Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo Once

Capítulo 11

POV MÉRIDA

La tenue luz invadió poco a poco mis ojos. Lo primero que hice fue estirarme mientras bostezaba, cuando caí en cuenta que no estaba en mi cama y menos aún sola...

Unos brazos fornidos que abrazaban mi cintura. Mi mirada visualizó al propietario de los mismo.

Sirius Orión Black estaba abrazado a mí, el mismo que me sacaba de quicio.

Ahora su rostro estaba relajado, viéndose sereno y en armonía. Su pecho subía y bajaba por su respiración tranquila.

Su belleza me cautivó admirandola más de cerca, tenía aquella nariz que se veían unas delicadas pecas en su piel blanca, sus labios de color rojizo y de un tamaño perfecto. Sus pestañas eran largas y no podía evitar fijarse en su pelo desordenado.

Mi mano viajó libre y delicadamente por su cabello sedoso. Mi osada acción despertó a Sirius quien empezó a removerse en el sofá, por lo que intenté hacerme la dormida.

—Lo tuyo no es fingir estar dormida, Princesa — Si voz varonil y ronca me erizó la piel. — Te he visto dormir y sé que no es así como duermes — esbozo una sonrisa, teniendo sus ojos levemente abiertos.

—¿Me espiaste mientras dormía? Pervertido— sonreí sonrojada— Eres muy buena almohada Canuto. — me encontré con aquella mirada gris que me ponía nerviosa.

Se acercó a mí colocando un mechón de pelo detrás de mí oreja, con su mirada puesta en mis ojos. Él y su manía de querer manejar esos mechones rebeldes...
 
Los rayos del sol empezaban a conminar a entrar por la ventana. Miramos el reloj que marcaba las seis a.m, así que nos levantamos y cada uno tomó rumbo a su dormitorio. El tren partiría en unas horas.

Justo antes de subir las escaleras, me acerqué a él y le di un beso en la mejilla.

—Buenos días— susurré — Feliz Navidad Sirius —me adentre en las escaleras con una sonrisa.

Suavemente deslice el pomo de la puerta, procedí a tomar ropa y meterme en el baño, no podía quitar la sonrisa de mi rostro por alguna extraña razón. La noche había sido muy rara. Me duché y me coloqué la ropa abrigada, ya que el invierno había arrasado con la triste Inglaterra.

Comencé a preparar el baúl, saqué a Maze de su jaula, dejándola sobre mi cama.

Mis compañeras comenzaron a despertarse sin sospechar que no había dormido allí. Lily comenzó guardando sus cosas en su baúl, Alice y Riley se fueron a las duchas.


POV RILEY

Desperté con un dolor punzante en la cabeza, pero lo omití.

Mi melliza lo tenía todo prácticamente recogido y yo apenas había empezado.

El frío invernal estaba instalado de lleno en Inglaterra, así que agarré ropa de abrigo. Fuera del castillo haría mucho más frío.

Junto a Alice me encaminé a las duchas, mientras me contaba que cada vez que veía a Frank le gustaba más.

Una vez aseada y todo recogido decidí ir a despedirme de Tanya, me había caído muy bien.

Bajando las escaleras que ya me sabía de memoria me choqué con alguien, tenía que dejar de hacer eso.

—Ly...— fue rápido y agarró mi muñeca— Iba a buscarte ahora mismo...— se rascó la nuca nervioso— Solo quería felicitarte la Navidad y que pasarás unas buenas vacaciones.

—Gracias Wyatt...— me zafe del agarre— Feliz Navidad a tí también, Scamander... 

Comencé a andar pero me sujetó mi brazo y me dió la vuelta quedando a escasos centímetros de su rostro. Instintivamente retrocedí, la pared se acomodó en mi espalda.

Mi corazón comenzó a latir más fuerte mientras mi respiración se mezclaba con la suya.

Deslizó sus manos sobre mi rostro y depositó mi pelo detrás de ambas orejas.

—Feliz Navidad, Rayo...— sus labios se acomodaron sobre mi mejilla, muy cerca de la comisura de mis labios.

Y se alejó... Dejándome mucho que pensar y asimilar...

—¡Ey! ¡Riley! — escuché la voz de Tanya en mi cabeza.

—¡Tanya! — la saludé con la mano, pero ella me abrazó. — He venido para desearte una Feliz Navidad — sonreí. 

—Yo iba de camino para hacer exactamente lo mismo— está chica tenía una manía, juguetear con su mechón de pelo.

—Nos vemos a la vuelta, y cuando quieras volvemos a tocar algo juntas...— su cara se iluminó de felicidad y comenzó a dar pequeños saltitos.

—Me encantaría...— casi chilla.

Nos despedimos y volví a mi sala común.

No para de darle vueltas a lo de Wyatt. ¿Por qué había hecho eso?

—Vamos Ry-ry— Mer agarró mi brazo y comenzamos a andar hacia el expreso de Hogwarts.



NARRADOR OMNISCIENTE

La mansión Potter.











Las mellizas se bajaron del carruaje familiar y se quedaron atónitas por el tamaño de la mansión. Si que es verdad que de pequeñas pasaban navidades y veranos aquí pero se les había perdido el recuerdo en sus memorias. 

Euphemia, James y Fleamont, se miraron y sonrieron al ver la cara de sorprendidas de las chicas. 

Euphemia posó su mano en el hombro de Mérida y James se puso al lado de Riley.

—Cada una tiene su habitación. La casa es muy grande, siempre le dije a Fleamont, que mejor llena que vacía. Me tomé el tiempo en decorarlas, claro que lo pueden cambiar... — suspiró pesadamente— A partir de ahora vivirán con nosotros—Euphemia les dio una sonrisa melancólica al recordar a los padres de las chicas. Estas se miraron entre sí emocionadas y sonrientes.

Procedieron a pasar por el Gran Jardín  hasta llegar a la entrada.

Dos elfinas abrieron las puertas y saludaron a la familia Potter.

Ambas mellizas fueron guiadas por una elfina, cada una hasta sus respectivos cuartos.

Estos se encuentran subiendo una gran escalera.

Estaban tan impresionadas que no dejaban de observar cada detalle. 

Pasaron por un pasillo con muchas puertas, parecía infinito. Las elfinas se separaron haciendo que ambas se miraron y entraron por diferentes puertas. 

Recordatorio: (Foto de ambos cuartos)

Sus baúles se encontraban allí.Decidieron desempacar sus cosas, para aquellas vacaciones de invierno.

 Como si ambas estuvieran conectadas, dieron una vuelta por la habitación admirando todos sus detalles. Esa noche sería su primera navidad sin sus padres.

 Mer admiraba la ventana de su cuarto derramando una lágrima en silencio, extrañaba demasiado a su padre. A su madre también pero como eran de igual carácter peleaban mucho, pero aún así la quería igual, aunque estaba más apegada a él.

 Riley se tumbó en su cama y derramó varias lágrimas, recordando todos los momentos vividos con sus padres. Su madre casi siempre estaba trabajando. Casi todos sus recuerdos eran con su padre y Mer, pero también habían buenos momentos los cuatro juntos. Intentó omitir todo el ruido posible con la almohada, siendo en vano. Algún gemido se podía escuchar.
Todo esto era demasiado, le recordaba demasiado a su casa. Acua se acurrucó en su cabeza rozando ambas cabezas.

Pasaron las horas, Mer decidió admirar toda la casa encontrándose con Euphemia, quien había sido su ejemplo a seguir desde siempre, que la guío a una gran biblioteca, sabía que Mer amaba leer, por lo que se lo enseñó dejándola allí para que admirara la misma sala, en cambio Fleamont llevó a Ry a un salón con un piano, inconscientemente sabía que ella lo necesitaría. 

Se ducharon, colocándose el pijama. El clima no era de lo mejor ya que llovía torrencialmente pero la casa se mantenía cálida. Bajaron con sus batas y empezaron a tener una acogedora cena de navidad junto a su familia entre risas y anécdotas se hizo tarde y cada uno se dirigió a sus respectivos cuartos, ya que estaban exhaustos por el viaje.

Habitación Mérida




POV MÉRIDA

Salude a mi familia, y decidí quedarme en el salón admirando como la lluvia caía sobre el gran ventanal.

 Visualicé el libro que anteriormente tomé de la biblioteca para leerlo relajadamente. 

Pasaron unos minutos cuando escuché unos golpes en las puertas, las elfinas se habían ido a dormir por órdenes de mis tíos, dirigí mi vista al reloj y marcaban las dos a.m.

Me tense y volví a escuchar la puerta aporreandose, la lluvia era muy intensa por lo que tome mi varita y me puse en marcha. El vidrio que cubría la puerta era opaco por lo que él no podía ver nada, pero yo sí, gracias a un hechizo de mi tío.

