41. Baile y encuentro
-¡Hoy es el día!¡Hoy es el día!- gritaba Kiara histérica y eufórica a la vez.
-Tenemos que elegir la ropa que nos pondremos- dijo Tala con fastidio pensando en el tiempo que desperdiciaba y desperdiciaría en buscar la ropa.
-Compraremos ropa nueva- dijo la rubia girando su cabeza para mirar a la pelirroja -No usaremos la que tenemos en nuestros armarios.
-Peor todavía- dijo la pelirroja disgustada -Prefiero buscar entre lo que ya tengo- dijo devolviéndole la mirada a la otra chica.
-¿Por qué se fueron Nico y los otros con tanta prisa?- preguntó Kai a Lena ignorando a su hermana y Kiara que discutían sobre la ropa -Justo un día antes del baile.
-No lo sé, pero me preocupa Milo- contestó la chica en voz baja -Ayer estaba perfectamente, como si no le hubiera pasado nada el día anterior- le dijo al pelirrojo.
-A lo mejor no fue tan grave como parecía- dijo el chico restándole importancia -Akala vino y lo tranquilizó, así que ya estará bien.
-Sí, pero ayer no se junto con nosotros en todo el día- dijo la castaña.
-Estuvo ocupado ayudando a Akala y hablando con los chicos italianos- dijo Kai recordando.
-Ya estamos- dijo Thiago apareciendo con Enzo.
Los chicos había sido reunidos por Kiara. La rubia quería ir a buscar los vestidos y trajes y pensaba llevar a los demás también, por lo que no les dijo nada hasta el momento.
-¿Qué haremos?- preguntó Enzo un poco molesto.
-Comprar- dijo Kiara recibiendo miradas en desacuerdo de los chicos.
-Espero que no tardemos- dijo Thiago para si mismo sin llevarle la contraria a la rubia -Tengo que volver para estar con mi padre.
-Sabes que tardaremos- le susurró Kai quien lo oyó -Siendo Kiara, hasta que no apruebe nuestros trajes y vestidos, no nos dejará irnos.
-¡Maaka!- llamó Milo a su hermana.
Los hermanos Winter y Aya, por otro lado, buscaban entre sus ropas algo que ponerse.
-Ese traje azul oscuro te queda bien- dijo Aya mirando al castaño.
-¿Tú qué te vas a poner?- preguntó el chico.
-Un vestido- dijo la chica bruja -Creo que Akala también se pondrá uno.
La chica rubia apareció y le dio un vistazo a Milo mientras asentía de acuerdo con el traje.
-¿No te probarás el tuyo ahora?- preguntó Milo viendo que su hermana no llevaba el vestido.
-Me vestiré cuando sea la hora de arreglarnos para irnos- dijo la chica.
Mientras, en la manada, cuando los chicos se habían ido a buscar la ropa, Ian fue a ver al antiguo Alfa.
-Mañana vendrá un grupo de cazadores a la manada- dijo el antiguo Beta en el despacho del Alfa.
-Se sabe que los cazadores están haciendo acuerdos de paz con las manadas, por lo que seguramente vendrán a eso- dijo el hombre mirando a su Beta -Tomaré el mando de la manada mañana, así que te necesitaré.
-De acuerdo- dijo Ian -Por cierto, hoy es el baile de la Luna Llena- dijo cambiando de tema.
-Sí, los chicos entrarán primero- dijo el padre de Enzo -Nosotros los acompañaremos después.
Ian solo asintió y después salió de allí. Ya cuando volvieron los chicos de las compras, Thiago acompañó a su padre hasta la hora de prepararse para el tan esperado evento.
-Ya estais todos- dijo Ian con los chicos reunidos.
-Estais genial- dijo el padre de Enzo levantando el pulgar y sonriéndoles.
-Gracias- le respondió Lena devolviéndole la sonrisa.
Las chicas iban con un vestido, menos Tala que los odiaba y se puso un traje como los chicos.
-Vamos, o llegaremos tarde- dijo Kiara impaciente.
Las chicos de la manada esperaron en la puerta del insituto a los hermanos Winter y Aya, quienes no habían llegado todavia.
-Nosotros entraremos luego- dijo el padre de Thiago -Así que nos daremos una vuelta, portaros bien- dijo despidiéndose.
Cuando los dos hombres desaparecieron, llegó un coche que aparcó cerca. Thiago estaba inquieto y nervioso, pues la chica rubia había llegado y su padre también estaba cerca.
-Sois unos lentos- se quejó Kiara al verlos bajar del coche que recién había aparcado.
Algunos de los chicos estaban un poco sorprendidos de que Akala tuviera coche y condujera, además de que la chica rubia iba arreglada y le quedaba demasiado bien el conjunto. La cazadora no llevaba un vestido como dijo Aya, sino que se puso unos pantalones blancos con una camisa negra a juego con los tacones.
-¡Guau!- dijo Kai viéndola y acercándose a ellos.
-¡Lena!- dijo Milo dirigiéndose a la chica castaña al verla.
-¿Entramos?- dijo Akala enfrentándose a la rubia de la manada cuando la tenía delante.
-Por supuesto que sí- dijo Kiara platándole cara y dándose la vuelta para ir la primera.
Los chicos había coincidido en el turno para servir a las mesas, por lo que cuando terminaran, podrían disfrutar del baile todos juntos. Había habido algunos antes de ellos y todavía quedaban muchos otros, por lo que la tarde y la noche serían largas.
-Hola, ¿qué tomarán?- dijo Akala distraída llevando un delantal y una libreta en la mano, mientras que con la otra buscaba el bolígrafo en el bolsillo.
En la mesa había dos hombres, uno rubio y otro moreno. La chica no se había fijado en quiénes eran hasta que levantó la mirada.
-Maldición- dijo en un tono muy bajito para que nadie la escuchara -Son de la manada- volvió a decir.
-¡Akala!- gritó Tala con tono molesto llamando la atención de la mesa donde se encontraba -¡Date prisa que nuestro turno termina!- le recordó la pelirroja.
-¿Akala?- dijo el hombre rubio haciendo que la chica volteara la vista de nuevo a ellos -Te llamas como mi hija- dijo el hombre con mirada triste.
La chica no sabía que hacer, ese hombre seguramente era el padre de Thiago, por lo que también sería su verdadero padre.
-¿Está bien, señor?- preguntó la rubia nerviosa.
-Ian- dijo el otro hombre de la mesa un poco preocupado.
El rubio lo miró para después mirar a la chica. Se quedó contemplando los ojos azules de la rubia durante unos segundos.
-Estoy bien- dijo sonriendo -Entonces, nos dices qué hay.
Después de anotar el pedido, la rubia se dirigió a donde preparaban los platos. Luego buscó a Thiago con la mirada para pedirle un favor.
-¡Thiago!- llamó la rubia cuando lo encontró -¿Puedes encargarte de esa mesa, por favor?- dijo indicándosela.
El chico miró en la dirección que señalaba y vio a su padre y el padre de Enzo.
-Ah- fue lo único que dijo al principio -Claro- asintió un poco atónito, pues Akala había atendido a su padre y la reacción de ambos era muy calmada o eso parecía.
-Gracias- dijo la chica cazadora marchándose de allí.
-¡Terminad lo que tengais a medio servir y cambiad turnos!- gritó Kiara dando por terminado el trabajo.
-¡Por fin!- gritó Milo estirándose y buscando a Lena y Kai -Vente Aya- le dijo a la chica bruja mientras caminaba.
Akala se encontraba sola, necesitaba calmarse, pues se había sorprendido al ver a su padre, aunque no tenía recuerdos de él, inconscientemente le afectaba e incluso su loba estaba nerviosa.
-Ian- dijo recordando el nombre que había dicho el otro hombre de la mesa.
-Ese es el nombre del padre de Thiago- dijo una voz quien había escuchado a la rubia.
-Enzo- dijo la chica reconociéndolo.
-¿Qué haces aquí?- preguntó el chico.
-Nada, descansar- dijo mirando el suelo.
El chico no le dijo, pero la siguió en secreto cuando desapareció. Desde el momento en que la había visto llegar, no había despegado los ojos de ella.
-Necesito que me aclares las dudas- dijo acercándose a ella -Estoy siendo muy paciente, pero no durará siempre.
-No puedo decirte nada, lo siento- le contestó Akala.
-¿Cuánto tiempo más voy a tener que esperar? ¿No sería más fácil si me lo contaras?- le dijo a la rubia haciendo una pausa -También quiero saber quién fue el chico que vino la última vez y qué relación teneis- dijo recordando al moreno de ojos azules.
La chica alzó la vista y giró su cabeza para mirarle a los ojos. El chico aprovechó para acercarse mientras le mantenía la mirada.
-Es mejor que te mantengas alejado de él- le advirtió Akala -Es peligroso cuando se enfada.
-Yo también puedo serlo- le dijo Enzo acortando la distancia.
-Enzo...- dijo la rubia viendo lo cerca que lo tenía.
De un momento a otro, el chico estaba invadiendo el espacio personal de la chica y ésta reaccionó, intentando alejarlo con las manos.
-Es mejor que cada uno vaya por su camino- dijo la chica a la defensiva y evasiva -No intentes que se crucen porque tomaré otro camino si es necesario- dijo alejándose del chico y caminando por el mismo lugar que vino, pero deteniéndose antes para decirle algo más -Haz como si nada pasara entre nosotros, como si no nos conocieramos- dijo para después irse.
-Sabes que no lo haré, ni ahora, ni nunca- dijo viendo por donde se había marchado la chica.
-¡Enzo!- se escuchó gritar a Kiara quien lo buscaba -Aquí estabas- dijo al encontralo -Baila conmigo- dijo agarrándolo del brazo y tirando de él para llevarlo de vuelta -Por cierto, ¿qué hacías?- preguntó la rubia.
-Nada- dijo dejándose arrastrar por la chica y pensando en Akala.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro