Narra Marshall

Hola amigos soy Marshall, tengo 6 años y soy el cachorro bombero y médico de los paw patrol, hoy quiero contarles un poco sobre mi vida desde que era una pequeña bola de pelos hasta ser el cachorro grande y tal vez algo torpe que están viendo ahora mismo. Así que comencemos desde el principio y cuando digo desde el principio me refiero a que comencemos con mi vida antes de llegar a los paw patrol.

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Yo era un cachorro muy pequeño, tendría unos 2 años y medio (caninos), no recuerdo haber conocido a mi verdadero padre, pero si recuerdo que vivía con mi madre Dotty.

Ella trabajaba como para médico de un cuerpo de bomberos en la ciudad donde vivía antes. Lo que más recuerdo de la primera vez que fui al trabajo con ella fue la primera vez que vi un camión de bomberos.

Marshall: (Mirando el camión de bomberos) Wao ¡es enorme!

Dotty: Sí que lo es

Marshall: (señalando la manguera del camión) Mamá ¿Qué es esto?

Dotty: Esa es la marguera contra incendios

Marshall: Ah, (señalando la escalera de camión) ¿Esa es la escalera que usan para apagar incendios en las alturas?

Dotty: Sí, y no solo eso también la usamos para rescatar personas y animales de lugares altos

Marshall: Entiendo, y ¿cuántos incendios has apagado, mami?

Dotty: No muchos hijo, por lo general mis dueños se encargan de los incendios y yo solo me ocupo de los heridos, rara vez apago uno

Marshall: Ah claro, Oye mami sabes, ya sé que quiero ser cuando sea grande

Dotty: ¿Y qué quieres ser?

Marshall: Quiero ser un cachorro bombero

Dotty: Que bueno Marshall, necesitarás mucho entrenamiento

Marshall: Quisiera empezar ya

Dotty: Esta bien, empezaremos hoy ven conmigo

Desde ese día empecé a entrenar para ser el mejor cachorro bombero del mundo, al principio lo veía algo difícil pero mi madre siempre estaba ahí para mí, nuestra familia era algo pequeña pero llena de amor y felicidad, al menos eso creía. 

Pero como saben el miedo y la tristeza puede invadir cualquier familia no importa que tan feliz sea y así invadió la nuestra, unas semanas después de que empecé mi entrenamiento mi madre y yo dábamos un paseo por la estación de bomberos, entonces no sé porque o cómo, pero alguien había denunciado a mi madre para que se la llevaran a la perrera municipal sin ninguna razón, es decir, mi madre era la mejor y nunca hizo nada malo, pero lo que se supone que tenía que pasar pasó.

Después de eso me quedé solo en las calles estaba lleno de miedo y tristeza, tanta hasta había llegado al punto en caminar sin rumbo pensando en mi mamá, entonces sin darme cuenta caminé hacia el puerto y en ese momento estaba tan cansado y hambriento que me recosté en una caja llena de toallas y me dormí, debieron haberme subido un barco junto con otras cajas porque desperté en el sótano del barco y ahí supe que algo había pasado, cautelosa mente subí a la cubierta de barco y estaba navegando en el mar oyendo que pronto llegaría a su destino así fue como llegué a Bahía Aventura.

Continuará..............................