-Se aproximan dos lobos por tu espalda- dijo una chica por un aparato electrónico en su mano y mirando por unos prismáticos.

La chica tenía su pelo castaño recogido en una coleta e iba vestida con ropa de camuflaje. Esta se encontraba alejada de allí, en una zona alta donde tenía una buena visión. Un chico moreno luchaba en la parte de abajo con dos lobos, quien recibió la información por el auricular. Sus movimientos eran ágiles y rápidos, primero acabó con un lobo y después con el otro. Justo a tiempo para cuando llegaron los otros dos.

-Creo que esto ya casi está- dijo otra voz.

Esta vez, era otro chico que se veía igual que la chica e iba con la misma ropa. Este se mantenía oculto y hablaba por el aparato que tenía en su oído. Estaba en otra zona alta y con buena vista, alejado de la chica y el chico moreno.

-Un lobo huye por la derecha- dijo la chica otra vez por el aparato.

-De ese me encargo yo- dijo el chico castaño agachado y apuntando al lobo desde donde estaba.

Era el francotirador del grupo y aunque estuviera lejos, no fallaría el tiro. Los tres chicos habían sido entrenados desde pequeños para hacer un trabajo limpio y eran capaces de trabajar solos o en grupo.

-Te tengo- dijo el chico antes de disparar y ver como el lobo caía muerto.

-Ya acabé- dijo el chico moreno mirando a su alrededor y viendo los cuerpos sin vida de los lobos.

-Buen trabajo, chicos- felicitó la castaña -Ya hemos limpiado todo.

La chica miró una última vez por los prismáticos para asegurarse de que no quedaba ningún lobo vivo.

-Volvamos- dijo dando por terminada la cacería.

Los tres cazadores se reunieron otra vez con los lobos de la manada para informarles de que había terminado el trabajo y volverían a casa.

-Ya no hay lobos solitarios por aquí- dijo la chica seria -Aunque no esperé que se unieran para atacarnos.

-Gracias- dijo el Alpha de la manada incómodo.

-No nos presentamos cuando llegamos- recordó la chica cambiando de tema -Lo siento, me llamo Marian y ellos dos son Mason y Dave- dijo sonriendo y quitándole importancia a lo otro.

-Yo soy Nico y ellos son Marco y Luka- dijo el chico rubio mirando a la chica de reojo.

El lobo estaba sorprendido de cómo la chica era capaz de cambiar de estado. Uno podría creer fácilmente que la chica era inofensiva y débil, incluso que quería ser amiga tuya.

-Bien, pues ha sido un placer, pero no vamos ya- dijo la chica -Si surge algún otro problema, llamadnos y vendremos enseguida.

Los lobos acompañaron a los cazadores a la puerta, pues estos sabrían volver solos sin problemas. El Alpha se fijó en que uno de los cazadores llevaba una chapa colgada a la vista. El chico moreno, Dave, lo miró mal al sentir su mirada en él.

-Adios- dijo el lobo inquieto por la penetrante mirada azul del chico cazador.

Cuando se fueron los tres chicos, los lobos respiraron tranquilos.

-Pensé que me moría- dijo Luka mirando a los otros dos.

-Su mirada se parecía a la de ella- dijo Nico con un escalofrío y recordando a alguien -Ahora entiendo un poco porque era así.

-¿Nico?- preguntó Marco.

-Estoy bien- dijo volviendo a la realidad.

-No me gustan- dijo Luka molesto -Odio a los cazadores.

-¿También a los hermanos Winter?- preguntó Marco.

-Ellos son diferentes- dijo Luka.

-No tanto- contestó Nico un poco triste.

-¿Qué mirabas antes?- preguntó Marco curioso.

-La chapa de identificación de ese cazador- dijo el rubio -Dave Walker, conocido como "Black".

El Alpha estaba un poco perdido en sus pensamientos, pues recuerdos del pasado venían a su mente.

-Ayer me lo pase genial en la playa- dijo Lena alegre.

-Yo también- dijo Kai -Tenemos que repetir.

-Me apuntó- dijo Thiago sentándose en la mesa.

-Todavía no acepto que estes cerca de mi hermana- dijo Milo un poco molesto por la presencia del rubio.

-A Akala no parece importarle- dijo mirando a la chica.

-¿Dónde esta Aya?- preguntó Lena dándose cuenta de su ausencia.

-Voy a buscarla- dijo Akala levantándose -Estará en el baño o por ahí.

Akala se fue y dejó a los demás allí. Mientras, como había dicho la rubia, Aya se encontraba en el baño.

-Kuro- dijo la chica hablando con un pájaro negro -¿Has encontrado algo?

El pájaro, que era un cuervo, negó con la cabeza.

-Entiendo- dijo la chica seria -Por un momento noté su presencia, pero ha desaparecido.

-Aya- llamó alguien desde la entrada del baño.

-Akala- dijo la chica bruja quitando el hechizo de la puerta que la mantenía cerrada.

-Oh, veo que estás con tu familiar- dijo mirando el cuervo negro.

-Sí, le pedí que buscara a alguien, pero no la encontró- dijo la chica de pelo azul.

El cuervo desapareció convirtiéndose en humo negro y este se metió en la sombra de la chica.

-La bruja estuvo aquí, pero se fue- dijo Aya a la chica loba.

La rubia se mantuvo callada, pues la tomó por sorpresa esa noticia.

-Bien, investigaremos después- dijo por fin Akala -Las clases van a empezar dentro de poco, así que salgamos.

Nada ocurrió hasta que llegó el último intercambio de clases. Algunos de los alumnos se encontraban en el pasillo, otros en clase y otros habían ido al baño. Solo había una persona que no hacía nada de eso y esta estaba en la biblioteca poniendo dos rosas negras en un jarrón.

-Ya está- dijo la voz de una chica.

Después de ponerlas en medio de la mesa, un zorro en llamas apareció. La chica se fue dejando al animal allí solo. Las clases empezaron unos minutos después hasta que estas fueron interrumpidas por unos gritos en los pasillos.

-¡Fuego!- se escuchó decir a alguien -¡Hay fuego en la biblioteca!- gritaban otros alumnos alarmados.

Akala reaccionó al escuchar eso y cuando los profesores se pusieron a evacuar a los alumnos, ella se escabulló para ir a la biblioteca. Al llegar vio como salía humo por la puerta, así que la abrió de una patada. Al entrar, se encontró con todos los libros ardiendo y en medio de ese caos, justo en una mesa delante de ella, un jarrón con rosas negras.

-Pero qué...- dijo Akala.

Un animal apareció saltando delante de Akala y poniéndose encima de la mesa, justo detrás de donde estaban las rosas.

-Ya veo- dijo la rubia sorprendida por el zorro, pero manteniendo la calma -Eres el familiar de la bruja y el culpable de estas llamas- dijo la loba alerta y vigilando cualquier movimiento.

El zorro se preparó y saltó hacia Akala, quien se agachó y esquivó el ataque.

-¿Dónde está mi hermana?- gritó Milo buscándola entre todos los alumnos que estaban fuera.

-Milo- llamó Lena preocupada.

-No está por aquí- dijo Kai -La hemos buscado y no está.

-¿Qué ocurre?- dijo Thiago apareciendo.

-Akala ha desaparecido- dijo la chica castaña.

-Oh, genial- dijo la pelirroja con tono sarcástico y apareciendo con Kiara.

-¡Aya!- dijo Milo de repente acordándose de ella -Tengo que buscarla, ella seguro sabe dónde está mi hermana- dijo el chico desapareciendo.

El chico fue a buscar a la bruja, pues ella podría encontrar a Akala.

-Enzo- llamó Thiago -Todos están a salvo- dijo refiriéndose a los de la manada -Yo voy a ayudar a Milo a encontrar a Akala.

-Está bien- dijo el moreno viendo como el rubio desaparecía rápidamente de su vista.

El moreno no se quedó quieto y también desapareció de allí.