su momento con que salieras con Sasuke. Pero lo hice porque te veía verdaderamente metida con él.

- Si lo recuerdo Sai y te agradezco infinitame...

- Pero –la interrumpió mirándola.- Me equivoqué. ¡Ese chico no te merece Ino, sos mucha mujer para él! ¡Ese Uchiha es un patán, un infeliz! ¡Un idiota que no se da cuenta lo que sos! –le tomó la mano y la miró preocupado.

- Ay Sai eres muy tierno. –sonrió sacándole la mano- Cualquiera pensaría que somos novios –comentó divertida, él solo la miró.- Haces notar como si fuera la mujer más especial del mundo ...

- Lo eres para mi... -pensó viéndola embelesado.

- ...Cuando no es así. Soy una chica común, una más del montón. ¡Del montón para Sasuke! -se tapó el rostro con ambas manos amagando a llorar de nuevo.

- ¡Basta! –levantó la voz poniéndose de pie. Ella lo miró conteniendo las lágrimas.- ¡Todo el tiempo Sasuke esto, Sasuke lo otro! ¡¿Acaso vives por él Ino?! –se lo notaba furioso ella lo miró sorprendida.- ¡La vida no gira alrededor de Sasuke!

- Sai...

- Osh –se refregó la cara con ambas manos como tomando un respiro y bajando los decibeles.- Lo siento –volvió a sentarse- Es solo que últimamente estas desinhibida con este tema. Yo te quiero, soy tu amigo, y no me gusta verte así. La vida sigue, no te vas a quedar estancada por un tarado que lo único que sabe es usar a las mujeres. Te estás perdiendo cosas hermosas de la vida que pasan a tu lado y tú las ignoras totalmente solo por un chico. ¿Dónde está la Ino fuerte y divertida que conocí?

Sus palabras me llegaron, nunca vi a Sai así de enojado, es más no sabía que podía llegar a enojarse, que conocía ese tipo de sentimiento. Siempre fue tan... extraño, no se siempre sonriente, nunca antes lo vi preocupado o deprimido, mucho menos enojado. Me sorprendió que tenga carácter, no sé porque, pero se vio lindo enojado...

¡Oi Ino que cosas piensas es tu amigo carajo!... Tiene razón ¡¿Qué estoy haciendo?! Yo, Yamanaka Ino llorando... ¡¿Llorando por un hombre?! ¿En qué demonios estoy pensando? Es verdad es momento que me levante y que deje de derramar lágrimas en vano. Si sigo así me voy a terminar haciendo una vieja, y voy a engordar porqué seguro con la depresión que voy a empezar a tener, voy a comer como si no hubiese mañana.

¡Listo! ¡Se terminó de ahora en más Ino Yamanaka no volverá a llorar por un hombre que no la valora y mucho menos ser humillada de esa forma! ¡La próxima vez haré notar mi enojo! ¡He dicho!

- ¡Están bellísimas tus obras de arte!

- Gracias Ino. Me alegra que te gustaran.

- ¡Si de verdad Sai! –sonrió ampliamente mirándolo- ¡Vas a ser un artista muy reconocido el día de mañana vas a ver!... Y de seguro te olvidarás de las amistades pobres.

- Jajaja que cosas dices Ino, como me voy a olvidar de ti. Capas que no me junte mucho porque serás pobre y yo millonario, pero siempre te recordaré –bromeó mirando la cara de enojo de la chica.

- ¡Aaah! ¡Qué desgraciado que sos! –comentó divertida mientras caminaba a su lado y reían ambos.

Por suerte Sai, me levantó el ánimo y me dejó ver sus obras que aun estaban colgadas en exposición. Si bien ya había terminado el evento, el me hizo pasar a la sala de exposiciones que se mantenía abierta ya que muchos estudiantes aun se encontraban allí finiquitando y limpiando todo lo que había quedado del evento. Me presentó a sus amigos, Kankuro y Juugo la verdad que son chicos muy simpáticos y parecen ser buenas personas. Me alegra que Sai tenga esa clase de amigos. Se lo merece...

- ¿Te llevo a tu casa? –le preguntó el azabache ya montado en su motocicleta con el casco en la mano.

- No gracias chico rebelde

Sonreía al decirle así, y él se rió, pues sus padres estuvieron en total desacuerdo cuando les planteó que quería comprarse una motocicleta. Nunca estuvieron de acuerdo con eso. Pero el todo para hacerle la contra a sus padres se la compró y cayó a su casa con esa máquina, para espanto de su madre y desagrado de su padre.

- Pero yo vine en mi auto.

- Aaah ok... ¿Te parece que el fin de semana que viene salgamos? Hace mucho que no salimos a despejar las mentes.

- Si dale –sonrió.- Nos vemos Sai... Y gracias.

Se puso su casco y arrancó la motocicleta saliendo a gran velocidad. Yo solo me subí a mi auto y conducí a mi casa.

Ver eso no fue nada bueno para mí estado de ánimo... Pero por suerte siempre está él para hacerme compañía y acompañarme cuando más lo necesito. Me perdí la gran fiesta Uchiha, pero la pasé mejor que estar ahí adentro y ver toda esa escena desagradable.

Sai definitivamente es un amigo de verdad, siempre está en las buenas y en las malas. No importa la hora ni el momento, cuando lo necesito siempre viene y me saca miles de sonrisas y carcajadas.