13. La verdadera hermana mayor.
Loan se quedó un rato viendo a aquel taxi alejarse y hacerse mas pequeño en el horizonte.
- Sigh ... Quisiera haber podido hablar más con ella sobre mamá - dijo mientras cerraba la puerta.
Una vez adentro, sacó la taza que le sirvió a Dolores para no levantar sospechas.
Mientras la lavaba, Loan sintió un silencio poco usual en la casa.
Entonces lo recordó: por qué habia tanto silencio si estaba lavando ropa?
Bajó rapidamente hacia el sótano, donde estaba la lavadora y notó que ya había terminado la primera carga.
Puso la ropa mojada en un canasto y en el segundo lavado puso la ropa de los hombres.
- Espero no les moleste a mis hermanas si queda un poco de ropa suya sin lavar - se dijo Loan a si misma... intentando tranquilizarse.
En ese momento, escuchó como se abría la puerta principal.
Se escuchaban las voces de los niños; se trataba de Leia, Lupa y Lemy, quienes llegaban de la escuela..
Cuando Loan subió para recibirlos, se dió cuenta que habian llegado junto a Liena, la cual había pasado a recoger a Lizy.
- Loan! Como has estado? - Dijo Liena mientras corría a abrazar a su hermana mayor. Lizy también se les unió en el abrazo.
Los demás hermanos también la saludaron, aunque con algo de infiderencia.
Todos dejaron sus mochilas en el living y se fueron hacia la cocina porque habían llegado con mucha hambre.
Liena fue a la cocina tambien para prepararles algo de comer a los niños.
Mientras tanto, Loan aprovechó esa instancia para bajar al sotano y programar la lavadora de nuevo.
Tomó el canasto de ropa humeda y volvió a subir para tratar de sacar la ropa.
Cerró sin hacer ruido la puerta del sótano y de puntillas se dirigía hacia la entrada.
No pasó mucho hasta que Liena saliera de la cocina y descubriera a Loan:
- Eh? Y esa ropa que llevas ahí Loan? - se preguntó.
- E-es que... Yo... - tartamudeaba Loan.
Ella siempre sentía que a los ojos de sus hermanos, ella era una carga, por eso, lo unico que podia hacer eran los quehaceres de la casa, y si ni siquiera podía hacer eso, entonces qué le quedaba?
- Te quedaste sin tiempo para colgar la ropa verdad? - preguntó Liena.
- si... ahora qué voy a hacer? Todas me van a regañar y me van a odiar... - decia mientras secaba sus lagrimas con las mangas de su sweater.
- Me puedes acompañar al sotano por favor? - le preguntó.
Loan solo asintió con la cabeza.
Ambas bajaron por la escalera, no sin antes de que Liena diera un grito:
- Lemy! Puedes colgarme esa ropa que dejé en la entrada? Lupa! Vigila a tus dos hermanas!
- Si Liena! - dijieron ambos al unísono.
Camuflados por el sonido de la lavadora, nadie las podría escuchar allá abajo.
Loan y Liena se sentaron juntas en un sillón que estaba en el sotano;
Era muy viejo y seguramente llevaba más de veinte años en la casa:
- Loan, tú sabes por qué te ayudo cuando tienes problemas? - preguntó Liena muy seriamente.
- P-por que no soy capaz de hacer nada por mi misma? - respondió.
- No es por eso, lo hago porque tú crees poder hacerlo todo sola, y no es así - respondió Liena.
- ya veo... - dijo Loan desanimada.
- ... por eso, cada vez que necesites ayuda, tienes que hablar conmigo. Estás de acuerdo? - dijo Liena con una sonrisa.
- no entiendo... Creí que estabas enojada conmigo - dijo confundida.
- No Loan, yo jamás podría enojarme contigo - dijo mientras le secaba las lagrimas - Admito que si te tengo un poquito de celos porque siempre tienes muy buena dispocision.
Tan solo miranos, si no fuera por tí, esta casa se caería a pedazos.
- P-pero yo-
- Por favor dejame terminar interrumpió a Loan - siempre madrugas para prepararnos el desayuno, estas ahi cuando te necesitamos, hasta limpias todos nuestros cuartos, y yo... solamente se coser y preparar smoothies.
Siento que soy la que menos ayuda en esta casa, por eso es que quiero ayudarte en todo lo que pueda.
- Muchas gracias Leina - dijo Loan mientras secaba sus ojos - creeme que no se como puedo agradecerte todo lo que siempre haces por mi...
- pues... A decir verdad... Si hay algo que queria pedirte, pero es muy tonto...
- Nada de eso, tu dime de que se trata - respondió Loan.
Liena evitaba el contacto visual con Loan:
- ...Puedes decirme que me quieres? - dijo sonrojada.
Loan la miró por unos segundos y sin decirle nada, la rodeó con sus brazos:
- Te quiero mucho Liena - dijo avergonzada.
- ... puedes decirlo de nuevo? - le pidió Liena.
- Te quiero mucho.
- DE NUEVO!
- TE QUIERO MUCHO! - gritó Loan mientras la abrazaba más fuerte.
- ...yo tambien te quiero Loan, te quiero mucho...
Liena le devolvió aquel abrazo y ambas se quedaron así por un buen rato...
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