Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 10

Capítulo 10: ¿Crees en las almas gemelas?

POV of Eva.

29 de agosto del 2021.

Llegué hace media hora a casa de Álvaro, y aún no he logrado encontrarlo. Tampoco he visto a Rodrigo y Sofía, quienes supongo están aquí.

También perdí de vista a Claudia, y justamente cuando la encuentro, Sergio se atraviesa en mi camino.

—¿No te parece que vas muy descubierta?—pregunta.

¿Ah?

—O sea, te ves muy linda—continúa al ver mi expresión de desconcierto—Pero cuidado y te violan entre tanta gente—culmina con una risa que me da asco.

Sólo se me ve el abdomen y los brazos, es verano, ¿pretende que salga con un hábito de monja?

Debería hablar con Álvaro y Rodrigo sobre el subnormal que tienen de amigo, porque no quiero ni volver a verle la cara al impresentable.

Encuentro a Claudia hablando con Álvaro y una chica rubia que no conozco, y rápidamente intento relajarme mientras me voy acercando.

—Entonces decidí aprender italiano para poder responder a sus insultos—dice Álvaro mientras ríe hacía la chica, notando mi presencia—Hola, linda.

—Hola, estrella de rock, feliz cumpleaños. Veo que no pierdes ninguna oportunidad para hacer una gran fiesta cada año.

—Hay que celebrar por la vida de las personas importantes—ríe.

»¿Has visto a Rodrigo y Sofía? Hace más de una hora y media que no los veo.

—Yo tampoco los he visto—responde la rubia, quien tiene un acento italiano muy marcado.

—Ah, ella es mi amiga Alessandra, Eva; disculpen que no las presenté.

—Un placer—enuncia, extendiendo su mano hacia mí.

—Igualmente. Álvaro, ¿podrías darme un minuto de hablar contigo?—pregunto, aunque empiezo a desplazar al rubio hacia otro sitio.

—Tan pregunta no era—contesta riendo.

—¿Dónde están Sofia y Rodrigo?—interrogo con impaciencia.

—Acabo de preguntar lo mismo, Eva, si supiera, probablemente lo habría ido a buscar—argumenta haciendo una pausa—aparte que tanto te interesa dónde estén o no estén? Están bastante grandes como para tener que ir del brazo de alguien. Si te preocupa que se vayan, sabes perfectamente que Rodrigo nunca se va de un sitio sin al menos dejar un mensaje—sentencia con fastidio.

—Déjalo, no importa—me resigno.

Nos quedamos un rato de pie sin mirar al otro, hasta que Álvaro decide hablar.

—¿Cómo estás?

—No sé que respuesta quieres de mí, debes de saber como estoy—respondo mientras tomo otro trago a mi bebida.

Suspira y antes de irse me mira a los ojos y dice:

—Déjalo ir.

Y se va, sin darme tiempo de responder a su confusa pero supongo muy obvia declaración.

No, no vas a dejarme con las palabras en la lengua, Álvaro; me vas a escuchar.

Empiezo a seguirlo mientras subo las escaleras al segundo piso de su casa, y cuando ya estoy alcanzándolo, veo una puerta de las habitaciones abrirse.

Rodrigo y Sofía están saliendo de aquella habitación, y aunque supongo que podría haber sido por cualquier otra cosa, tengo razones como para deternerme en una sola.

"Déjalo ir", resuenan las palabras de Álvaro en mi cabeza.

Me acerco rápidamente al antes mencionado, y sin dejarlo reaccionar lo adentro a una habitación.

Y empiezo a llorar, sólo llorar, y él entiende porqué lo hago.

—¿Cómo lo dejo ir si estoy tan malditamente enamorada de él?—exclamo entre sollozos.

»¿Por qué nunca se ha fijado en mí, Álvaro? Nunca quiso pararse por un momento y mirarme a mí que llevo casi la mitad de mi vida esperando una oportunidad, deseando ser a quien él ame, ¿acaso hay algo mal en mí?

—No hay nada de malo en tí, Eva, eres perfecta.

—¿Por qué no soy perfecta para él?—continúo sollozando.

Álvaro se queda en silencio, pero luego responde:

—Para mí eres perfecta, sólo que tú no sientes que eres perfecta para tí misma—culmina.

Debería pensar lo que dijo, pero sólo quiero seguir llorando.

—Llévame a casa, Álvaro, no puedo seguir aquí. Por favor, aléjame de él.

—Vale, está bien; te llevo.

—Gracias.

***

29 de agosto del 2021.

POV of Rodrigo.

Estoy realmente harto de esta fiesta, ya tuve suficiente, siento una presión gigante en mi cabeza.

Isabella y yo estuvimos bailando un rato, aunque yo sólo traté de moverme como ella me decía, porque de bailarín tengo poco.

Pasamos un rato con Alessandra, quien nos preguntó si sabíamos donde estaba Álvaro, a quien nadie ha visto hace bastante rato.

Vuelvo a subir, para tratar de encontrarlo, y para mi suerte, lo encuentro saliendo de una habitación con Eva, para mi sorpresa, quien pasa a mi lado sin siquiera mirarme.

—Voy a llevarla a su casa—dice Álvaro con semblante serio.

—¿Todo bien con ella?—pregunto.

—No.

Álvaro está demasiado serio, me está perturbando.

—Avísame cuando la hayas dejado y cuando estés volviendo.

No dice nada mientras lo veo caminar a paso acelerado hacia las escaleras.

Qué raro, pensé.

Me dirijo hacia una ventana bastante retirada de todo y además no se escucha tanto la música. Es lo más cercano al silencio que encontraré en este momento, no puedo quejarme.

Respiro, como si hace una eternidad que no lo hacía, mientras saco la misma caja de cigarrillos que pretendí Isabella no me quitara hace unas horas.

Empiezo a fumar mientras pienso en ella, en nosotros, y en la pregunta que hizo Alessandra, la cual ha estado dando vueltas por mi cabeza durante una semana.

¿Qué va a pasar con nosotros?

Realmente quiero estar con ella, elegirla a ella cada día, pero no es algo pequeño una relación a distancia, implica demasiado.

¿Y si no somos lo suficientemente fuertes para ello?

¿Y si no podemos con todo eso?

¿Y si no es nuestro futuro estar juntos?

—Joder, aquí estás—exclama Isabella—esta casa es  gigante, ¿cómo puedes no perderte aquí?

—Sofía, ¿crees en la almas gemelas?—pregunto.

—¿Qué?—se desconcierta, mientras empieza a reír.

—Que si crees en las almas gemelas.

—A ver... Para mí, un alma gemela, es esa persona que puede debatir contigo distintos temas de conversación, sin compartir necesariamente tu punto de vista, pero sí respetándolo y dándose a entender con el suyo. Obviamente, también debe compartir gustos contigo, pero terminan siendo tan distintos y tan iguales a la vez, que al final de cuentas, son almas gemelas.

—¿Consideras que tú y yo somos almas gemelas?—continúo preguntando.

—Rodrigo, me gustaría saber porqué fumar te pone a preguntar tantas cosas—cuestiona, aún desconcertada.

—Sólo responde la pregunta.

—Siento que tenemos ese tipo de conexión de la que hablo. Creo que eres diferente, no pensé alguna vez conocería a una persona tan atractiva mentalmente, al punto de poder hablar contigo sobre cualquier cosa sin necesidad de tener la misma opinión que tú y saber que ninguno terminaría ofendido. Hay tantas cosas que tú sabes y yo no, y viceversa. Nunca me he permitido ser tan yo misma con alguien porque siempre me hacían parecer rara, y tú en cambio, a esas "rarezas" que ven los demás, las ves como algo lindo.

»No sé si somos almas gemelas, Rodrigo, no puedo realmente saberlo, pero si me preguntas quién creo es y quisiera que fuera mi alma gemela, respondería mil veces tu nombre.

Doy una última calada al cigarrillo para terminar por apagarlo y lanzarlo por la ventana. Volvió a dejarme sin palabras.

Veo como se acerca hacia mí, creo que sabe perfectamente lo que logró. Sin embargo, necesito hablar.

—Me da pánico que te vayas, no quiero perderte, Isabella.

—No vas a hacerlo, porque yo tampoco quiero perderte a tí. No importa la distancia que haya, yo te seguiré queriendo a tí.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro