Oliver no se ha considerado especial en nada, en realidad se ha considerado una desgracia para su padre y para el mismo. Aunque otras personas digan que es muy especial esto incluyendo a su padre.

Los motivos para que piense en esto es por ser un prodigioso, gracias a ese título él y su padre se han estado mudando constante mente, en pueblo en pueblo, y por mala suerte en la ciudad que fue un tormento para ambos, pero ahora que son libres de nuevo, viviendo en un pueblo que para ambos es nuevo.

- ¡Oliver, es hora de levantarse! - Escucho la voz de su padre desde la planta de abajo -. ¡Ya está el desayuno!

Aunque escucho perfectamente a su padre, hizo caso omiso y se acomodó más en su cama solo cubriéndose los ojos con la almohada para evitar los rayos del sol que entraban por su ventana.

Se quedó más de cinco minutos acostado en su colchón escuchando los gritos de su padre, el motivo por el cual no se quiere levantar es por qué no quiere que todos en el pueblo y sus futuros compañeros de escuela lo vean, el miedo es porque en muchos lugares siempre es lo mismo apenas lo ven, se sorprenden, nadie se le acerca y todos terminan inclinándose frente a él.

- ¡¡Oliveronzo!! - Escucho a su padre, con un simple movimiento de su pata levanto la almohada para ver a su padre entrando por la puerta de su cuarto -. Por qué no te has levantado, llegaras tarde a tu primer día en tu nueva escuela -. Oliver vio por unos segundos a su padre antes de cubrirse de cubrirse los ojos con su almohada.

- No quiero ir - Dijo Oliver con la almohada puesta en su cabeza.

- ¡¿Por qué no?! - Pregunto su padre con un tono fuerte caminando al colchón donde esta acostado Oliver.

- Por qué será lo mismo que las veces anteriores, todos me van a ver, se sorprenderán, me ignoraran para no faltar me al respeto o en otro caso me van a tratar como un príncipe y no quiero eso, prefiero quedarme aquí para ayudarte a desempacar - Mencionó, mientas que clavaba sus garitas delanteras en el suelo de madera.

- Si tienes razón - dijo su padre agarrando las patas traseras de Oliver-. Pero eso no es escusa, te tienes que ¡¡levantarte!! - dijo en un tono fuerte mientras jalaba las patas Oliver para sacarlo del colchón, pero Oliver clavo bien sus garitas en el suelo de madera para que no lo pudiera levantar, aun que quedara con todo su cuerpo levantado gracias a su padre.

Después de unos cinco intentos que su padre tuvo que hacer para levantar lo, Oliver sale de su cuarto siendo cargado por su padre y lo deja en el baño para que se prepare para empezar el día. Mientras su padre se encargaba del desayuno, Oliver se encero en el baño para prepararse, aunque no quería tardo unos diez minutos para salir del baño con el uniforme de su anterior escuela, aunque no le gustaba mucho el color verde de su uniforme.

Mientras terminaba de bajar las escaleras percibió el olor del desayuno que provenía de la cocina. Apenas entro en la cocina y vio en la mesa el desayuno que su padre se esmeró en hacer desde temprano, algo que le gustó mucho a Oliver ya que no ha tenido un desayuno echo por su padre.

- Que lo disfrutes - dijo el padre de Oliver antes de llevarse el tenedor a la boca, el vio que Oliver estaba feliz al comer la comida de su padre, eso alegro mucho a su padre ya que por culpa de los iluminados no han desayunado juntos, para muchos es algo normal, pero para ambos era un momento especial que su nuevo hogar les está brindando -. Oliver, sé que es muy difícil empezar de cero en nuestro nuevo hogar y en una nueva escuela, pero ya nos hemos mudado más de quince veces en estos cuatro años - comento viendo como Oliver come su desayuno con mucha emoción -, esperemos que en este nuevo pueblo pueda tener un trabajo estable donde no me despidan a los dos meses.

