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💌 Conociéndote... 💌

Dejándose guíar por la estrepitosa música dentro de la discoteca KTJ Terrace, Jungkook contempla a varios de sus compañeros de trabajo, moverse de un lado a otro y en lapsos de tiempo muy cortos, puesto que todos están al tanto de que por la noche habrá un evento de suma importancia; mismo que requiere de la presencia de Jungkook por la perfecta organización que tiene este con cada evento de gala, aún si el mismo pelinegro se encuentra en su día de descanso, y es que los dueños de dicho lugar  y mejores amigos de Jungkook, le han pedido personalmente que se haga cargo de la organización de dicho evento.

Pocos saben bien que Jeon Jungkook es por mucho una de las personas más perfeccionistas que pueden existir. Claro que también es algo a lo que Jungkook le tiene un afecto enorme, a pesar de que a veces parezca compulsivo.

Centrando sus ojos negros en el centro del escenario en el segundo piso, Jungkook sonríe complacido, debido a que la poca iluminación que se ha colocado en dicho piso es más que encantadora, y lo será aún más al apagar completamente las luces de todo el lugar, pues caerá directamente toda la iluminación como si fuera un tobogán.

Conteniendo sus ganas de ir y apagar todo el lugar de una vez por todas para admirar su gran obra, una estruendosa y abrumadora luz, inunda totalmente la discoteca, haciendo a Jungkook refunfuñar por un momento. Suspirando algo exasperado, el pelinegro coloca una de sus manos por encima de su ceja izquierda, cómo si de un saludo militar se tratará, aunque claro que con la intención de simple y únicamente mirar por encima de aquella muy brillante luz de sol. Con el cabello algo enmarañado y el ceño ya un poco fruncido, Jungkook admira a una pequeña, pero encantadora chica aparecer en medio de la luminosa y muy engañosa luz de sol, puesto que, al dar el mayor de todos dos pasos al frente, una figura hermosa y delicada le es sumamente familiar al joven, aun cuando esta rápidamente es decorada por una nerviosa y nada sincera sonrisa.

Soltando una sonrisa un tanto sarcástica al irse acercando más y más aquella chica, el pelinegro de Jungkook se percata de que en efecto conoce la silueta de la fémina con aires de grandeza, que se va adentrando cada vez más a la discoteca, ya que, del mismo modo y como suele hacerlo su hermana menor, misma que gracias a los consejos de su padre y madre siempre le enseñaron a encontrarse acompañada.

ㅡJeon Jugyeong, ¿a qué debo el esplendoroso honor de que estés aquí en mi trabajo, y en una hora tan ridículamente temprana? Creí que solías levantarte a las 12 del día.

Sonando un poco perverso, Jungkook decora su rostro con una sonrisa más que hermosa, perfecta y macabra, una que sin duda alguna asusta siempre a su hermana menor, quien siempre se da aires de ser la más valiente chica de toda la universidad. Vivaz y risueña, así es Jeon Jugyeong, al menos esas son las palabras que más y mejor la definen al instante de presentarse en sociedad o bien, aún con el más reducido grupo de amigos.

ㅡ¡Hermanito hermoso, precioso y primoroso! ㅡcanta dulcemente Jugyeong, al preciso segundo en que la mano de Jungkook se posiciona sobre una de sus mejillas cálidas como el sol.

ㅡ¿Qué haces aquí? ㅡcuestiona algo neurótico Jungkook. Lamentándose así, una y otra vez por haberle dicho a su hermana esa misma mañana, en dónde y con quién estaría, sobre todo porque dando las 2 PM, lo último que podría imaginar es que su linda hermana le traicionaría de la peor manera posible.

ㅡQuiero presentarte a alguien ㅡconfiesa con cierto temor en la voz y un poco de dulzura en su mirar, Jugyeongㅡ. Jungkook, él es Hwang Hyeong.

Saliendo lentamente y detrás de su hermana, un joven de cabellera castaña y brillante sonrisa, con la ropa más elegante que Jungkook ha visto en mucho tiempo, aunado a los accesorios que el mismo hombre trae consigo sobre su fina estampa, este comienza a aproximarse a saludar al mayor, que pese a ser siempre una persona reservada en cuánto a sus emociones, justo ahora sí se muestra verdaderamente molesto, y es que aquel hombre no es el único que viene con su hermanita; atrás del hombre de cabellera castaña, un joven de un cabellera rubia y ropa delicada pero medianamente extravagante, aparece también, aunque con una expresión igual de molesta y fastidiosa que Jungkook.

ㅡ¡Oh, es cierto! Él es Park Jimin, hermano menor de Hyeong ㅡMirándolo con gran intriga, Jungkook siente un gran cosquilleo recorrer su espina dorsal, mientras los latidos de su corazón empiezan a acelerarse.

ㅡ¿Hermano? ㅡUn tanto intrigado, el pelinegro ve a Hyeong e inmediatamente a Jimin, quien es totalmente lo opuesto al castaño que sonríe como si fuera la situación más divertida del mundo.

Con su mirada color avellana, Jimin observa al pelinegro frente a ellos, que hasta hace unos segundos no dejaba de examinarlo de arriba abajo.

Con sus pupilas algo dilatadas, Jimin no duda en confirmar que el hombre frente a ellos es sumamente guapo, aunque un poco tonto, pues ha escuchado de la propia boca de Jugyeong, que aquel hombre de veinticuatro años es un completo fuck boy, es decir, un chico que solo va por ahí acostándose nada más y por momentos con chicos que apenas y le satisfacen físicamente, porque claro que al buscar únicamente sexo la conexión para con ellos era sumamente más complicado, además de que por supuesto, este no ponía completamente nada de su parte.

ㅡMedio hermano, en realidad ㅡañade con algo de sorna el rubio de Jimin, una que no resulta tan divertida para Hyeong, quien siempre ha tratado de igual manera al chico con respecto a sus otros dos hermanos que si son de su misma madre y padre.

Sintiéndose algo ansioso, Hyeong se acerca un poco a Jimin y como si este supiera lo que va a decir, le dedica una mirada un tanto recelosa, y es que la relación entre ambos chicos no es la mejor de todas porque por más que Hyeong se esfuerce en llevarse bien con Jimin, este último se empeña en no poner de su parte, pues desde que su padre contrajo matrimonio con la madre de Hyeong un sin fin de problemas comenzaron, sobre todo por la manera en que el padre de Jimin consentía al mismo.

ㅡHermano totalmente ㅡcorrige sin dudar el castaño, haciendo a Jimin sonreír falsamenteㅡ. No importa si nuestra madre es diferente.

ㅡComo digas.

Conteniendo su inconformidad dentro de una leve sonrisa, Jugyeong se apresura a capturar el antebrazo del castaño y mirar al pelinegro de Jungkook para enseguida darle una mirada fugaz a Jimin quien lejos de sonreírle le dedica una mueca de fastidio. Aunque claro que a Jugyeong eso no le importa demasiado pues lo último que espera es llevarse bien con el pelirrubio que lo único que se encarga de hacer es tratar de manera caprichosa a todos o al menos a los que mejor le caen y no lo tratan como si fuese un tonto.

Park Jimin nunca ha sido fan de convivir con las personas, sobre todo con aquellas que siempre se han acercado a él con algún tipo de interés que van desde el dinero y su físico, que aunque es verdaderamente hermoso, no deja de hacerlo sentir como un simple objeto.

Por supuesto que así como Jimin tiene un carácter poco agraciado con aquellos que más interesadamente quieren formar parte de su vida de una u otra forma, Park Jimin también tiene un carácter dulce y sumamente lindo, convirtiéndolo así y con el trato, en una masita andante, que únicamente Jung Hoseok y Min Yoongi, tienen el placer de conocer totalmente, al ser estos sus mejores y únicos amigos.

Reflejando cierta comodidad, Jimin camina tranquilamente hasta la barra de la discoteca en donde se haya, dejando toda pizca de nerviosismo con su medio hermano y novia, que ha planeado de principio a fin dejarlo con su hermano mayor, para así tener por fin un momento a solas, uno que desde luego Jimin nunca antes los había dejado tener porque su más grande misión era fastidiar a Jugyeong, quién desde un comienzo había sido mala y algo fastidiosa con él, al grado incluso de decirle sin miedo alguno que se desharía de él a cómo diera lugar, sin sentir la más mínima vergüenza en sus palabras crudas y frías.

Acomodándose cómo un total caballero sobre una de las sillas turcas de la amplia barra del bar, Jimin se sorprende al ver a un lindo pelinegro y un coqueto castaño juguetear dentro de lo que parece ser una bodega. Sus rostros son finos y sus ropas elegantes, tanto que no parece que trabajan ahí, al menos no de bartenders y/o meseros. Viéndolos besarse de manera más que amorosa, Jimin sonríe como un tonto enamorado, debido a que toda la vida ha soñado con un amor de cuento, uno que lo deje todo por él, inclusive una mala forma de ser.

Colocando su pequeña mochila sobre la barra del bar, Jimin gira en dirección donde Hyeong, Jugyeong y Jungkook se encuentran todavía, aunque ya mirando también en su dirección, extrañados por la confianza de pronto adquirida por el menor, sobre todo al este no conocer absolutamente nada de lo que hay a su alrededor, y mucho menos a quiénes están en dicho lugar, no obstante, tampoco era como si le importará, en tanto pudiera mantenerse alejado de la novia de su hermanastro él sería completamente feliz.

El tiempo es por mucho uno de los mejores aliados de Jimin, porque a pesar de no tener experiencia en el campo del amor, este si sabe bien identificar a las personas mal intencionadas que se acercan a él, y a su familia, con todo y con que ellos no le creyeran en un principio, o al menos no sus medios hermanos y madrastra.

Por supuesto que el padre de Jimin es un asunto totalmente distinto, él cree ciegamente en su hijo, ha aprendido que debe hacerlo, después de que todas las mujeres que se acercaron a él, con el paso del tiempo le mostraron sus verdaderas caras, unas que ni ellas mismas sabían que demostrarían en tan corto lapso de tiempo, por su ambición a tener todo lo que el pequeño Jimin tenía con solo mirar a su padre de tierna manera. Aunque y desde luego la sinceridad de este, tenía mucho que ver también.

Jimin solía recordar demasiado a su padre el aspecto exacto de su madre, misma que parecía un precioso ángel en cada momento del día e inclusive sin importar que tan mal se sintiera, porque una sonrisa hermosa siempre debía adornar su rostro. Eso era lo que la hacía única siempre, sin embargo, todo aquello acabó cuando el cáncer la invadió de principio a fin, y después de años y años de luchar y luchar, el cáncer finalmente la venció, haciéndola dejar a su pequeño de seis años y a su fiel esposo después de ocho años de hermoso y sincero matrimonio.

Jimin al tener seis años, pudo fácilmente dejarse consentir por su padre, por cada detalle hermoso que este tenía para con él, siempre procurando que el recuerdo de su madre nunca se perdiera, porque ella era la mejor persona y madre que nunca nadie tendría el esplendoroso privilegio de tener. Jimin tenía exactamente la misma belleza de su madre; eso sin mencionar desde luego que había adquirido su sabiduría e inteligencia, así como también su delicada forma de ser, que su padre cada día se encargaba de formar un poco más del modo más caprichoso y encantador, porque ser una masita de amor era una de las mejores cosas que definen a Jimin.

Poco tiempo después de que el padre de Jimin contrajera matrimonio nuevamente y cuando Jimin ya tenía doce años, los primeros problemas comenzaron a surgir en la familia Park. Por alguna razón en tanto los primeros meses y las distinciones en aquella casa fueron dándose a notar por muy pocas que fueran, todo cambio en el recién matrimonio, claro que no era algo que el padre de Jimin disfrutará pues lo último que quería era que todos en aquella casa tomarán cierto odio hacia los demás integrantes de la familia, puesto que por más loco que suene todo, al integrante que más fácilmente comenzaron a detestar fue a Kim Yubin, la única fémina en aquella casa de puros hombres.

ㅡ¿Y bien? ¿No tenían urgencia por ir a aquel concierto? ㅡcuestionando la presencia todavía de Jugyeong y Hyeong en dicha discoteca, Jimin adquiere una posición de piernas cruzadas sobre aquella silla turca de color negro, que desde luego lo hace resaltar correctamente con las luces en espiral que caen desde el tercer piso hasta el primero.

ㅡVolveremos a las 4 AM, ¿bien?

Dudando por un instante, Hyeong es bruscamente jalado del brazo a la aún salida abierta de la discoteca, que por más que haya dejado a la luz del sol entrar, resalta tremendamente aún con la maravillosa decoración que todos se han esforzado en realizar durante gran parte de la mañana.

Sin poder decir algo más, Jungkook y Jimin observan cómo sus hermanos abandonan el lugar sin mirar atrás y dar alguna otra explicación, o al menos no de parte de Jugyeong.

Jeon Jungkook nunca imaginó que se convertiría en un chico temeroso de las relaciones sentimentales, al grado de reemplazarlo con simples y únicas relaciones sexuales. Jungkook había sido conocido durante toda la universidad como el mayor fuck boy de ahí, uno que sin importar cuánto se esmeran chicas o chicos en conquistar, siempre era igual de ajeno a los sentimientos y pensamientos llenos de amor, cariño y afecto. Los escasos amigos que tenía se inclinaban a qué Jungkook aún no conocía a la persona que le haría cambiar, sin embargo, él no creía que aquello pudiera ser cierto.

Los estudiantes a su alrededor decían y decían que él tenía un imán especial para atraer a los chicos y chicas más especiales de todo el lugar, y aún así y con ello, Jungkook siempre permanecía reservado y lejano de cada invitación a salir, comer y/o convivir con cualquier persona que le viese con otros ojos que no fuera una simple y honesta amistad, porque vamos, nadie podía ser amigo de alguien tan lindo personalmente, además de ser tan físicamente atractivo.

El padre de Jungkook le había leído a la hermana de este siempre sobre el amor de cuento de hadas, mismo que Indudablemente vencía todos los obstáculos que pudiesen atravesarse, aún si era la más cursi y tonta historia de amor, cómo despectivamente se refería Jungkook a dichas historias. El pelinegro en algún momento también había disfrutado del término del amor, aunque después de que una dulce y engañosa chica le rompiera el corazón, todo en su adolescencia terminó por cambiar de inicio a fin y con la única intención de que nadie más lo volviera a lastimar nunca en ningún instante de su vida y vaya que había resultado porque Jungkook se había cerrado totalmente a grandes y sinceras confesiones de amor.

La mirada de Jungkook se había apagado cuando aquella fémina le había roto el corazón, de la misma forma en que sus primeros rasgos de diferencia en su forma de ser fueron siendo cada vez más notorios. Su corazón pudo sanar sin mayor problema con el tiempo, aunque su mente y fuerza de voluntad por querer algo bonito para sí, ya no volvió a ser igual, ya no tenía esa misma intensidad de la primera vez, y no sería fácil de recuperarla, al menos y de no ser porque un precioso chico de cabellos rubios que está haciendo a su corazón volver a acelerarse.

ㅡMi hermana te desagrada, ¿no es así? ㅡpregunta sin dudas el pelinegro de Jungkook, permitiéndose admirar el puchero fino en el rostro de Jimin.

ㅡAsí es, no me agrada.

ㅡ¿Por qué? ㅡContinuando con sus actividades de organización, Jungkook se encamina hasta la barra y sin ninguna otra intención que hacer sentir cómodo a Jimin, le ofrece una copa de jugo.

“Lindo”, es el primer pensamiento que aborda la mente de Jimin, y el mismo que no le permite darse cuenta que ha asentido sin máximo inconveniente a un jugo que no sabe exactamente de qué es.

ㅡEs algo hipócrita y un tanto mandona con Hyeong ㅡinforma, haciendo a Jungkook sonreír ampliamente, pues cada palabra salida de la boca de Jimin es muy cierta.

ㅡMe temo que tiene el carácter y falsedad de nuestra madrastra, quien tan pronto como se unió a nuestra familia se volvió muy apegada a ella y a sus malas mañas, por lo que veo.

