36. Una persona afortunada
"-¡Hana, mira!- gritó una niña riendo mientras giraba sobre sí misma.
La niña tenía 6 años, con el pelo negro y los ojos marrones. Ésta miraba las mariposas de agua que se habían formado a su alrededor volando.
-¡Te estoy viendo!- gritó la otra chica quien tenía el mismo color de ojos y pelo, pues era su hermana mayor.
-¡Haru, eres genial!- dijo de nuevo la niña, refiriéndose a la pequeña mariposa de agua que se había multiplicado.
La mariposa era un familiar, para ser más precisos, el de la hermana mayor.
-¡Será mejor que pareis ya y vengais aquí!- dijo Hana divertida a su hermana pequeña y a la mariposa -¡Me enfadaré si no lo haceis!
-¡Ya voy!- dijo la niña deteniendo el juego con Haru y corriendo hacia su hermana.
La mariposa la imitó e hizo explotar a sus copias como pompas de jabón para después dirigirse hacia donde estaban las dos chicas riendo divertidas."
-Hana- susurró Aya mientras abría los ojos lentamente del sueño que recien había tenido.
Justo en ese momento también se había despertado Akala, quien se estaba estirando en su cama.
-Te despertaste temprano hoy- dijo la rubia al ver despierta a la chica.
-Creo que no volveré a dormirme, así que vayamos a desayunar- sugirió la chica bruja a la rubia mientras se levantaba.
-Está bien, prepararé el desayuno- dijo Akala saliendo de la cama de un saltó y marchándose a la cocina.
Aya la siguió, pero se encaminó primero al baño a hacer una cosa antes de desayunar.
-¿Qué se hizo esa chica en el pelo?- se escuchó decir a Kiara horrorizada.
-Creo que cambiarlo de color- dijo Thiago mirándola desde la distancia.
-¡Aya! ¡Milo!- gritó Lena corriendo hacia los dos chicos acompañada de Kai cuando los vio.
-Akala- llamó Thiago también al verla y acercándose a ella.
-Genial- susurró molesta la rubia mirando al rubio que se aproximaba a ella y al moreno que la observaba desde lejos -Lo siento, pero me tengo que ir- dijo la chica deteniéndo a Thiago con la mano cuando lo tenía delante -Tengo clases- dijo huyendo de allí.
-Akala- llamó Nico a la rubia por el pasillo y siguiéndole el paso.
-Hola- dijo la chica sin detener su paso.
-Hoy, los chicos y yo buscaremos pistas sobre la bruja- le informó el italiano.
-Está bien, me uniré a vosotros esta tarde- dijo la rubia pensando en escaparse de la reunión de los que tenían faltas de asistencia para participar en el dichoso baile -Avísame a qué hora.
-Sí- contestó el chico separándose de ella para ir también a su clase.
Cuando pasaron las primeras horas de clases, todos se encontraron en la cafetería.
-Te cambiaste el pelo a rosa- dijo Marco a Aya.
-Sí- fue lo único que dijo la chica bruja.
-Me gustaba el azul, pero el rosa no está mal- dijo Lena sonriéndole.
-Te queda bien- dijo Kai mirándola -Aunque a Kiara casi le da un ataque al corazón esta mañana- dijo divertido.
-Hola chicos y chicas- dijo alguien llamando la atención -Como solo ha habido una persona que se ha presentado como líder para el evento, se ha nombrado a la otra al azar. La persona afortunada es...- dijo la persona que hablaba abriendo un papelito -Akala Winter. Esa será la otra persona encargada de dirigir y organizar todo el evento. Les deseo suerte a todos y que este año sea inolvidable como todos los demás- dijo terminando de hablar y desapareciendo.
-¡Qué!- dijo Kiara levantándose sorprendida del sitio y mirando a Akala.
-No podía ser peor- dijo la rubia en voz baja, golpeándose con la palma de la mano la frente y siendo observada por los lobos de la manada.
-Creo que serán dos ataques al corazón- añadió Thiago al último comentario de Kai, ganándose un codazo por parte de Lena.
-Creo que esta tarde no nos veremos- dijo Luka mirando a la rubia.
-Lo siento por ti, Maaka- dijo Milo mirando a su hermana -Pero te tocó dirigir.
Ya de vuelta en clase, la loba rubia de la manada no dejaba de mirar de reojo a Akala de mal humor. Cuando terminó la última clase del día, dos profesores entraron para hablar con las dos chicas antes de que se fueran a sus casas.
-Vosotras sois las líderes, por lo que está tarde teneis que venir a la reunión junto con los representantes de cada clase y los que tienen falta de asistencia- dijo uno de los profesores.
-Está tarde tomaremos la decisión de qué haremos y cómo lo organizaremos para empezar mañana con los preparativos del baile- dijo el otro profesor finalizando.
-Tengo una pregunta- dijo Akala llamando la atención de los dos profesores -¿Qué pasará con las clases?- preguntó la rubia.
-No habrán- dijo Kiara como si fuera obvio -Incluso algunas de las cosas que hagamos, pueden estar relacionadas con los contenidos que damos en clase- dijo la chica orgullosa por la explicación que estaba dando -Por lo que pueden poner notas por ello o por participar.
-Como ha dicho Kiara- habló uno de los profesores -Se detendrán esta semana y se reanudarán la semana que viene- concluyó el profesor con la explicación.
-Entiendo- dijo Akala -Gracias- dijo recogiendo sus cosas -Nos vemos esta tarde- se despidió la chica saliendo de la clase y dejando a las tres personas allí.
-Creo que este año será todo un reto- se dijo Kiara a si misma, sabiendo que su personalidad no se llevaba bien con la de Akala, pues la loba de la manada tendía a controlar todo para que fuera perfecto, mientras que Akala parecía una chica despreocupada que iba a su ritmo.
Aunque la chica loba se había equivocado en algo, y es que, debajo de ese aspecto despreocupado, Akala era también una controladora y, al igual que a ella, le gustaban las cosas bien hechas. Solo acertó, en que siempre iba a su ritmo y en que no se llevarían bien.
-Creo que yo voto por un salón comedor- dijo Lena en la reunión.
En la sala se encontraban varias personas, entre ellas: los que tenía faltas de asistencia, los representantes de cada clase, los lobos de la manada, los hermanos Winter y algunos profesores.
-Cada año, siempre hemos hecho diferentes cosas en cada clase- dijo Kiara -¿Por qué tenemos que hacer solo un salón comedor en el gimnasio?- preguntó molesta por la idea.
-Porque es algo nuevo y no lo de siempre- explicó Kai haciendo que Tala lo mirará negando para que no le llevará la contraria a la rubia.
-Al decir baile, yo entendí que se referían a la típica sala de baile donde hay mesas grandes sin sillas llenas de comida y una pista- explicó Akala siendo escuchada por todos -Y pensé que, en vez de permanecer todos de pie, poner mesas más pequeñas y sillas, como en un restaurante, donde alumnos fueran los camareros y sirvieran las comidas.
-A mi me gusta la idea- dijo Thiago escuchando la explicación que había dado la chica.
-También es más sencillo de organizar- dijo uno de los representantes.
-No me importaria ayudar, si es solo preparar el gimnasio para el baile- dijo uno de los chicos que tenía falta de asistencia interesado en la propuesta de Akala.
-Consiguió convencerlos incluso a ellos- susurró Tala mirando al chico que había hablado, pues otros años, esos chicos siempre se saltaban el evento y no ayudaban.
-Está bien- dijo Kiara levantando las manos -Veo que casi todos estais de acuerdo, no me gusta mucho la idea, pero es una decisión que ha sido votada y la respetaré- dijo un poco en desacuerdo -Se hará el salón comedor- dijo viendo como los profesores asentían en que todo iba bien.
-Creo que eso es todo- dijo esta vez Akala -Mañana se empezará a organizar todo, así que ya podeis marcharos- dijo dando por terminada la reunión.
-Vamos- dijo Milo dando un saltó del sitio para levantarse -Los chicos nos estarán esperando- dijo refiriéndose a los italianos, quienes ya estarían buscando pistas sobre la bruja.
-Persona afortunada, la mia- dijo con sacasmo Kiara viendo como los dos hermanos Winter desaparecían de allí -Hizo lo que le dio la gana y propuso otra idea diferente a la mia, ni la tomó en cuenta- dijo haciendo una rabieta -Ni si quiera esperó por si tenía que decir algo más.
-Por lo menos convenció a la mayoria para participar y ayudar- dijo Thiago mirando a la rubia enfadada quien lo fulminó con la mirada.
-Siempre se hace lo que ella dice- dijo en voz baja Kai para Lena y Thiago- Por una vez que hagamos otra cosa, no pasará nada.
Tala miró de reojo a su hermano, pues también lo había escuchado, pero no dijo nada. Mientras, Enzo permanecía en silencio pensando qué hacer para que Akala no huyera de él y le contará qué ocultaba.
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