9. Un lobo que busca pelea
El sonido de algo chocando contra la pared se escuchó en medio del pasillo desierto. Pero no era algo, sino alguien que había sido empujada con fuerza.
-Joder- se quejó Akala por la fuerza que ejerció el chico.
-Habla- demandó el moreno -¿Qué escondes?
-Esas no son maneras de tratar a una chica- dijo Akala enfadada y evitando sus preguntas.
-Es porque no me dejas otra opción si quiero que me cuentes lo que sabes- le contestó el chico.
Akala fulminó al chico con la mirada y éste se la mantuvo. Una lucha de miradas por parte de la rubia y el moreno comenzó.
-Te digo que no sé nada- habló Akala queriendo que se quitase de encima, pues la tenía acorralada -No sé nada de lo que me estás hablando.
-Mientes- dijo el chico mirando atentamente los ojos azules de la chica.
Unas horas antes...
Akala y Milo iban en el coche de camino al instituto como todo los días.
-¿Lista para evitar a los lobos de nuevo?- preguntó Milo aburrido mientras miraba por la ventanilla.
-El chico es persistente- habló su hermana haciendo referencia a Thiago -Sigue intentándolo- dijo molesta.
-Él cree que eres su hermana desaparecida- dijo Milo apartando la mirada de la ventanilla para mirar a su hermana.
-Aunque lo fuera, sabes que no puedo...- dijo su hermana incómoda.
-Está bien, no hace falta que digas nada más- dijo su hermano quitándole importancia al asunto.
-Bueno, hemos llegado- dijo Akala viendo ya el edificio -Nos vemos a la hora del descanso- dijo su hermana.
-Sí- contestó el chico para minutos después dejar el coche e irse a su clase.
Al terminar la primera clase, Thiago se encontraba en la puerta esperando a Akala.
-Akala- dijo el chico con alegría al verla.
-Por favor, déjame- dijo ella cortante -Pensé que lo habiamos dejado todo claro.
-Pero, ¿por qué niegas lo que es evidente?- dijo el chico un poco dolido.
-Porque te digo que no somos hermanos- dijo la rubia mirándolo con enfado.
-No- dijo el chico decidido -No lo dejaré estar, eres mi hermana y voy a hacer que lo entiendas, no lo ves, pero yo sí- dijo firme.
La chica cansada de lo de siempre, se fue de ahí dejando al chico atrás. Un escalofrío recorrió su espalda cuando caminaba por el pasillo a su siguiente clase. Alguien la estaba observando y no pasó desapercibido por la chica, quien se giró para saber quién la miraba. A lo lejos, entre toda la gente vio al chico que era el Alpha de la manada observándola, al parecer había captado su atención y eso no era bueno.
-Maldición- dijo por lo bajo cuando cruzaron miradas entre los dos.
El chico, después de verla, se movió de allí desapareciendo por el pasillo y entre la gente.
-Algo me dice que estaré en problemas- dijo la rubia dirigiéndose a su siguiente clase con rapidez.
Y al parecer Akala no se equivocaba, pues a la hora del descanso, cuando se dirigía a encontrarse con su hermano, el chico se interpuso en su camino.
-Akala- pronunció el chico como analizando su nombre -Sino recuerdo mal, así se llamaba la hermana de Thiago- dijo el chico mirándola por encima.
-Pero yo no soy su hermana- dijo Akala a la defensiva.
-Yo no he dicho que lo seas, a menos de que estés mintiendo y de verdad seas su hermana- dijo el chico mirándola fijamente.
-No, no lo soy- negó Akala firmemente -Espero que tú no estés aquí para hacerme cambiar de opinión- dijo la chica desconfiada de sus intenciones.
-No he venido por eso, aunque puede que por una parte sí, pero no es eso lo que quiero saber- dijo el chico.
-¿Entonces?- preguntó la rubia.
-Sé que escondes algo y quiero saber qué es- dijo el moreno directo -Desprendes un aura misteriosa y a tu alrededor lo único que puedo notar es que hay muchos secretos, demasiados- dijo resaltando la última palabra.
-No escondo nada- dijo la chica.
