La chica se despertó con un fuerte dolor de cabeza que se vió aumentado al sentir un olor repugnante en donde estaba, así que salió rápidamente empujando una puerta con su hombro llegando a la cocina donde Lautaro estaba lavando los trastes.

— ¿Eh? — ella miró al chico.

— Ah despertaste — él la miró un segundo para luego seguir lavando.

Tras unos segundos Lautaro terminó de lavar, se secó las manos y se acercó a la chica.

— ¿Cómo... Cómo te llamas? Apareciste de la nada y después esa cosa te desmayó...

— ¿Qué…? ¿Qué es lo que dices? — ella se tomó la cabeza sintiendo como su dolor aumentaba — ¿Cómo me llamo? Yo soy... Yo soy... ¿Quién soy?

Ella lanzó un gruñido y se sentó encima de la mesa del salón asustando a Lautaro.

— Bien veamos... — ella cerró sus ojos con fuerza intentando recordar aunque luego de unos segundos — Nop, no recuerdo absolutamente nada.

— ¿No? — Lautaro arqueó una ceja — ¿Ni siquiera algo sobre una tal iglesia de la gloriosa evolución o una especie de dragón verde?

— ¿De qué diablos me estás hablando? — ella me miró preocupada — ¿Necesitas que te lleve al médico, estás viendo esas cosas en tu vida?

— ¡N-no…! Bueno en realidad si, pero dudo que un médico pueda ayudarme en esta situación.

— Si tú lo dices, por ahora no haré nada — ella le sonrió y puso una pierna encima de la otra — No recuerdo quién soy ni de dónde vengo, ¿Te molestaría que me quede aquí un tiempo?

— ¿¡Q-QUÉ!?!? — Lautaro le miró totalmente sorprendido.

— No recuerdo mucho, pero si recuerdo que mí madre me enseñó que las cosas no suceden por casualidad — ella se llevó un dedo a la comisura del labio tiernamente — Por lo que, que me hayas salvado no es una casualidad.

— (Bueno, ella me salvó antes, técnicamente se la debía...)

— ¿Y bien, qué dices?

— E-está bien... — Lautaro miró al suelo avergonzado.

— ¡GENIAL!!! — ella sonrió extendiendo sus brazos al cielo —Ahora necesito que vayamos a comprar algo para el mal olor que hay en este lugar.

— Yo no siento nada... — Lautaro intentó oler el lugar sin detectar nada.

— ... Quizá tu nariz haya perdido la capacidad de percibir olores.

Momentos más tarde la chica y Lautaro estaban buscando un supermercado caminando por una avenida, aunque la chica se frenó al ver algo.

— ¿Eso es normal? — ella señaló a la calle de enfrente donde un grupo de personas estaba escapando y gritando por ayuda mientras huían de uno de esos seres de la gloriosa evolución.

— Yo creo que si, no soy mucho de salir a la calle... Capaz esas cosas son el nuevo invento de Elon Musk y los están probando acá porque en Europa y Estados Unidos son ilegales.

— No entendí ni la mitad de lo que dijiste pero haré como si fuera normal — la chica levantó sus hombros.

Ellos giraron por otra calle notando que en esta los autos estaban todos destruidos y puestos como en una película post apocalíptica.

— ¿Seguro que vamos a encontrar algún supermercado abierto?

— De seguro algún kiosko 24hs está abierto, vos tranquila.

Llegaron a una plaza donde ella se frenó mirando una zona para andar en skateboard, donde convenientemente habían varios skates abandonados.

— ¡Oye, siempre quise usar uno de estos! — ella se subió encima de uno.

— ¿Siempre…? ¿No que no recordabas nada?

— Es una manera de decir, algo recuerdo — ella lo miró mientras le empujaba otro skate con el pie— ¡Ven, súbete!

— Emh no creo que yo pueda...

— ¡Que te subas! — ella hizo un puchero al cual Lautaro no pudo negarse.

Ambos se dejaron caer por una bajada, Lautaro cayó comicamente de su skate mientras que la chica se agachó tomando velocidad en la caída.

— ¡Esooo!!! — ella gritó mientras gracias al impulso su skate tomaba una subida y salía volando, aunque segundos después el skate cayó en posición vertical y su trasero impactó directo contra la punta del skate...