A Jungkook ciertamente no le sorprendía que su hermana optará una forma de ser tan poco decente, pues desde que era muy chica, era una pequeña un poco interesada, deseaba más de lo que pedía tener y no importaba realmente sobre quién tuviera que pasar para obtener aquello, porque había aprendido a manipular a las personas con su forma de ser tan peculiar.

ㅡ¿Tienes más hermanas o hermanos? ㅡIntentando concentrarse en otro tema un poco no tan fuera de su plática, Jimin recibe la copa de jugo entre sus algo regordetes dedos y con una sonrisa ve a Jungkook negar.

Escasas personas dentro de la vida de Jungkook y Jugyeong sabían que ambos hermanos no eran en realidad parientes, pues Jugyeong había sido adoptada por el padre de Jungkook, cuando éste, apenas y tenía tres años, de lo que realmente recordaba muy poco.

ㅡJugyeong tampoco es mi hermana de sangre, pero a ella le gusta hacerles pensar a todos que si lo somos, y sobre todo que ella es la consentida de nuestros padres.

Escuchando con total atención todas y cada una de las palabras provenientes de la boca de Jungkook, Jimin entiende porqué la hermana de éste se empeña en robar la atención de su padre y hermano, sobre todo cuando ella sabe lo mucho que consienten al pelirrubio.

Apartando Jimin la copa de jugo, y admirando el temple sereno de Jungkook, Jimin se enternece y siente la necesidad de ser consentido y mimado por el pelinegro, quien de la misma forma se siente necesitado y como un tonto enamorado por consentir a Jimin, a quien apenas y tiene un par de minutos en conocer.

ㅡJungkook…

ㅡ¿Quieres algo de comer o acomodarte en un mejor lugar?

ㅡ¿Puede ser lo que yo quiera? ㅡindaga levemente feliz Jimin, sintiendo su corazón también acelerarse, pues Jungkook no parece para nada un fuck boy.

ㅡClaro.

Asintiendo algo nervioso, Jungkook sabe que está en problemas, pues a pesar de que apenas y conoce a Jimin ㅡun chico de temple lindo y coquetoㅡ, todo a su alrededor ya está empezando a cambiar, empezando por su forma de ser, que iba de ser independiente y ajena a los demás, a ser encantadora y consentidora con un chico de cabello rubio con la piel más linda y tersa que un joven pudiera tener. Además de que claramente se ve y nota que Jimin, lo disfruta, porque aun cuando siempre lo han tratado como alguien que se puede romper, ninguna actitud le había convencido más que la del pelinegro frente a él, que no era para nada igual a como la hermana del mismo lo había descrito.

¿Es posible enamorarse en tan corto lapso de tiempo?

Fue lo que ambos chicos pensaron durante los siguientes segundos y próximamente minutos que estuvieron el uno al lado del otro, llegando así ha apoyarse en la organización del evento que habría por la tarde/noche, y es que Jimin tenía un excelente gusto, aunque no tan perfeccionista cómo Jungkook, claro que estaba aprendiendo a dejarse enseñar y hacer por el maestro de la organización, cómo rápidamente Jimin se enteró que llamaban a Jungkook, en especial los mejores amigos de este, que casualmente también eran los dueños de dicha discoteca o de eso fue de lo que velozmente le informaron los mismos hombres que cuando había llegado, se besaban en aquel escondido almacén.

ㅡEn ese caso quiero que bailemos durante el evento que habrá en esta tarde/noche. Quiero que me muestres un poco más de ti, así podremos conocernos más durante el tiempo que tú y yo estemos juntos.

Formando un agarre dulce en el antebrazo de Jungkook, Jimin le dedica una sonrisa más que sincera y un poco tímida, una que demuestra que en efecto es una linda masita que obtiene todo lo que quiere siempre, inclusive para hacer bailar a Jeon Jungkook quien se encuentra muy lejos de bailar en una fiesta.

Un tanto cohibido Jimin asiente lentamente, provocando que una sonrisa entusiasta se forme en los labios de Jungkook, haciendo así, asentir también, aceptando la propuesta de Jimin para bailar…

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