Mientras se lavaba la primera carga de ropa, Loan recordó que las revistas de Lemy aún se encontraban en la entrada de su habitación, por lo que subió a toda prisa para ocultarlas en algún otro lugar.

El único lugar en el que pudo pensar sería bajo su cama.
Nadie entraba a la habitación de Loan, excepto Liena y Lupa, pero solo cuando ella estaba en su cuarto.

Una vez ahi, levantó su grueso cubrecamas de plumas y empujó las revistas muy al fondo de la cama para que no las encontrara nadie, pero algo ocurrió, habían chocado con una caja.

Extrañada, miró bajo la cama y movió las revistas para ver de que era esa caja, pero ni siquiera ella recordaba lo que era o por qué la habia guardado.

Al momento de sacarla, lo recordó;
Era un paquete mediano, de color magenta que estaba a nombre de LujuriaLoud.
Se trataba de una pedido que había hecho por internet, ya saben, en una de esas tiendas para adultos.

Por si se preguntan como lo compró... Loan siempre guardaba la mesada que su padre le daba. Nunca había nada que ella quisiera comprarse.
Un día, vió el aviso por internet y como era algo caro solo le sobraron veinte dólares.Los mismos que les tuvo que dar a Leia por guardar silencio.

Con mucha timidez y un nudo en su garganta, Loan abrió la caja para revisar su contenido; había un vibrador rosado tamaño M, además de un manual de instrucciones, un interruptor y dos botellas pequeñas de lubricante.

Con mucho cuidado sacó el producto de la caja.
Era la primera vez que sostenía uno vibrador en sus manos; le llamaba la atención la textura blanda pero solida de la goma.
Luego sacó el switch de la caja, al pulsarlo, el producto empezó a moverse y vibrar en su mano. Esto la asustó tanto que se le soltó y cayó al suelo.

Mientras lo recogía, recordaba una ocasión en clases donde sus compañeras hablaban sobre lo bien que se sentia usar un vibrador.

En ese aspecto, Loan aún era muy inocente, ya que jamás había tenido experiencias previas.
Todas las dudas que tenía sobre la pubertad nunca fueron resueltas por nadie; sus compañeras la habían aislado y le daba mucha vergüenza preguntarle a algún adulto, a sus hermanas o a su mismo padre, por lo que recurría a libros y al internet.

Por unos momentos se preguntó si Lyra o Liena ya lo habrían hecho con algún chico.
¿Y por que no habrian de hacerlo? Ambas ya eran grandes para tomar sus propias decisiones.

Cuando al fin encontró el vibrador, tomó una polera para sacarle las pelusas con sumo cuidado.
Aún tenía algunas dudas de como utilizarlo, así que tomó el manual de instrucciones y lo leyó de principio a fin.

Mientras lo leía, pasaban por su mente otras cosas, como que le diría a Lemy al regresar a casa o que era lo que Lupa quería decirle en la noche..

A pesar de leer el manual, aún se sentía insegura, asi que trató de recordar lo que hacían las mujeres de los videos para adultos:

- vamos a ver... ellas usan su boca para lubricar con su propia saliva el pene de los hombres - dijo Loan para si misma, pero el solo describir los pasos a seguir le provocaba mucha vergüenza, así que cerró sus ojos durante todo el proceso.

Se acercó el vibrador hasta sentir la punta de este en sus labios, abrió su boca muy lentamente y con mucho cuidado comenzó a lamerlo.
Rodeaba la punta de este con su lengua, llenandolo de saliva y cubriendo cada lugar hasta dejarlo humedo.

Loan se empezó a sentir mucho calor, era la misma sensación de cuando estaba pensando en su padre, pero ahora la diferencia era que tenía el vibrador.

La libido de Loan estaba desbordándose, su respiración se agitaba y su corazón latía cada vez más rapido igual que aquella vez.
Casi por inercia sabía lo que seguía; se bajó los pantalones y la ropa interior, abrió sus piernas y lentamente llevó el vibrador hacia su vagina.
La punta estaba tocando sus labios inferiores, estaba entrando lentamente...

En ese momento, se escuchó el toquido de la puerta principal, Loan casi se cayó del susto.
Se vistió rapidamente y guardó todo bajo la cama.

- Quien podría ser a estas horas? - se preguntaba mientras salía de su habitación.