Capítulo 2: Katherine Van Helsing. El desgarrador relato de la Lady Van Helsing.
No, no. Por favor.
...Prefiero morir a que ella tome el cargo. ¿Qué pretende? ¿Qué opción escojo: huir o fingir que me desmayo allí mismo? Sea cual sea el motivo por el que ella quiera defender mi caso, no tengo un buen presentimiento de ello. Si va a "ayudarme" debe ser porque quiere algo de mí, y no va a ser para nada bueno. Se levanta con toda la elegancia y el encanto que emana, y vi que se vistió más para una fiesta que para defender a alguien: un hermoso conjunto de seda de color granate, con joyas de pedrería adornando su cuello y su cabello, dorado como el oro. Creando un enorme contraste con sus ojos, los ojos de todo miembro de la Casa Van Helsing: rosados, pincelados con muchos tonos que van de un rosado intenso a un rosado pálido. Unos ojos extraños pero hermosos. Con una piel tan perfecta y blanca como la porcelana. Alta y esbelta, de piernas largas y seductoras. Se acerca con pasos de ligeros y perfectos hacia donde yo estoy. Me tenso con su cercanía.
-Por supuesto... -Responde, con una sonrisa malditamente encantadora -Yo, Carol Van Helsing, miembro de la Casa Van Helsing, descendiente de Abraham St. Van Helsing al que también se le conoce como "El Elegido de Bendición;" del Linaje de la Diosa Malhira, del Clan de los Mortales presentaré nuestro alegato: si bien es cierto que Katherine Van Helsing ha cometido terribles crímenes para una joven de su edad, el cual uno de ellos le acarrea la muerte; creemos que otorgándole una oportunidad de redimirse puede ser no solamente una ayuda para la sociedad, sino para ella misma y de esa manera limpiar los errores que ha transgredido contra su gente y nuestra familia.
La gente empieza a hablar histéricamente, sin orden ni calma: "Esa chica tiene que morir, ha traicionado a los humanos conviviendo con los monstruos." "No hay oportunidad para ella, está perdida." "No hay modo de que pueda redimirse de sus pecados." "Nunca debió haber nacido." "Es una puta que usa su rostro de niña buena para traer vergüenza a nuestra raza." "¿Qué ayuda puede hacer después de todos los daños que nos ha causado?" Y cosas semejantes. Todos se desahogan conmigo. Pero Carol los calla con una voz serena y amable.
-Silencio, por favor.
Apenas la oí, pero todos hacen caso. Ese es el efecto que ella trae en las personas, así de hermosa e intimidante resulta ser.
-Según la ley numero 1º de la Constitución Nacional, Protocolo "Familia y deber con la Sociedad," hay una parte que recita lo siguiente: para pagar sus deshonras para con su persona y la Casa que pertenece, si la familia o el individuo no está de acuerdo con tales tácticas de disciplina, la propia familia o Casa puede recomendar al niño/joven/adulto una disciplina o trato que pueda ejecutar para poder expiar sus crímenes. Sin necesidad de recurrir a la cárcel o la muerte, etc. Sea cual sea el motivo para que cometiera todos esos crímenes, tiene un modo de arreglar todos los daños que ha hecho a su Casa y a la sociedad.
- ¿Y de qué manera piensan demostrar que ella puede cumplir con los requisitos de la ley?
-Consiste en ofrecerle un trato de disciplina, Señor Juez, que ella aportará para liberarse de los cargos del cual se le acusa por sus crímenes contra al Clan de los Mortales, este trato que le ofrecemos, se basa en casarla con Drácula, el Rey del Continente Sin Nombre, con el objetivo de que ella lo mate y pueda liberar a los humanos del yugo de los monstruos.
Un silencio sepulcral inundaba la sala. ¿Qué...? ¡Están locos!
Todos nos quedamos perplejos.
-Ya veo... -responde el Juez tras recuperarse de la noticia - ¿Y desde que perspectiva puede ella ejecutarlo? Nadie ha logrado derrocar a Drácula, excepto Abraham Van Helsing, aquel que poseía el "Don de la Diosa" pese que éste logro escapar de su antepasado. Desde entonces ningún humano ha podido acercarse a ese monstruo, y su Casa no ha vuelto heredar el don de su antepasado desde hace 30 años. ¿No?
-100 años, para ser exactos -responde mi tía, me mira fijamente antes de continuar. -Creemos que ella pudo heredar ese don -murmullos de sorpresa recorren la sala -no sabemos cómo o porque, pero tenemos pruebas que usted lleva en su mano, si quiere revise y confirme mis palabras.
El Juez revisa entre los papeles y coge uno, lo lee y no termina hasta 5 minutos más tarde.
