Capítulo 6
Blair corrió por el pasillo, antes que llegara a la puerta de la cafetería alguien tiró de su brazo y la introdujo en el baño de chicos. Ella pudo haber gritado, pero todo este tiempo tratando de no hablar, carraspeando y llorando habían irritado su voz un poco. Así que lo que se que intentó decir salió como un gruñido. El sujeto que la había arrastrado allí se rió de ella mientras la abrazaba por la espalda. Blair reconoció ese perfume intenso, estaba usando demasiado, y eso activaba las alergias de Blair. Estornudó, como siempre lo hacía cuando se acercaba a Kale Parker.
—Suéltame. —Gruñó Blair.
—Vale, por ahora. Necesito ver tu precioso rostro. —Blair logró librarse de sus brazos, pero en cuanto lo hizo Kale hizo que girara sobre sus pies y tomó su cara entre sus manos.
— ¿Qué es lo que quieres? —Preguntó ella tratando de alejarse. Sin embargo sus manos eran demasiado grandes y firmes para que ella pudiera zafarse tan fácilmente.
—Lo que he siempre he querido. —Él sonrió sagas y la soltó— Tengo algo que proponerte. —Dijo. Camino alrededor de Blair como un depredador.
— ¿Qué? —Ella se mantenía brazos cruzados, esperando para escapar en cualquier momento.
Kale Parker era un Running back un tanto prepotente y presuntuoso, que juraba que todo el mundo giraba a su alrededor, eso le recordaba a ella misma y le desagradaba en todos los aspectos. Todo lo contrario a Greg Fisher. Por lo tanto toda la vida habían estado en completo desacuerdo. Sin embargo, había algo que tenía Greg que Kale definitivamente deseaba, y ese algo era precisamente Blair Rain. Estuvo acosándola por años, pero Blair simplemente lo alejaba, porque sin duda él era mucho peor que ella, él era un líder y darle la satisfacción de ser su líder también... eso simplemente no pasaría.
—Bueno, ahora que Lucy ha tomado el mando aquí, supongo que estás deprimida. —Blair levantó una ceja hacia él— Bueno, en realidad es obvio. —Admitió.
—Dime cuál es tu punto o me voy. —Amenazó ella. Su estómago comenzaba a rugir, y era día de pizza. El primer día de pizza en que ella no tenía una estricta dieta que seguir gracias a los entrenamientos.
—Mi punto es muy simple: vamos a empezar de cero. Y cuando digo vamos me refiero a tú y yo.
Kale volvió a acercarse a ella y tiró de su cintura para mantenerla cerca. Blair apoyó sus brazos en esos pilares que eran los hombros de Kale. Él era gigante, como un gran monumento de un Dios griego. Si tan solo ella pudiera pisotearlo y dominarlo como a Greg, estaría encantada con su presencia, pero había algo en él que la repelía, como si fuera desagradable, sin importar cuán guapo fuera
—Si somos una pareja, una pareja adorable y tierna, con un montón de cursilerías a nuestro alrededor ellos nos amarán. —Explicó Kale— Y volverás a reinar este lugar. En cuanto a mí, cumpliré mi promesa de salir de aquí como dueño de lo único que me importa tener: tú. —Blair lo miró frunciendo el ceño y con todas sus fuerzas lo alejó. Kale rió y dejó que ella se soltara.
—De ninguna manera. —Negó Blair y volvió a cruzarse de brazos mientras se arreglaba la falda negra y se alisaba la blusa.
—No lo has pensado, mira todas las posibilidades Blair: podrías volver al equipo de animación.
—No puedes decir que será así.
Kale bufó y luego soltó una risa sonora y burlista.
—Puedo decir que será así. Las porristas me aman, ¿No te das cuenta? Si tienes un novio con un buen estatus, ellas estarán encantadas contigo. —Él llevaba razón. Pero a Blair se le hacía imposible pasar un minuto al lado de Kale sin querer vomitar o estornudar. Era como si tuviera una clase de imán repelente, que solo la hacía querer alejarse de él, la empujaba involuntariamente fuera de su campo.
—No. —Dijo Blair realmente decidida.
—Piénsatelo, cariño. —Kale se acercó de nuevo y dejó un beso en su mejilla, y antes de salir dijo— Verás como todo encaja al final.
Lejos de siquiera considerarlo, Blair gruñó. Y un minuto después estornudó. La loción de Kale era muy fuerte, definitivamente estaba usando demasiada.
Ella salió de allí y caminó hasta la cafetería, Hannah y Becky la estaban esperando y agitaron sus manos para que ella pudiera verlas desde la puerta. Había un cartel puesto sobre la barra de la comida que decía "Pizza agotada". Solo quedaba pastel de carne, y no había manera de que Blair comiera el pastel de carne de la cafetería. Esas cosas solo le quedaban bien a Lorena.
Así que con la cabeza abajo se dirigió hacia el puesto que le habían guardado Hannah y Becky. Se sentó mirando hacia el centro de la mesa y se abrazó a sí misma y suspiró. Era tan aburrido estar allí, sin bromear, sin que le dieran cumplidos, sin nada de nada.
Becky golpeó su hombro.
— ¿Dónde estabas? —Preguntó mientras masticaba su pedazo de pizza que se veía muy tentador para Blair. No logró quitarle la vista por unos segundos.
—Mmh... en el baño. —Sacudió sus hombros con desinterés. Becky asintió.
Y entonces, Eugene, con su gran sonrisa se acercó a la mesa y puso un plato con dos jugosos pedazos de pizza en frente de Blair. Ella lo miró con el ceño fruncido. Luego miró el plato, luego volvió a mirarlo de nuevo. Era una pregunta tácita.
—Es para ti. —Él tomó asiento a su lado— Vi que... estabas ocupada, en el baño, ya sabes. —Se encogió de hombros. Ella había salido antes que él del salón de clase, así que podía suponer que la había visto cuando Kale la arrastró dentro del baño de chicos— Así que lo traje para ti, él día de pizza es fugaz. —Sonrió como siempre. Blair tenía demasiada hambre como para negarse a aceptarla o decir algo descortés.
Comió esa pizza como si fuera su última cena. Había olvidado como sabía. Jodidamente deliciosa. Como el cielo. Eugene no dejó de sonreír mientras estuvo a su lado y charlaba con Hannah y Becky sobre cosas que Blair ignoraba porque no podía escuchar nada cuando estaba en el cielo italiano de peperoni y extra queso.
—Vaya... —Le dijo Eugene cuando ella terminó— Si que tenías hambre. —Inesperadamente ella sonrió para él. No creía haberlo hecho, más que un segundo. Pero esta sonrisa duró al menos cinco minutos. Y él estaba sorprendido, pero no dijo nada, no quiso arruinar el momento— Vaya, tengo que comprarte pizza si quiero verte así de nuevo. Anotado. —Susurró para sí mismo. Luego le tendió a ella una coca-cola light de dos que había traído junto con la pizza.
Fue como alimentar a un cachorrito hambriento. Muy lindo. Al final del almuerzo Blair tuvo que agradecerle mientras caminaban a clase. Él se desvió hacia la clase de matemáticas del viejo Garner. Hannah, Becky y Blair tenía clase de deportes. Era tan aterrador como sonaba.
Mientras estaban en los vestidores, Blair simplemente no podía creer lo humillante que se veía en ese pequeño short rojo y esa gran camiseta gris. Lo odiaba y no llevaba ni cinco minutos con él puesto. Ni siquiera había un espejo en donde mirarse, pero ella sentía como que se veía horrenda.
Hannah azotó su viejo casillero y Blair se encogió ante el ruido.
—Oye Blair ¿Quieres hacer algo después de clase? —Le preguntó Becky mientras recogía su largo cabello rubio cenizo en una cola de caballo. Ella tenía un chicle en su boca mientras hablaba. Ella siempre traía un chicle. Blair levantó su cabeza mientras bajaba su pierna de la banca.
