Los overlords presentes miraban el libro pero también lo hacían Husk y Niffty  que ya sabían en que parte del libro estaban miraban a Alastor pero...

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Era un nuevo día....

-Ahh que bien me siento-dijo Anthony estirándose aunque no lo dijera la silla si le dejo ligeras molestias.

-Buenos días-dijo Alastor que se exalto por que se había olvidado de su invitado mientras ordenaba su habitación.

-¿Buenos días?-preguntó/afirmo Anthony, esa era otra cosa que a Alastor le parecía extraño, Anthony al parecer desconocía varias cosas o tal vez palabras.

Ambos bajaron y cuando estaban cerca de la cocina, el "padre" de Alastor le lanzó una botella casi vacía pero antes de siquiera poder quejarse, Anthony la cogió como si nada, cosa que sorprendió a los presentes.

-Vaya-dijo como si nada Anthony rompiendo el tenso ambiente-¿Qué es esta cosa?-dijo moviendo el escaso contenido de la botella.

-Es vino ¿te interesa probar?-dijo el "padre" de Alastor como si no hubiera estaba apunto de reventar esa cosa en la cabeza de su hijo.

-No, gracias-dijo Anthony con un tono cortés pero su mirada prometía un infierno a esa mugrienta alma.

La madre de Alastor estaba lista con el botiquín y eso lo vieron ambos "amigos", a Alastor a veces le molestaba esa actitud de su madre.

-Madre, saldré con Anthony a mostrarle el pueblo-dijo Alastor sentándose en la mesa seguido del nombrado para desayunar-

-Es bueno que salgas debes en cuando-dijo su madre dandole un beso en la cabeza sentándose a comer.

-No se preocupe, señora, lo cuidare no quiero perder a la única persona que conozco-dijo Anthony comiendo un poco de pan tostado. 

Después de un cómodo desayuno, ambos, Alastor y Anthony se fueron a pasear al pueblo.

Alastor le enseño varios lugares a un curioso Anthony, Alastor se dio cuenta que a Anthony le llamaba la atención la música y el teatro, en cambio a el la música y la radio al comprobar que tenían gustos parecidos empezaron a dialogar diferentes cosas.

Hasta que llegaron a un callejón.

-Si pasamos por aquí llegaremos a mi lugar favorito-dijo Alastor entrando-del otro lado está la estación de radio nadie la usa ahora pero me gustaría trabajar ahí-dijo Alastor muy emocionado.

-Se nota que te encanta la estación de radio-dijo riendo Anthony pero se detuvo a la mitad del callejón viendo a un borracho lastimado.

-Si me olvide decirte que este es un lugar de mala muerte, matan como si nada-dijo Alastor mirando a donde veía su amigo- es mejor no meterse-dijo al ver a sujetos acercándose al borracho.

Anthony no le hizo caso, fue hasta el verdugo y le dio tremendo puñetazo que lo mando metros más allá sacando hasta del callejón.

-Lárgate sino quieres conocer a la muerte-dijo Anthony mirando al pobre cobarde, que huyó-¿están bien?-preguntó, cosa que extraño a Alastor que solo veía al borracho-Parece que no-comento mientras procedía a coger como si nada al parecer cuarentón y un cosa que sostenía-Alastor el hospital o alguna clínica cerca ¿Dónde hay?-preguntó a lo que Alastor se acerco viendo que cargaba al supuesto borracho y una niña.

-Sígueme no tenemos tiempo-dijo Alastor y salieron del callejón corriendo ante la mirada atónita de varias personas-#¿Si dios o los ángeles existieran serían como está persona?# pensaba Alastor guiando el camino.

Al llegar a una clínica, Anthony pago para que atendieran de urgencia a su carga.

Tiempo después....

El hombre y la niña que se enteraron que se llamaban Husk y Niffty estaban estables pero en cuidados intensivos al parecer querían secuestrar a la niña que era huérfana y Husk siendo padre de familia lo impidió resultado ambos heridos, Alastor se sintió un poco mal por que si los hubiera ignorado ambos hubieran muerto.

-No te culpes, Alastor, se que por tu padre no querías tratar con más borrachos-dijo Anthony mirando a su acompañante.

-Pero...-dijo Alastor impotente.

-En esta vida no se puede salvar a todos o juzgar, viven los que tienen que vivir o mueren así es la ley de este mundo-dijo Anthony  sacando una botella de quien sabe donde alcanzándosela a Alastor.

Después de esa aventura Anthony le dijo que se podía ir a casa pero Alastor se negó .

Horas después...

Anthony iba con comida en mano a la clínica mientras pensaba que no podía seguir creando dinero o alimentos de la nada, Alastor sospecharía y Dios se empezaría a dar cuenta, mientras eso cruzaba por su mente un local abandonado paso a su lado.

-Eso es...-dijo Anthony riendo-empezare un negocio.

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Espero les guste.