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La Traición del Corazón.


Mel Medarda era una abogada conocida por sus compañeros de trabajo como alguien tranquila y serena, excelente en su trabajo y una buena maestra para los nuevos, pero también por su actitud fría y sus comentarios mordaces ante los intentos de cualquiera por conquistar su corazón. Por lo que no tardaron en llamarla Reina de Hielo o Corazón Helado.

Pues discúlpenla por querer esperar a la persona correcta y no aceptar al primer idiota que la mirara con ojitos bonitos — era lo que siempre se le pasaba por la cabeza cuando sus compañeras le preguntaban porque rechazaba a todos los hombres guapos que se le declaraban.

Solo por eso fue la comidilla de todos cuando surgieron los rumores sobre que tenía una relación con el detective Jayce Talis, rumores que el propio Jayce hacia que crecieran con sus acciones, como llevarle flores, coquetearle o visitarla en su oficina, luego Mel declaro que tenía un noviazgo con Jayce y vaya que eso empeoro la situación.

Luego de un tiempo de tener una relación con Jayce empezó a darse cuenta que tal vez no fue una decisión muy inteligente de su parte, Jayce tenía un ego enorme de por sí y el que todos le dijeran que logro conquistar a la "inalcanzable" solo hacía que su ego creciera.

Claro que al principio todo fue bonito, Jayce siempre la adulaba, la llevaba a comer a sus lugares favoritos y siempre la apoyaba, pero luego de un año todo eso empezó a desaparecer.

Jayce empezó a estar más ocupado con todos los casos que aceptaba, por lo que Mel se quedaba más tiempo a solas en el departamento de Jayce, aunque eso era algo bueno, porque de lo contrario el detective habría descubierto que ella era una bruja, aunque le sorprendía bastante luego de dos años de "relación" no se hubiera dado cuenta ya, por alguna razón él creía que las marcas doradas en el cuerpo de Mel eran tatuajes, si tan solo él supiera la verdad.


Mel se encontraba limpiando lo que había usado para su cena cuando la puerta del departamento se abrió y Jayce entro riéndose, solo de verlo la de piel oscura suspiro, cuando Jayce no aguantaba sus risas era porque algo se le había ocurrido y no dejaba de pensar en ello.

— Hola, preciosa — Jayce se quito sus zapatos dejándolos tirados en la entrada y fue hasta Mel — ya cene con mis amigos, espero que no me hayas hecho cena.

— Viendo la hora supuse eso, así que no lo hice — Mel empezó a secar la vajilla — ¿Qué tienes en mente? Cuando te ríes así es porque algo tienes en la cabeza.

— Estuve hablando con mis amigos y ¿Sabes qué? Salió el tema de la paternidad — el plato que sostenía Mel casi se le resbala, pero Jayce no noto eso por estar revisando el refrigerador — casi todos ellos son padres y me preguntaron cuando tendría yo a mi propio hijo, alguien que heredara el apellido Talis.

— Nunca me mencionaste que querías ser padre No es como que yo quiera tener niños aun tampoco — Mel guardo las cosas que uso y camino hacia la habitación, haciendo una mueca cuando escucho el sonido de una botella de cerveza siendo abierta — como vuelva a dejar una botella por el departamento lo embrujo

— Pues nunca lo había pensando — Jayce se apoyo en el marco de la puerta que daba a su habitación viendo a Mel prepararse para dormir — pero ellos tienen razón, digo tengo casi 32 años, ya es tiempo de que tengamos una familia.

— Jayce, no me siento preparada todavía para tener hijos

— Lo sé, lo sé, pero pensaba que pronto podríamos empezar a intentarlo — a través del espejo Mel noto como su novio la miraba y suspiro ligeramente.

Seguirá insistiendo con el tema, así que mejor me aguanto un dolor de cabeza — Mel sonrió y miro a su novio — creo que puedo dejar de usar mi control de natalidad lentamente — al ver como Jayce sonrió supo que había logrado su cometido — dije control de natalidad, no dije nada sobre hechizos

Como Jayce había decidido irse a la sala a terminar su cerveza, Mel corrió al baño de la habitación y cerró la puerta, puso sus manos sobre su vientre, uniendo sus índices y pulgares formando un triangulo que apuntaba hacia abajo y empezó a recitar un viejo hechizo familiar.

Sintió una corriente recorrerla hasta su vientre y tuvo que inclinarse ante el ligero dolor que sintió, este rápidamente desapareció y ella se enderezo mirándose en el espejo, bajo su pantalón junto a su ropa interior viendo que en su pubis ahora estaba el símbolo de la fertilidad con una X encima, marca que pronto desapareció como si nada hubiera pasado.

Eso le trajo un fuerte alivio, solo se había quitado la fertilidad por un período de tiempo, el hechizo era tan fácil de lanzar como de quitar, así que no tenía miedo de quedarse infértil.


No se sorprendió demasiado cuando Jayce empezó a tratar de embarazarla menos de una semana después de su conversación, gracias a su hechizo no tenía que preocuparse por quedar embarazada sin quererlo y de todas formas Jayce no estaba tan seguido en casa, los casos que tomaba podían tenerlo hasta dos meses fuera del departamento, por lo que Mel tenía bastante tiempo libre cuando no estaba en el trabajo.

Además como tal nunca estaba sola, todas las noches que pasaba en el balcón un búho siempre iba a visitarla, era un hermoso búho joven con el que ella hablaba, sabía que era un cambiante, pero nunca le cuestiono porque no se transformaba una vez estaba en el balcón, era bueno tener una compañía que estaba más que dispuesto a escuchar a cambio de algo de agua y fruta.

Una noche como muchas otras se puso a esperar a su amigo, este llego a la hora esperada, pero en lugar de posarse sobre la baranda del balcón aterrizo en el suelo y picoteo la puerta corrediza del balcón.

— ¿Quieres entrar? — Él la miro y picoteo la puerta — muy bien, tal vez sea bueno cambiar de ambiente — abrió la puerta y vio al búho volar con cuidado dentro de su departamento para luego posarse en la manilla de la puerta principal, ululo y pronto la puerta fue tocada — ¿Me trajiste invitados? — Pregunto sin esperar una respuesta, el búho voló hasta su hombro y ululo mirando la puerta.

Mel confió en su nuevo amigo y abrió la puerta con cuidado, había tres mujeres paradas afuera esperando a que abriera la puerta.

La de pelo rosado era la más bajita, por sus ojos pálidos supo que era una vampiro, la de media estatura con cabello azul oscuro debía ser una sirena por sus rasgos y finalmente... Vaya, la más alta era de piel y cabello oscuro, pero con brillantes ojos dorados que la delataba como una mujer lobo.

— Buen trabajo, Ekko — comento la de cabello rosado sonriendo. El búho ululo y voló hacia el sofá de Mel.

— Es bueno ponerle un nombre al pequeño que me ha hecho compañía — dijo pasar a las 3 mujeres y cerró la puerta.

Cuando llego a la sala vio que su amigo búho había desapareció dejando en su lugar a un joven muchacho de cabello blanco en rastras y piel oscura que tenía el tazón de frutas que ella siempre le daba en sus manos.

— Hola, Ekko — él le sonrió e inclino su cabeza hacia ella — ¿Puedo saber sus nombres? Asumo que el pequeño búho ya les dijo el mío.

— Soy Caitlyn, ella es mi esposa, Violet y nuestra amiga, Sevika — los ojos de Mel se posaron unos segundos en la mencionada y regreso su mirada hacia la pareja — ¿Eres pareja de Jayce Talis?

— Eso me temo, si — con un movimiento Mel hizo aparecer unas copas y las lleno de agua — disculpen que solo sea agua — dijo mirando a Vi — no esperaba compañía esta noche.

— Descuida — Vi sonrió y tomo la copa sonriendo — ¿Hay problemas en el paraíso?

— Se podría decir que sí, pero yo sola me metí en está... Relación. Estoy segura de que ustedes no vinieron hasta aquí solo para preguntar por mi relación, ¿Qué hizo Jayce esta vez?

— Creo que deberías sentarte para escuchar la noticia — sugirió Sevika palmeando el sofá que estaba a su lado, Mel hizo caso tomando asiento.

Al principio no les creyó cuando le dijeron que su novio había asesinado a sus hijas, por lo que Vi le entrego un trozo de tela que pertenecía a una chaqueta dañada de Jayce, le dijo que solo tenía que hacer un hechizo sencillo que le mostraría lo sucedido ese día.

No estaba preparada para ver como su novio invadía una casa sin razón, luego verlo entrar en una habitación infantil, donde una niña no mayor de 10 años se lanzo sobre él gritando y luego... Luego vinieron los disparos, desvió la mirada con la respiración agitada, estaba horrorizada por lo que había visto, siguió escuchando como los compañeros de Jayce le reclamaban por disparar el arma, como salían corriendo diciendo que olvidara lo sucedido y el recuerdo se detuvo.

Ella paro el hechizo notando que la pareja tenía lágrimas en los ojos mientras se abrazaban mutuamente, Mel no podía mirarlas a la cara sabiendo que su novio les había causado tanto dolor por su imprudencia.

