Capítulo 25
Tontos límites

JiHoon distinguió a su hermano cuando pasó por las puertas del restaurante, habían quedado en verse, JungKook se acercó a la mesa notando algunas miradas de ciertos clientes, tomó asiento junto a su hermano en la barra. Ese día había sido una bomba total, todavía escuchaba los latidos del bebé en su recuerdo, había dejado a Dae en casa, aunque mañana se verían de nuevo para establecer los límites mientras compraban algunas cosas para el bebé. En fin, tenía cosas que hacer.

—Oh, estás sonriendo, ¿Las cosas se solucionaron?

—Tuve una tarde...agradable—sus ojos todavía brillaban.

—¿Hablaron más tranquilos? —JiHoon pidió dos botellas para ambos.

—Hyung, ¿Puedo confesarte algo? —se sentía tan excelente que tenía seguridad para decirle la verdad. JiHoon esperó que continuara—Voy a ser papá.

—¿Qué? —no esperaba eso en lo absoluto.

—Hoy estuve por primera vez en el chequeo mensual, escuché los latidos del bebé y fue lo más hermoso que pude escuchar—definitivamente estaba orgulloso. El hombre de la barra dejó ambas botellas frente a ellos.

—Espera un momento—frunció el ceño—¿Cómo es que esto pasó? —susurró.

—Fue una noche de tragos.

—Mamá y papá enloquecerán.

—No—JungKook se apresuró—No puedes decirle a nadie, la prensa no sabe de esto—habló más bajo.

—¿Qué pasará con tu carrera?

—Esto es más importante.

—Esto es mucho que procesar—bebió de la botella—Así que seré tío.

—Serás tío—bebió también.

—¿Recuerdas lo que te dije de mi amiga?, ella también resulta estar embarazada—ahora el sorprendido era JungKook—Dijo que el padre del bebé y ella sólo se llevan bien por el bebé. Supe de su estado por las redes sociales.

—¿Enserio?

—¿Crees que sea grosero de mi parte invitarla a cenar o salir? —miró a JungKook. Finalmente podían compartir opiniones por la situación similar que vivían—Ellos no tienen nada, no son una pareja oficial.

—Mmm—lo pensó—¿Nunca has salido con ella?

—No. Tengo miedo de presionarla sin querer.

—Tal vez deberías probar. Descubrir si siente lo mismo, aunque hyung, ¿Y si el padre de ese bebé se enoja al saberlo?

—No tiene que enojarse si no son una pareja oficial—y señaló— ¿Te enojarías si tu novia sale con otro hombre?

—Aún no somos novios. No creo que nos consideremos así—Dae no sentía nada por él y JungKook no insistiría, sólo podía estar allí para el bebé—Tenemos...una extraña relación.

—¿Entonces es enserio cuando dijo no sentir lo mismo?

—¿Podemos enfocarnos en que escuché el corazón de mi bebé? —pidió algo serio. Dio un trago a la botella—Deberías invitar a tu amiga, hoy en día las relaciones cambian, ella puede tener un bebé de otro hombre, pero si no tienen nada entonces tiene derecho a hacer su vida.

▪︎▪︎▪︎

—Dae, hora de levantarse—escuchó a JiSoo. Ésta acarició su cabello escuchándola en murmuros.

—¿Qué hora es? —su voz fue un poco ronca.

—Diez de la mañana. Me dijiste que te despertara cuando JungKook llegara.

—¿Tan rápido llegó? —restregó sus ojos. Se incorporó en la cama apoyando sus manos de ésta, quería seguir durmiendo—Unnie, ¿Irás con nosotros?

—Pensé que sólo querías ir con él.

—Eres la única amiga que tengo, por supuesto que debes estar ahí—se recostó de nuevo.

—Después de tantos dolores de cabeza que me has provocado lo aceptaría, pero tengo trabajo en el estudio—Dae la miró un poco más despierta—Tengan cuidado con la prensa, hoy en las noticias dijeron que JungKook había sido visto discutiendo con su mánager—la castaña recordó al chico con el teléfono cuando llegaron al consultorio de la doctora.

—Se está haciendo más difícil salir con él.

—Lo sé.

—En unos minutos saldré.

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Con más razón JungKook tendría que mantener su rostro cubierto con el cubre bocas, la gorra cubría mucho mejor su cabeza y parte de sus ojos. En el centro comercial había muchas tiendas, entre esas algunas eran sobre maternidad.

—¿Realmente no le has comprado nada al bebé?

—No. Quería esperar que volvieras—echó un vistazo a la ropa—Aunque un amigo me ha regalado algunos conjuntos muy lindos, Jin también ha hecho lo mismo y JiSoo.

A JungKook le gustó un pequeño disfraz de conejito, imaginar al bebé con esas orejitas le hizo morir de ternura. No dudó en tomarlo y Dae sonrió divertida al verlo, en la tienda no eran los únicos padres buscando ropa, tampoco era la única mujer embarazada.

—Anoche me encontré con mi hermano—comentó—Él está en una situación similar.

—¿Cómo tomó la noticia del embarazo?

—Mejor que NamJoon.

—Hablando de NamJoon...leí algunos artículos...

—Nos tomaron fotos cuando conversábamos—rodó los ojos—Lo sé. Prefiero no hablar de eso, estos rumores tontos irán creciendo.

—La cosa es que no era un rumor—lo miró—Ustedes discutieron por mí, ¿Has hablado con él?

—Le dejé un mensaje esta mañana y sólo me envió mi horario. A partir de la próxima semana estaré ocupado—admitió con pena.

—Estaremos. Soy tu maquillista.

Durante los tres meses en Osaka, JungKook había tenido otra maquillista temporal.

—¿Podrás trabajar?, me preocupa un poco que no te sientas bien y colapses.

—No puedo quedarme quieta en casa. Renuncié a los cursos de maquillaje temporalmente, dijeron que sería mejor que acabara el embarazo—suplicó—No me digas que haga lo mismo, por favor.

—Debemos establecer límites, ¿Recuerdas?

DaeSoo sintió que alguien la veía fijo, miró alrededor sin notar nada extraño o inusual, nadie había reconocido al chico aún. ¿Por qué tenía una extraña sensación?, estuvieron visitando distintas tiendas comprando ropa a montón para el pequeño junto a algunos juguetes, en el proceso, el pelinegro se detuvo al ver una cuna de madera pintada de blanco, en la cabecera tenía un dibujo de conejitos bebé, el colgante tenía esos conejitos, al dar vueltas sonaba una linda canción de cuna que ayudaría a dormir al bebé que durmiera en ella.

—Es muy lindo—a Dae también le gustó—Oh—la ternura duró poco—El precio no es lindo.

—Disculpe—llamó la atención de una trabajadora—Nos llevaremos esta cuna.

—Espera...—antes de que DaeSoo dijera algo la interrumpió.

—Mi trabajo ayuda en estas situaciones—regresó su atención a la trabajadora—Nos la llevaremos.

▪︎▪︎▪︎

—Bien—Dae colocó la grabadora de su teléfono en el auto. Ambos estaban dentro comiendo un helado después de tantas compras, los asientos de atrás estaban llenos de bolsas—No tenemos hoja ni lápiz, pero podemos grabar lo que acordemos—el helado de Dae era de vainilla.

—Me parece bien.

—Primero que nada, debemos jurar cumplir lo que se diga.

—Trato.

—Trato.

—Primer límite—JungKook levantó un dedo pensando lo que diría—Estaré en todo momento presente siempre y cuando sea relacionado al bebé, sin excusas.

—Bien—Dae aceptó—Segundo límite, está prohibido tener algún tipo de relación con la familia del otro—advirtió.

—Creo que ya rompí esa regla.

—Pero es bueno dejarlo en claro—tomó una cucharada de helado. JungKook tenía una barquilla de chocolate por la mitad.

—Tercer límite, aceptarás ayuda de ahora en adelante—a la castaña no le agradó—Joon DaeSoo.

—Estoy trabajando en eso, dame un tiempo. Es como que te diga que dejes de sentir cosas por mí, no puedes hacerlo de la noche a la mañana—aquellas miradas se encontraron—Lamento no corresponderte.

—Tú lo dijiste, no estás obligada a estar conmigo.

¿Y si habló apresuradamente por el enojo?, ¿Y si...necesita más de él?, en su interior Dae no puedo evitar preguntarse: ¿Tenía miedo de enamorarse de ese chico?, ¿Y si ya le gustaba?, miró al chico comer de su helado, JungKook relamía sus labios, la castaña imaginó cómo se sentiría limpiar los restos de chocolate en la comisura de sus labios, aquel calor que no sentía desde hace tres meses apareció.

Negó con la cabeza comiendo en silencio. ¿Y si después de todo si necesitaba un hombre en su vida?