-Me parece bien. Con esto puede la acusada liberarse de los castigos que pesan sobre ella, pues este documento confirma que ella puede cumplir los requisitos de la ley numero º1 de la Constitución Nacional, protocolo "Familia y Deber con la Sociedad," con el siguiente alegato:
<<Para redimirse del Pecado de la Prostitución... (Aunque sea falsa la acusación, igual debe cumplir con la condición asignada) debido a que el único modo para tirar a tierra esos rumores en caso de que sean falsos es comprometerse, su casamiento no solo la liberara de esa situación vergonzosa sino de otras cosas que declararé a continuación...>>
<<Redimirse con la Sociedad del Clan de los Mortales: después de que se case con el demonio, la acusada jugara un papel que consiste intercambiar información sobre el bando enemigo a su gente, para prepararse de una guerra civil que puede poner fin el yugo de los monstruos al recopilar información vital. Y, al casarse, cambiara su posición social, de modo que ella o el esposo puede aportar los daños que causo la acusada en el pasado, bajo la ley numero º13 de la Constitución Nacional protocolo "Matrimonio/Base de la Sociedad." Eso incluye al incidente haber matado a los monstruos sin supervisión de un adulto, que puede quedar absuelto si la acusada cumple con estas condiciones. >>
<<Y, como dijo la abogada de la acusada. (Para pagar su deshonra para con su persona y la Casa que pertenece...la propia familia o Casa puede recomendar al niño/joven/adulto una disciplina o trato que pueda ejecutar para poder expiar sus crímenes. Sin necesidad de recurrir a la cárcel o la muerte, etc.) en este caso, el trato que la Casa Van Helsing le encomienda a la joven es este: si se casa con Drácula, con el objetivo de reunir información del bando enemigo y matar al Príncipe de la Oscuridad, liberará a los humanos de los monstruos, ayudando a los humanos vencer a los monstruos de una vez por todas al derrocar a su líder más poderoso, la raza demoniaca quedará vulnerable y será ocasión perfecta para matarlos. Recibiendo la joven, como recompensa de su labor para con la humanidad y redención de sus crímenes; la oportunidad de ser un miembro oficial de la Casa Van Helsing, levantar los cargos contra ella, y casarla con una de las casas nobles que ella prefiera. Será reconocida como humana y no mestiza por su ayuda con los humanos y su nombre será inscrito en el Legado Familiar. Si la joven acepta los términos.
Todos empiezan a murmurar, asintiendo. Como si todos estuvieran de acuerdo con ello. Ahora entiendo la extraña conducta que llevaba Carol y Charlotte al llamarme ambas "zorra, puta y joven mujerzuela." Todo era un escenario que prepararon para obligarme a aceptar el Contrato de Redención, que es así como se llama el documento. Lo que no entiendo es el motivo por el que la Casa Van Helsing está dispuesta a que sea parte de la familia como miembro oficial, dándome un título que me otorgaría privilegios que por años ellos me han rechazado dar. Aun cuando tuviera éxito en la misión y salvar a la humanidad, a ellos no les conviene que sea miembro oficial de nuestro linaje. ¿Qué consiguen ellos, en que les beneficiaria? No tiene sentido. Estoy segura que lo hacen para deshacerse de mí. Es mentira que pueda volver aquí en caso de que falle en la misión o pedirles ayuda, porque si estoy allá conviviendo con un monstruo, será excusa suficiente para decir "no, no podemos confiar en alguien que vive con un monstruo. ¿Cómo sabremos que no nos estas engañando? ¿Cómo confiar en tu palabra?
Si todo sale mal, moriré allá.
Tal vez es una forma de sobornarme a que haga el trabajo sucio que ellos no pueden hacer. Aun así, debería aceptar en caso de que sea verdad; una cosa es segura: Me veré libre de pagar la multa por causa de mis crímenes cuando cumpla los 17 años de edad, si tengo éxito. Les habré demostrado que nunca perdí mi castidad, pese a los rumores que en verdad me afectan, esto me ayudara en cierta forma. Habré cumplido con la voluntad de mi "familia." Habré contribuido para la sociedad, aunque sé que no dejaran de hablar mal a mis espaldas...al menos viviré sin seguir huyendo de ellos, de todo el mundo. Mierda, Carol es buena en meterme en juegos de este tipo.
Sin embargo...
Si acepto matar al Príncipe de la Oscuridad...
Si tengo éxito en mi misión...
Si cumplen su parte del trato les guste o no...
Sobreviviré a este mundo cruel: Tendré un futuro. Supongo que no tengo opción. ¿A dónde iré si rechazo? De nuevo, mis parientes me han arrebatado lo que tanto me he esforzado por construir: Una nueva vida.
Y desgraciadamente tengo razones para no exigir venganza por la muerte de Nairilyn o por el daño que me causaron desde que tengo memoria...
Mierda.
No tengo otra opción.
-Acepto. Contesto, antes de ver a Carol y a mi familia sonreír triunfalmente.
-Muy bien, he tomado una decisión.
El Juez declaró que, para expiar mis crímenes, ejecutaré la misión de casarme con Drácula, intercambiar información antes de matar a mi esposo, ayudando a la humanidad liberarse del yugo del Clan de los Monstruos y conseguir mi sitio en la sociedad pese a ser una mestiza.
De esa forma, estoy bajo la custodia de la Casa Van Helsing.
***
¿Ahora te cuento que sucedió después, querido diario...?
Resulta ser que estábamos en las antiguas catatumbas que se creía destruidas por una batalla de hace muchos años. Después del Juicio, todos salimos del sitio. Como estoy bajo custodia de la Casa Van Helsing, ya no puedo moverme con tanta libertad como antes. Me quitaron las ridículas cadenas bajo la vigilancia de mis parientes, quienes me llevaron en un transporte lujoso. Tan llamativos como siempre. No hablamos en todo el camino, nadie dijo nada, ni se burlaron de mí como tienen por costumbre. Cosa rara, pero no supe si era bueno o malo. Todos estaban anormalmente silenciosos. Me miraban con una expresión que no supe descifrar, y duraban así por un buen rato, incomodándome. ¿Qué tanto me miran? Me pregunté.
Para desgracia mía, lo supe cuando llegamos a la Mansión St. Van Helsing. Un pequeño castillo construido de piedra color ónix. El castillo es hermoso, con estatuas de héroes y heroínas adornando la soberbia construcción. Con adornos de oro y piedras preciosas incrustadas en las puestas, los candelabros y los estanques. Los jarrones, los vasos, los utensilios eran de cristal. El suelo estaba ricamente decorado de cerámica blanca con dibujos de estilo chino llenando el piso y las paredes. Todo era bello, típico de las casas nobles. Hacía mucho sol para ser tan temprano, pero una rica brisa nos abrazaba desde el este.
Cuando bajé del carruaje, fui llevada bruscamente a la entrada. <<Oh no... ¿ahora qué?>> cada vez que me trataban de forma tan brusca no era buena señal. Aunque no debería, he perdido terreno. Ellos ganaron. ¿Por qué iban a estar molestos?
Cuando entramos, cierran de un portazo la puerta mientras David y Anthony me tiran al suelo, en el centro de la espaciosa sala. Cuando trato de incorporarme, alguien trata de rasgar mi vestido, y antes de entender que sucede, siento que unas manos revisan velozmente mis partes íntimas. Ahogo un grito y pataleo hasta que varias personas me sostienen, impidiéndome que forcejee. Como me tiraron boca abajo, me ponen boca arriba, aplastada bajo el peso de Joseph, quien me sostiene duramente los brazos, colocados hacia atrás. Dejándome adolorido los hombros mientras Anthony y David agarra una pierna cada uno, inmovilizándolas. Gritando de impotencia, exigiéndoles que me suelten, Serafine me tapa la boca con un pañuelo en tanto que los varones me abren de piernas; forcejeando con ellos. Entonces veo a Carol, a Carmen y a Meca, la última sostiene una daga que, para sorpresa y horror mío, rasga el vestido. No solo la falda, el vestido completo, dejándome completamente desnuda. ¿Qué les pasa a estas personas?
De repente, aparece Antonia, se agacha y fisgonea mis partes íntimas, tocando zonas que nunca me han tocado. Muerta de vergüenza y humillación, vuelvo a intentar a librarme del agarre de ellos, inútilmente. ¿Cómo es posible? ¿Soy más fuerte matando monstruos y humanos, pero no soy capaz de usar mi fuerza para escapar de esto? confundida, me doy cuenta que Charlotte me mira con ojos burlones, conteniéndose de risa. Entonces me acuerdo: el collar. No me equivoque al tener el presentimiento de que el collar no tenía nada que ver con el juicio, pero pasaron tantas cosas que no pude acordarme de esta joya para darme cuenta. Tiene que ser una joya de uso mágico. Posiblemente para quitarme la fuerza sobrenatural que podría ayudarme ahora salir de esta situación. Ahora lo entiendo.
- ¿Y bien? ¿Fue desflorada? Pregunta impaciente Carol.
-No, sigue siendo virgen. Comenta con desprecio Antonia, quien se levanta para mirarme con odio.
-No nos vale así, se supone que él debe encontrarla mancillada para que no muestre interés en ella -murmura Carol -tengo entendido que él la quiere pura, no vamos a darle esa satisfacción.
-Puede servirnos tal como está, es mejor así -comenta Antonia -corremos más riesgo si la halla mancillada. Enviaría a esa legión de demonios tras nosotros, y no estamos en condición de luchar todavía.