— No es tu culpa — Sevika apoyo su mano en el hombro de Mel haciendo que la mirara — sus acciones no tienen nada que ver contigo.

— Pero siempre sospeche que algo me estaba escondiendo, nunca pensé que fuera algo tan terrible como esto... Lamento mucho su pérdida — dijo mirando a la pareja, pero ellas le negaron.

— Han pasado 7 años desde ese día, el dolor ha disminuido un poco — comunico Caitlyn tomando las manos de su esposa — vinimos en realidad a pedirte ayuda — aquello llamo la atención de Mel.

Mel sin duda estaba inquieta con el plan de Caitlyn y Vi, no era normal escuchar que alguien se quería vengar de tu pareja y aunque las intenciones de la pareja eran más que creíbles y entendibles, estaba insegura sobre el plan, cosa que la pareja se dio cuenta.

— No tienes que participar directamente en nuestro plan — le dijo Vi con suavidad — solo necesitamos tu ayuda para desactivar el don de Jayce, sabemos que puedes hacer eso.

— Si, si puedo — Mel miro sus manos unos segundos — mi novio causo la muerte de dos niñas por ingenuo, no pago por su crimen y arruino a una familia... No creo que pueda seguir viviendo con él, soportando su presencia...— miro a la pareja notando sus ojos cansados, la tristeza y la pérdida se podía notar en ellos — ¿Pueden darme algo de tiempo para pensarlo? ¿Para pensar en qué haré?

— Por supuesto — Vi saco una tarjeta de su bolsillo entregándosela a Mel — son nuestros números de teléfono, cuando tomes tu decisión solo llámanos — la bruja asintió tomando la tarjeta y acompañando a las mujeres a la puerta.

Sevika fue la última en salir y ambas se miraron a los ojos por varios segundos, Mel noto como las pupilas de la mujer lobo se dilataban antes de volver a la normalidad, luego de esto Sevika miro hacia el frente y salió con prisa del departamento, Ekko aprovecho esa oportunidad para salir también del departamento por el balcón dejando a Mel sola en su hogar.


Sevika se apoyo en la pared del ascensor luciendo abatida, se llevo la mano al pecho sintiendo lo fuerte que latía su corazón, sus amigas notaron su comportamiento y simplemente la miraron esperando a que se tranquilizara.

— Nunca pensé que esto me pasaría — comento Sevika luego de que su corazón se calmara.

— ¿Enamorarte de alguien? — Pregunto Vi sonriendo a lo que Sevika asintió.

— Tengo casi 40 años, ya había perdido la esperanza de enamorarme y resulta que ella es pareja de un Talis — Sevika se desordeno el cabello algo frustrada.

— Sus sentimientos por él no van a durar mucho — comento Vi sonriéndole a su amiga, quien la miro por eso — oliste lo mismo que yo, la falta de presencia del Talis en el lugar, su aroma no estaba muy presente... Creo que no deberíamos preocuparnos porque ella nos delate, tampoco deberías preocuparte porque te rechace.

Sevika decidió creerle a su amiga, eran pocas las ocasiones en las que Vi se equivocaba en asuntos del corazón, por más extraño que eso sonara.


Mel tardo solo una semana en llamarlas para decirles que aceptaba formar parte de su plan, como Caitlyn y Vi no podían abandonar tan seguido Zaun debido a su trabajo enviaban a Sevika para que sirviera como mensajera... También porque querían que su amiga pasara más tiempo con la bruja, siempre era bueno empujar a alguien hacia la dirección correcta.

Los sentimientos de Mel empezaron a cambiar conforme pasaba el tiempo con Sevika, la alta y enorme mujer era diferente de lo que Mel había pensado al principio.

Era muy atenta y gentil. Cada vez que visitaba a Mel le llevaba algo de comer de los lugares favoritos de la bruja, siempre parecía atinar con lo que Mel deseaba comer en ese momento, le gustaba escuchar todo lo que tenía que decir y no la interrumpía, pero cuando no estaba de acuerdo con algo que decía Mel no usaba su altura para imponerse hacia ella, prefería sentarse y hablar con ella haciéndole ver que las cosas que se decía a sí misma no eran para nada ciertas, así descubrió que Sevika era muy aduladora, tanto que la hizo sonrojar y poner nerviosa la primera vez que lo hizo.

También descubrió que era muy afectuosa y maternal, cosa que descubrió cuando fue a Zaun con ella para saber donde iniciaba su plan. Sevika la presento con cariño a su manada y familia, en ambas fue bien recibida y pudo ver el lado maternal de la loba.

