Pasaron alrededor de una semana y media, el aspecto de Meredith volvió a ser la misma, las únicas diferencias eran sus ojos, el izquierdo es de color rojo carmesí y el derecho de un celeste negrizo. Su cabello blanco como la nieve pero con ligeros mechones negros en las puntas.

Aquellos dos chicos estaban felices y a la vez asombrados por el gran avance de la joven albina, aún así entregarían más antes de que llegue el día.

Mid: Has progresado mucho estas semanas Meredith, eso me sorprendió mucho -comentó la chica mitad sombra-.

Scott: concuerdo con Midori, incluso aprendiste a hacer más armas que una simple daga -mirando a la albina-.

Meredith: Mh, gracias a ustedes mejore más, incluso superé mis límites a pesar de todo -dijo seriamente-.

Midori: Incluso, volviste a tu original personalidad -sonrió de medio lado-.

Y tuvo razón, Meredith volvió a ser La Chica Fría, guardó sus sentimientos que la impedían seguir adelante.

Scott y Midori se fueron dejando a la albina sola, sabían que ella queria entrenar un poco más, lo que no sabían es que entre las ramas de los árboles había cierta chica vigilando a la chica de hielo.

Sonrió de medio lado para así irse de allí....Llegó a una cabaña donde habitaban los asesinos más buscados de la ciudad, fue directo a una oficina, tocó la puerta recibiendo un "Pase" detrás. Entró en aquella habitación, se acercó al Ser sin rostro.

Slender: ¿Que necesitas? -preguntó al ver a la chica frente a él-.

??: Ella esta viva, esta al otro lado del bosque -comentó-.

Slender: ¿Ella? - volvió a preguntar esta vez algo extrañado-.

??: Meredith, ella está viva -dijo quitándose la capucha de su pequeña capa-

Slender: Bien, gracias por la información  -agradeció el hombre alto-.

??: Debes de entrenar a los demás, te recuerdo que el DIA se acerca -recalcó al ente que tenia de frente-.

Slender: esta bien, mientras los demás entrenan, me dirás todo lo que sabes y habrá ese día, con detalle -ordenó-.

??: Bien, lo haré, solo dime el día, donde y la hora, y estaré aquí en ese instante -miró en donde deberían estar unos ojos-.

Slender: Mañana, aquí en mi oficina, cuando se ponga el Sol.

??: Bien, aquí estaré mañana -dijo dando media vuelta para salir-.

Slender: una vez Gracias -"mirando" la espalda de la chica- Kinary.

La mencionada giró la cabeza esbozando una ligera sonrisa para luego irse de allí volviendo al castillo junto a sus dos hermanas.

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En el castillo donde Demonios habitaban el lugar,se encontraban varios entrenando para el día.

Entre todos estaban tres chicas y un chico, se excedían bastante cosa que no les importaba con tal de conseguir la Victoria.

Zalgo, observaba con una tétrica sonrisa, decía tener la victoria en sus manos pero... Nunca imaginó que tendría a alguien que lo acabaría traicionando.

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Una pequeña pelinegra llegó a la oficina de Slenderman así como prometió, se sentó frente a él. 

Slender: ya sabes, sin mentiras.

Kinary: Te diré a ti, solo tu sabrás... Cuando miento, me tiemblan las manos -comentó en lo que puso sus manos sobre la mesa- Empieza.

Slenderman comenzó a hacerle preguntas a la niña, quien respondía con total sinceridad y con detalle de lo que quieren hacer, sobre todo, respondió con sinceridad el Objetivo de Zalgo.

Slender: Bien, es todo.

Kinary: Mañana es el día Slender, prepárense, yo me encargo lo que está a mi alcance -se levantó-.

Slender: Esta bien, confío en ti.

La pelinegra desapareció de allí.

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Pasaron las 24 horas, llegó el momento... Asesinos y Demonios lucharian por última vez para decidir quien merece vivir realmente.

Lo que no sabían, es que hay alguien en espera del momento para lograr acabar con todo y todos los demonio.

Sobre todo, en traer a alguien de vuelta a la realidad, ahora sabía cómo, asi que no desaprovecharía la oportunidad que tendrá más adelante. 

En un lugar, totalmente aislado se encontraban varios Asesinos y Varios Demonios, frente a frente.

Zalgo: en este momento, ustedes se darán cuenta que Nosotros somos quienes lideraremos este estúpido mundo.

Slender: Haremos lo posible para que eso no suceda.

A la izquierda del gran demonio se asomaron tres chicas y un chico, Suki, Itzitery, Kinary e Insane, en la derecha se asomó una albina de ojos carmesí tenúes.

Liu, el chico de cicatrices no pudo evitar sentirse mal al tener que pelear contra su amada, pero no tuvo opción así que, forzadamente se guardó esos sentimientos.

-Que la Guerra... Empiece.