-Cierto, pero no puedo creer que ella siga siendo virgen, tanto que le pagamos a esa gente para que expandiera el rumor y no sirvió para nada. Juraba que ella había sido desflorada por la extraña cultura de ese reino y la situación económica que pasaba.
-Yo también.
¿Ellos le pagaron a la gente para que dijeran que yo andaba prostituyéndome? No me sorprendería, pero me pone más furiosa.
- ¿Cuánto falta para la boda, de todos modos? Pregunta Charlotte.
-Muy pronto, lo preparativos están listos -dice Carol, acercándose a mí -Ya pueden soltarla, chicos.
Soltándome los varones, me quedo inmóvil sin saber que hacer al estar tan vulnerable. Trato de cubrirme con la tela rota del vestido, pero solo quedan retazos, ni quiera tela en sí, la han cortado en pedacitos y no me queda opción que cubrirme cómo puedo con las manos los pechos desnudos.
Carol me pega las manos con tanta fuerza que me duele.
-No te estés cubriendo -me dice con una falsa ternura -pronto vas a ser una mujer, más bien has tardado en desarrollar tu potencial femenino.
-Hay que entrenarla. Murmura Meca.
-No lo necesita, sabe cómo defenderse sin haber recibido entrenamiento. ¿Has entrenado por tu cuenta, ¿verdad? De otra forma, no habrías sobrevivido cuando enviamos esa manada de monstruos que no pudieron sobrevivir tus amiguitos.
El recuerdo hace eco mi mente y estoy a punto de abofetearla cuando Meca dice:
-No me refiero a eso, sino a enseñarle las artes de seducción. ¿Cómo va a matar a Drácula sin conquistarlo primero?
Me quedo mirándolos a todos, perpleja. ¿Es en serio? ¿Es necesario que yo...?
-Creo que él la preferiría inocente -dice en tono burlón Serafine -además, podría sospechar de ella sin necesidad de saber ese tipo de cosas, para cuando descubra que ella es genuinamente inexperta, el terminará por confiar en ella.
Todos asienten, acuerdo con lo que dijo mi prima.
-Llévenla a su alcoba, necesita descansar para que la enseñemos unas cosas si queremos que tenga éxito en su próxima misión.
Sin decir palabra, dejo que me arrastren fuera del salón. ¿Qué voy hacer? Todavía llevo el maldito collar y no dejo de temblar involuntariamente, pero antes, logré escucharle a Carmen decir: -Si colaboras, recibirás tú recompensa, niña, así que no nos decepciones, o las consecuencias serán devastadoras.
-Vuelven a tocarme y serán ustedes quienes padecerán las consecuencias... -siseo con la voz cargada de odio e indignación - ¿Qué derecho tienen ustedes sobre mí, tras años de abandono y rechazo hacia mi persona? Juro que si algún día, llego a tener éxito o fracaso en mi misión, haré que paguen sus crímenes e hipocresía con sangre y muerte.
Recibo una bofetada que me hormiguea la mejilla de dolor.
-Y tú no tienes derecho a amenazarnos, recuerda tu lugar en esta familia -murmura con desprecio Joseph -hasta que demuestres que eres digna de la Casa Van Helsing, no te trataremos como es debido, sucia mestiza, si es que los dioses saben lo que eres.
-Compórtate como te corresponde, y veremos si eres tan valiosa como creemos que eres. Ahórranos problemas y tú no padecerás las consecuencias. Murmura Anthony, quien me arrastra no sin pretender tocarme la piel desnuda, dejándome claro la amenaza.
Y aquí estoy, querido diario.
Encerrada en esta alcoba tan desnuda, como yo, ni siquiera me dejaron ropa con que vestirme. Tanto me odian y me desprecian que, como te he contado, no les preocupa realmente si perdí la castidad, e independientemente si soy virgen o no, para ellos ambas cosas son un problema. Se las tiran de misericordiosos y pacientes conmigo en público sin entrever los demás que mi familia tiene intenciones oscuras para mí. Me venden a un monstruo que podría matarme sin haber empezado si quiera a conocerlo; todo y con el pretexto de limpiar mis crímenes, que si bien, no puedo negar que algunas cosas se me acusan frente a la ley, en defensa mía: no fue a propósito. Y la verdad es que nunca tuve intención de cometer delitos, simplemente tengo la mala suerte de traer problemas por varios motivos...
Así que voy a tratar de hacer un resumen de todo lo que se, lo poco que pude aprender de esta sociedad que, ningún conocimiento ha querido ofrecerme por mi escandaloso origen...
