Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 21

Capítulo 21: No, no estás bien.

"Qué tenía que hacer para que lo nuestro no se nos fuera de las manos?

¿Qué tenía que hacer para que no te marcharas más de lo que ya te habías ido?

¿Qué tenía que hacer para que siguieras amándome?

¿Qué hizo que decidieras hacerme sufrir sin tomar en cuenta cómo me sentiría?

¿Qué tengo que hacer para soltarte?

Y sobretodo, ¿Qué debo hacer para dejarme de hacer tantas preguntas?"

24 de diciembre del 2021.

Tengo cuatro días siendo obligado por Álvaro a escribir lo que siento y además, a venir a un parque londinense, ya que según lo que le dijo su psicólogo "eso lo ayudará a mantenerse distraído y evitar autodespreciarse" o algo así le dijo.

¿Está funcionando? Pues no lo sé, pero todo lo que he escrito hasta ahora sólo grita "¿qué hice mal para merecer tu desprecio, tus mentiras y tu engaño?".

En medio de la constante insistencia de Álvaro de hacerme venir a este parque tan lejos de Tottenham (ya que así no habría forma de encontrarme a Isabella y podría despejarme), decidí traer mi cámara para al menos aprovechar que tengo libertad de pasearme por Londres. Quizás exageré un poco con la cantidad de fotos que he tomado, pero era esto o irme al trabajo de Álvaro... Aquí al menos tengo algo de paz, supongo.

Ciertamente, me siento mal por tener a Álvaro cuidando de mí, se supone esta sería la navidad más tranquila y alegre de él, incluso quería regalarle algo, pero sólo me he dedicado a llorar y preocuparlo estos días.

Me hace sentir mal andar dando lástima en su departamento y en esta ciudad.

Otras personas que también están preocupadas por mí son Angélica y Alessandra. Angélica llegó hace tres días a Londres y al primero que se encontró en el departamento fue a mí, no en el mejor de los estados que digamos (estaba borracho y llorando).

Me preguntó en repetidas ocasiones antes de ayer y ayer si quería volver a Madrid para estar en casa, que no tenía problema en darme para el boleto si eso implicaba que estaría mejor. Sin embargo, rechacé su propuesta. Y aquí estoy, en un parque tomándole fotografías a todo lo que me parece interesante.

Por otra parte, Alessandra ha intentado hablar conmigo estos últimos días, pero no sé, no me siento esencialmente cómodo hablando de cómo me siento por mensaje... Aunque, en realidad no me siento cómodo hablando en voz alta sobre cómo me siento, no ahora.

He pensado mucho en si debería volver a Madrid después de hoy o quedarme aquí hasta enero. Por un lado, quiero volver a mi casa y al menos llorar en mi habitación sin sentir como desde afuera sienten lástima por mí, y por otro lado, pienso en Álvaro, quien me tuvo que insistir para que viniera a Londres y aparte pagó mi pasaje de ida y vuelta.

Vasca de mierda, aparte de joderme emocionalmente, me jodió la navidad.

***

—Entiendo que estés preocupado por mí, pero no necesito seguir yendo a un parque a tomar fotografías ni escribir lo que pienso, estoy bien.

—No, no estás bien, estás negando tu dolor—alude Álvaro.

—Ni que alguien hubiera muerto, estás exagerando.

—No estás entendiendo. Amabas a Isabella, Rodrigo, estuviste dispuesto a hacer algo como aceptar una relación a distancia con tal de tenerla a ella en tu vida. Entiendo perfectamente que no la superarás únicamente escribiendo y tomando fotos, pero tampoco es sano que no te permitas sentir o expresar lo que sientes en este momento y sólo hacer de cuenta que "estás bien"—contesta, haciendo énfasis en lo último.

»Perdón si te sientes forzado por mí, pero yo más que nadie entiendo lo que es cerrarse y no permitirse sentir. No quiero que tú pases por eso, no tienes porqué hacerlo...

—Estaré bien, gracias por tu preocupación. Sólo pasemos una navidad tranquila—indico, tratando de sonreírle al rubio, aunque este no se ve muy convencido de mi respuesta.

Álvaro sale de la que está siendo mi habitación desde que llegué, por lo que decido terminar de quitarme la ropa de invierno, y él no tarda en llamarme para que salga a su salón.

—Te compré un regalo, feliz navidad—informa.

Es un libro, aunque no lo conozco.

—¿Buscando a Alaska?—interrogo.

