|| Capítulo 6 ||
Salgo del trabajo cerca del atardecer, esta vez no compro nada, camino directo a casa y por diferente dirección de donde queda la casa de Magnus, no quiero recordar ese tema. Mientras camino voy pateando una piedra, entonces escucho un ruido en un árbol cercano, al mirar hacia las partes de arriba de los arboles no veo nada, pero a tres arboles veo algo que me hace poner rígido porque hay una sombra entre las ramas de un árbol, me volteo para caminar con más rapidez tratando de contener el aire y pensar que nada ha pasado, que no he visto nada, y que solo estoy bajo mucho estrés por lo cual estoy comenzando a alucinar cosas.
Cuando veo que los ruidos han disminuido, que los arboles ya no se mueven y estoy cerca de casa me detengo para recuperar el aire y estabilizar este sentimiento de terror que se ha implantado en mí, sintiendo un escalofrío pasar por todo mi cuerpo, pero esta vez camino a casa a pasos más lentos mientras veo que hay luz en casa, indicando que Maia está ahí para charlar de la separación, el fin de nuestra relación. Cuando llego a la puerta trato de contener la respiración y dejarlo salir en un largo suspiro y luego entrar.
— Ya llegue — murmuro.
Veo como Maia está sentada en la sala viendo una película, pero al verme entrar pone en pausa y viene a mí sonriendo y me besa, tomándome de sorpresa, parece que no recuerda nada de lo que ha pasado ayer, de lo que dijo. Es como si hubiese borrado su memoria, pero sé que puede estar fingiendo porque ella no actúa conmigo de manera cariñosa, no viene a mí después de llegar al trabajo sonriéndome y besándome, ya que desde hace años ella no hace esta muestra, por lo cual me quedo tenso mientras ella sigue abrazándome y besándome como si nada hubiese pasado.
— Juguemos un rato ¿Si? — Pregunta ella con voz suave— desde nuestro aniversario que no estamos cercanos.
"Esta va a ser nuestra despedida, no puedo perdonarte esto, no quiero seguir más" pienso.
— Te extraño.
Agarro de su cintura y la atraigo a mí para devolver aquel beso mientras ambos caminamos hasta la habitación, y entre caricias y besos ambos terminamos juntos en la cama, ella acostada arriba de mí una vez que terminamos. La veo como se mueve un momento después mientras se sienta en la cama para buscar un cigarro en su mesa de noche, y yo también me siento para observarla; ella es hermosa, me gusta observarla, cuando muestra su cuerpo sin vergüenza me hace admirarla, pero eso no quita el hecho de que con todo esto voy a olvidar lo sucedido, no puedo hacer vista ciega a la verdad que se ha destapado.
— Hoy me contacto un nuevo cliente— comienza a decir— es una persona con buena economía, estuve anotando su información, quiere solo una reunión y con lo que escuche nos dará el pago, y si no se conforma dice que de todas formas nos va a dar la mitad. Voy a planificar una reunión para la semana que viene.
— Es mejor no hacerlo, creo que algo va mal, en estos últimos meses nos están contactando personas con "mucho dinero", creo que es una trampa para capturarnos por ser estafadores— comento— deberíamos mantener el perfil bajo por un tiempo.
— ¿Qué?
Su rostro muestra un poco de desconcierto a mi respuesta, es la primera vez que no sigo sus indicaciones, pero se transforma en ira, aunque no me importa porque me siento usado. Maia debe recordar que sucedió anoche, debe recordar que fue lo que me dijo y por eso hizo todo esto, me dijo que me extrañaba, me dio algo que no quería hacer si era por este motivo y ahora deja caer la bomba, esta bomba que me humilla.
— Piénsalo Maia, esto no es coincidencia, algo está sucediendo.
Pero ella, como todas las veces, no me escucha y comienza a decir todo lo que dice todos los días, que no sirvo y que por eso estamos así, todavía en la miseria, lo cual nuestro momento de tregua se termina y nos estamos vistiendo mientras escucho como sigue maldiciendo. Quiere convencerme de que hagamos el trabajo pero me cansé, me cansé de hacer esto, de seguir pensando que ella va a quedarse conmigo porque sé que tarde o temprano me va a dejar y no quiero problemas, no quiero que culpa de ella, por seguir a alguien que no me corresponde, termine bajo la ley por estafador.
Puede irse con su nueva pareja y seguir el negocio mintiendo esta vez, que se embarre ella porque yo no quiero, ya no quiero más esto, seguir lastimándome por algo que no tiene futuro.
— Maia, terminemos esto— digo después de un suspiro.
— ¿Ah?
— Terminemos esta relación que tenemos— vuelvo a decir— deja de fingir que no recuerdas que me dijiste anoche que querías irte con Jordán y que nunca me amaste.
Ni siquiera espero una respuesta de su parte, solo camino a la sala para calmar mi angustia, me dolió decir aquellas palabras pero a la vez me siento bien, como si comenzara a tener una paz creciendo en mí una vez más, creo que ahora podre seguir mi camino y pensar en algo mejor. Observo como Maia viene a la sala también, en sus ojos hay enojo y frustración, me señala mientras busca las palabras correctas para decirme, entonces la veo sonreír un momento después.
— ¡Bien! ¡Ya que lo dijiste tengo que ahorrarme todo el show!— dice exaltada y suspira— Siempre quise irme de aquí Simón, ni siquiera puedo aguantarte por mucho tiempo.
— ¿Vas a volver a casa de tus padres? — Pregunto— a pesar de esto, es tarde para que andes sola por la calle, llama a tus padres y dile que vengan por ti.
— Llamaré a Jordán.
Veo como va marcando algo en su celular mientras se adentra a la habitación, quizás para recoger todas sus cosas, y yo me siento en el sillón tratando de calmar mi respiración y dejando escapar reiterados suspiros; mi estomago hace ruido y tengo hambre, mucha hambre para pensar en que la persona a la cual considero o consideré importante se va, y específicamente con su amante.
Estoy molesto, claro que estoy molesto, me gustaría poder ir hacia ella, gritarle mis frustraciones, mi sentimientos de traición, que pueda entender como me he sentido, no he sido su pareja sino un objeto, quiero que aquel asesino suelto se encargue de ella igual que como hizo con todas las demás víctimas, pero a la vez solo quiero que todo termine, se vaya y nunca volvamos a cruzarnos en lo que resta de nuestras vidas.
"Todo va a estar bien" susurro mientras acaricio mi vientre para disminuir el hambre.
La puerta es golpeada unos momentos después, al pestañear veo el auto de Jordán por la ventana, así que abro la puerta para verlo a él y a Raphael que solo me observan, los dejo pasar sin siquiera decirles nada, ni siquiera me importa hablar con alguno de ellos en estos momentos. Pero no hace falta verles por mucho tiempo dentro de casa porque Maia ya tiene dos mochilas y una valija con ella y saca a aquellos chicos con ella más rápido de lo que creí. Me quedo en la puerta viendo como suben a su auto, y que Raphael es el único me mira mientras el auto desaparece.
Al entrar a casa enciendo el televisor y busco cualquier cosa para comer, quiero hacer como si todo estuviera normal para no pensar en la perdida, quiero solo estar bien y no ser el tonto en ir detrás de una persona que me dijo que no me quiere, que no me aguantaba.
En el canal de informativo están dando una noticia sobre el "Descorazonador" y sus recientes casos, la policía no puede encontrar nada todavía y muchas personas están comenzando a preocuparse por sus vidas, agarro mi computadora mientras escucho las noticias y busco en el internet sobre el mito que sucede en la laguna "Lonehelm", aunque ya lo he leído muchas veces por lo cual solo lo dejo arriba del sillón y sigo mirando las noticias, no creo que haya ninguna relación una persona que está desquiciada y tiene suerte de no ser atrapado, y aquel ser del mito.