Mi nombre es Katherine Van Helsing, de la Casa Van Helsing, una familia conformada por guerreros y guerreras que, según las leyendas de nuestro linaje, (prácticamente la historia de nuestra sangre,) somos descendientes de un héroe que fue bendecido por la Diosa Malhira, aquella quien le regaló un "don" para derrotar a los Hijos de Lilith.
"El Continente Sin Nombre," que es así como se llama el territorio que conforma los 9 reinos, son territorios que fueron invadidos por el "Clan de los Monstruos" tras una larga guerra que duró 100 años entre los humanos y los monstruos. No estoy al tanto de los detalles de cómo surgió, ni el motivo de la guerra; excepto el odio que se tienen el uno al otro. Tendría como 14 años de edad cuando finalizó la Guerra de los Cien Años con la victoria del "Clan de los Monstruos," gracias a los Hijos de Lilith, una Casa de Sangre Azul conformada por monstruos de diferentes clases, pero principalmente por Drácula, una criatura que consiguió la victoria para su Clan; descendiente de Lilith, el próximo rey de esa estirpe demoníaca, y que en la actualidad gobierna los 9 reinos tras causar la derrota de nuestro pueblo, el "Clan de los Humanos," y la vergüenza de la Casa Van Helsing. Aun así, tanta es la discordia que hay en nuestras especies que, pese a que los humanos, en estos momentos, se han visto obligados a someterse al yugo del "Clan de los Monstruos" tras finalizar la guerra, todavía se producen protestas de parte de ambos clanes. Los humanos protestan porque no quieren ser gobernados por unas abominables criaturas, prefieren la muerte antes que la esclavitud, aunque como tal no somos esclavos, porque nos pagan más de lo que un amo humano podría pagarle a su criado. Pero todos sabemos que eso no durara por mucho tiempo. Y es que, ciertamente, muchos humanos de diferentes clases sociales, estatus y raza se han suicidado para liberarse del horrible destino.
Y muchos, que nunca pensaron en el suicido como una alternativa para huir de los problemas, han llegado a considerar la idea. Eso incluye a la Casa Van Helsing y otras familias nobles, pero hasta ahora no lo han hecho porque no han perdido la esperanza de ver caer a los monstruos, y porque sienten que es su responsabilidad dar fin esta pesadilla. Una responsabilidad que ahora me la lanza a mí.
Los monstruos, mientras tanto, protestan porque consideran indigno que unas criaturas débiles y aborrecibles como los humanos deban existir. Y ven muy injusto que Drácula, heredero de la estirpe real, deje vivir a los humanos tras largos años de derramamiento de sangre. Pues no solo ha sido un buen rey para su gente, también lo es para con nosotros a pesar de que no fuimos exterminados. Aunque imagino que eso no pondría muy contentos a mi familia, que hasta donde yo sé, una de las razones por las que surgió la guerra fue por una disputa que los Hijos de Lilith tuvieron con mis ancestros, quienes guiaron al Clan de los Humanos y protegieron a la Corte Real, hasta hoy. Son nobles que siguen la voluntad del rey. Entre tanto que los Hijos de Lilith son la propia Corte Real entre los monstruos que los guiaron a la guerra. Son los más poderosos y temidos entre su especie, y, según los rumores, los más hermosos.
La Casa Van Helsing también está conformada por hombres y mujeres de aspecto muy hermoso: todos de cabellos dorados; los ojos teñidos de bellas gamas de rosados, violeta o lila, y la piel semejante a la porcelana. Tienen aspecto de ángeles, parecieran estar hechos o moldeados con porcelana, entre tanto que sus miradas son regias, aterradoras, hermosas y...temibles. Ninguna imperfección en sus bellos rostros. Son altos y tienen muy buenos cuerpos, tanto que estremecen de placer a ambos géneros. Se cree que la diosa que bendijo a nuestra familia poseía las mismas características, pero nadie entiende como una diosa que le otorgo una "bendición" a un ancestro nuestro no sirviera para ganar la batalla contra los monstruos. (Se supone que ella le regalo un "don" que le ayudaría a vencer a los monstruos, en especial, para exterminar a los Hijos de Lilith, según la leyenda.) Ese ancestro, Abraham St. Van Helsing, conocía el "don" y las habilidades que les fueron encomendadas por la diosa, gracias a él, nuestro apellido se volvió importante: esclavizó a miles de monstruos que, hasta el día en que Drácula anuncio su libertad y retorno a sus hogares, ningún humano ha podido hacer algo así, y él fue el único que logró matar ejércitos de dichas criaturas demoníacas sin ayuda...y trajo el honor a su familia e incontables victorias al ejercito del Clan de los Humanos...