Era Sirius alterado y mojado. No dude ni un segundo en abrirle la puerta, dejándolo pasar. Nuestros ojos se encontraron y me analizó de arriba abajo, y ahí recordé mi vestido de dormir. Su respiración estaba agitada. Sin previo aviso lo abracé, no me importó mojarme, sabía que la situación no era la mejor en aquel momento.

 Segundos después se desmoronó y ambos caímos al piso. Su cuerpo empezó a tener pequeños espasmos, estaba sollozando en mi hombro. Pase mi mano por su cabello para reconfortarlo.

—Ey ey, estás a Salvo Sirius—susurré y él apretó su agarre abrazándome con más fuerza—Estas helado, dime que paso por favor...—

Respiró profundamente.

—Tuve que huir de mi casa Mer, no podía estar más allí— no dejó de abrazarme, acaricié su rostro sacando los cabellos mojados. —No podía... no... —Su voz se quebró por lo que decidí abrazarlo de nuevo, y besé su cabeza, era una manera de calmarme que hacía mi tía cuando estaba mal.

 Pasamos unos largos minutos así hasta que pude sentir que estaba más calmado. 

—Escucha, necesitas ducharte y yo iré a avisar a mis tíos, James y Ry, vamos...—Me incorporé y tomé su mano.

Lo vi tan vulnerable al famoso Sirius Black, no dejaba de temblar. Nos dirigimos al baño de mi cuarto ya que así evitaríamos el ruido, yo estaba congelada pero Sirius lo necesitaba. 

Llegamos al cuarto de baño, procedí a prender el grifo de la tina de baño, esperando a que se calentara el agua, cuando lo hizo puse el tapón y algunas esencias de lavanda para que Sirius se relajara. Tomé un par de toallas y las dejé en el lavamanos.

Me di media vuelta y Sirius no había dejado de mirarme, me acerqué, nuestra distancia era nula, le di un beso en la mejilla y salí del baño. 

Fui a despertar a mis tíos y explicarle porque lo que había pasado, les conté que él estaba en mi baño.

Mi tío llamó a James y a Ry. Mi tía y yo nos dirigimos a un pequeño salón que se encontraba al lado de nuestras habitaciones.

Cuando James llegó me dedico una mirada de enojo y reproche, pero no podía dejarlo allí fuera. Esta noche dormiría junto a James, mañana le prepararía un cuarto.

Volví a entrar a mi dormitorio, Sirius salía del baño con la toalla enrollada en su cintura.

 Lo analice y vi como las gotas de agua seguían en su cabello oscuro, su cuerpo musculoso tonificado, no era ni muy flaco ni muy musculoso, era perfecto, me mordí el labio inferior sin darme cuenta, no era la primera vez que veía a un chico así pero me saco el aliento.

 Volví mi mirada al rostro de Sirius, mis mejillas se encendieron al ver que se había dado cuenta de mi mirada, sonrió con narcisismo. 

—Veo que te gusta lo que ves— Dijo intentando molestarme.

—¡Ay callate!— exclamé desviando la mirada—Vas a dormir con James, las pocas cosas que trajiste las secamos y están en su dormitorio, puedes ir para allá...Y-Yo..Necesito bañarme y cambiarme de pijama, estoy helada—. 

La mirada de Sirius estaba pegada a mi cuerpo, ya que el mismo estaba empapado por lo que estaba muy adherido a mi silueta, me volví a sonrojar por la ojeada que me había dado. 

Escuché a Sirius tragar  y respirar hondo, como si estuviera frustrado.

Se acercó a mí costado, me dió un beso en mi sien y se marchó. Solté un suspiro sin darme cuenta. 

Al escuchar el cerrojo, me metí en la ducha, agarré un pijama nuevo y me fui a dormir.

Habitación Riley

POV RILEY

La mansión me trajo muchos recuerdos, pero estaba segura que pronto pasaría este mal momento.

Por la mañana estuve colocando mis cosas y hasta que mi tío Fleamont llamó a la puerta.

—¿Riley? — asomo la cabeza— Quiero mostrarte una cosa, ¿puedes venir?

Asentí y guardé el baúl en el armario.

—Quiero enseñarte una sala que seguramente te guste. —  sonrió y comenzó a caminar.

No sabía lo que era exactamente, pero podía hacerme una idea, no pude evitar sonreír.

Una vez llegamos vi un piano negro y le susurré un gracias.

Se marchó cerrando la puerta tras de él.

Acaricié las teclas con mis dedos y la música se instaló en la sala.

Por la tarde estuve afuera en los jardines paseando y dibujando a Mer.

La hora de la cena se echó encima y los cuatro estuvimos hablando sobre diversos temas. Intenté no recordar las veces pasadas, sería demasiado para mí.

Mérida se despidió de nosotros y decidí bañarme. Eché unas esencias de vainilla y  me sumergí.

Estaba apunto de dormirme cuando llamaron a la puerta.

—Riley ¿Estás ahí? — era la voz de James.

—¿Qué? — mi cabeza aún no reaccionaba con normalidad.

—¿Qué si estás ahí? — estaba pegado a la puerta del baño.

—Si... Enseguida salgo...

Salí del agua y me envolví en una toalla, me coloqué el pijama con la bata y entre a mi habitación.

—Al fin sales... — su mirada conectó con la mía, podía ver que algo le preocupaba.

—¿Qué ocurre, James? —me senté a su lado, en el pequeño sillón a los pies de la cama.

Enterró su rostro entre sus manos.

—Jugamos mañana al quidditch y te lo cuento, puede que solo sea una tontería... — se despidió, besando mi frente sin darme tiempo a decir algo.

—Maldito James.... — susurré para mí misma.

El reloj marcaba ya medianoche así que opte por dormir ya.

En escasos segundos me quedé dormida entre las sábanas de seda.

*—Pero todavía no, es muy pronto... — rechiste a lo que papá me agarró la mano.

—Ya lo sé Riley, pero ahora tenemos que despedirnos...— colocó mis cabellos sueltos detrás de la oreja.

—No quiero papá, aún no... — lo abracé con todas mis fuerzas...*

—Riley... Ry... Despierta... — No era mi padre, era James. Estaba abrazada a él y mi rostro estaba empapado de lágrimas, su hombro desnudo también.

Me separé lo más rápido que pude y con el dorso de mi mano limpie mi cara.

—Lo siento tanto...

Me envolvió en sus brazos y besó mi cabellera.

—Ya te lo he dicho, estoy aquí para lo que necesites, Ry...

Ambos suspiramos pesadamente.

—Sirius ha venido. — la mirada de James mostraba enojo.

—¿Qué ha pasado? 

—Mi padre me ha dicho que se ha escapado de casa... Y ha venido aquí— hizo una breve pausa— Tu hermana estaba despierta y le dejó entrar.

El tiempo era horrible, y había cambiado drásticamente en cuestión de unas horas.

—Vayamos — me levanté y tiré de la mano de James. 

Los cuatro nos encontrábamos en una pequeña sala, al lado de nuestras habitaciones.

—Chicos vayan a descansar — habló Euphemia mirando su reloj— Es tarde, mañana hablamos todos juntos con más tranquilidad.

—Sirius dormirá contigo, James— anunció su padre — mañana las elfinas le prepararan un dormitorio al lado del tuyo.

—Voy a ver si ha terminado ya — habló Mer y se dirigió a su cuarto.

Los demás nos dimos las buenas noches y cada uno se fue a su dormitorio.

El mío estaba más cerca que el de James. Una vez en la puerta hablé:

—Buenas noches, Capitán — reí provocando la risa de mi primo.

—Buenas noches, Chispa — alborotó mi pelo y me susurró— Ya te lo he dicho, pero puedes hablar conmigo sobre cualquier cosa. Me tienes para lo que haga falta. Te quiero prima. — me revolvió el pelo y me guiñó un ojo.

No puede evitar reír ante aquél gesto, se le veía tan tierno.

—Gracias James — lo abracé.

—Descansa Ry...

Se marchó y yo me metí de nuevo entre las sábanas, cayendo en los brazos de morfeo.

N/A: Janna💛🦡 & Lu💚🐍

Os amamos❤️

¿Momento/os favorito/os?

¿Os está gustando cómo va la historia ?

¿Cambiarias algo?

¿Os gusta la mansión Potter y las habitaciones de las chicas?

No olvidéis seguidnos en Instagram

@MellizasPotter subimos imágenes y adelantos 😏😏.

Seguidnos en tiktok y nuestros Instagram personales 😍😍

TIKTOK:
Lu_ferraro y Jannahufflepuff_hp

INSTAGRAM:
Johannanicolees y Lu_ferraro1

Os amamos 😍😍😍😍

ACTUALIZACIONES LUNES Y VIERNES




Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro