Un mal recuerdo
El de la foto no soy yo, es solo para decorar XD.
La anciana se hacer con al escaparate.
Se colocaba bien sus pequeñas gafas para ver mejora variedad de animalitos. No dijo nada, solo se rechupeteo sus viejos y secos labios y se fue al mostrador. Ella hablaba muy bajito, casi no puede oírla, pero por la expresión de su mirada al ver a Abril supe que se llevaría a mi hermana.
Soy todo un adivino ... Bueno, sigamos.
La anciana volvió al escaparate y se llevó a Abril. 'No ... Otra vez no' se dijo mi padre a sí mismo preocupado. Ben se acercó a mi padre con tal de animar a mi padre. 'Oye, tranquilo, seguro que estar bien' 'Y cómo vas a saber fue eso?' dijo mi padre molesto, estaba sentado frente al cristal, observando a los dos hijos que le quedaban. 'Tu qué no lo entiendes' 'Claro que lo entiendo!!' Ben agachó la cabeza en sentimiento de perdida, mi padre comprendió lo que le ocurría al ver una lagrimilla caer al suelo desde su rostro de color negro como la noche y de sus ojos verdes como esmeraldas. '¿Qué le ocurrió a ... tu familia?' Ben ni contestó, tan sólo se situó junto a mi padre y se tumbó (típico de los gatos, se tumban en cualquier lado) y mi padre hizo igual.
'Yo nací en New York, era una ciudad encantadora. Vivía con mis padres y mi único hermano. Antes de nacer yo una familia encantadora adoptaron a mi padre, un Bombay callejero, y en la casa de la familia conoció a mi madre, una siberiana encantadora. Un día, cuando solo tenía un par de meses y mi hermano cumplió la semana, viajamos a España. Nos fuimos todos juntos. Pero por desgracia el avión se estrello en el aeropuerto de Madrid, mis padres y la familia murieron, quedamos mi hermano y yo. Tuve que cuidar de él asta que un día llegamos a esta pequeña ciudad y me llevaron a la perrera, por suerte no vieron a mi hermano pero se quedo solo en la calle. Un año después me trajeron a esta tienda y aquí estoy desde entonces' Ben acabó la triste historia y el silencio consumió la "habitación" durante unos segundos, mi padre agacho la cabeza en sentimiento de culpa.
'Cómo puedes querer que te adopten y te separen de tu familia!?' le dije a mi hermana mayor, Verónica, la última de mis hermanas que quedaba por adoptar. Al parecer ella prefería que la adoptaran que a quedarse en la fianza de mascotas con su familia. 'Pues si, al menos es mejor que estar aquí encerrada todo el día con bebes viejos' 🙎Le puse una mirada de decepción.
A pasado un mes, mi hermana fue adoptada hace unos quince día o así. La adoptó una joven chavala que se acababa de independizarse con su novio, lo sé porque lo dijo mientras buscaban un acompañante animal. A Noddy también lo adoptaron, unos días antes de Verónica, por un estudiante que quería ser bombero. Max también, hace un par de días, por una simple familia de dos padres y un hermano y hermana, la verdad, no se llevaban bien.
Me quedé solo, tan sólo me queda mi padre y su compañero.
Ya es Abril, ya se puede oler las flores florecer, la brisa de primavera refresca, las pocas lluvias alimentan a las plantas para que sobrevivieran al caluroso verano. Me gustaría salir y correr por las calles, ver como los niños se alegran de que se acerquen las vacaciones, a las abuelas cocinar pasteles de frutas y a las madres arreglar el jardín mientras los padres trabajan y los niños están en el colegió. Esta es la segunda estación del año que más me gusta, la primavera, que pena que no pueda disfrutarlo.
Varias personas entraron en la tienda para comprar mascotas pero nadie me escogía. Todos los animalitos del escaparate fueron adoptados, varios niños se llevaron casi todos los pececitos, los pájaros escaseaban, casi no quedaban animales.
El vendedor se acercó a mi seriamente y me dijo: 'Pequeño, lo siento mucho pero, si no te adoptan para finales de mes tendré que llevaros a ti y tu padre a la perrera". Espera ¡¡¡LA PERRERA!!! No puedo ir allí! Es un lugar horrible!
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