El grito más tierno que Lautaro había oído resonó por todo el lugar.

— ¡O-oye…! — Lautaro se acercó preocupado.

— E-estoy bien.... — ella se estaba palpando el trasero mientras tenía unas lágrimas en su cara — Ya no quiero jugar a la patineta...

Cómo bien virgen Lautaro se quedó con la mirada fija en donde no debía... Y convengamos que ella palpando la zona tampoco estaba siendo la más precavida.

— Oye... — ella se puso roja al darse cuenta — ¿Qué estás mirando…?

— N-no es que... — Lautaro dió un paso hacia atrás buscando una excusa, entonces vió algo... — ¡Oye tú ropa tiene un nombre escrito!!

— ¿Ah? — ella preguntó.

Momentos después comprobaron que era verdad, todas las prendas de la chica tenían un mismo nombre en alguna parte... Incluso en la ropa interior, aunque eso lo confirmaría ella sola más tarde.

El nombre que se repetía en todas las prendas era...

— Kaguya — ella murmuró él nombre.

Al mencionarlo su dolor de cabeza se multiplicó y empezó a escuchar voces en su cabeza que repetían ese nombre "Kaguya", la llamaban... ¿Ese era su nombre?

— Finalmente te he encontrado, impostora — ambos escucharon una voz detrás de ellos.

Miraron hacia atrás notando que se estaba formando una especie de portal morado que empezó a atraerlos.

— ¿¡Po- POR QUÉ ME ESTÁ SUCEDIENDO TODO ESTO!?!?!? — Lautaro preguntó antes de ser comidos por el portal.

Ambos fueron llevados a un lugar árido en donde ella se levantó con dificultad por su dolor de cabeza, él se levantó con dificultad por su panza exageradamente hinchada.

— Aquí estamos, cara a cara — la voz de antes habló.

Delante de la chica había una figura sentada en un trono morado, una especie de marciana con ojos blancos que la hacía parecer una ciega, un cabello largo del mismo color que parecía extenderse hasta el infinito, destacaban unas marcas encima de sus ojos y un tercer ojo en su frente, uno con un diseño de círculos concéntricos rojos, también tenía dos cuernos que le daban un aspecto de conejo.

— Disculpa, hace poco perdí mis recuerdos, ¿Quién eres tú?

— ¿Me estás tomando el pelo? ¿Qué quien soy yo? ¡Yo soy la todopoderosa Diosa Conejo, Kaguya — abrió sus brazos imponentemente.

— Aguanta... ¿Te robé toda esta ropa? — la chica señaló todo lo que llevaba puesto — Pone que es de Kaguya, no te preocupes ya te lo regreso.

La chica empezó a quitarse su ropa cuando la Diosa Conejo la frenó tomándole el brazo.

— No hagas eso frente a mí, impostora.

— ¿Okey? Yo solo quería devolverte tu ropa... — ella se retractó.

— Veo que es cierto que no recuerdas... Eso es interesante — Kaguya rió volviendo a su trono en un portal como en el que ellos fueron traídos al lugar.

Lautaro no pudo evitar notar que detrás del trono de Kaguya había una esfera morada gigantesca, de esta salían unas cadenas que estaban atadas a los pies y manos de la Diosa Conejo.

— Si logras cumplir mí reto te diré quién eres — Kaguya rió divertida.

— ¿Un desafío? ¡Bien! — la chica chocó sus puños con una sonrisa confiada — Escupe el reto.

— Incluso sin memoria sigues siendo igual que siempre... — Kaguya suspiró para después señalar a la esfera detrás de ella — Quiero que destruyas esa cosa.

— Hm... — la chica se quedó mirando la esfera — No sé porque pero tengo el presentimiento de que romper esa cosa será muy fácil.

— O-oye, yo creo que no deberías hacer eso... Mira esas cadenas que... — Lautaro intentó hablar con la chica pero de un momento al otro ella ya no estaba — ¿¡Eh!?

La chica había salido corriendo contra la esfera, yendo a una velocidad sobrehumana, ella saltó hacia la esfera y lanzó una patada mientras daba un giro mamalón.

— ¡TOMAAAA!!! — Kaguya sonrió justo antes de que la chica golpee la esfera.

Al recibir la patada la esfera tembló levemente, para después empezar a resquebrajarse hasta que se destruyó totalmente.

— Jejee JAJAJAJAJA — Kaguya rió mientras sus cadenas eran destruidas solo por sus risas.

— Un trato es un trato — la chica llegó como si nada con sus brazos reposando detrás de su cabeza.

— Pero no sería divertido si te lo digo — Kaguya rió mientras creaba un portal que empezó a comer a Lautaro y a la chica.

— ¡Hija de…! — Lautaro maldijo.

— Soy una mujer de palabra así que te diré algo... Te hacías llamar Kaguya, por eso tuvimos un conflicto y me terminaste encerrando en este lugar... Así que gracias por liberarme. 

Sin que la chica pueda dar respuesta el portal se comió al par que regresaron al parque.

— ª — ella murmuró mientras se volvía a subir al skate — Pues me llamo Kaguya.

— ¿No estás un poco preocupada por haber liberado a esa otra Kaguya que se supone que tú encerraste?

— ¿Te digo la verdad o te miento? — Kaguya lo miró totalmente despreocupada.

— Tu mirada lo dice todo...

— Busquemos ese kiosko, en serio necesitamos comprar algo para el olor de tu casa.

— Okey...

Kaguya se impulsó en la patineta mientras que Lautaro caminó tras ella.

Mientras tanto, en algún lugar, los del grupo que estaban escapando del ser metálico habían sido capturados y llevados a un lugar extraño....

Estaba rodeados por un séquito de personas con extrañas marcas doradas en sus rostros, aunque el grupo se abrió para dejar pasar a un extraño ser... Una cosa que parecía ser un ser metálico pero se movía como un humano.

— Bienvenidos a la iglesia de la gloriosa evolución, yo soy el heraldo... Denme la mano para aceptar el progreso — la cosa extendió su mano libre.

— ¿Progreso? — preguntó una chica asustada.

— ¿Gloriosa evolución? — preguntó un chico sin entender.

— Miren atentamente — el ser sentenció antes de poner su mano sobre la cara de la chica.

Ella empezó a gritar asustada mientras una luz dorada rodeaba todo el lugar...

— ¡Delfi, NOOOO!!! — gritó el chico asustado.

— No tengas miedo, chico, esta es la gloriosa evolución — el ser dijo complacido cuando la luz se apagó.

Entonces la mujer se levantó como si nada, caminó hacia el séquito de personas y se unió como una más... Ahora su rostro, así como todo su cuerpo estaban cubiertos por extraños fragmentos dorados.

— Y esta es solo la primera fase, ¡Al final, todos abandonarán la carne y el pelo para llegar a la gloriosa evolución, A LA VIDA ETERNA, A LA VIDA COMO MÁQUINAS!!!

Continuará....

Aunque técnicamente nunca me fui... HE VUELTO HIJOS DE LA GRAN PU**

Qué les pareció?

Yo la verdad que hace mucho que no escribo algo y que el resultado final me gusta tanto como me gusta como quedaron estos dos capítulos.

Bueno, esta es una historia full random, onda ya vieron que esto es un crossover medio raro donde tenemos a Naruto, Arcane y Date a Live... Bueno y si vieron la portada podemos contabilizar también a Spiderman. Todo encapsulado en la vida de nuestro protagonista-kun, que es tan relevante que no tiene ni imagen representativa xddd

Finalmente conseguí destruir el bloqueo que tenía desde Abril.

Agradezco esto a mí profesora de escritura creativa que me instó a escribir "Proyecto final" (lo publiqué hace unos días) que fue una obra que chocó directo contra mí bloqueo y lo hizo totalmente MIERDA.

Literalmente mientras escribía esa historia sentí que el bloqueo se iba por el miedo a lo que estaba escribiendo xddd

Así que aquí estoy de regreso... Ahora intentando mantener la publicación regular (más o menos regular) de esta nueva historia.

Esto es solo el inicio... Cómo en cualquiera de mis historias, prepárense porque vienen curvas.

Buenas noches.