El Podio
La historia me pertenece, los personajes(algunos), por otro lado, pertenecen a Masashi Kishimoto.
LA UNIÓN
•
Capitulo XXII
§
Ser profundamente amado te da fuerzas,
Mientras que amar profundamente a alguien te da coraje.
Lao Tse
§
El Podio
Naruto observó atentamente como Tsunade comenzaba a cortar el corset de Hinata. Él se acercó a la cabecera de la camilla y acariciar su cabello, dándose cuenta que su compañera estaba profundamente agotada y dormida.
Miró sobre su hombro y ambos guardianes resoplaban mientras dormían profundamente. Él también se sentía cansado, estresado y adolorido, pero primero debía comprobar que Hinata estuviera complemente bien. Pero se dió cuenta de algo también.
—¿Y el Bekirot?— preguntó al no verlo en la pequeña camilla dónde lo habían puesto.
Tsunade alzó su mirada mientras buscaba algo en uno de los cajones.
—Lo llevaron a desarmar.
—¿De..desarmar?— preguntó Naruto asombrado.
—Si, el Bekirot no es una cría de verdad, Naruto. Lo sabes¿no?— ella lo miró algo preocupada.
Naruto frunció el ceño, él lo sabía, en el fondo de su cabeza. Pero también se había encariñado con el pequeño, de verdad parecía una cría de verdad.
—El Bekirot sólo tiene diez días de duración Naruto. El Consejo aún no ha podido lograr que dure más y por eso aún no sacan la competencia. Ellos creen que la población ha bajado lo suficiente para que podamos empezar a usar Bekirot como nuestras primeras crías. Pero quiere que tenga un ciclo normal de vida. Creen que sería malo hacer encariñar a una pareja con una cría para después quitársela.
Naruto hizo una mueca, porque era cruel quitarle ese Bekirot a ellos. Él había estado formando en su cabeza la forma de pedir al Consejo la custodia de la cría. Sabía que Hinata se había encariñado mucho con él. Ahora temía su reacción cuando él se lo contará.
—Hinata estará triste por ello—, susurró mirando su rostro dormido.
Tsunade se acercó a ellos con una tijera en sus manos enguantadas. Ella estiró la que tenía libre y apretó su hombro.
—Estoy segura que podrás ayudarla con eso, no hay nada para hacer. ¿Te gustaría que les del último té hoy mismo, después de que digan sus puestos? A partir de ahora, ya no tienes que preocuparte por ello.
—Debo hablarlo con Hinata, tal vez ella quiera esperar a que termine nuestra casa.
—Pues debes hacerlo— le regañó distraídamente—. ¿Podrías traerme el pote de curación?— le pidió señalando a la otra esquina de la habitación.
Naruto asintió, fue y volvió rápido con lo que le había pedido llegó justo cuando Tsunade le quitaba la panza falsa y él frunció el ceño al ver la extraña vestimenta que cubría sus senos. Jamás lo había visto y le fue imposible no darse cuenta que era muy sexy. Levantaba sus montículos y mantenía cubiertos sus pezones, pero desbordaba por arriba. Era de un raro color negro con gris, que resaltaba mucho su piel blanca.
Tsunade dejó la panza falsa a un costado y miró curiosa también la tela que la cubría.
-¿Qué es esto?- preguntó.
Naruto levantó la mirada y se encogió de hombros, no podía explicarlo.
-Es bonito y parece muy cómodo-, susurró Tsunade.
Naruto también creía que era bonito, pero le gustaba más el pecho de Hinata sin nada, esa vestimenta lo único que le provocaba era querer arrancárselo. Él bajó la mirada para ver su vientre e hizo una mueca.
La soga se había marcado en su blanca piel, dejando una marca rojiza. Tenía una mancha desde el costado de la cadera, que se perdía por debajo de su pantalón, de un feo color morado. Tsunade comenzó a esparcir pomada por su cuerpo y Hinata hizo leves muecas mientras permanecía dormida.
-Lo han hecho muy bien, Naruto. No fueron la primera pareja en llegar, pero su puntaje era bastante alto..
