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Capítulo 5: Drácula. El trato hecho a juramento





"- ¡¡ ¿Qué hiciste que?!!" Exclama mi madre a través del enlace psíquico. Esta trastornada por lo que hice. Por el Juramento que ofrecí a la joven y así demostrarle la veracidad de mis palabras; teniendo en cuenta que ella no confía en nadie...y sigue sin hacerlo.

"-Tuve que hacerlo... -respondo, tratando de apaciguarla - ¿Averiguaste la conexión entre Katherine Van Helsing y la Guerrera Pura de los Poemas Malditos...?"

"-Si, es ella. -Responde sombríamente -he reunido las piezas y las señales están allí. Posee el don pese a que desconoce su potencial, no sabe utilizarlo, pero puedo enseñarle y sacarle provecho antes de que llegue el momento señalado. Ahora, quiero que me expliques el motivo de cometer una imprudencia al sellar el Juramento Prohibido. ¿Por qué lo hiciste?"

Tanto Katherine como yo regresamos a la Propiedad St. Van Helsing. Ella se arregló rápidamente y lució igual que cuando estaba en la fiesta. Nadie notó su ausencia. Tampoco cuando volvió a entrar para sentarse en su lugar en el banquete. Por supuesto, nadie sabe que ambos estamos unidos por algo más que el compromiso, pues antes de que regresáramos, tuvimos una interesante charla...

***

- ¡¿Qué?! -Sacude la cabeza, incrédula - ¡¿Qué demonios estás hablando?!

¿Por qué se escandaliza tanto?

<<Es hora de poner cartas sobre la mesa... -pienso -Y jugar correctamente la partida>>

-He oído todo lo referente a Nairilyn, del Clan de los Monstruos y de la Tribu Colmillo... -su rostro pierde color al oír su nombre -Hace poco oí los rumores por parte de los mortales, y por curiosidad pedí respuestas que obtuve gracias a un informe que recibí de mis espías, que me detallaron todo lo que sucedió con ella y contigo: Por la traición de convivir con tus enemigos tienes que pagar una condena que solo se disolverá si te casas conmigo, según la ley. Sin embargo, no dejo de preguntarme esto: ¿Por qué casarte conmigo, entre todos los pretendientes? ¿A cambio de qué? ¿Qué harías realmente para recibir lo que sea que te ofrecieron? Tú te ofreciste llevar la condena de aquella chica sabiendo que no tenías posibilidades vivir. Sin imaginar que ella ya estaba muerta por culpa de tu familia. -Su respiración se vuelve agitada - ¿Por qué?

Yo ya se la respuesta. No obstante, quiero saber su respuesta, su reacción. Su elección. Puedo oír sus agitados latidos golpeando su pecho, aun y cuando mantiene ese rostro tan inexpresivo, tan sereno, como si no sintiera nada. Sin que ella sea consciente de que sus ojos, del color del vino, delatan las emociones contenidas que yacen en su corazón y alma.

<< ¿Le digo o no? ¿Acaso sabe lo que consiste el trato que no tuve opción de aceptar con la Casa Van Helsing? -piensa apresuradamente, con tantas dudas -Si es así, debería afirmarlo, no hay problema si al fin y al cabo volveré a traicionar a los mortales y a mi Casa al aceptar su propuesta. Aun así, algo muy enterrado en mi interior, tal vez instinto, me susurra que no le diga nada. Que no confíe en él, y mucho menos si menciona a mi difunta amiga. Posiblemente me oculta algo, es por ello que, sin importar si cumple su promesa de darme lo que quiero, no puedo decirle todo lo que se; tal vez ese sea su objetivo. No tengo dudas de que tiene algún propósito oculto. Si él es capaz de guardarme secretos, yo también debería guardar los míos.>>

-Porque ella era mi mejor amiga, lo único que consideraba valioso, y mi familia la asesinó sin que yo pudiera hacer algo... -su voz amenaza en quebrarse por el dolor que le causa al mencionarla - ¿Por qué tuvieron la idea de casarme contigo? Esperaba que tú me lo dijeras. Tengo entendido que tú y mi tío hicieron un trato para apaciguar la tensión que hay entre nuestros clanes. Que fui elegida para ello. ¿Por qué? No lo sé. Nunca me dan las respuestas que busco. Solo acepte el trato para salir de aquella situación, pues me quitaron todo lo que me importaba, me humillaron y me desacreditaron. Lo peor de todo es que, ni siquiera debería haber aceptado ese trato, sabía que iban a jugar sucio conmigo, pero en ese momento, en ese instante...parecía que no tenía otra opción. Estaba acorralada. Me trajeron al Capitolio contra mi voluntad y esto es lo que sucedió.

No es la respuesta que esperaba, pero tampoco me mintió. ¿Habrá un poco de amor hacia su familia en ese corazón herido? ¿Luego de lo que le hicieron? De todos modos, la sangre es más pesada que el agua, como dice el dicho, pero... ¿Cuánta fe tiene ella hacia sus parientes o hacia su pueblo de que las cosas cambien entre ellos? Eso suele suceder en personas con la misma situación que ella: personas que, aun con el daño hecho, siguen teniendo fe de que esas cicatrices se curen. Lo he visto a menudo.

- ¿Y porque niegas la posibilidad de convivir con los monstruos? Ya lo has hecho una vez. ¿Qué problema hay en volver a hacerlo? Conmigo a mi lado, no permitiré que vuelvan a ponerte las manos encima. Salta a la vista que ellos nunca te han tomado en cuenta y que nunca te aceptaran por tu naturaleza mestiza: Los humanos son tan irracionales y crueles. Sé que piensas lo mismo de los monstruos, pero puedo demostrarte que no somos lo que te hicieron creer. Si vienes conmigo, podrás verlo con tus propios ojos lo que no llegaste a ver en el Reino Lúab.

Ambos nos quedamos en silencio. Y me doy cuenta de que mi madre tal vez tuvo razón con respecto a Katherine Van Helsing: Ella es la Guerrera Pura de los Poemas Malditos. La muchacha cumple con las descripciones de dicha profecía. La han engañado y la han utilizado, y ahora estoy siguiendo su ejemplo; pero dije la verdad sobre al trato. Estoy dispuesto a convertirla en mi reina, me guste o no, si eso me permite que por voluntad propia venga conmigo; y entregarla al propósito que hemos estado preparando los Hijos de Lilith para salvar al Clan de los Monstruos, a pesar de que duele la idea por su trágica situación, lo haré.

Antes de que se cumpla el tiempo señalado, ella disfrutará de su recompensa, antes de que la muerte la reclame.

Es necesario.

Por mi pueblo. Por mi gente.

DEBO HACERLO.

- ¿Y bien? -Inquiero - ¿Aceptas mi propuesta? Sigue callada. Estoy seguro que un torbellino de sentimientos oprime su pecho. Retazos de recuerdos se reproducen en su mente, con ecos del pasado alentando su determinación sembradas por el odio y la decepción que le han causado, todo arraigados a su alma quebrada y corazón hecho añicos, pero ayudándola a escoger un camino que podría marcar su destino. El destino de todos dependerá de ella.

-Muy bien, acepto tú propuesta con una condición: ambos sellaremos el Trato por medio del Juramento Prohibido y Sagrado. Dice con firmeza, con la tranquilidad realzando sus rasgos.

Sonrío. <<Es una decisión muy atrevida de parte suya... -pienso rápidamente -No obstante, puedo correr el riesgo de sellar el trato con el Juramento Prohibido, de todos modos, cumpliré mi palabra sin que tenga que intervenir con el propósito que hemos estado preparando para un futuro cercano, el propósito del cual ha sido escogida. Aunque, tengo el presentimiento de que si ella es capaz de exterminar a una raza... entonces no hay que darle razones para que haga lo mismo con nosotros. >>

-Entonces hagámoslo -dicho esto, me clavo las largas y afiladas uñas en la muñeca izquierda, desgarrando la piel hasta que empieza a salir sangre oscura al tanto que trazo un dibujo en ella, el símbolo del Juramento Prohibido -Luego iremos a la Propiedad St. Van Helsing, te guste o no, debemos ir. Los preparativos para la boda se ejecutarán muy pronto, así que todo se ejecutara según lo previsto. Cuando llegue la ocasión, te diré el momento en que tengas que ejecutar tu parte.

-De acuerdo... -murmura, saca una daga de su chaqueta de cuero y se corta la muñeca, haciendo el mismo procedimiento que yo antes de que pronunciemos el Juramento Prohibido al unísono -Juro por la sangre que nos da vida cumplir con mi deber, frente a los ojos de los Dioses y Diosas que crearon la vida, sellaré mi deber con mi sangre. Si incumplo mi deber, moriré. Si rompo mi acuerdo con mi prójimo, moriré. Testifico ante los dioses esto. Bajo el Juramento Prohibido no quebraré este contrato, hasta que decidamos romper este sello por elección de ambos, no faltaremos a nuestra promesa.

Dicho esto, ella abre su mano, dejando al descubierto su palma tan suave, delicada y pequeña como si aquellas manos le pertenecieran a una niña de 12 años.

-Tienes la mano muy pequeña. ¿Qué edad tienes?

-Unos 15 años de edad, y no empieces a burlarte porque tendremos problemas. Me advierte, mi sangre se derrama en la palma de su mano y ella lo aprieta en un puño. Y hago lo mismo cuando su sangre cae en la mía, pese a que reúno toda mi fuerza de voluntad para no abalanzarme sobre ella al oler el dulzón y delicioso aroma de aquel liquido carmesí que gotea caliente sobre mi puño. Es entonces cuando el símbolo que tenemos grabados en la piel empieza a ardernos para que, finalmente, quede sellado el juramento hecho. Ya está, no hay vuelta atrás.

-Muy bien, ya tenemos un trato. Comento.

***

Le cuento a mi madre todo: La pelea en el bosque. El ataque de los Infernales (se pone pálida al oír eso.) la discusión que tuvimos. El trato que hicimos. Los motivos que me llevaron a hacer eso. La gente todavía festeja bajo las estrellas que cuelgan del cielo desnudo, sin poder ignorar que la chica esta imperturbable; ocultando su espíritu indomable y cansancio. Para mi sorpresa, ella no esta tan agitada como se encontraba hace unas pocas horas, o eso digo yo porque no oigo sus pensamientos con su voz potente, furiosa y frustrada. El reloj marca la medianoche y percibo que ella está agotada. No está acostumbrada quedarse despierta tan tarde, y con toda la tensión de hoy el agotamiento está empezando a pagarle factura.

"-Eso lo explica: su hostilidad. Su rabia. Su tristeza...todas esas emociones negativas que la envolvían eran a causa de ello -comenta mi madre telepáticamente, nadie sabe que estamos hablando psíquicamente -Hiciste bien en ofrecerle ayuda pese a todo."

"- ¿En serio lo crees?"

"-Sí, no vivirá por mucho tiempo y me entristece, aunque es hija de nuestro enemigo, también es hija de nuestro pueblo, y una buena chica que ha sufrido muchísimo. Se le ve en su semblante y en su actitud, aunque lo oculte."

"-Esta afectada por la muerte de su mejor amiga, y para empeorar la situación la Casa Van Helsing la manipula contra su voluntad mientras es odiada por los humanos y monstruos..."

"-Lo sé, pero trata de superarlo al borrar esos recuerdos dejándose arrastrar por las doctrinas de su familia, que no han hecho otra cosa que hacerle daño...si no fuera por el Tratado de Paz, habríamos exterminado a ese Clan y llevarnos a la chica para formar una raza."

"- ¿Es necesario?"

"-Obvio, no olvides que, como rey, tarde o temprano tienes que crear un nuevo linaje en todo caso que los planes para salvar a nuestro clan se vean frustrados. Te guste o no, debes de hacerlo si no quieres sufrir las consecuencias de romper el trato que hiciste con tu abuelo para que te proclamaran rey sin llegar el tiempo señalado....en fin. Hay muchas cosas que comprobar. Solo espero que los humanos no sean un estorbo."

"-La cuestión es que...parte del trato que hice con Katherine, es que si yo le daba lo que ella anhelaba, ella, por su parte, exterminaría a la raza humana."

"- ¡¡¡¿Qué?!!!"

"-...No grites en mi cabeza..."

"-Hijo... ¿te has vuelto loco? Ella podría decírselo a alguien."

"-No lo hará, ambos hicimos el Juramento Prohibido para formalizar el trato que hemos hecho, además, ella no confía en nadie en estos momentos para contárselo a alguien, aunque quisiera... ¿Por qué lo haría? No fue fácil convencerla, por eso recurrí a ello para demostrarle que cumpliré mi palabra; la Casa Van Helsing también ha hecho un trato con ella, pero no lo van a cumplir por el cambio de planes que surgió en el último momento. Eso hizo que la chica huyera.

<<Esta asustada y lo único que quiere es sobrevivir, encajar en la sociedad, y eso es lo que voy a darle y más. No solo lo hice para que venga con nosotros y se ejecute el plan, sino para conseguir a una aliada en caso de que el plan no tenga éxito, creo que puede sernos de utilidad a pesar de todo; por cierto.... ¿No te conté que casi me vence?">>

"-Si, y aun no entiendo porque te alegras de ello. Si bien es cierto que estabas buscando a un buen compañero de lucha que estuviera en tu nivel por mucho tiempo, es peligrosa hasta para ti. Simplemente no me explico como pudiste convencerla de hacer eso. Puede cambiar de opinión..."

"-No lo hará: Ya ha traicionado a su gente para salvar a una semihumana, una amiga suya que murió por culpa de su familia y los humanos. Fue humillada, desacreditada, abandonada por su gente y su Casa. Su ira y sus deseos de venganza contra los humanos son suficientes para convencerla, además del trato que le ofrecí. Aun así, eso no significa que no tengamos que estar alertas: hay que tener cuidado y prudencia con ella. Podría hacer lo mismo con nosotros, pues los monstruos tampoco han sido muy buenos con ella. Es por eso que odia y desconfía de ambas razas. Solo tenemos que jugar bien nuestras cartas."

"-Me sorprendes, como siempre. Supongo que todo saldrá lo planeado.

"-Ya veremos, madre, hay algo en esos Poemas Malditos que no tienen sentido para mi. Ocultan algo y quiero saber que es."

"-Cierto, pero también veremos si realizaremos nuestro cometido. Muchas cosas pueden suceder en unos meses."

"-Es verdad, hay que ver lo que sucederá a partir de la Luna Negra."

Nos quedamos callados por un rato.

"-Invítala a bailar... -me dice mi madre -Debe estar aburrida y hastiada de esta fiesta y rodeada de gente que desprecia."

"-Eso nos incluye a nosotros."

"-Si quieres tener éxito en el contrato que han hecho y evitar su ira, conquístala, muy pronto se casarán y es necesario tenerla de nuestro bando si queremos sobrevivir, conquístala para asegurarnos de su lealtad. Conquístala para ganarte su confianza y pueda cumplir con su deber, al igual que tú."

"-No se pondrá contenta cuando se entere que la engañamos. Nos matará a todos cuando lo descubra, o peor, matará a todos los monstruos que se topé en su camino..."

No digo que no podamos con ella. Como Rey de Sombras puedo detenerla si hace falta pero, si es tan poderosa como sospecho que es, entonces ella no es consciente de su verdadero potencial...: Por ese motivo hay que estar prevenido por si acaso. Pues si en verdad se vuelve una amenaza para nosotros, lo será hasta para ella misma. Y es algo que quiero impedir que suceda...

"-Es por esa razón que tienes que conquistarla: para ganarte su confianza. Para impedir tales sucesos que amenazen a nuestra familia o a nuestro pueblo, solo así tendremos éxito en nuestros planes para el futuro, y, dependiendo de las circunstancias, ella puede ser un excelente aliada si en tal caso llegue a cumplir su parte del trato...-luego me insiste -anda, mi cielo. Sé que es duro, pero esto es lo que elegiste al sellar el pacto con tu abuelo. Ahora tienes que cumplir con tu deber, tarde o temprano, te guste o no; y lo sabes."

Sí, lo sé. Olvido que no tengo opción. Tengo que cumplir con mi deber. Soy el rey, debo hacerlo si quiero proteger a mi gente y erradicar todo obstáculo para preservar la paz. Para mí pesar, me levanto de la silla y me dirijo en silencio hacia Lady Van Helsing, quién se halla sentada en su puesto con el rostro inexpresivo, la espalda recta, hombros atrás y manos entrelazadas sobre su regazo, con la luz dorada de las velas bañando su piel de porcelana. Su vestido de color crema y sus joyas hechas de oro y rubí le otorgan el semblante soberbio, sereno e imperturbable de una reina. ¿Por qué es tan temida siendo ella tan hermosa? ¿Por qué tuvo que sufrir tanto? Ahora, por culpa de la crueldad humana ella los exterminará bajo los impulsos de su odio, tristeza y desgracia. Ya no hay nada que puedan hacer los mortales para detenerme gracias a esa chica.

-Ya que tuve el honor de pelear a tu lado... ¿Me concedes el placer de bailar contigo? Le pregunté con toda la elegancia de un galán, según me aconsejó mi hermano en cierta ocasión. Sorprendida por tal invitación, no dice nada por unos segundos, asiente y niega un poco la cabeza, con la incertidumbre de aceptar o no mi invitación. Vaya, no imaginé que fuera tan insegura de sí misma. Se le nota el nerviosismo ante la idea de estar conmigo pero, ella trata de ocultarlo poniendo cara de poker.

Cuando percibo su olor para leer sus emociones, noto que se siente confundida. Aturdida con mi presencia. No hay rastro de odio hacia mí. Solo desconfianza. Conquístala. Me exigen. Es mas fácil decirlo que hacerlo. ¿Cómo conquistar a una chica? Ahora que lo pienso, yo nunca conquisté a nadie, más bien fui conquistado por...

No, no, no, no, no recuerdes. Duele.

-No sé bailar. Afirma para sorpresa mía.

-Te enseñaré, no te preocupes. Le digo con la mano aún alzada, por un momento creí que volvería a negarse, pero finalmente asiente con la cabeza y se levanta elegantemente para venir conmigo, ambos agarrados ligeramente de la mano, dirigiendonos al centro del salón.

Hombres y mujeres bailan tanto en parejas como en compañía de amigos o conocidos al son de una música alegre, divertida y sensual.
Sin embargo, un chasquido de dedos de mi parte les da la señal a los músicos de tocar las notas de violin y piano que pertenecen a una canción que agregué a la lista de baile hace poco, dichas notas sonoras bailan en el aire justamente cuando ella y yo nos situamos en el centro de la estancia: normalmente cuando uno va a bailar, uno escribe en un papelito la canción que uno quiere que toquen. Ya lo había hecho al llegar sin que se dieran cuenta. Siendo observados paulatinamente por la multitud que nos rodea, bailamos bajo la luz de la luna. Esta incomoda. No esta acostumbrada a bailar, pese a ello, lo hace muy, muy bien mientras la guío con calma. Bailamos por un buen rato. Al principio con pocos ánimos, pero poco a poco fuimos recobrando el ritmo y empezamos a bailar en serio. Dejándonos llevar por la bella y suave música que resuena en la estancia. Un silencio sepulcral nos envuelve a medida que nos movemos con sincronía...sorprendiéndome.

-Tampoco dijiste que eres excelente bailando. La elogio. Y es verdad. Ella frunce el ceño, confundida. No sin antes sonreír un poco con dulces hoyuelos en el rostro. Aquello me turba.

-Nunca he bailado... -afirma, con sinceridad -esta es la primera vez que bailo con alguien.

No puedo evitar mirarla sorprendido.

- ¿En serio? ¿No hubo siquiera una persona, aunque sea un pariente tuyo, con quien bailara contigo?

-Si aprendí fue bailando con mi propio reflejo -dice en tono jocoso, para sacarle hierro al asunto -Y, aunque hubiera conseguido a alguien que me enseñara, nunca tuve tiempo. De hecho, acabo de darme cuenta que hasta hoy nadie me ha enseñado a bailar. Solo los he visto haciéndolo.

No tenia idea. Y me sorprende. Todos, tanto humanos como monstruos han tenido a alguien con quien bailar. Sin embargo, no debería sorprenderme si tienes en cuenta que todos temen de ella.

-Y... ¿Fue tu propio reflejo quien te enseñó a bailar? Debe ser un buen maestro a pesar del inconveniente. Bromeo, arrancándole una sonrisa.

-No, no, simplemente observo a las personas bailar y memorizo los pasos. Estoy aprendiendo contigo. Así que estos momentos tú eres mi maestro. Me dice en tono casi cariñoso, y estoy seguro, por su olor, que esa forma de hablar y tratar con la gente es nuevo para ella. La verdad es que me gustaría sonrojarla. Se ve tan adorable, y es obvio que ella no sonríe con frecuencia, lo que hace que su sonrisa sea más hermosa todavía. Se parece tanto a ella. No puedo evitar en compararlas, es imposible ignorar el increíble parecido físico de ambas pese a las ligeras diferencias. O posiblemente la extraño tanto que, estoy viendo su imagen en el rostro de Katherine.

-Tu Maestro, umm...no suena nada mal como suena: Drácula, el maestro profesional de baile de Katherine -ella sacude la cabeza, conteniendo la risa al igual que yo. Adorable -podría ser más que tu maestro de baile, puedo enseñarte un montón de cosas. Empezando por esta pequeña lección...

Le explico como moverse y realizar unos pasos de baile. La guio poco a poco hasta que, finalmente, parecemos un pareja que ha ensayado su coreografía de baile. Nos deslizamos con tanta perfección y sincronía que terminamos por marcar los pasos de forma natural. Transmitiendo un aura de elegancia, perfección y belleza al compás de la melodía. Ella se relaja y termina disfrutando de ello. Le gusta bailar. A ambos nos gusta. Y así, cerramos el baile con un espectáculo inolvidable. Ambos jadeamos del esfuerzo, pero estamos orgullosos con el resultado. Ella se sobresalta al oír los aplausos. La gente nos vitorea, fascinados, y nos llueven con flores de muchos colores.

-Estuviste magnifica. Apruebo, orgulloso.

-Gracias al maestro. Responde con una sonrisa esplendida. Esta esplendida. Y me doy cuenta que, a pesar de todo lo que acontecerá, no será tan malo tenerla como mi esposa por un periodo de tiempo.

Está feliz, o al menos puedo percibir su alegría por el olor a flores frescas que ella desprende: no está acostumbrada a recibir elogios pero la ha ayudado a marcar los pasos de baile con seguridad y confianza. Su sonrisa, su mirada serena, su respiración agitada, sus mejillas sonrojadas...

Inevitablemente me hacen recordar de aquella joven que conocí hace cien años atrás: antes de la sangrienta guerra. De la continua miseria. De la exhausta batalla. Antes de las incontables pesadillas que sufro tanto despierto como dormido al verla morir en un charco de sangre, entre mis brazos, sin poder hacer nada para salvarla...

Sacudo un poco mi cabeza para apartar terribles pensamientos, sin darme cuenta que, Katherine me mira con una expresión extraña, enajenada: como si hubiera visto un fantasma. Cómo si me reconociera. Yo la miro y ella no aparta la mirada. El tiempo se congela en ese instante fugaz donde nuestras manos entrelazadas envían a nuestros cuerpos una extraña corriente eléctrica que parece susurraranos algo que se esconde en nuestro interior...

<<Que extraño... ¿Qué es esta corriente tan extraña? ¿Y porqué tengo la sensación de haberlo conocido antes? No entiendo. ¿Qué es ese deja vù? >> Está tan sorprendida que sus pensamientos llegan a mí sin querer, oyendo lo que pensó.

Sigo sin entenderlo tampoco. Y no soy el único que esta confundido. Ella también lo siente por alguna extraña razón. ¿Por qué? ¿Será coincidencia o es otra cosa? Está a punto de preguntarme algo cuando una voz masculina le impide hablar.

-Damas y caballeros, brindemos por la unión y el futuro de esta pareja -la voz potente de Lord Stefan Van Helsing resuena con una copa en su mano -y por una nueva alianza entre ambos clanes, una alianza sellada por la paz y el respeto, de parte de estos jóvenes que sostienen el destino de todos nosotros. Esas últimas palabras envían un escalofrió a mi cuerpo, como si aquello fuera un mal presagio.

Trato de desechar pensamientos ilógicos, pero siguen martillando en mi cabeza con un susurro siniestro: <<No se equivoca, el destino de todos ellos dependen de ambos. De Katherine y de mí. No es coincidencia ese deja vù. Tienes que salvarla antes de que sea demasiado tarde...>> Sacudo un poco la cabeza, incrédulo por el rumbo de mis pensamientos.

Ambos hacemos una reverencia mientras nos aplauden con estruendo. Sin embargo, puedo notar que se tensa al acercarse una mujer seductora a ella. Carol, la esposa de Stefan. Huelo el miedo y el odio en Katherine cuando ella se acerca a nosotros después de que la gente se dispersara para irse a sus casas.

-No estuvo mal, gracias por venir a nuestra hogar, Alteza -murmura Carol hacia mi, luego se dirige a su sobrina -Ve a despedirte, sus padres lo están esperando. Cuando se aleja, ella me mira.

- ¿Hasta la boda, entonces?

-No necesariamente, si quiero puedo pasar más tarde para hacerte compañía... Contesté con picardía, acercándome a ella para susurrar dichas palabras a su oído, estremeciéndola. Me mira sorprendida, luego me lanza una mirada asesina, queriendo decirme "ni te atrevas" arrancandome una carcajada para perplejidad suya. A la final esboza una tímida sonrisa antes de despedirnos con una reverencia. Ambos nos alejamos, ella a los suyos y yo a los míos. No sin poder ignorar el ligero rubor que tiñe sus mejillas. Una punzada de culpa me golpea al pensar en su destino.

<<...No te encariñes con ella: Katherine no solo es el precio para que los humanos vivan libremente y no corran el riesgo de que yo los extermine en un chasquido de dedos -me recuerdo -también es el costoso precio de salvar a un clan de su maldita existencia...>>

***


-No entiendo porque no le das una oportunidad: ella es muy hermosa y excelente bailarina. Comenta Jonathan cuando caminamos hacia nuestros padres y hermanas que están de pie ante la entrada, preparandose para salir de aquí.

-No se de que hablas.

-No intentes evadir el tema, se que no quieres casarte con Lady Van Helsing porque quieres serle fiel a ella; pero ya te dije que ha quedado en el pasado, y debes perseguir tu presente.

-Lo dices como si Lady Van Helsing fuera a vivir por mucho tiempo. Murmuro con amargura.

- ¿Qué? ¿Por qué lo dices?

Intento morderme la lengua: Jonathan, mi hermano, no tiene idea del propósito que mis padres y yo tenemos que ejecutar en unos meses para salvar al Clan de los Monstruos. Tampoco lo saben mis hermanas. Nadie lo sabe. No por ahora. No es por falta de confianza, sino para no crear muchas ilusiones cuando aun hay cosas que no estamos del todo seguros con respecto a los Poemas Malditos. Lo hemos leído muchas veces y seguimos pensando que faltan unas piezas claves. No sabemos cuanta posibilidad de éxito tengamos para cumplir la meta señalada...

-Es humana.

-Y monstruo.

-Solo en parte.

-Y pronto se casara contigo. ¿No puedes convertirla en tu Princesa Oscura? ¿No la convertirás en una Hija de Lilith?

- ¿Por qué habría de hacerlo? Aun no sabemos si es digna de ello, y aunque lo fuera...

-...No querrías que fuera Lady Van Helsing la elegida para tal cosa, sino la mujer que amabas, aquella que murió hace 100 años atrás... -su voz de vuelve agria y nostálgica -Drácula, no quiero que te sigas torturándote de esta forma. Ella no hubiera querido que te hicieras eso.

- ¿Cómo lo sabes? Nunca la conociste.

-Me hablaste de ella, y bastante, así que al realizar un análisis psicológico de su persona puedo saber que ella te amaba mucho, y hubiera hecho lo que sea para verte feliz, aunque no fuera ella la causa de tu alegría...

Suspiro, no sin contener una sonrisa triste. Tiene razón. Nunca la conoció, pero le hablado mucho de ella y es tán analítico con las personas que termina sabiendo como son en realidad, incluso con los difuntos. Y hablando de eso...

-Cierto... -admito, seguimos avanzando pero aún falta para reunirnos con nuestros parientes, así que aprovecho en preguntarle algo mientras no nos oigan -Jonathan, si te dijera que los espantos son reales... ¿Me creerías?

Me mira confundido.

- ¿A que viene esa pregunta btan extraña? Antes de poder responderle, veo que estamos a unos metros de nuestra familia, en la entrada, en compañía de Stefan y Carol. Ambos hacen una reverencia al verme.

-Alteza. Murmuran al unísono.

-Gracias por el banquete, en verdad se lo agradecemos, ha sido muy agradable.

-Nos alegra oír eso, Alteza... -dice Stefan con voz melosa -Es lo poco que podemos hacer para celebrar su unión con Katherine Van Helsing, estamos seguros que su boda será todo un espectáculo que hasta ambos disfrutaran.

-Que así sea. Respondo amablemente.

-Con respecto a ello... ¿Cuándo pondrán fecha a la boda? Tenemos todo listo, solo unos pequeños detalles y el vestido de la joven, del cual poseemos el boceto que la propia Katherine diseñó. El único problema es que no tenemos hilanderas competentes para realizar el trabajo -comenta Carol, mirando ahora a mi madre -seria un honor para ella que usted realizara el vestido para su boda. Le pagaremos, por supuesto. Mi madre sonríe ante la propuesta. Claro que si. A ella le encanta hacer cosas que hagan que la gente la alaben por su labor, esta es su oportunidad.

-Claro, y con gusto haré el diseño de la prenda.

-A todos nos encantaría, pero la novia fue determinada al decir que el vestido se hará tal cual como ella dibujó aquí. Dicho esto, Carol le entrega el dibujo y todos vemos el bello boceto que la chica hizo.

Se que es hermoso, pero no lo vi del todo porque mi madre no quiso mostrármelo.

-Es mala suerte ver el vestido de una novia antes de la boda. Me sonríe con malicia.

-Es solo un dibujo. Le respondo en tono jocoso.

-Un dibujo perfectamente elaborado -comenta, analizando el boceto -se ve que se ha inspirado en uno de mis vestidos, y estoy segura que le quedará perfecto.

-Ella tiene otros bocetos, esta indecisa con las opciones que quiere probar. Tú entiendes. Comenta Carol, entregándole otros bocetos, otras opciones -no le digas que te lo di, se supone que es uno, pero la pillé trabajando con estas obras en acuarela. Tiene talento para la pintura y el dibujo.

-Por supuesto. Sea cual sea el trabajo que hizo la chica, mi madre esta encantada.

Finalmente les digo la fecha de la boda: dentro de 3 días. Quiero terminar esto de una vez y mis padres lo saben. Tras despedirnos, salimos de la mansión y nos dirigimos a nuestro transporte lujoso cuando se me pone piel de gallina. Me quedo inmóvil. Agudizo mis sentidos y percibo una extraña pesadez en el aire helado.

Nada bueno. Algo esta mal.

- ¿Qué sucede? ¿Lo percibes? Pregunta mi padre, todos estamos tensos por el cambio abrupto de ambiente.

-Sí, y no es bueno, debo quedarme por si acaso. Quiero averiguar que sucede. Los alcanzaré más tarde. Respondo, transformándome en zamuro: la imagen esta en mi cabeza y un calor recorre mi cuerpo antes de que mis brazos se llenen de plumas largas y hermosa del color de la tinta. Mi cuerpo se encoge con punzadas de dolor en las extremidades, los rasgos faciales son reemplazados por un pico largo, piel plumosa y ojos oscuros como el carbón. Convertido en dicho animal extiendo mis alas y me impulso para volar sin que alguien note mi presencia, antes de que mi familia me detenga.

El viento helado sopla y tras inspeccionar la mansión aparentemente tranquila, me poso en la rama de un árbol que esta frente y muy cerca de una ventana abierta. Me quedo allí para vigilar la zona y no hallo nada. Todo está muy tranquilo. La sensación de peligro desapareció. ¿Por qué? ¿Qué sucedió? Entonces recuerdo a los Infernales.

"El Llano es leyenda, horizonte, camino de andar y venir con los espantos... "Cita un antiguo escritor. Estoy en el Llano: una tierra de belleza y misterio que conoce los encantos, fantasmas, abismos y espejismos que emergen de la realidad asimbólica."

Lo que decía la gente de este sitio es verdad. Mortales y monstruos temen pisar estos terrenos de noche. Nunca le presté atención a esas habladurías porque los consideré puras supersticiones. Me pregunto cuanta verdad o mentira hay en esos dichos.
Hasta que oigo unos sonidos muy extraños en una zona de la propiedad. ¿Están aquí? ¿Van a atacar este sitio? Me dirijo a tal zona para averiguar que es esa extraña y perturbadora presencia. Vuelo en silencio hasta llegar al sitio señalado. Entro por una ventana y vuelvo a mi forma humanoide. La luz de la luna sigue iluminando débilmente la estancia, aun así, las sombras envuelven el lugar.

Camino sigilosamente hasta que mis ojos se acostumbran en la oscuridad y termino por hallar unas figuras extrañas apareciendo entre las tinieblas. Me preparo para pelear contra ellas, pese a que el miedo es más palpitante en el aire. Cuando por fin salen, me quedo paralizado. No son Infernales, son...

<<...Espectros, espantos y fantasmas -pienso horrorizado -las almas de aquellos hombres que asesiné durante la Guerra de los Clanes. ¿Por qué, porque ahora? ¿Qué quieren esta vez?...>>


Las sombras y las tinieblas me tragan por completo, perdiendo la noción del tiempo.




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