Fatima

Al final le tuve que decir parte de la verdad a Tae, pero no todo. De todos modos ya no lo necesitará.

Al ver que se desploma en el piso respiro aliviada. Las gotas que deposité en el vaso de agua para dejarlo inconciente tardaron en hacer efecto y por un momento pensé que no daría resultado pero sí. Ahora, finalmente puedo comienzar el plan que tengo en la mente desde hace rato.

Si en este mundo mi amor y yo no podemoss estar juntos lo único que queda es partir juntos de él. Así es el amor, ¿no? Querer estar siempre al lado de la persona que quieres.

Entonces, con mucho trabajo arrastro el cuerpo de Tae hasta la cama y lo acomodo en ella.

Admiro durante unos minutos su belleza y me enternece verlo tan sereno y tranquilo.

El otro paso del plan es escribir una carta que la policía encontrará, donde explico el motivo de nuestra decisión de suicidarnos y también dejo testimonio de todo lo que he hecho.

De todos modos voy a morir.

La carta es extensa ya que abarca lo que ha pasado desde mi infancia hasta aquí. Escribo sobre Fatima, mi padre y todo lo demás. Todo fue por amor, el más genuino de los motivos.

Después de terminar el escrito abro todas las fuentes de gas en la casa que se encontraban en la cocina. Voy de habitación en habitación cerrando todas las ventanas y toda abertura que pueda servir para que salga el gas.

Ya han pasado varios minutos y me siento mareada. Voy junto a mi marido que duerme como un ángel y me acuesto a su lado. Le acaricio el cabello y beso sus labios hasta quedar inconciente mientras agarro su mano con fuerza.

Ahora después de todo, estoy a tu lado mi querido amor. Hasta la muerte.

....................

*tiempo después*

Fatima

Me despierto aturdida y adormecida. No sé dónde estoy pero siento que unos ojos me miran fijamente.

Espera un momento. Yo debería estar muerta. Debería estar junto a mi esposo en el otro mundo. ¿Por qué estoy viva?

La persona a mi lado es mi madre. Ella se alegra al instante al ver que abrí mis ojos.

- ¿Dónde estoy? -le pregunto con dificultad -. ¿Y mi esposo? ¡¿Y Tae Hyung dónde está?!

Trato de moverme pero unas esposas me lo impiden. Parece que estoy inmovilizada en la cama.

- Hija que bueno que despiertas. Ya no tenía esperanza. No te esfuerces mucho que todavía estás débil. ¡Que feliz estoy!... ¿Que dónde estás? En el hospital hija mía. Hace semanas estás inconciente en cama. No sabíamos si sobrevivirías.

Estoy todavía confundida. Entonces ¿mi plan salió mal y sobreviví? Seguro que Tae también entonces.

Por un momento me alegro.

- ¿Qué pasó?

- Verónica, la policía los encontró a ustedes en la casa porque iban a apresarte. Menos mal que llegaron a tiempo para salvarlos del suicidio. ¿Acaso estás loca? ¿Cómo pudiste hacer eso?

Así que fue eso lo que pasó...

- ¿Y Tae? ¿Está en la otra habitación verdad? Seguro está preocupado por mí. Debo ir a verlo madre. Tuvimos una discusión y él se enojó conmigo pero sé que me quiere y que me va a perdonar todo lo malo que he hecho. Madre, lleveme a donde él está, por favor.

- Hija... -me mira con cautela.

- ¿Qué, madre?

- Tae está muerto.