-Supongo que fuimos los terceros-, susurró sin apartar la mirada de Hinata.
-En realidad fueron los cuartos.
Naruto alzó la mirada sorprendido, pero Tsunade siguió haciendo su trabajo.
-El primero en llegar fue Kiba, con su compañera Sirce.
Naruto alzó una ceja, sin poder conectar los nombres con una cara.
- Kiba estaba cerca del podio, en cuarto lugar si no me equivocó. Es un cambiaforma.
Naruto recordó enseguida al macho, uno con piel bronceada y abundante cabello marrón dorado. Él, a diferencia de los Uzumaki, no tenía un guardián, él mismo lo era. Él podía cambiar a un animal salvaje y feroz, rompiendo su estructura osea y dejando que brotarán el pelo en su cuerpo. Había una leyenda que los Uzumaki habían sido cambiaformas y habían evolucionado hasta que los guardianes se separaron de su cuerpo.
Naruto asintió.
-¿Crees que podría habernos pasado?
-Posiblemente. Hizo un tiempo excelente y ni su hembra ni el Bekirot fueron dañados.
Naruto hizo una mueca. No le importaba tener el primer lugar, ya no. Lo que más había anhelado era que Hinata sobreviviera todas las pruebas y, ambos, lo habían hecho. No importa el podio, no le importaba si podían tener un sólo hijo o ninguno.
Él sólo quería estar con ella hasta el final de sus días.
•
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Hinata se despertó lentamente con una caricia en su cuero cabelludo. No quería levantarse, se sentía a gusto, caliente y segura. Reconoció los fuertes brazos que la rodeaban como los de Naruto. Su aroma picante y tan familiar haciéndola sentir en casa.
- Dulce...- su voz baja y ronca en su oído, su aliento cálido en su cuello le hizo sonreír
Estaba acostada en la camilla aún, podía sentir el material duro en su costado, pero estaba acurrucada a un lado de Naruto. El cuerpo caliente y firme de él manteniéndola pegada.
Ella sólo se acurrucó un poco más, soltando un leve gemido de incomodidad, por sus músculos algo adoloridos.
-Shhh...
Sintió las grandes manos de Naruto bajar por su cuello, una de ella fue hasta su cintura y la otra se quedó allí. Él le hizo un leve masaje en unos puntos adoloridos de la unión del hombro con el cuello y Hinata gimio más fuerte.
Naruto respondió con un gruñido bajo y relajado, como si le complaciera sus respuestas. Hinata apretó sus manos en el pecho desnudo cuando la boca de él comenzó a besar su cuello, provocándole escalofríos. Ella sintió el leve chasquido de sus colmillos apretando su carne y siseó, sintiendo un hormigueo en su bajo vientre.
Sus uñas se clavaron en los pectorales cuando la mano que estaba en su cintura bajo hasta su trasero apretando la mejilla de este.
-Naruto...- gimio bajó cuando él le pasó la lengua caliente y suave por su piel sensible.
Él volvió a gruñir cuando una de las piernas de Hinata subió hasta anclarse en la fina cadera masculina. Naruto buscó rápidamente su boca y ella le respondió sin siquiera abrir los ojos. Su lengua entrando, buscando y anhelando el toque de la otra.
Hinata sintió como la polla de su compañero comenzaba a despertarse rápidamente. Ella jadeó cuando Naruto movió su cadera, haciéndola muy consciente de su miembro totalmente erecto. También se percató de que sólo tenía la única ropa interior que había podido llevar a Konoha.
Un simple brasier de encaje negro y gris sin tiras y la braga a juego.
Naruto gimio en sus labios cuando sus uñas más largas rasparon por la tierna piel del muslo de Hinata. Él sólo llevaba un pantalón holgado que había dejado para cambiarse. Bajo la mano hasta el montículo de su compañera y, con cuidado de sus garras un poco más largas, corrió el delicado material sin ganas de romperlo.
Hinata lloriqueo en sus brazos cuando él pasó la yema de sus dedos por la entrada de su coño, deliciosamente mojado. Su boca se llenó de agua, deseaba inmensamente probar su liberación una vez más.
Hinata parpadeó cuando su espalda golpeó la camilla y Naruto se levantó de está en un instante. Sus ojos se adaptaron a la oscuridad en la que estaba sumergida el camerino cuando se dió cuenta que seguían allí. Naruto estaba parado a un lado de ella y se dobló para susurrarle al oído:
-No hagas ruido, nena.
Hinata retuvo la respiración, ansiosa y delirante por saber lo que haría Naruto. Lo siguió con la mirada, hasta que él se detuvo al final de la camilla. Una de sus manos, pasó por su pierna desnuda hasta que se cerró en su tobillo. Con un leve tirón, acercó su trasero a un poco más de la mitad de la camilla. Hinata jadeó mientras él le doblaba y abría sus piernas para dejar a su coño expuesto.
No pudo verlo, gracias a la oscuridad, pero sintió sus dos manos en la unión de sus muslos. Uso uno de sus pulgares para correr un poco más su braga y al mismo tiempo, abrir los labios de su vagina. Hinata se llevó una mano a la boca cuando sintió el cálido aliento de Naruto. Y, menos mal que lo había hecho, porque pegó un pequeño chillido cuando su lengua húmeda y suave se pasó por toda su raja. Su mano libre fue directo a él sedoso cabello de Naruto y la cerró en un puño para sostenerse se algo.
Las vibraciones del gruñido de Naruto hicieron algo a su coño, porque tembló, todo su cuerpo se estremeció, sus pezones se pusieron duros como cuencas y su clítoris palpitaba dolorosamente.
Naruto no estaba para juegos, porque fue directo a su clítoris, con sus labios lo chupo mientras su lengua le daba golpes suaves. Hinata gimio en su mano y sus caderas comenzaron a moverse contra la boca masculina, ansiosa por el clímax que sentía a unos pasos.
Naruto movió su mano libre y libero su doloroso y dura polla del holgado pantalón de un movimiento. Apretó la punta, al sentir que estaba muy cerca del orgasmo al sentir el dulce sabor de su compañera en su boca. Los ruidos amortiguados de Hinata lo único que hacían era que su cuerpo se endurecierá por estar adentro de ella.
Hinata apretó más fuerte el cabello de Naruto y lloriqueo al sentir demasiado placer, sus piernas queriendo cerrarse al no aguantarlo. Pero él no la dejó. Su boca se abrió cuando Naruto soltó su clítoris y bajó a su coño. Metió muy profundo la lengua y con el pulgar que tenía a un lado, frotó en círculos su clítoris.
Hinata se tensó al sentir que estaba por llegar. Gimió bajó y largo al sentir los labios y lengua de Naruto sobre su coño. Era tan sensual, como si estuviera besando su boca, lento pero a la vez muy intenso gracias a la contaste fricción de su dedo en su perla dura y palpitante. Su cuerpo se apretó con el poderoso clímax que la atravesó rápidamente.
Naruto sintió las contracciones del coño de Hinata en su lengua, sus ruidos bajos y perdidos en su liberación, y él apretó la base de su polla. La golpeó fuerte y duro, de arriba hacia abajo, su miembro húmedo gracias al líquido que soltaba su polla. Gruñó, gimio y jadeó mientras su cuerpo subía al clímax también. La humedad del coño de Hinata lo hizo casi ronronear. Metió profundamente su lengua cuando sus bolas se apretaron y de su polla salió su semilla disparada. Desperdiciada, terminó en el suelo.
Se prometió silenciosamente que la próxima vez que estuviera dentro de su compañera, se la daría a ella.
Mientras intentaba recuperar el aliento y sin dejar de saborear el delicioso coño de su hembra, Naruto se dió cuenta que Hinata intentaba separar su cara de su entrepierna, empujando su cabeza lejos. Le dió una última lamida, disfrutando no sólo el sabor y el olor, sino también el estremecimiento del cuerpo de Hinata. Sonrió, sabiendo que ella no podía ver sus facciones, pero él sí. Y lo que vió, hizo que su polla se agitara, sin importar que hace unos segundos haya liberado su semilla.
