Capítulo 16
A solas juntos

Ya que ambos chicos eran demasiado tercos, JungKook terminó haciendo un espacio en la sala donde dormiría mientras que DaeSoo estaría en el sofá. La chica se encontraba cubierta con una manta hasta el cuello mientras uno de sus brazos estaba extendido, el televisor estaba encendido en un volumen bajo, el pelinegro acostado en el suelo sobre unas mantas gruesas que había colocado notó a la castaña dormida. Sonrió un poco incorporándose, se acercó al sofá moviendo el brazo de la chica con cuidado, la cubrió mejor con la manta apartando un mechón ondulado de su rostro.

—Descansa, Dae—susurró. Bam se encontraba acostado a los pies del sofá—Tú también descansa, Bam.

El animal dejó salir un suspiro cansado cerrando sus ojos.

▪︎▪︎▪︎

DaeSoo había tomado un baño al despertar sintiendo ese maldito calor, JungKook se había despertado poco después asegurándose de que hubiera dormido bien, ahora mismo se encontraba tomando un baño y Dae no dejaba de pensar en cómo se vería bajo la ducha. No entendía porque su cabeza insistía tanto en ese tema.

—¿Qué estoy haciendo? —la puerta del cuarto estaba entreabierta, JungKook estaba ahí y podía verlo. El chico tenía una toalla en su cintura mientras su cuerpo estaba mojado, ni hablar de su cabello, la castaña mordió su labio inclinando de lado su cabeza. La espalda fuerte del pelinegro le hizo recordar sus manos acariciarlo esa noche, el tatuaje en su brazo derecho le recordó cómo se tensaba con los movimientos—De dulce no tiene nada—susurró queriendo ver más.

¡Y lo hubiera conseguido de no ser por Bam quien entró a la habitación!

La chica se apresuró en volver a la sala más roja que nunca, estaba avergonzada y acalorada. ¡¿Qué demonios le pasaba con la temperatura?!, tomó su teléfono decidiendo buscar en Internet. Varias páginas aparecieron posibles respuestas, quiso reírse cuando descubrió que el problema era el sexo, según Internet algunas mujeres embarazadas sentían más apetito sexual que en otras ocasiones, al parecer, DaeSoo estaba en ese porcentaje de mujeres.

—Perfecto, así que estoy necesitada de eso—murmuró dirigiéndose a la cocina. Dejó el teléfono en el mesón sirviéndose un vaso con agua, mientras lo bebía escuchó los pasos acercarse, dejó la jarra de agua en su lugar entrando en pánico cuando JungKook miraba curioso la pantalla— ¡No leas eso!

El pelinegro dio un respingo por el grito. Su cabello húmedo estaba un poco despeinado, los ojos grandes del chico vieron el teléfono de nuevo y Dae se apresuró a tomarlo.

—¿Por qué estás...? —la castaña cubrió su boca señalándolo con un dedo.

—No digas nada, no viste nada, ¿Entendido? —JungKook observó aquellos ojos marrones, un rosa bonito se apoderó de las mejillas de ella. Con cuidado tomó su mano apartándola de su boca.

—DaeSoo, ¿No sabías que el sexo puede aumentar en tu estado?

—¿Qué? —la chica quería morirse— ¿Tú lo sabías?

—Te dije que he estado leyendo un poco—el chico no soltaba su mano aún—¿Estás...teniendo problemas...con eso? —ahora él parecía algo avergonzado.

—No, estoy bien—mintió muy mal—Sólo...sólo buscaba...información.

—Eres muy mala mentirosa.

—¿Entonces qué?, ¿Vas a ayudar a la madre de tu bebé con su problema? —fue un poco irónica. JungKook movió su cabeza a ambos lados—¿Por qué tu mirada cambió?

—No cambió.

—Cambió, estoy mirando tus ojos bonitos y cambiaron.

—Oh, ¿Tengo bonitos ojos? —bromeó parpadeando coquetamente. Dae sonrió divertida golpeando su pecho, su pecho fuerte y ridículamente tentador. Su mano libre seguía allí, JungKook levantó una de sus cejas—Ahora tus ojos cambiaron.

El calor interno la estaba torturando y su imaginación de hablar.

—Yo...

"¿Por qué mi mano sigue en su pecho?, ¿Por qué su corazón late rápido?, ¿Qué estoy haciendo?"

