30. "Él es mí Papá"
Cuando Lincoln regresó a su cuarto, notó que Loan y Lulú estaban profundamente dormidas, a pesar de que la lámpara había quedado encendida.
Ambas se veían muy inocentes durmiendo, en especial Loan, quien sonreía mientras abrazaba su almohada.
El presenciar esta escena, hizo que Lincoln se quedára mucho más tranquilo.
Se acercó a la cama y cuidadosamente levantó las sabanas, tratando de no destapar ni despertar a su hija mientras se acostaba a su lado.
Ver el rostro de Loan mientras dormía le generó tanta ternura que, inconcientemente, se acercó a ella para acariciar su cabello con gentileza:
- Aún no lo entiendo... ¿qué habré hecho para merecerme una hija como tú? - se preguntaba - Te mereces un padre que sea mejor que yo.
Con todo lo ocurrido esta noche,
Lincoln había quedado muy cansado.
Apagó la lámpara y posó su cabeza en la almohada, tratando de dormir.
Solamente bastaron un par de minutos para que se quedara profundamente dormido...
Ya eran las dos de la madrugada.
No se lograba escuchar ni un solo ruido en la casa Loud... a exepción de una silueta que avanzaba lentamente por el pasillo, mientras sollozaba...
Aquella figura continuó avanzando hasta llegar a la habitación de Lincoln, abriendo lentamente la puerta.
Se acercó cuidadosamente hacia su cama, pero antes de siquiera llegar a tocarla, no pudo contenerse más y acabó por romper en llanto:
- ¡Papááá! ¡Tuve una pesadilla! - se trataba de Leia, quien lloraba aterrada.
Lincoln despertó al escuchar el llanto de su hija. Rapidamente prendió la luz y se acercó a ella tomándola entre sus brazos:
- Tranquila Leia, ya pasó... yo estoy aquí.
- Tuve mucho miedo papi... un monstruo se comía a mis hermanas y a tí tambien... - narraba Leia mientras abrazaba a su padre con fuerza.
El llanto de Leia también había despertado a Lulú, quien comenzó a llorar estridentemente.
Al escuchar tanto ruido, Loan despertó también, a pesar de que aún tenía los ojos cerrados:
- ¿Papá? ¿Qué pasa...? ¿Ya es de día? - preguntó confundida.
- No, no es nada hija. Leia tuvo una pesadilla, eso es todo - respondió - necesito pedirte un favor, ¿Puedes ayudarme a calmar a Lulú?
Loan frotó sus ojos para ver que pasaba y decidió levantarse de la cama.
Tomó a Lulú entre sus brazos y la mecía gentilmente para que se calmara.
Por su parte, Lincoln calmaba a Leia, mientras le limpiaba la naríz con un paño humedo:
- ¿Te sientes mejor hija? - preguntó, a lo que Leia solo respondía asintiendo con la cabeza - ¿Quieres que baje a prepararte una leche con chocolate? - Leia volvió a asentir - Muy bien, quiero que te quedes aquí con tus hermanas mientras bajo por la leche.
Al escuchar esas palabras, Loan no pudo evitar el sentirse incomoda.
No le molestaba el hecho de quedarse a solas con Leia, por el contrario, era ella quien no soportaba a Loan.
- Volveré en seguida, portense bien y no estén hurgando entre mis cosas - decía Lincoln a medida que bajaba por las escaleras.
Ya estando las dos solas, Leia se metió en la cama mientras aún se frotaba las lágrimas en sus ojos. Miró en dirección a Loan, mientras su expresión volvía lentamente a la normalidad:
- ¿Por qué estás en el cuarto de Papá? - preguntó Leia.
- Bueno... es que... yo... tuve una pesadilla y...
- ¡No es cierto! - gritó - ¡tú ya eres muy grande para estar teniendo pesadillas!
- E-eso no tiene nada que ver - le contestó a Leia - yo también tengo problemas...
- ¿¡Qué problemas puedes tener tú!? - Le recriminó - Pasas en casa todo el día y no tienes que ir a la escuela ni hacer tareas. ¡Lo unico que haces es ocupar espacio en la casa!
Ante las crueles palabras de su hermana, Loan trató de mantener la calma y no llorar, pero una vez más, se estaba viendo superada por la situación.
- Quiero que te vayas y nos dejes en paz a mi y a mi Papá - dijo Leia en tono de ultimatum - Si no lo haces, le hablaré de aquél paquete del correo... ¿¡Te quedó claro o tengo que repetirtelo!?
Loan asintío cabizbaja y sin decir nada más, tomó a Bun-bun y salió de la habitación.
Al abrir la puerta, Loan se sorprendió al ver a su padre, quien entraba con dos vasos de leche, uno en cada mano:
- Hija, ¿a donde vas? los traje a las dos un vaso de leche - dijo Lincoln.
Loan, todavía intimidada por las palabras de Leia, trató de conectar algunas palabras para salir de esa situación:
- G-gracias Papá... pero yo ya me siento mejor... m-me iré a mi cuarto ahora. Muchas gracias por la leche... - Loan tomó un vaso de la mano de Lincoln y en seguida le dío un beso en la mejilla - Buenas noches Papá...
Leia observaba triunfante como Loan salía del cuarto...
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