— ¿Cómo qué? —Preguntó con curiosidad.
Hannah se encogió de hombros.
—Mi mamá hace buenos bocadillos, tal vez pasar el rato en mi casa y luego... no sé, ir al centro comercial.
No habían tenido gran charla los últimos días, pero Becky y Hannah realmente lo estaban intentando, intentaban hacerla sentir cómoda. ¿Pero cómo realmente se hacía sentir cómoda a una persona que se había esforzado toda su vida por intimidar tanto a los otros? Estaba resultando un tanto difícil. Y Blair, muy en el fondo, apreciaba todo ese esfuerzo. Y en ese momento, ella ya había mandado todo al diablo, así que no lo pensó dos veces y asintió.
—Sí, eso sería genial.
Ella sin duda habría preferido una fiesta o ir de compras a una gran boutique, pero era lo que podían ofrecerles y ella lo tomaría.
Becky miró a Hannah y esta le devolvió la mirada. Ninguna de las dos esperó que ella dijera que sí. Era más un acto de cortesía que habían estado practicando que una invitación. Becky se encogió de hombros y Hannah sonrió. Blair puso su otro pie sobre la banca para atar los cordones de su zapato izquierdo. Cuando terminó el sonido del silbato del entrenador Nichols resonó por todo el vestidor.
—Es la señal. —Advirtió Hannah.
—Para nosotras. —Se burló a su pesar Becky— Tú no haces ejercicio, así que no sé qué haces aquí. —Blair se levantó y miró a Hannah cojear hasta la puerta de los vestidores. No se había preguntado el por qué, pero Hannah cojeaba seguido, no se veía como algo temporal.
— ¡Claro que hago ejercicio! Tengo un plan especial, ejercito mi cerebro y eso debería contar. —Le dijo a Becky.
Becky rodó los ojos y dejó a Blair adelantarse.
—No cuenta, o si no sería justo que para las porrista obtener créditos extras por ejercitar sus culos en la clase de matemáticas.
Blair se sintió ofendida al instante y frunció el ceño hacia Becky.
— ¡Oye! —Se quejó.
Becky tapó su boca y luego sonrió.
—Lo siento, no quise decir eso. —Se encogió de hombros. Pero no era un lo siento sincero, Blair ya conocía ese tipo de disculpa. No la culpaba por pensar eso. Ella era un desastre en matemáticas y si le dieran puntos extras por unas porras sería genial.
Ellas se dirigieron hacia el gimnasio, Blair esperaba que no fuera tan malo. Y definitivamente no lo fue, por lo menos no estaba esa presión que sentía sobre sus hombros porque todo el mundo lo hiciera perfecto, no había rutinas, solo calentamiento y par de órdenes vagas por seguir. Pero Kale había estado toda la clase sentado en la gradas, mirándola, como un recordatorio sobre su propuesta.
Blair aun se preguntaba que sería lo correcto.
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N/A: Como dije, haré esto seguido.
Bueno, quiero saber ¿Qué les está pareciendo? ¿Qué les parece Kale? ¿Eugene? ¿Hannah y Becky? ¡La misma Blair! Quisiera ver sus opiniones.
Estoy realmente emocionada con esta historia, así que ver sus comentarios me haría realmente muy feliz y aumentaría mi inspiración (Lo digo en serio, cero estrategia). Como ven, empezó lo interesante ¿Qué hará Blair ahora?
Ahora que empecé el último lapso, las cosas se ponen difíciles, pero voy a lograr escribir y publicar lo suficiente como para no perder el hilo del tiempo. Si hay algunos inconvenientes y no puedo publicar, les ruego me disculpen de una vez. Avisaré.
Bueno, espero que lo hayan disfrutado. Espero sus comentarios.
PD: ¿Cómo se imaginan a Kale? Me da curiosidad saberlo.
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