Y al fin te diré el punto de todo esto: nací como hija ilegítima y soy producto de una relación prohibida, pues uno de mis padres es humano mientras otro es un monstruo: es una de las razones por la que la Casa Van Helsing y la sociedad me desprecia, quitándome los privilegios que debo gozar por derecho propio, el mero hecho no es justificable, la verdad; pero mi familia y la sociedad lo han utilizado para perjudicarme. Todo y porque tuve también la mala suerte de haber nacido en el momento equivocado, o eso creo yo, pues al nacer en aquel momento concreto, el Clan de los Humanos había perdido por primera vez contra el Clan de los Monstruos y eso se volvió contante: de hecho, los humanos nunca habían perdido contra los monstruos. No había ningún perdedor o ganador, pero los humanos habían aguantado y dado una buena paliza a sus enemigos desde hace años.
La gente, incluso en tiempos de guerra, celebran y hacen fiestas llenas de alegría cuando nace un bebe...nadie celebró por mí. Nunca supe la identidad de mis padres. Nadie lo sabe, excepto que uno de ellos era de la Casa Van Helsing, y el otro era un monstruo. ¿Mi madre era Van Helsing o mi padre? No tengo idea, mi familia nunca quiso decírmelo, no se lo han dicho a nadie porque es vergonzoso, muy vergonzoso. Es ilícito para un humano copular con un monstruo, así como es ilícito para ellos hacerlo con los humanos, excepto si eres un esclavo/a. si no, la situación es aún más humillante para ambos clanes si dos individuos de bandos opuestos se enamoran...Mi familia, la Casa Van Helsing, nunca me quiso. Creo que se pusieron felices cuando me vendieron y me entregaron al Coliseo para que se hiciera cargo de mí. En aquel entonces, el Coliseo era un sitio donde se entrenaban a los jóvenes adultos para prepararlos a la guerra, pero como dije anteriormente, la humanidad empezó a perder contra los monstruos una y otra vez cuando nací, y eso incluye la muerte de muchos soldados que se consideraban valerosos...
Me detengo para llorar de pena, odio y frustración. Tengo los ojos hinchados de tanto llorar... ¿Cuánto tiempo llevo llorando? Tal vez desde que me trajeron a la Capital...hacía tiempo que no lloraba. Muchas emociones contenidas. Muchas lágrimas sin haberse derramado por una larga temporada. Trato de respirar profundamente y concentrarme en las palabras que atropelladamente se arman en mi cabeza, juntamente con las imágenes que se reproducen con todo lujo de detalles mientras escribo...
...Como faltaba gente para la batalla, se enviaban jóvenes de 18 a 25 años. El problema es que muchos morían y seguía faltando personal, así que se decretó que a partir de los 15 años se le llamaría al joven al servicio militar mientras los niños eran entrenados para estar listos cuando llegara el momento. Si no los entrenaban para convertirlos en futuros soldados, al menos los entrenaban para proteger a sus familias. Nadie estuvo de acuerdo con el decreto, pero no tuvieron opción, era obligatorio. Cuando el niño mostraba actitud como guerrero, se le recompensaba a la familia del niño para dar un aporte en medio de la crisis que se vivía, por los escases de alimentos a causa de la guerra. Aunque en aquel momento muchas familias aprovecharon ese decreto para beneficio propio, utilizaban al niño como medio de conseguir comida, mientras que otros se aprovechaban para deshacerse de niños no deseados en el seno familiar. Eran escasos dichos casos, claro. Yo era uno de ellos, con la diferencia de que mi familia no acepto el "aporte" porque no lo necesitaban, así que me lo dieron a mí, al menos...
...Por algún motivo, siempre he sido la más fuerte y veloz entre los niños, incluso superaba a mis primos y primas. Pudieron confirmar que poseía carácter militar, hasta me veían útil para batallas futuras...el problema estaba en que se les metió la idea en la cabeza de que yo representaba una amenaza. ¿Por qué? Pues porque se corrió la voz de que soy la hija de un Van Helsing y un monstruo de género y raza desconocida.
Mi familia está conformada por humanos, pero no somos humanos cualesquiera: somos más fuertes y poseemos mejores reflejos que los humanos comunes, hasta superamos a monstruos de categorías altas gracias a los dones que la diosa bendijo a nuestro linaje. Así que, con más motivo me temían. A temprana edad me enviaron a un orfanato religioso. Creían que así me alejaría de los problemas y salir desapercibida, no recibiría entrenamiento de ningún tipo. Todo para evitar que me convirtiera en una amenaza. Hasta el día en que el lugar iba a ser invadido por una manada de monstruos de categoría alta, evacuaron el sitio mientras me dirigí hacia los monstruos para enfrentarlos, recuerdo que en aquel entonces quería salvarlos por haber sido buenos conmigo pese a las razones por las que llegué a ese lugar; también quise demostrarles que podía ser de utilidad. Proteger el hogar de un grupo de niños que me habían acogido, los primeros en formar una amistad conmigo. Sabía que si el sitio estaría destruido...ellos no tendrían ningún futuro. Los vencí, algo imposible para una niña de 8 años. Los maté a todos, pero en vez de agradecérmelo, me regañaron por los daños ocasionados en algunas estructuras mientras peleaba con ellos. Nunca me dejaron explicarles que no fui yo, sino ellos antes de haber podido empezar a matarlos. Toda la gloria se la llevó Charlotte, que me ayudó a matar unos de categoría baja, y no fueron mucho siquiera. Lo peor no es eso, sino que llegó tarde a la pelea, solo me faltaba unos pocos que eran débiles y los había herido, cuando llego ella solo para terminar con su sufrimiento. Todo el crédito se lo llevó ella. En tanto que la gente me miraba horrorizados. Me prohibieron entrenar. No me quitaban el ojo encima, pese a que unas pocas ocasiones que me hallaba sola logré practicar algunas cosas.
No duré mucho tiempo: a los 10 años de edad escapé del sitio y me dediqué a cazar monstruos. Sentí que la sociedad y mi Casa me presionaba mucho, por eso hui. Y menos mal que me mentalice no esperar un cambio de parte de la gente, porque cuando todos supieron mi nuevo oficio, me menospreciaron aún más, aunque eso no significara que no llegaran a temerme. En especial los monstruos y los cazadores, estos últimos debían ser mis compañeros, pero, empezaron a cazarme cuando expandieron el rumor sobre mi origen, confirmando los Van Helsing que soy descendiente de un monstruo para desacreditarme. De esa manera, dure 2 años tratando de sobrevivir de los monstruos y los humanos quienes me cazaban. Ganaba mucho dinero cazando monstruos bajo el seudónimo de Katriana La Cazadora mientras viajaba sin rumbo fijo a cualquier sitio, sea como sea que me llamaban todos me temían y me respetaban porque nadie me ha vencido en una pelea. Ahora que lo pienso, nunca me han derrotado, ni siquiera mis primos, lo cual debería hacerme sentir orgullosa, pero ser la más fuerte e invencible tiene sus desventajas. Cuando cumplí los 13 años de edad, me vi obligada a volver a la mansión familiar para recibir la Bendición, un ritual que realiza las casas nobles, del cual le manifiesta al individuo habilidades especiales. A mí se me manifestaron algunas, pero nadie sabía cómo enseñarme a usarlas, de modo que hui de ahí avergonzada, mientras mis parientes se reían de mi mientras corría. Ese mismo año la guerra empeoró. Volví a viajar tras huir de la Capital y seguí dedicándome a mi caza en otros sitios, dando mis servicios como caza recompensas, también.
Tendría 14 años de edad cuando la Guerra de los Cien Años finaliza con la victoria del Clan de los Monstruos. Es decir, hace unos meses atrás, casi un año. Por causa del decreto de Drácula que prohíbe la caza de monstruos tuve que dedicarme a la herrería, donde aprendí hacer Reliquias Sagradas, así mismo el arte de crear joyas, tanto de accesorio como para uso mágico. Gracias a eso me hice popular en el Reino de Lúab, ganando bastante dinero, mucho más de lo que podría haber ganado cazando monstruos (aunque también porque los jefes eran egoístas conmigo por causa de mi origen) y así fue como me establecí allí, ha pasado casi un año desde entonces. Pronto cumpliré los 15 y...me entra nostalgia al pensar en eso. Nunca me celebraron cumpleaños. Nairilyn tenía planeado hacer conmigo una fiesta, tantas cosas que tuvimos planeado hacer juntas...
El dolor me desgarra, igual que una daga clavada en el alma. ¿Por qué pierdo a las pocas personas que amo? ¿Por qué pierdo a las únicas personas que me aceptan como soy, tan pocas que hasta las puedo contar con los dedos? Gracias a ella pude superar la soledad que pesaba mi espíritu. Aprendí que los monstruos y los humanos podrían convivir juntos. Tal vez no con armonía, se necesita tiempo para eso, pero por primera vez en mi vida, tuve esperanza. Viví como una chica común y corriente, o al menos lo más parecido a eso, gracias a mi amiga fallecida. Al igual que yo, ella vivía huyendo de su propia familia.
Era una semihumana, un monstruo, y yo una humana con sangre demoníaca. Sabía que no debíamos tener una amistad, pero las circunstancias que pasaron hicieron posible ese compañerismo. Nos hicimos aliadas ante las adversidades, y ahora todo quedo arruinado. Mi linaje ha vuelto a arrebatarme la poca humanidad que me queda. Y para empeorar las cosas, quieren casarme con un monstruo. Y no uno cualquiera, sino el peor de todos, el más poderoso y temible por ambos clanes: Drácula.