Hinata tenía una sonrisa en el rostro, como esa primera vez que habían estado juntos.
La acomodó de nuevo y él se subió a la camilla a un lado de ella, colocándola casi encima de él. Miró a la puerta del apartado y el reloj seguía corriendo.
Aún tenían tiempo para descansar un poco más.
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Naruto parpadeó cuando la luz del apartado se encendió. Hinata se removió en sus brazos y la tomó justo antes de que cayera de la camilla. Hinata abrió grandes los ojos al darse cuenta y se rió bajo. Él sonrió con calidez y estaba por bajar la cabeza para darle un beso cuando la voz se escuchó.
-Competidores, se les pide prepararse. En breve serán llamado para que se de a conocer el Podio.
El cuerpo de Naruto se tensó.
Había llegado el momento.
•
Hinata ni siquiera sabía cuántos días había pasado desde que había entrado en esa misma Arena para empezar la última prueba.
Esta vez, Naruto la llevaba de la mano y Hime se había quedado en el apartado junto a un muy cansado Kurama. Naruto le había ofrecido que descansará dentro de él, pero el Kyubi prefirió quedarse con Hime, comer algo y retozar.
De las 17 parejas sólo quedaban cinco, que se consideraban que habían pasado completamente la última prueba. Habían pasado en las pantallas imágenes de la última prueba cuando los otros habían perdido a su compañera o al Bekirot. Ella evitó mirar y se concentró en los competidores.
Una de las parejas eran Ino y Sai, también estaban Sakura y Sasuke. Y había dos que no los conocía. Pero sólo una de las parejas le llamó mucho la atención.
El macho era enorme, un poco mas alto que Naruto, y más ancho también. Hinata se asombró al verlo, daba un nuevo sentido a los fisiculturista, pero sin las venas y bultos que a ella le resultaban desagradables para su gusto. También tenía mucho cabello rubio oscuro y unos extraños ojos dorados con las pupilas rasgadas. Su compañera se mantenía con la expresión seria a su lado, pero ambos parecían tensos. Ella se parecía mucho a una Konohagakure, pero no lo era del todo. Su nariz era muy chata y le daba una expresión de estar chupando limón constantemente. A Hinata le pareció una versión femenina y bronceada de Voldemort.
Las cejas de Hinata se alzaron cuando su compañero quiso poner su enorme manota en su delgada espalda, para dar un paso adelante cuando el Consejo los nombró. Ella lo miró con asco y se alejó rápidamente de él.
-Sirce, Konohagakure y Kiba, Konohagakure.
Hinata aplaudió como todo el estadio. El macho hizo una mueca, pero cuando sonrió ella se sorprendió de ver dientes rectos y blancos. Parecía que él también era un híbrido.
La segunda pareja fue llamada, la de Sakura y Sasuke. Hinata volvió a aplaudir y no le pasó por alto como Sakura casi se había derretido con el toque de Sasuke en su espalda. Ella ocultó su sonrisa, la hembra era muy obvia.
Ellos fueron los terceros. Naruto la tomó de la mano y ambos dieron el paso hacía adelante. Sintió sus mejillas calientes cuando escuchó los gritos con su nombre y los de Naruto. Parecía que habían ganado seguidores.
La otra pareja también pasó a delante, y por último fueron Ino y Sai.
- Empezaremos diciendo el tercer puesto, hasta que lleguemos al primero. Recuerden que dependiendo del puesto, es la cantidad de descendencia que podrán tener.
El corazón de Hinata palpitó en su pecho. A ella no le importaba en qué puesto terminaría. Sólo quería quedar en alguno. O sino, sentiría que todo ese sacrificio que había hecho, no habría servido.
-En el tercer puesto, ha pasado algo que no ha tenido precedentes en las anteriores competiciones... Hay un empate...
El murmullo se escuchó fuerte y Hinata se preocupó. Miró a Naruto y él también parecía asombrado por ello. Pero antes de que pudiera preguntar, el orador volvió a hablar.
-La pareja, en este caso, las parejas que están en el tercer puesto, tendrán sólo una descendencia. Y ellas son...
Hinata retuvo la respiración, sintió el cuerpo tenso de Naruto a su lado y apretó su mano, intentando transmitirle ánimos. Él bajó su mirada y le sonrió.
-Las parejas de Sakura y Sasuke, y la de Ino y Sai.
Hinata sonrió cuando Ino saltó emocionada con un gritó y se colgó de su compañero como si fuera un cohala. Ella aplaudió mientras veía a ambas parejas caminar al pequeño pedestal que mostraba el tercer puesto. Intentó no reírse fuerte, como todo el público, cuando sólo las hembras pudieron quedar allí. Los machos, al parecer decidieron que eso no era aceptable y la subieron a sus brazos para que ellos también pudieran caber.
- Nuestra felicidad, parejas. Se lo han ganado. Ahora pasemos al segundo puesto. En este, la pareja podrá tener dos descendientes.
Hinata se puso nerviosa y seria de nuevo.
-La pareja que ocupa el segundo puesto, es la de Hinata Hyūga y Naruto Uzumaki.
Los ojos de Hinata se abrieron con sorpresa y miró a Naruto sin poder creerlo. Pero él sonreía, como si ya lo hubiera sabido.
-¡Bien Hinata! ... ¡Así se hace!
A ella le pareció reconocer la voz de Ino y Ten-Ten, entre el barullo de los atronadores gritos que venían de todas las direcciones. Pero ella estaba tan asombrada que no podía moverse. Tampoco es que creía que ganaría el primer puesto, pero tampoco estaba segura si llegaría al podio, ya que las primeras pruebas le había ido muy bien, pero en la tercera había sido pésima.
Naruto se inclinó a ella y le dió un casto beso en los labios.
-Vamos dulce, somos segundos- le susurró al oído.
Aún así él no esperó a que ella se moviera. La tomó en sus brazos y la llevó a la plataforma un poco más alta de la que estaban sus amigos. Ella sonrió con toda la cara roja cuando el aplauso duro mucho más de lo que había durado antes. Ella miró las plataformas y no pudo distinguir a nadie, así de lleno estaba.
Y todos gritaban su nombre.
-¡Hinata-Kya! ¡Hinata-Kya!
Hinata aún no lo podía creer cuando el orador siguió hablando.
-Y el primer puesto... Es el que podrá tener tres o más descendencia. Dependiendo del terreno que posea y habite la pareja. Ese puesto lo ocupa, Kiba Inuzuka y Sirce Mi-zju.
Hinata se bajó de los brazos de Naruto y aplaudió a la pareja ganadora. Sus movimientos vacilaron cuando vió la mirada asesina que le dió la hembra al enorme macho. Él no parecía enojado por ello, más bien parecía decaído mientras se movían al primer puesto.
Hinata se acercó un poco más a Naruto mientras las tribunas seguían aplaudiendo y la pareja iba subiendo al pedestal.
-¿Qué les sucede?¿No deberían estar felices?- susurró ella sin poder dejar de ver la expresión de derrota del macho.
Naruto rodeó sus hombros con un brazo y la apretó contra su costado.
-Parece que no se llevan muy bien. Tal vez, Kiba no era el compañero que habría querido Sirce.
Hinata suspiró con tristeza por el macho. El parecía un enorme cachorrito mojado, con sus ojos tristes y sus grandes hombros hundidos.
- Debe ser horrible terminar con alguien que no te quiere- susurró con pesar y miró a Naruto.
El cuerpo de Naruto se tensó y ella siguió su mirada cuando él observaba hacia otro lado. Los ojos de Hinata se abrieron con sorpresa cuando el macho, Kiba, la miró directamente. Al ver su cara de frente, Hinata se dió cuenta que tenía escondido entre su abundante cabello un par de orejas, como las de Hime pero más grandes. Ambas estaban paradas y apuntaban directamente a ella.
Hinata tragó saliva al darse cuenta que él seguramente la había escuchado. E intentó darle una sonrisa, entre compasiva y temerosa. Ella se sorprendió cuando él inclinó la cabeza y le sonrió de forma amigable. El cuerpo de Naruto se relajó y vió, por el rabillo del ojo, que Naruto hacía una reverencia de cabeza para el macho también.
