Capítulo 11
Capítulo 11
Un lindo gesto
—¿Por dónde empiezo? —el pelinegro le había mostrado su departamento luego de quedar llenos con fresas. DaeSoo caminaba despacio a su lado cruzada de brazos—Vengo de una familia donde pertenecer a la policía nacional es todo lo que importa.
—¿Tus padres son policías?
—Fueron. El día que ambos se jubilaron les dije que actuaría en mi primer drama—la castaña notó cierta melancolía en él—Dejaron en claro que no apoyarían ninguno de mis proyectos, ese fue el día que decidí irme de casa.
—Colocaste primero tu sueño. Hiciste lo que querías.
—Sí—ambos llegaron a la sala. Se sentaron en el sofá junto al otro, Bam por supuesto iba detrás de ellos, terminó por echarse junto a su dueño. JungKook acarició su cabeza y Dae aprovechó para decir lo que era correcto.
—Lamento no haber pensado en ti antes de ir al chequeo—el chico posó sus ojos en ella—Me cuesta...trabajar en pareja.
—¿Siempre haces todo por ti misma?
—No es eso. Desde niña me he acostumbrado a tener las cosas por mí misma—se sinceró—Tuve una infancia normal, no puedo quejarme, siempre di lo mejor de mí y...—pareció pensativa—Esto de ser mamá...siempre me atrajo, no tenía en mente tenerlo de esta manera, pero no lo rechazaré como otras mujeres—indicó—JiSoo y su hermano creen que no tomo enserio este embarazo.
—Nunca pensé en qué momento sería padre—comentó—Sabía que en el futuro me gustaría serlo...
—Pero no ahora.
JungKook sonrió un poco tomando su mano.
—No te preocupes por mí—ambos miraron aquel contacto. Él la soltó avergonzándose—Lo siento.
DaeSoo pensó en una teoría, alejó esa idea jugando con sus manos.
—JiSoo me dijo que debería tratarte como el padre de este bebé y no como un extraño, dijo que...este bebé siempre nos unirá de alguna manera—pasó sus manos por su cabello rizado. Bostezó un poco mostrándose cansada—Una vez más, lo siento. Todo es nuevo para mí.
—Para mí también, mi cuerpo no cambiará como el tuyo, aun así, siento parte de los síntomas que tienes y saber que en unos meses tendremos a un bebé aquí...—dejó la oración sin completar—Oye, ¿Te sientes bien?
DaeSoo estaba muy pálida.
—Tengo ganas de vomitar.
JungKook tomó su mano jalando suavemente de ella, la llevó al baño y apenas levantó la tapa del retrete DaeSoo regresó lo que tenía en su estómago. El chico apartó su cabello recogiéndolo con sus manos, el malestar más la vergüenza hicieron que las lágrimas salieran de la joven madre, las hormonas más las emociones a flor de piel no eran una buena mezcla.
JungKook la ayudó a limpiar su boca bajando el agua del retrete. No pensó que vería a Dae sollozar, la había visto tan fuerte y segura que había olvidado que ella también sentía tanto como él. Sin saber que decir colocó su mano en su espalda, fue Dae quien acabó abrazándolo mientras lloraba, el pelinegro la rodeó con sus brazos dejando que llorara cuanto quisiese.
Sólo con eso DaeSoo entendió que no iba a poder hacerlo sola, necesitaba ayuda y no estaba de más aceptarla.
▪︎▪︎▪︎
El teléfono vibrando junto a su cabeza lo despertó, JungKook había dormido en la sala con Bam, el chico alcanzó su celular respondiendo la llamada.
—¿Hola? —su voz fue somnolienta.
—Acabo de regresar a Seúl y no sé si llamarte actor o idol—reconoció esa voz. Sonrió un poco incorporándose en el sofá.
Park Jimin fue quien lo introdujo en eso de la actuación.
—Hyung, pensé que seguirías en París.
—Yo también, pero renuncié al drama que estaban grabando allí.
—¿Qué pasó?
—Tuve muchas diferencias con el director. ¿Tienes algo que hacer en la noche?, acabo de llegar a casa y voy a dormir.
—Estaré desocupado.
—Bien, te veo en la noche en mi casa.
El pelinegro colgó la llamada dejando el teléfono en el sofá, se levantó de éste acercándose a la puerta de su habitación, al abrirla encontró profundamente dormida a DaeSoo, sus mechones castaños cubrían parte de su rostro, Dae estaba boca abajo con las sábanas hasta su cintura y enredada en sus piernas. Recordó la escena de anoche de ella llorando, al parecer las hormonas la habían atacado de repente.