—Ábrelo.

Le hago caso omiso y me encuentro a la fea letra de Álvaro, aunque con los años que tengo de conocerlo, puedo entender perfectamente lo que dice.

"El miedo nos va a debilitar con cada segundo que pase si no luchamos".

Álvaro de mierda, lo quiero tanto.

—¿Quieres irte a Madrid antes de año nuevo?—interroga.

Asiento con timidez.

—Vale, el lunes te llevo al aeropuerto—contesta sonriendo.

—Gracias—es lo único que logro decir.

***

12 de enero del 2022.

Sé el pésimo estado anímico y físico en el que me encuentro, no he salido de mi habitación a más que ir al baño y buscar comida en las escasas ocasiones que he sentido hambre desde que volví de Londres, no bebo agua constantemente, tengo más de una semana faltando a la universidad, al trabajo, y además mintiéndole a Alessandra cada vez que le digo que estoy bien y que volveré a mi rutina de siempre.

Y sé que no estoy bien, que tengo que pararme de la cama y salir de estas cuatro paredes que me están volviendo loco... Pero siempre que me repito eso vuelvo a lo mismo; llorar y escuchar Adiós de Cerati.

Hay algo que sí puedo destacar, y es que he descubierto que soy bastante fanático de la música de Cerati, quizás porque esta tiene algo que termina por relajarme cada vez que entro en crisis.

He continuado con la ridiculez que me aconsejó Álvaro de escribir como me iba sintiendo, y a pesar de que sí ha habido un cambio en lo que he escrito, no creo que sea muy positivo, ya que sólo soy yo sintiéndome miserable y buscando una respuesta a algo: ¿qué tuvo él que yo no?

Y sí, he dejado de dormir bien por pensar en ello, tengo unas muy pronunciadas ojeras, de hecho, y aún no tengo una respuesta.

—Quizás simplemente fue la distancia, quizás el inglés de mierda le parece alguien más atractivo, más simpático, más...—pensé en voz alta.

Suspiré. Quizás encontró en él algo que en mí no.

Quizás se dió cuenta de que yo no le daba esa paz de la que tanto hablaba y él sí.

O... Quizás simplemente se aburrió de mí.

***

Me encuentro nuevamente escuchando música a todo volúmen mientras miro al techo y canto en voz baja, o al menos eso hacía hasta que escucho como la puerta de mi habitación se abre de golpe.

—¿Rodrigo?—la escucho preguntar.

—¿Qué haces aquí?—cuestiono.

—¡Devolverte a la vida, tal y como siempre dices que harás por tí mismo!—exclama Alessandra con angustia.

»¿Qué se supone haces ahora?—cuestiona haciendo una pausa para que yo le responda—¿escuchar a Cerati mientras te quedas observando tu techo en estado vegetal?

—Al menos no salgo y me emborracho, ni desayuno porros—intento bromear, aunque mi tono deprimido hace que esto no funcione.

Toma una gran bocanada de aire mientras hace lo posible por volver a sí misma.

—Rodrigo, entiendo que sientes que el mundo se te cayó y que después de ella no habrá más, pero ya ha pasado casi un mes desde el incidente en Londres. El mundo no va a pararse porque tú te sientes triste, y no te digo esto para minimizar tus sentimientos, te lo digo porque no quiero que te quedes simplemente lamentando que se acabara todo.

»¿Qué acaso no fue Cerati el que dijo "poder decir adiós es crecer"?—cuestiona la italiana mientras le baja volúmen a la música.

—Sí, eso dijo—contesto.

—Mira, sé que la amabas de verdad, te entiendo, pero te estás haciendo mal. Tú mereces vivir, y no precisamente vivir a la sombra de un recuerdo. Sé que has llorado mucho desde que llegaste de Londres, pero ya es momento de avanzar. No lo hagas por mí o por Álvaro, no lo hagas por tu madre; hazlo porque te amas lo suficiente para permitirte avanzar.

»Si tanto mal te hacían sus silencios, sus respuestas vagas, y el pensamiento de que te engañara, y aún así no hizo nada por darse cuenta del daño que te hacía, pues entonces tanto no te amaba.

No respondo, sólo dejo de estar acostado para sentarme en el borde de la cama junto a ella por un momento.

Pero rápidamente me levanto, y quizás por fin logro tocar fondo e impulsarme, porque tomo una toalla para darme una ducha e irme a trabajar.

Es momento de decir adiós... Supongo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro