Capítulo 15: Definitivamente hay que estar loca para ser tu novia.

Flashback del 10 de septiembre del 2021.

Hace tres días me dijeron que me iría a Londres y aún no sé como decírselo a Rodrigo, ni siquiera he querido mantener una conversación con él por miedo a como reaccione. He estado debatiéndome durante horas si realmente lo amo tanto como creo.

Ya no sé qué mierda siento, y eso me tiene frustrada. ¿Y si en realidad sólo estoy enamorada de la paz que él me hace sentir y no de él realmente, no sería mejor entonces que me alejara y buscara yo misma mi propia paz?

—¿Podemos hablar?—inquiere, logrando desviar todas las preguntas que me estoy haciendo desde hace tres días.

—Supongo que igualmente vamos a hacerlo—respondo sin despegar la mirada del techo.

Eva no dice nada más, pero escucho sus pasos hacia mí hasta que se sienta en un borde de mi cama.

—¿De qué quieres hablar?—cuestiono a la defensiva.

—¿Estás bien?—pregunta con tono de preocupación.

Me debato si decirle la verdad o mentir, pero termino por quedarme callada.

—¿Es por lo de Inglaterra?

—No sé como decírselo—respondo.—¿Cómo le digo que ahora siquiera estaré en España?

»¿Y si no estoy tan enamorada de él como para ahora arriesgarme a esto?

—Sofía, tengo dos meses viendo como se te ilumina la mirada cuando ves y hablas de Rodrigo, es obvio que estás ridículamente enamorada de él—asegura.

—¿Cómo estás tan segura de ello?—cuestiono.

—Porque yo nunca me ví así como tú. La vida te está dando la oportunidad de amar, de tener a alguien que te ama, no lo dejes ir sólo por la distancia—culmina.

—Lo tendré en cuenta... ¿Qué querías hablar conmigo?—pregunto para cambiar de tema.

—Quiero disculparme contigo por mis malas actitudes desde que supe que Rodrigo gustaba de tí, entiendo que no sabías que estaba enamorada de él y que tampoco elegiste enamorarte de él. Realmente no te conozco, Sofía, hacía años que no sabía de tí, pero ambos se ven felices, y no quiero ser un obstáculo para la felicidad de ustedes.

—Aprecio que te disculpes, gracias—contesto.

Ambas nos quedamos un rato en silencio, sin embargo, hay algo que me gustaría preguntarle.

—No quiero ser invasiva contigo, pero, ¿qué pasará contigo y Álvaro?—inquiero.

—Lo mejor para él es que me aleje de su vida, no soy la persona que se merece. Yo también necesito terminar de sanar, no voy a superar en dos semanas algo que me duró 7 años, necesito tiempo conmigo misma—dice con un tono triste.

—Me habría gustado congeniar más contigo en este tiempo—lamenté.

—A mí también.

Fin del flashback.

***

19 de septiembre del 2021.

POV of Rodrigo.

—¿Segura que no puedo irme en tu maleta a Londres?—pregunto divertido ante la idea.

—Yo creo que entras, ¿crees poder aguantar la respiración durante todo el vuelo?—ríe Isabella.

—Habría que verlo.

No sé que pudo hacerme en apenas dos meses, pero me tiene, estoy ridículamente enamorado de ella.

Tan así que estoy a una noche de empezar una relación a distancia, lo que me aterra y no creí haría nunca.

Es bastante tarde realmente, pero se me acaba de ocurrir algo antes de que se vaya mañana en la tarde.

—¿Quieres ir a comer pizza?—pregunto sonriendo.

—¿Los Nonnos trabajan hasta tan tarde?—cuestiona.

—Podemos pedírsela a Alessandra—alegué.

—¿No te parece muy osado de tu parte?—continúa dudando.

—No te preocupes, ven conmigo—respondí despreocupadamente mientras busco uno de mis zapatos.

***

—Puedo darles una pizza congelada y ustedes la calientan, justamente hoy sobró una y no supimos que hacer con ella, los invitaría a quedarse, pero mis nonnos tienen varias horas durmiendo—nos informa la rubia.

—No te preocupes, ya estás haciendo mucho por nosotros.

Alessandra nos deja un momento solos y rápidamente vuelve con una caja para pizza.

—Aquí tienen—dice sonriendo.

—Gracias, Alessa, disculpa que te hayamos venido a molestar a esta hora—se disculpa Isabella.

—No se preocupen, en realidad no suelo dormir demasiado por las noches, hace rato veía una película—responde.

Nos despedimos e Isabella y yo volvemos rápidamente a mi casa.

—¿Ves? Todo salió bien—me río.

—Definitivamente hay que estar loca para ser tu novia.

Un rato más tarde, la pizza está hecha, y ambos estamos escuchando música desde la ventana de mi habitación, buscando la más mínima estrella que se pueda encontrar en Madrid a las dos de la mañana.

Ninguno dice nada, sólo escuchamos la canción a través del audífono que tiene cada uno.

Decido tomar mi teléfono y elegir la canción.

Walking down the street tonight
(Caminando por la calle esta noche)

I got my share of bad intentions
(Tengo mi parte de malas intenciones)

I don't know what's wrong or right
(No sé lo que está bien o mal)

And did I forget to mention
(Y me olvidé de mencionar)

It makes me wonder, I kinda wonder
(Me hace preguntarme, me pregunto un poco)

I wonder how you look so right
(Me pregunto cómo te ves tan bien)

It don't matter, it doesn't matter
(No importa, no importa)

If soon you're out of sight
(Si pronto estás fuera de la vista)

Alright now, are you on my side?
(Bien ahora, ¿estás de mi lado?)

How I've got a secret to tell you
(Cómo tengo un secreto que contarte)

Cause I know that you haven't heard
(Porque sé que no has oído)

But what if I told you just how much I need you?
(Pero, ¿y si te dijera cuánto te necesito?)

I've got some news to tell you
(Tengo algunas noticias que contarte)

Do you need me too?
(¿Me necesitas también?)

You got me staring like a fool
(Me tienes mirandóte como un tonto)

No decimos nada, sólo nos miramos un rato hasta sonreír y empezar a besarnos.

Y es aquí, escuchando música con Isabella donde he sentido más paz en toda mi vida, y aunque el momento seguramente es muy fugaz, espero la vida me premie con una nueva ocasión.

Ella me ha hechizado, me tiene tan malditamente enamorado que tan sólo pensar en la idea de no estar con ella por tanto tiempo me da ganas de llorar. Ella se ha vuelto mi lugar feliz, y quiero creer que yo el de ella.

Le ha dado una caricia a mi alma, me ha hecho amarla. Pero sobretodo, me ha hecho reafirmar que no todo en esta vida tiene porqué ser tan malo.

—Hay una foto que hace tiempo he querido que nos tomemos—destacó, desplazándose un momento por mi habitación para buscar mi cámara.

—¿Qué piensas hacer?—consulto.

—Dejarte un lindo recuerdo de mí—responde para besarme y justamente tomar una foto.