Resulta que Oliver al ser un prodigioso, su padre debe de ser tratado como un prodigioso, aunque no lo sea. Esto ha provocado que varios trabajos lo despidan, no por presumir a su hijo o por que sea un flojo sino por el motivo de que no le pueden pagar lo suficiente.

- Descuida yo sé que no es tu culpa, es mía - menciono colocando el tenedor en la mesa a un lado del desayuno a medio comer.

- ¡¿Que? no!, no es tu culpa - dijo su padre viendo a Oliver.

- Si, si lo es, si no fuera por mi estaríamos viviendo más cercas de mis abuelos y tíos, no estarías cambiando de trabajo constante mente, yo estaría en la escuela, tendría amigos, es más sino fuera por mi estarías estudiando una carrera -, Decía intentando evitar que se le salieran las lágrimas, al ver las primeras lagrimas el padre de Oliver se levanta de su silla para abrasarlo.

- No, no llores por favor - Solicito dándole un abrazo.

- Es que, ¿porque soy un prodigioso? - Oliver no pudo evitar que las lágrimas salieran de sus ojos, Su padre se quedó abrasando a Oliver durante unos minutos, esperando a que se calmara.

- Es porque eres especial y estas destinado a algo grande y yo quiero ver estar a tu lado cuando cumplas tu destino, todo lo demás no importa - Comento separándose del abraso para verlo a los ojos -. Yo estoy muy feliz de que seas mi hijo, aunque seas un prodigioso - menciono mientras le limpiaba las lágrimas con una servilleta -. Ser un prodigioso es un reto, un reto que tenemos que pasar los dos juntos, ya verás que en un futuro van a venir cosas buenas para los dos cuando y ese día llegara cuando tu verdadero poder despierte - apenas termino de hablar, Oliver lo abraso nueva mente.

<< Si mi verdadero poder, ¿cuándo despertara? >> - pensó Oliver sin separarse de su padre.

Después de haber terminado de desayunar, terminaron de arreglarse para salir en dirección al pueblo para que Oliver viera su nueva escuela. Mientras caminaban por las calles del pueblo Oliver noto que varias personas se le quedaron viendo sin quitarle los ojos de encima, algo normal para él, aunque se sintió mal por un gato que estaba conduciendo de una bicicleta que al verlo se sorprendió y termino chocando con un árbol.

Al llegar a la escuela noto que todavía no había alumnos ya que llegaron unas dos horas antes de que abrieran las puertas de las instalaciones para que entren los alumnos, pero si ya estaban llegando los maestros y personal de limpieza para preparar las instalaciones para un nuevo día de clases, Oliver se quedó esperando sentado en las sillas que están afuera de la oficina del director mientras que su padre hablaba con el director para inscribir a Oliver. Aun que debes en cuando sentía que la secretaria se le quedaba viendo intentando de que no se diera cuenta, algo que no hacía bien.

- Oliver, ven por favor - dijo su padre saliendo de la oficina, Oliver al entrar a la oficina, vio la espalda del director, un toro negro y alto vestido muy elegante, digno de un director. El director sacaba unos tres libros de unos archiveros, también saco una mochila de color azul con el logotipo de la escuela.

- Listo, aquí esta lo que va a necesitar para... - al girarse para ver a Oliver, se quedó callado al verlo poniendo la misma cara que las demás personas incluso dejo caer todo lo que tenía en sus manos por la sorpresa, tardo unos segundos en reaccionar solo para ver al padre de Oliver -. Señor Álvaro cuando me dijo que su hijo es especial, pensé que tenía algo especial, no que fuera algo aún más especial.

- ¿Aun más especial? Esa es nueva - Dijo Oliver recordando todas las palabras que le han dicho en el pasado, en eso volteo a ver a su padre - ¿Por qué no le dijiste que era un prodigioso?

- No quería ponerlo nervioso - Dijo Álvaro viendo al director levantando lo que dejo caer al suelo por la impresión << O que se burlaran de mi >> pensó recordando que en varias ocasiones varias personas se burlaron de él ya que no le creían que él era el padre de un prodigioso.

- Buenos días, Oliver -Dijo extendiendo su mano con algo de nervios, Oliver respondió agarrando su mano con su pata para saludarlo -, Soy el director Alfred, bienvenido a la escuela primaria de prado verde espero que te guste estudiar con nosotros - termino separando su pesuña de su pata.

- Es un placer, espero poder terminar mis estudios aquí. - Respondió Oliver viendo al director algo nervioso.

- Si, también espero que los puedas terminar con nosotros. Mira esta es tu mochila y libros que vas a utilizar - Dijo mostrándola sus nuevos útiles escolares -, no te preocupes por el uniforme, puedes seguir viniendo con tu anterior uniforme mientras consigues el tulló, solo tienes que usar esto - Alfred saco de un cajón saco una pañoleta de color rojo con el logotipo de la escuela -. con ella sabrán que estudias con nosotros.

- Gracias. - Respondió, al mismo tiempo que guardaba los libros en la mochila.

- Muchas gracias, en la tarde vamos a tener que buscar un diseñador de ropa para que diseñe un uniforme especial para ti. - Dijo su padre tomando la pañoleta. Álvaro ayudando a Oliver a ponerse la pañoleta, aunque no le gustó mucho la combinación del tono rojo que tiene combinado con el color verde militar del uniforme anterior.

- Otra cosa por la cual me tengo que quejar, no me gusta ser un cuadrúpedo, me gustaría ser más como tú, tienes dos patas y dos manos y si fuera más como tú, no tendrías que buscar a un diseñador de ropa para que me haga ropa exclusiva mente para mí -. Dijo Oliver viéndose en un espejo que tiene el director en su oficina - No me gusta esta combinación de colores.

- Pensamos Igual, no me gustan esos colores - Dijo Álvaro viendo a su hijo, en eso suena la campana indicando que ya van empezar las clases -. Bueno me tengo que ir, suerte en tú primer día de escuela - Dijo dándole un beso en su mejilla, Oliver también le dio un beso de despedida.

- Igual tú, suerte en tu entrevista de trabajo - Respondió Oliver viendo a su padre.

- Gracias la voy a necesitar - Dijo Álvaro volteando a ver al director -. Se lo encargo mucho.

-No se preocupe está en buenas manos - Respondió dándole la mano para despedirse.

- Gracias, te veo en la salida - Dijo Álvaro saliendo de la oficina del director.

Después de que su padre se fuera, el director llevo a Oliver por un pequeño recorrido por la escuela, mientras caminaban en dirección al salón de clases, tardaron una media hora en recorrer toda la escuela primaria, la última parada fue el salón donde va a estudiar.

- Espera aquí - dijo mientras tocaba la puerta que tenía una placa con un dos a un lado de una letra A.

- Adelante - se escuchó una voz femenina del otro lado de la puerta.

El director abrió la puerta para entrar al aula -, Buenos días - saludo cerrando la puerta, Oliver escucho a sus nuevos compañeros saludando al director del otro lado de la puerta.

Para muchos niños y jóvenes este momento es de puros nervios y Oliver no era la excepción, aunque este momento ya lo ha vivido varias veces, siempre empezar de nuevo es difícil sobre todo por el que dirán o en este caso en que pensaran cuando lo conozcan en persona, Oliver se sorprendió al ver que la puerta del salón se abrió.

- Déjenme presentar les a su nuevo compañero, pasa por favor - dijo el director que volteo a ver a Oliver, Oliver solo podía ver al director ya que estaba en frente de la puerta, ni si quiera podía ver a la maestra.

Oliver sintió como su corazón empezó a latir rápido cuando el director se movió para dejarlo entrar, pero se armó de valor diciendo que él es especial no por ser un prodigioso, sino porque le puede demostrar a su padre y a el mismo que puede superar los retos que le ponga la vida.

- Muy bien Oliver, tú puedes - Dijo Oliver entrando al salón donde va a estudiar a partir de ahora en adelante.