El pelinegro la tomó desprevenida una vez la cargó sosteniendo su cintura sentándola sobre el mesón. Incluso esa tontería le había parecido sexy.

—No sería la primera vez que lo hacemos—señaló aún con sus manos en la cintura de ella. En cambio, las manos de Dae se encontraban en sus hombros—Creo que incluso esta vez sería más...sano ya que no estamos ebrios.

—¿Cómo es que esta conversación está surgiendo?

—Porque tienes ganas de eso y porque curiosamente anoche soñé contigo en esa noche—admitió.

—¿Tú también?

—¿Soñaste conmigo también?

La castaña se sonrojó delatándose.

—Vas a irte por tres meses, ¿Y si esta necesidad surge de nuevo?

Sintió las manos de él acariciar sus caderas. Ese gesto le hizo tragar en seco.

—Lamentablemente tendrás que esperar que vuelva—miró fijamente sus ojos. Allí no había dulzura, había picardía—Sólo yo puedo hacerlo, ¿Está bien?

DaeSoo no respondió, se había perdido en la forma en que sus labios se movían y no siguió resistiéndose, tocó su boca con la de ella siendo correspondida como quería. El beso era apasionado sin ser apresurado como esa noche, Dae se aferró a la camisa del chico sin tener intenciones de alejarse, en su lugar JungKook la acercó más a su cuerpo dejando que abrazara su cintura con sus piernas.

Su boca fue al cuello de ella robándole algunos suspiros, Dae inclinó su cabeza hacia atrás sintiendo su cuerpo pedir más. Los sonidos de aquellos besos en su garganta le hicieron jadear sin resistirse, JungKook la cargó esta vez dirigiéndose a la habitación con ella.

▪︎▪︎▪︎

A DaeSoo le estaba gustando aquellos pequeños y dulces besos por su cuello, su hombro y parte de su pecho. JungKook no dejaba de repartir dichos besos finalizando en sus labios, una tonta sonrisa se dibujó en los labios de ella sintiéndose... ¿Amada?, era algo extraño para ella, nunca se había sentido así, no negaría que esa sensación le estaba gustando. Ambos se encontraban en la cama con sólo las sábanas cubriendo parte de su desnudez, la ropa había quedado en el suelo permitiéndoles probarse una vez más desde aquella noche.

Esta vez era totalmente distinto, JungKook era más dulce con ella y eso le gustaba. El pelinegro acarició su mejilla mirando aquellos ojos marrones, Dae guardó silencio observándolo de igual manera preguntándose qué pasaba por su mente.

—Eres muy hermosa, Joon DaeSoo—susurró provocando un sonrojo en ella.

—He escuchado eso antes, pero esta vez siento que lo dicen enserio—JungKook sonrió un poco y ella depositó un corto beso en sus labios. Éste le permitió incorporarse acomodándose a horcajadas sobre él, Dae abrazó su cuello con sus brazos sintiendo los brazos de él abrazarla. ¿Por qué se sentía en una burbuja?, como si nada malo podía pasar.

—Quiero decirte algo.

—Te escucho.

—Yo...—se detuvo. ¿Y si no era el momento para decirle que le gustaba?, ni siquiera sentía que era la palabra correcta, no eran unos niños para usar esos términos. La mujer frente a él esperaba un bebé suyo, ni siquiera sentía que la palabra noviazgo entrara en ellos. DaeSoo deslizó una de sus manos a su cuello esperando curiosa.

—¿Tú qué?

—Voy a extrañarte el tiempo que no estaré—acabó diciendo.

—Estamos haciendo muchas cosas de la manera incorrecta, ¿No? —sonrió con cierta pena—Estoy arruinando tu vida.

—No es así. Esto fue...inesperado, no arruinas nada—apartó el cabello de su hombro—Diría que apareciste en el momento justo.

—No digas eso.

—Gracias por coquetearme en ese club—bromeó haciéndola reír. JungKook sonrió divertido estrechándola en sus brazos, necesitaba repetir más momentos así.

Quería tenerla así para él.

¿Eso era malo?

Por un momento pensé en colocar lemon, pero seamos honestos, esta historia no lo necesita y tampoco encaja aquí. Quizás coloque escenas suaves que no serán consideradas lemon.

Una disculpa ^^