"¿Pero qué fue lo que vi aquel día bajo el agua?"
Al pensar en aquello mi cuerpo se eriza y aparece un dolor punzante en mi cabeza, pero no puedo ni pararme a buscar medicamentos que la puerta ha sido golpeada, al abrir veo a Raphael, pero al ver que estoy presionado mi cabeza parece preocupado y trata de tocar donde estoy apretando, no sé qué me pasa últimamente pero estoy teniendo sucesos raros.
— ¿Estás bien?
— Si— respondo alejándome — ¿Qué haces aquí?
— Pensé que lo que estaba haciendo mi primo y Maia era injusto, así que vine a comprobar si estás bien— responde— eso es lo que hacen los amigos ¿No?
Asiento y le dejo pasar a la casa viendo de reojo como este entra y cierra la puerta, le indico la sala mientras busco dos latas de cerveza, es un buen motivo para tomar teniendo invitado, vuelvo donde está el y veo que está mirando el contenido de la computadora pero deja de hacerlo cuando me ve, dejando la computadora en el sillón individual. Me siento a su lado y le tiendo la lata para abrir la mía y darle un trago largo.
Raphael parece un chico confortante, siempre estuve con Maia y yo debía ser el fuerte, pero la persona a mi lado tiene una apariencia corpulenta y parece agradable, me hace sentir que a pesar de tener la misma edad él es el grande, que puedo dejar de ser fuerte por un momento y demostrar mis debilidades.
— Ya sabía que mi relación iba terminar, antes de iniciar— murmuro— por lo cual estoy bien, estaba preparado desde lo que paso anoche.
Muevo la lata delante de mí mientras trago con fuerza, el dolor de cabeza ha disminuido un poco ahora pero aun tengo ese sentimiento extraño dentro de mí, tranquilidad con una mezcla de angustia y hambre, pero no de comida, es como si quisiera algo que no puedo conseguir. Miro que Raphael me está mirando y le sonrío de medio lado para indicar que no me importa todo el asunto.
— Una ruptura amorosa no es el fin, te da oportunidad a conocer una nueva persona, o eso dicen las personas— me dice Raphael chequeando la lengua.
— Si, lo sé, lo he escuchado.
Ambos fijamos nuestra atención en la televisión y como siguen hablando de aquel asesino que anda suelto, mostrando el patrón de cómo logra arrancar el corazón de una manera despiadada, las hipótesis son buenas pero los elementos no son los correctos, porque de todos los elementos que hablan señalan que el asesino tardaría horas, haría desastres y con el poco tiempo sería imposible no descubrirlo.
— Es despiadado— murmuro.
— Si, pero quizás está buscando a alguien...
Lo miro mostrando confusión en mi cara, porque no entiendo su lógica, una persona en sus cabales no haría tales acciones para buscar a alguien, solo la buscaría y ya, además si buscara a alguien ¿Por qué arrancar el corazón de las víctimas? ¿Para qué?
— ¿Qué te hace pensar que está buscando a alguien?
— Porque lleva años en esta ciudad, si lo hiciera al azar solo viajaría a lugares donde tiene más oportunidades— responde.
— Muchos dicen que el Descorazonador es un ente de la laguna Lonehelm— comento recordando los rumores— ¿Qué piensas tú?
— Me gusta creer en situaciones mágicas, ya que alguien me dijo que la realidad no sé cierra en lo que vemos— dice— así que si es un ente, entonces con más razón pienso que está buscando a alguien ¿Por qué saldría de su lugar? Quizás te está buscando a ti.
A pesar de que está bromeando con lo último que ha dicho, porque de seguro sabe mi situación en cuanto a lo que me sucedió de niño, solo puedo reír a medias. Por un momento me tome aquello como algo que puede ser cierto, estoy seguro que vi a alguien bajo el agua en aquel momento, aunque soy una persona fácil de ver ¿Por qué todavía no ha venido por mí?
— Solo estoy bromeando Simón.
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