Respiró tranquila, cuando el macho sólo la siguió mirando con curiosidad para después perder el interés cuando el orador comenzó a hablar de nuevo.
-Estas son las parejas que tienen derechos a procrear este giro. Le agradecemos a los competidores por su esfuerzo en esta Unión. El próximo giro habrá una nueva competencia para los que sientan que quieren hacerlo. Las familias de los fallecidos serán remunerados. Queremos agradecer también a los espectadores, por no provocar disturbios.
»- Recuerden que habrá una celebración en los territorios del mercado. Todo aquel que quiera acercarse puede hacerlo. Gracias.
Hinata aplaudió, aunque no entendía nada. ¿Ellos tenían que ir a esa fiesta? Ella prefería que no.
Naruto pareció leer su mente porque se inclinó a ella y le susurró.
-Cuando podamos salir, iremos directo a mí casa, dulce. Debemos alimentarnos y dormir bien, no sólo nosotros. También Kurama y Hime.
Hinata suspiró aliviada y le sonrió acariciando su pecho.
•
Hinata abrazó fuerte a Ino cuando está saltó a ella y la rodeó con los brazos. No esperó que ella la levantará y la hiciera girar, mareándola. Rió fuerte acompañada de las carcajadas de Ino y de Sakura que veía todo al lado de su compañero. Cuando Ino la soltó, Hinata se tambaleó hacía atrás y casi cae, pero dos manos delicadas la sostuvieron.
Su sonrisa vaciló al ver a Ten-Ten. Pero la hembra sonrió y la ayudó a pararse y la abrazó casi dejándola sin aire.
-Me alegro tanto por ti, como por Naruto- le dijo al oído.
Hinata también apretó sus brazos al rededor de ella. No se conocían mucho, pero la hembra la había tratado como una igual desde el primer momento. Era lo más cerca que tenía a una amiga allí.
- Espero que nos visites en nuestro hogar- le dijo Hinata cuando se separaron.
Ten-Ten abrió los ojos asombrada y Hinata decidió ser sincera.
-Eres lo más cerca que tengo a una amiga aquí, no me gustaría que nos dejáramos de ver.
Hinata sintió las miradas de los demás sobre ellas, pero no le prestó atención. De verdad tenía mucho apreció por esa hembra. Ten-Ten sonrió, como la primera vez que la había conocido.
- Sería un honor poder decir que soy la amiga de la primera terrícola que ha ganado la Unión.
Hinata sonrio.
-Lo digo de verdad, quiero que vayas a nuestra casa.
Ten-Ten asintió.
-Lo haré.
Ella sonrió hasta que la hembra levantó la mirada y corrió a felicitar a Ino. Hinata busco con la mirada a Naruto y lo encontró saludando al macho Kiba. Su compañera no se encontraba por ningún lugar donde pudiera ver Hinata.
Ella se acercó a los machos y ellos se quedaron callados cuando Hinata quedó a un lado de Naruto. Kiba bajó su extraña mirada a ella y Hinata creyó que no sería bueno hablar mucho con él.
Tendría un serio problema de tortícolis si tenía que mirarlo mucho a la cara.
El pensamiento le hizo sonreír y extendió una mano para estrecharla con el macho.
-Creo que no nos han presentado oficialmente. Soy Hinata Hyūga...
-Hinata Uzumaki, dulce- le interrumpió Naruto pasando su mano por encima de sus hombros.
Hinata rodó los ojos.
-¿Aquí también la hembra tiene que tomar el apellido del macho?- preguntó confusa, hasta que se acordó-: Si tu Yaya tiene su apellido aún...
-El más débil de la pareja toma el apellido del otro como protección-, dijo Kiba con una increíble voz profunda y grave.
Naruto se tensó y ella miró al macho, hasta que su cerebro proceso eso. Sus ojos se entrecerraron y se fijaron en su compañero.
- Conservaré mí apellido, gracias- dijo con una mirada amenazante.
Naruto sonrió.
-Lo que te guste, nena.
Hinata sonrió.
-Obvio que sí.
Ella volvió la mirada al otro macho y volvió a extenderle la mano. Kiba miró primero a Naruto, como pidiéndole permiso. Eso le pareció en serio tonto, pero Naruto ya había demostrado ser muy territorial con ella. Aún así, su compañero asintió al otro macho.
Kiba extendió su brazo, y con una gran delicadeza, que le pareció raro a Hinata, apenas apretó su mano.
-Es un honor conocer personalmente a Hinata-Kya.
Hinata parpadeó y sintió como sus mejillas se calentaban. Ella se perdió en sus ojos dorados, las pupilas negras y rasgadas de él se agrandaron cuando más la miraba y más la sostenía. Hinata ni siquiera se había percatado que se quedaron mirando hasta que la mano de Naruto se apoyó sobre la de Kiba.
-Ya es suficiente, Kiba-, gruñó.
Hinata parpadeó mientras observaba que las pupilas de Kiba se achicaban y él soltaba su mano.
-Lo siento-, dijo después de aclarar su garganta-. Jamás había visto una hembra como tú. Debo admitir que fui uno de los últimos en la selección y estuve tentando a elegirte, sabía que podría cuidarte. Pero temía que no llegarás a la última prueba. Me alegra saber que Naruto te eligió.
Hinata volvió a parpadear, asombrada por su confesión. Naruto la empujó a su pecho y la abrazó desde atrás. Ella escuchó y sintió su gruñido.
- Mía.
Kiba sonrió.
-Lo sé, nos los dijiste desde la primera o segunda prueba. Me dí cuenta desde la primera, en realidad. Pero nunca olvídare el olor a miedo de ese macho cuánto tú...
-Si, bueno. Queríamos darte nuestra felicidad Kiba, por ganar la Unión- le interrumpió Naruto.
Hinata no entendió nada, pero miró entre ambos. Parecía que se decían cosas con la mirada, hasta que el macho mas alto asintió.
-Gracias, mí felicidad para ustedes también- gruñó.
-¿Tu compañera?- preguntó Hinata, y luego quiso golpearse al ver qué su expresión se volvía melancólica.
-Ella a ido al apartado a buscar sus cosas. Desea ir a su casa a descansar.
Hinata quiso preguntarle si él no la acompañaría, pero Naruto fue más rápido al ver su intención.
-Nosotros también debemos irnos. Nuestros guardianes están en el apartado y deseosos de volver a casa para descansar en una cama. ¿No, dulce?- Naruto apretó sus brazos en su cintura y Hinata miró a Kiba con una sonrisa algo tensa.
-Si, es verdad.
El macho asintió y les hizo una reverencia antes de voltearse e irse hacia las puertas de los camerinos. Hinata frunció el ceño a la ancha espalda de Kiba y se volteó en los brazos de Naruto para clavar sus ojos en él.
Naruto conectó su mirada con la suya.
- Kiba perdió a su futura compañera en la segunda prueba y Sirce fue la última hembra en elegir. Peleó contra su elección y él ganó. Ella está resentida con él.
Hinata se sintió mal por él.
-Entonces la hembra no tendría que haber elegido el combate-, dijo ofendida en el nombre de Kiba.
Naruto asintió.
-Si yo hubiera tenido que pelear por ti, lo hubiera hecho sin parpadear.
Hinata miró en sus ojos claros la verdad y le sonrió.
-Lo sé, pero nunca fue necesario. Sólo te quiero a ti..
-Y yo a ti, mí dulce, dulce compañera- susurró achicando el espacio entre sus rostros hasta que beso sus labios lentamente.
Hinata se derritió en sus brazos, moviendo sus labios al sensual movimiento de Naruto. La lengua de él sumergiéndose en su boca, ella respondiendo e imitando todo lo que él le daba. Ambos perdiendo la consciencia de dónde estaban. Hasta que Naruto se separó de ella con la respiración en rápidos jadeos.
-Vamos a casa- gruñó.
Hinata no podía estar más de acuerdo.
Fin
Habrá un Epílogo...
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