Decidió dejarla dormir un poco más cerrando con cuidado la puerta.
"¿Estaría mal si preparo el desayuno para ambos?"
▪︎▪︎▪︎
Cuando DaeSoo despertó fue por su teléfono. Somnolienta respondió sin ver el nombre en la pantalla, ni siquiera movió su cuerpo, sólo su brazo.
—¿Diga?
—¿Dónde pasaste la noche? —era JiSoo—No respondiste mis mensajes, estaba preocupada por ti, dime que no volviste a repetir el error, por favor.
—¿Mmm? —Dae entreabrió sus ojos. En su visión aquella habitación no era suya, recordó lo de anoche sintiéndose avergonzada en segundos, ¿Había llorado frente a Jeon JungKook? —Maldición—susurró incorporándose en la cama. Su cabello hecho un desastre le daba un toque gracioso.
—Dios, no, Dae, dime que no.
—Cálmate, recién despierto.
—¿Sigues en el departamento de JungKook?
—Sí.
—¡¿Dormiste allá?!
—No pasó nada. Sólo comí un poco, vomité otro poco y acabé llorando—pasó su mano por su cabello. Se colocó sus zapatos recordando bien que se había dormido en el sofá, suponía que el chico la pasó a su habitación cuando dormía.
—¿Lo vomitaste de nuevo?
—No.
—Luego me cuentas, quiero que estés conmigo en una sesión de fotos, ¿Puedes ser una de mis maquillistas, por favor?
—Estaré en camino.
—Gracias. Te veo en el estudio.
DaeSoo se levantó recogiendo su cabello en una coleta alta un poco despeinada, acomodó su ropa acercándose a la puerta, al girar el pomo del otro lado hicieron lo mismo, si JungKook no la atrapaba terminaba cayendo al suelo.
—Buenos días—el chico se aseguró de que estuviera bien antes de soltarla—¿Ya te vas?
—Buenos días—retrocedió un poco—¿En qué momento llegué a la cama?
—No podía dejarte dormir en el sofá, en tu estado debes estar lo más cómoda posible—señaló.
—Debo ir al estudio, JiSoo está esperándome.
—Oh, espera, deberías desayunar.
—No es necesario, estoy bien—pasó a su lado deteniéndose al recordar lo que dijo JiSoo sobre ser amable. Inhaló profundo consiguiendo un exquisito olor en el aire, en el comedor notó varios platos llenos de comida. En resumen, el chico estaba esforzándose—¿Por qué me torturas con la comida?
JungKook sonrió divertido acercándose a una de las sillas, la retiró un poco de la mesa indicándole que se acercara. DaeSoo tomó asiento sintiéndose extraña como anoche al recibir ese tipo de atención. Bam acercó su hocico a la pierna de la castaña y ella se limitó a acariciar sus orejas.
—Espero que te guste.
—Es primera vez que alguien cocina para mí.
—Supuse que tendrías hambre al despertar—le sirvió jugo de naranja en un vaso—Sírvete lo que gustes.
—Decirle eso a una mujer embarazada es peligroso—advirtió tomando una tostada de la pequeña cesta.
—Para mí ha sido difícil combatir con el hambre, por eso como lo que quiero y luego voy al gimnasio—Dae sonrió al escucharlo.
—Debería hacer ejercicio también. Mi madre dice que no debería comer tanto o luego será peor.
—En ese caso puedes acompañarme cuando quieras.
—¿No es arriesgado que esté contigo?, debes tener fans vigilándote.
—Mi fama todavía no es tan alta para ser reconocido en cualquier lugar, no te preocupes—se sirvió algo de avena tomando un pequeño bol—Te pediré un taxi cuando vayas a irte.
—Gracias y lamento lo de anoche, ni siquiera sé porque lloré.
—He leído que las hormonas del embarazo hacen que las mujeres tengan una mezcla de emociones, algunas incluso se enojan en esta etapa y otras suelen llorar más o reír más—ante la mirada de Dae se puso nervioso—¿Qué?
—¿Has estado leyendo información sobre embarazos?
—No, bueno sí, un poco.
—Eres diferente a lo usual, ¿Estás seguro que eres humano?, los hombres de hoy en día saldrían corriendo, luego estás tú, haces esto, me invitas a probar tu fuente de chocolate y...estás leyendo sobre el embarazo—un cosquilleo en su estómago la atacó—Eres muy lindo, JungKook.
—Estoy avergonzándome.
—No lo hagas, lo digo enserio, es un gesto muy lindo—dio un mordisco a una de las frutas cortadas por la mitad.
Decir que JungKook estaba satisfecho era poco.
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