Era increíble como Sevika jugaba con los cachorros (niños) de su manada, luego se sentaba en el suelo con los cachorros rodeándola y les enseñaba con paciencia a cómo hacer aparecer algunos de sus rasgos, como las orejas y la cola.

Eso solo provocaba que el corazón de Mel latiera con más fuerte por ella, cosa que la aterraba. Sus sentimientos estaban divididos entre Sevika y Jayce.

En unos meses Sevika había sido más atenta hacia ella que Jayce en los dos años que tenían de relación, le prestaba atención, respetaba su espacio y opiniones, no podía evitar sentirse atraída hacia ella solo por ser ella... También por su increíble físico, era imposible no mirar el cuerpo esculpido de Sevika.

Jayce... Ya ni siquiera sabía que pensar sobre él, desaparecía por meses y cuando volvía solo era para tener sexo con ella y tratar de embarazarla, ya no sentía que estuvieran en una relación. El como la usaba la hacía sentir como una especie de prostituta.

Ella trato, vaya que trato de hablar con Jayce sobre cómo se sentía, quería aclarar sus sentimientos con él, decirle que estaba enamorándose de alguien más y que quería terminar las cosas con él para no serle infiel, pero él siempre la interrumpía contándole todo lo que hizo, las cosas por las que paso y como ayudo a enviar a alguien más a la cárcel.

Ignoraba lo que Mel quería decir para arrastrarla a la habitación, luego se quedaba dormido y desaparecía al día siguiente dejándole una nota y la cocina sucia. Sobraba decir que la bruja estaba muy enojada con él y... Sexualmente frustrada.

(Puede que tal vez y solo tal vez lo haya embrujado para que su miembro no funcionara correctamente. Era más un castigo por molestarla que para evitar que le fuera infiel. Eso sería hipócrita de su parte.)

Después de ese ir y venir durante meses finalmente acepto tener una cita con Sevika, la cambiante no la llevo a un restaurante lujoso en Piltover ni nada por el estilo, sino que la llevo a una bella zona en los bosques de Zaun e hicieron un picnic junto al lago, luego ambas nadaron durante horas, riéndose y jugando en el agua como unas niñas.

Cuando cayó la noche Sevika inicio una fogata, asaron malvaviscos y finalmente se acostaron en el colchón que Sevika puso en la cajuela de su camioneta, observaron el cielo nocturno y hablaron durante horas. Al quedarse sin temas de conversación se quedaron mirando y pronto la cambiante se acerco a ella dejando besos por todo su rostro, cada beso era seguido de un alago que dejaba a Mel sonrojada y riéndose como una adolescente enamorada.

Sevika beso toda la piel expuesta de Mel, sus manos, cuello, mejillas, frente, sus parpados y nariz, pero dejo sus labios intactos diciendo que solo le daría un beso a Mel cuando ella de verdad se sintiera preparada, cosa que la bruja agradeció de todo corazón, luego ella repitió las acciones de Sevika dejando su rostro cubiertos con marcas de beso.

Conforme pasaba el tiempo la relación de Mel y Sevika se volvió más fuerte, sobre todo gracias a que Jayce casi nunca estaba en su departamento, de hecho Mel se había vuelto tan atrevida que hasta invitaba a Sevika a ir al departamento.


Sevika sonreí mientras detenía su camioneta en el estacionamiento que tenía el departamento de Mel, el guardia que estaba en la entrada la saludo activando el cierre del estacionamiento.

La cambiante saco unas bolsas de comida del restaurante de Zaun. Días atrás Mel le había dicho sin pensar que tenia antojos de volver a probar la comida de Jericho y Sevika como buena oyente tomo muy en cuenta la petición de su chica.

Espero con paciencia a que el ascensor bajara, ayudo a una señora a llevar su compra a su departamento y subió el resto del camino por las escaleras. Abrió la puerta del departamento con la llave que Mel le había dado tiempo atrás y entro sonriendo.

— ¿Mel? Llegue — se quito los zapatos y fue hasta la cocina para desempacar la comida — Isha me pregunto cuándo ibas a volver a visitarnos — escucho los pasos de su pareja y sintió que esta la abrazaba por detrás, de pronto un olor particular le llego a Sevika, lo que hizo que se volteara hacia Mel, quien tenía la mirada baja y cuando se volteo decidió esconder su rostro en el pecho de Sevika — ¿Qué sucede, princesa? ¿Te sientes mal?

— He pasado todo el día con dolor de cabeza y unas nauseas terribles — las manos de Sevika tocaron su frente con delicadeza y luego los costados de su cuello — vomite hace unos minutos

Eso explica el olor No tienes fiebre. Tal vez sea estrés, princesa — se inclino besando la frente de Mel — te traje tu platillo favorito de Jericho — eso hizo sonreír a Mel.

— Gracias, cariño — Mel fue hasta el refrigerador, saco del interior dos latas de gaseosa y cerro el refrigerador, pero al hacerlo el calendario que tenía pegado a este llamo su atención por lo tanto decidió revisarlo atentamente.

Sevika miro a su pareja cuando escucho el sonido de unas latas cayéndose, vio que estaba paralizada frente al refrigerador, por lo que se acerco a ella.

— ¿Qué pasa, muñeca? — La bruja simplemente levanto su brazo y señalo una de las fechas — ¿Se atraso tu periodo?

— Ya van tres semanas — lentamente las dos se miraron y luego al calendario — el hechizo que me puse se agoto cinco días antes de mi periodo.

— Y yo te visite esos días, entiendo... ¿Tienes un hechizo para detectar embarazos o prefieres que compre unas pruebas? — Mel estaría sorprendida de lo tranquila que estaba Sevika si no la conociera, pero sabía muy bien que estaba escondiendo su emoción ante la posibilidad de que estuviera cargando a su cachorro.

— Jayce compro pruebas de embarazo, ¿Podrías llevarme al baño de nuestra habitación, amor? No confió en mis piernas ahora mismo — Sevika le levanto con delicadeza llevándola hacia el baño, la sentó en el lavamanos y reviso los cajones debajo de este sacando una caja de pruebas — esto se siente irreal.

— Definitivamente — beso en los labios a la morena y salió del baño para sentarse en la cama.

Mel salió unos minutos después diciendo que tenían que esperar unos minutos, por lo que decidieron ir a la cocina para almorzar. Seguían estando nerviosas por el resultado, pero luego de que empezaron a hablar del tema la emoción les llego lentamente.

— Puedo agrandar mi casa — comento Sevika dándole parte de sus papas a Mel mientras que esta le daba los pepinillos que tenía su sándwich — Vander y Silco se ofrecieron a ayudarme con la expansión, creo que llevan tiempo esperando que acepte desde que empecé mi relación contigo.

— Son muy dulces... ¿Podríamos tener una habitación de juegos para niños? — Sevika asintió sonriendo.

— Si, también te hare tu propio estudio de arte — las mejillas de Mel se pusieron rojas ante el gesto de su pareja — se que debimos hablar de esto antes y no ahora que estamos a punto de descubrir que podrías estar embarazada, pero ¿Cuántos niños quieres?

— 5 — la respuesta de Mel hizo que la cambiante se ahogara un poco con su bebida — siempre desee una familia numerosa con mi pareja.

— Nunca dejas de sorprenderme, princesa — ambas se rieron y siguieron comiendo.

Trataron a alargar el mayor tiempo posible la revelación, pero al final fue Sevika quien busco la prueba y miro primero el resultado mientras que Mel la miraba con ansiedad.

— ¿Quieres que duerma con nosotras o en una cuna, amor? — Pregunto la cambiante sonriendo, Mel se rio al escucharla y vio la prueba de embarazo que marcaba con exactitud 3 semanas.

— ¿Puedes llevarte esta? No quiero que Jayce la encuentre y me haga preguntas — su pareja asintió y le dio un beso — vamos a tener un bebé, Sevi — la más alta la tomo del mentón para llenarle el rostro de besos sacándole risitas a Mel — ¿Crees que a tu familia le guste la noticia?

— ¿Gustarles? No, amor. Van a amar la noticia, creo que a este punto deberías de saber que, lo que más nos hace felices, es que la familia crezca. Sin importar como pase.

Mel abrazo a su pareja sonriendo, ya no se sentía mal por lo que iba a sucederle a Jayce, no luego de saber todo lo que había provocado por no investigar los casos en los que se metía y como había enviado a prisión a varios inocentes, muchos de ellos siendo la fuente de ingresos principal de sus familias.

Ella misma tuvo que arreglar los errores de Jayce, investigar correctamente los casos y sacar a esos pobres de la cárcel, asegurarse de que en sus registros quedaran limpios y ayudarlos a volver a sus hogares con el dinero de Jayce, si él los metía en problemas mínimo que también los ayudara a salir, incluso si no sabía a dónde iba su dinero.


Lastimosamente para Mel, Sevika tuvo que irse antes para ayudar a reparar una de las grúas que usaban en las minas de Zaun, pero también fue bueno, porqué Jayce decidió regresar antes de su viaje, cosa que no alegro mucho y menos en el estado en que regreso Jayce.

Resulto que se había ido a beber con sus amigos, se embriago y estos tuvieron que traerlo, Mel les indico que lo dejaran en el sofá y estos se fueron, pero no sin perder su oportunidad de coquetearle a Mel, luego salieron huyendo despavoridos cuando ella los espanto haciendo que sus ojos se volvieran dorados y les gruño.

Eso les enseñara, borrachos — la alegría se le fue cuando escucho los quejidos de Jayce, por lo que cerró la puerta del departamento y fue hasta la sala donde Jayce estaba tratando de quitarse la ropa.

— Mel... Vamos al cuarto, te voy a hacer un bebé — la bruja solo pudo hacer una mueca al escucharlo y más al verlo incapaz de mantener el equilibrio incluso sentado.

Si fuera Sevika quien me dijera eso la arrastraría yo misma a la habitación — la morena fue hasta su habitación sacando una manta y una almohada del armario, cuando vio que Jayce iba a entrar lo detuvo colocando una mano en su pecho — No, señor. No vas a ponerme las manos encima y mucho menos dormirás conmigo.

— Vamos, Mel — intento ir contra ella, pero no pudo equilibrarse y cayó al suelo, la bruja suspiro al verlo.

— Vaya que fui estúpida al decirte que si — murmuro ella caminando hacia el sofá y dejando la manta con la almohada en este — ¡Vete al sofá, Jayce! — Reclamo al verlo querer arrastrarse hacia la habitación, por lo que decidió tomarlo del tobillo y arrastrarlo hacia la sala — no vas a dormir conmigo y que te protejan si vomitas mis muebles.

— Mel — se detuvo al notar la mirada de la bruja — muy bien — Mel rodo los ojos caminando hasta su habitación, se aseguro de cerrar la puerta con llave y tomo su teléfono para llamar a su pareja.

Sevika estaba terminando de diseñar los planos de la casa cuando su teléfono sonó, se rio al escuchar el tono de llamada que Isha le había colocado al contacto de Mel, era una canción que pertenecía a una princesa, porque su sobrina pensó que Mel era una princesa la primera vez que la vio por lo bonita que era y no es como que Isha se equivocara.

— Hola, mi amor. ¿Cómo se sienten?

— Pues estamos un poco estresados por aquí, Sevi. Jayce llego hoy y bueno— Hizo una mueca al escuchar como el nombrado tropezaba con algo y lo rompía — creo que tiene más alcohol que sangre en este momento.

— ¿No te hizo nada o sí? — Pregunto frunciendo el ceño y viendo las llaves de su camioneta junto a las de su moto.

— Pues quiso entrar conmigo a la habitación para hacerme un bebé según él — se cubrió los ojos con una mano cuando escucho algo de vidrio romperse — ahora mismo creo que quien está en peligro es él si sigue rompiendo cosas — Sevika no pudo evitar reírse al escucharla.

— Cielo, iba a llamarte mañana para decírtelo, pero creo que ahora es mejor — Mel alzo una ceja al escucharla cuando vio que a su computadora le llego un correo — las chicas terminaron de arma el caso, cuando quieras se lo enseñas a Jayce. Estamos preparados aquí para su llegada

— Mañana mismo se lo enseño, ya no lo soporto más — Mel puso a imprimir toda la información y sonrió — por cierto, termine de liberar al último inocente que Jayce ayudo a meter en la cárcel, la pobre mujer me abrazo llorando porque se había perdido los primeros años de su única hija... El dinero que le di no ayudaría a recuperar el tiempo perdido.

— Mi corazón — le dolió en el corazón a Sevika escuchar los sollozos de su pareja — tranquila, mi amor. No volverá a hacer que inocentes caigan en la cárcel, tranquila. Respira hondo — Mel hizo caso a las instrucciones de su pareja y su llanto se calmo.

— Quiero que esto termine pronto, ya no quiero tenerlo cerca — fue hasta el cajón donde tenía una prueba de embarazo alterada y la dejo en el lavabo del baño.

— Todo se va a solucionar pronto, princesa — Sevika entro en una habitación y encendió la luz revelando que el lugar estaba destinado a un bebé — Tan pronto como le des la información el instinto de héroe de Talis actuara y caerá en la trampa, nunca volverá a molestarte, princesa — saco un pequeño muñeco con forma de zorro y lo coloco junto a otros peluches de igual tamaño en una estantería.

— Agradezco a quien sea por eso — Mel coloco la información en una carpeta y la dejo en su tocador para luego ir a la cama, se acostó en esta empezando a acariciar el ligero bulto que tenía en su vientre — ¿Un niño o una niña?

— Una niña con tus bellos ojos — la respuesta de Sevika hizo sonrojar a Mel — con tu inteligencia y astuta forma de hablar.

— En ese caso que sea una lobo como tú, con tu pelaje y forma de orejas, las que amo ver aparecer y moverse sin control cuando te emocionas — Sevika no pudo evitar reírse al escucharla, si supiera que le estaba pasando lo mismo en ese momento.

Luego de hablar por unos minutos más ambas se despidieron, Mel coloco su alarma y se fue a dormir.


Cuando Jayce despertó lo hizo con un enorme dolor de cabeza, un brazo entumecido y la luz del sol dándole en la cara, se volteo para que el sol no lo molestara, pero termino en el suelo con la alfombra de la sala amortiguando un poco su caída.

Tardo un momento en recuperarse, se sentó torpemente en el suelo y observo a su alrededor dándose cuenta que algunas cosas estaban rotas, entre ellas jarrones y esculturas hechas por Mel junto con algunas fotografías.

— ¿Qué paso aquí? — Decidió levantarse e ir al baño para poder asearse y pensar con mejor claridad.

Una vez fuera de la ducha vio un objeto extraño en el lavabo, por lo que lo tomo para examinarlo, se le cayó el cepillo de dientes al lavabo cuando vio que era una prueba de embarazo positiva. Busco rápidamente su teléfono entre la ropa que tenia tirada en el baño hasta que lo encontró y rápidamente marco el número de Mel.

— ¡¿Estas embarazada?!

— Buenos días, Jayce — la voz molesta de su novia detuvo su alegría — Si, lo estoy y espero que recojas todas las cosas que rompiste anoche borracho, por cierto tienes un nuevo caso, te puse la carpeta con la información en mi tocador, estoy ocupada ahora, adiós — Jayce se quedo mirando su teléfono unos segundos viendo la llamada cortada, como si estuviera esperando que Mel lo volviera a llamar con otra actitud.

— No importa, voy a ser padre. Dijo algo sobre un caso nuevo — salió del baño y tomo la carpeta para examinarla — Zaun... Ataques de lobos resientes — tomo una foto y la examino, se veía a una mujer con mordidas en un brazo y unos arañazos.

Abrió el armario buscando entre las cajas hasta que encontró un viejo maletín, luego de abrirlo tomo uno de los viejos libros que tenía dentro, antes de cerrarlo se quedo mirando una vieja chaqueta que tenía dentro, pero aparto la mirada cerrando el maletín.

Busco entre las páginas del libro hasta que encontró lo que buscaba y comparo la foto que tenía con la imagen del libro, las marcas eran idénticas a una de las imágenes.

— ¿Ataque de lobo? De hombres lobos mejor dicho — cerró el libro devolviendo la foto a la carpeta con una sonrisa — otro lugar que necesita ayuda de Jayce Talis, así de famoso soy... Aunque si no me equivoco ¿No es Zaun un lugar donde esos monstruos suelen vivir de forma permanente?

Siguió investigando ignorando que aun seguía en toalla y olvidando la petición de Mel sobre limpiar el desastre que hizo, por lo que no debió sorprenderse mucho cuando escucho la voz de su novia llamándolo con un tono enojado.

— ¿Cariño? — Se asomo por la habitación hacia la sala, donde estaba una muy enojada Mel mirándolo con los brazos cruzados.

— Nada de cariño, te pedí una sola cosa y fuiste incapaz de hacerla, limpiar tu desastre — Mel entro en la habitación para invitados, donde solía quedarse con Sevika, y cerró la puerta.

— Mel — Jayce trato de abrir la puerta, pero descubrió que tenía llave — oye pensé que podríamos ir a celebrar tu embarazo.

— Estoy demasiado cansada, Jayce. Me duelen los pies y la cabeza, no quiero que me molestes — Jayce escucho como otra puerta se cerraba y entendió que Mel se había metido en el baño de la habitación.

Decidió limpiar su desastre tirando todo a la basura, logrando cortarse los dedos varias veces con los trozos de cerámica rotos, una vez todo estuvo limpio fue a hablar con Mel para preguntarle cuanto tiempo de embarazo tenia, pero la única respuesta que tuvo fueron unos papeles que la morena deslizo bajo la puerta.

Revisándolos vio que Mel tenía cuatro meses de embarazo, coincidiendo con el tiempo que estuvo fuera, el crecimiento del bebé era normal y le mandaban algunos medicamentos a Mel para que siguiera con un embarazo saludable.

— Voy a comprarte estos medicamentos, Mel — la nombrada salió de la habitación asustándolo, se había cambiado de la ropa que normalmente usaba en su trabajo por un conjunto suave.

— Los compre cuando venia para acá — le enseño el frasco de pastillas y fue hasta la cocina — ¿Por qué te piden ayuda para resolver un caso que son ataques de lobo?

— No son ataques de lobo. Son de hombres lobo — la morena lo miro sacando una botella de agua del refrigerador — las marcas de las fotos coinciden con los dibujos que hizo mi tátara abuelo sobre los hombres lobo, debo llevar balas de plata y asegurarme de no salir en noche de luna llena.

— ¿Por qué las balas? Solo te piden ayuda para resolver la situación.

— Nunca se sabe cuando te ataquen de sorpresa — Mel apretó la botella de agua para contenerse — hace años me atacaron unos vampiros salvajes y tuve que defenderme.

— Ya veo — abrió el microondas sacando una bolsa de comida de esté — tengo aquí para comer, no me molestes por favor, mi dolor de cabeza aumento — con eso se volvió a encerrar en su habitación y justo a tiempo, porque de sus manos salieron destellos dorados por unos segundos.

¡Qué cínico! ¡¿Vampiros salvajes?! ¡En sus registros el mismo admitió que eran humanas y que disparo sin pensar! — Mel decidió respirar hondo para no enojarse más — Pronto no tendré que escucharlo más, no tendré que escucharlo más.

Cuando Jayce partió a Zaun unos días después Mel uso un sencillo hechizo de transporte para ir hacia la zona donde había puesto su hechizo con anterioridad, se escondió detrás de unas enormes rocas observando la carretera cuando escucho pasos detrás de ella y al girarse vio a un enorme lobo de pelaje marrón acercandose a ella.

— Hola, mi amor — Sevika volvió a su forma humana y se acerco para acariciar el vientre de Mel.

— Las extrañe mucho — le dio un beso en los labios y se acostó al lado de ella para hacerle compañía.

— No es divertido estar separadas, pero ya no lo estaremos más — sonrió al sentir como su pareja le acariciaba el vientre y luego tomaba su mano.

Hablaron durante un rato hasta que un auto deportivo paso a toda velocidad enfrente de ellas, Mel se acerco para revisar su encantamiento y sonrió al ver que funciono a la perfección.

Sevika volvió a transformarse en lobo, fue junto a su pareja para acariciar su vientre de nuevo con su cabeza, luego se para junto a ella y le indico con su cabeza que se subiera a su lomo, lo que Mel hizo sin dudar y se aferro al pelaje grueso de Sevika cuando está hecho a correr al bosque.

— ¡Tenemos que avisarles a las chicas que ya llego! — Sevika cambio de dirección y entro en la ciudad corriendo hacia la comisaria. Mel se bajo rápidamente de su lomo y entro en la comisaría para avisarles a sus amigas sobre la llegada de Jayce.

Esto obviamente las altero un poco, pero lograron controlarse, Mel salió del edificio y fue con su pareja hacia una cafetería cercana, donde se pusieron a esperar a que Jayce apareciera.

— ¿En serio dejo su auto con las puertas abiertas? — Pregunto Sevika al escuchar como las puertas del deportivo de Jayce no se bloqueaban.

— Es una mala costumbre que tiene, también dejaba el departamento sin llave y hasta con la puerta abierta, no entiendo como nunca nos robaron o le robaron el auto — Mel desvió la mirada para que Jayce no la viera cuando salió de la comisaria.

— Si deja el auto sin seguro será más fácil para los pequeños de la comisaria robarlo y hacerlo parecer un accidente. Hablando de los niños — la bruja se giro viendo que los novatos salían de la comisaria.

— Iré a decirles a las chicas que la barrera funciono — Mel beso en los labios a su pareja — se buena y espera nuestra comida, creo que a las chicas les gustara algo delicioso para pasar el mal momento.

— Eso puedo hacerlo, nena — la cambiante tomo su mano besando el dorso de esta y vio a Mel salir del lugar.

Le llego un mensaje de Vander avisándole que Talis se estaría quedando en su hotel y que había pagado por una estadía de 3 meses, lo que la hizo sonreír con malicia, le aviso a Ekko sobre el numero de la habitación de Jayce y lo que tenía que hacer, que de vez en cuando por las noches volara hasta su ventana y se la picoteara al azar para que no descansara bien por las noches, lo que lo volvería más paranoico cuando Ekko empezara a imitar las voces de niños para asustar a Jayce.

Ese Talis iba a pagar caro por haberle arrebatado a sus sobrinas la oportunidad de crecer, se aseguraría de que nadie más fuera víctima de un Talis.

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