-Mientes, lo veo en tus ojos- dijo el chico -Y también lo siento, sé cuando me mientes.
El chico tenía razón, Akala no sabía cómo, pero él podía ver sus mentiras. Sabía que había algo extraño en él, pues Akala también sentía cosas raras venir de él y ahora mismo sentía su curiosidad, sus ganas por conocer todo lo que ella ocultaba.
-Tus ojos azules- dijo el chico -Los he visto antes, ¿no?- dijo el moreno haciendo que las alarmas de Akala saltasen.
-No, no creo- dijo la rubia un poco nerviosa.
-¿Eras tú?- dijo el chico frunciendo el ceño e invadiendo el espacio de Akala.
-No sé de que me hablas- dijo la chica abriendo de nuevo el espacio entre ellos.
-No me mientas- dijo el chico agarrando a Akala de los brazos y empujándola.
Iniciando así, la situación en la que los dos acabaron envueltos. Akala quería golpearlo y dejarlo inconsciente, así por lo menos la dejaría, pero eso solo causaría mas problemas en el futuro.
-No voy a decir nada más- dijo Akala dando por terminada la conversación.
-Esto no acaba aquí hasta que yo lo diga- dijo el moreno.
Solo pasaron unos cuantos minutos hasta que alguien apareció en el pasillo.
-¡Enzo!- gritó Thiago al otro lado de donde se encontraba la chica y el moreno.
Akala odiaba admitirlo, pero se sentía aliviada de verlo y no estar a solas con el moreno.
-¡Maaka!- se escuchó gritar a Milo, quien apareció detrás de Thiago.
-Milo- dijo la rubia al ver a su hermano.
-¡Tú!- gritó Milo -¡Apártate de mi hermana!- le ordenó al chico moreno.
El pequeño de los Winter se acercó a ellos en unos pasos y Thiago fue detrás de él.
-Enzo, suéltala- dijo el rubio oscuro haciendo entrar en razón a su amigo.
-Bien- dijo el moreno liberando a Akala.
-Gracias- dijo ella más tranquila.
-¿Por qué estáis aquí?- preguntó el moreno a su Beta.
-Milo buscaba a su hermana y no la encontraba, por lo que me preocupé y decidí ayudarlo a buscar- le explicó el chico rubio.
-Milo vámonos- dijo Akala a su hermano.
-No te acerques a mi hermana- amenazó Milo al moreno.
-Milo- llamó la rubia.
-Prefiero mil veces a Thiago cerca de ella que a ti- dijo el chico para después seguir a su hermana que se iba sin él.
-Vaya al parecer les caigo mejor que tú- dijo Thiago un poco feliz mientras los veía marchar.
-Esa chica...- dijo Enzo en un tono un poco bajo.
-Lo sé, esconde algo y no quiere ver la verdad, pero necesita su tiempo para comprender que es una de nosotros- dijo el chico rubio -Pero no puedes forzarla como lo has hecho antes- regañó Thiago -Así no se trata a las chicas.
-Si me hubieras dado más tiempo, habría obtenido la información que quería, pero como siempre eres muy oportuno- se quejó el moreno encaminándose a la cafetería.
-¿Estás bien?- preguntó Milo a su hermana cuando se alejaron bastante de los dos lobos.
-Sí, pero son peligrosos, esos lobos nos traeran problemas y lo peor es que no puedo darles una paliza- dijo Akala molesta.
-Será mejor que regreses a casa, no estás bien- dijo el chico preocupado.
-Estoy bien, en serio- le dijo su hermana.
-Si tú lo dices, confiaré en ti- dijo Milo.
-Mi pequeño lobo- dijo Akala mirando a Milo -No te preocupes tanto- lo tranquilizó su hermana.
-Te quiero, Maaka- contestó su hermano -Pero no quiero verte en problemas- dijo preocupado -No quiero perderte.
-Y no lo harás- dijo ella confiada y decidida a que no pasaría nada de lo que dijo -No lo permitiré, estaremos siempre juntos, lo prometo- dijo con una pequeña sonrisa haciendo que Milo se aferrase a esa promesa que había hecho su hermana.
-Siempre juntos- dijo él cerrando la promesa.
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