Casarme con él contra mi voluntad, reunir información vital de enemigo cumpliendo el papel de espía para matar al Rey de Sombras... (De modo que el Clan de los Monstruos quede vulnerable sin su líder, pues se dice que al derrotar al Rey los monstruos perderán ventaja sobre nosotros, lo cual es cierto si te pones a ver el verdadero motivo por el ellos ganaron.) Si mato a Drácula, he contribuido con la humanidad. Me libero de las condenas injustas que pesan sobre mí y habré demostrado mi lealtad hacia ellos, consiguiendo un lugar en la sociedad, y finalmente dejare de huir.
No obstante...
¿Cómo demonios piensan que voy a lograrlo?
Estoy asustada.
No estoy segura de poder lograrlo. Todo esto es una trampa que caí. ¿Por qué creen que yo soy capaz de hacerlo? Claro, no es la primera vez que mato a monstruos tan poderosos y peligrosos, o no me haya enfrentado a una muchedumbre de ellos sola. El detalle es que a Drácula nadie ha podido vencerlo, ni siquiera matarlo... ¿Y si el termina derrotándome? ¿Y si descubro para mi horror que es más fuerte que yo, que no podre ganarle? No sé qué sucederá cuando llegue el momento de matarle. Acepte el trato.
Todo el asunto me está volviendo loca de frustración. ¿Qué voy hacer? ¿Qué voy hacer? ¿Y a que se refiere Carol cuando dijo que herede el Don de la Diosa? Nadie lo ha heredado desde hace cien años. ¿Cómo están tan seguros que he heredado ese don y no alguien más?
Va a ser un año muy largo.
Finalizo mi relato y guardo el diario debajo de la cama. Cansada, me acuesto en la cama bajo la débil luz de las velas, poco a poco extinguiéndose las llamas que a duras penas contemplo debido a la hinchazón de los parpados de tanto llorar.
Una lágrima se desliza y vuelvo a caer en llanto. En silencio, el fuego expira hasta quedarme completamente a oscuras, ahogando la oscuridad mis sollozos, quedándome paulatinamente dormida...
***
Al día siguiente, cuando despierto, hallo que han puesto mi desayuno sobre la mesa que está al lado de mi cama: arepa con queso, huevo y tajada. Con un vaso de jugo y un pedazo de pan. Me levanto pesadamente de la cama y hago mis quehaceres tras vestirme con una prenda sencilla que me colocaron al borde de la cama. Después de bañarme, cepillarme el cabello y comer... (por cierto, la comida estaba riquísima) voy a la puerta para intentar abrirla cuando entra mi tía Carol, acompañada de Joseph y Anthony.
-Buenos días, lady Van Helsing. ¿Cómo amaneció hoy?
-Muy bien, considerando los eventos que sufrir ayer, he logrado tener un sueño muy relajante -no es mentira, pero la humillación sigue latente y por ello trato de sonar dócil, no estoy de humor para tener una tensa conversación con ellos y tampoco quiero, nunca lo he querido, pero las circunstancias que ellos me lanzan a propósito me ponen bajo presión y...bueno, de todos modos, debo relacionarme con ellos hasta la boda...y eso me hace recordar algo. Frunzo el ceño - ¿Es cierto que habrá una boda, según tu hija?
-Por supuesto, y tenemos el vestido indicado para ti. Esboza de nuevo esa encantadora sonrisa.
-Prefiero diseñarlo yo y mandarlo hacerlo -murmuro -me sentiría mucho más cómoda haciéndolo así.
-Ah... ¿No confías en nosotros y temes que vayamos a ponerte un vestido que te haga avergonzar más de lo necesario? Oh no querida, la boda no solo va a ser la unión de dos personas, también va a ser la "unión de dos Clanes" y es necesario que te veas hermosa, incluso si eso ayuda a que el Rey de Sombras se fije en ti -se me acerca y no puedo evitar en mirar sus bellos ojos rosados, mirándome con un destello de astucia -de una manera sencilla podrías embobarlo y fácilmente matarlo, sin demorar la misión.
<<Está poniéndome a prueba -pienso rápidamente -ambas sabemos que no es tan sencillo matar a ese monstruo, si fuera así, lo habrían hecho y no tendrían que mandarme hacer el trabajo sucio>>
-Con respecto a eso, Dama Van Helsing... ¿Cómo voy a matar así nada más al Príncipe de la Oscuridad? Todo monstruo tiene una debilidad, pero nadie ha sabido acertar la suya, así que... ¿tienen al menos una idea de lo que podría ser, o esperan que yo lo encuentre? Porque si es lo último, voy a tardar un poco para vencer a ese demonio.
Al fin estás hablando como una Van Helsing.
Carol se da cuenta de ello también, pero se limita a responder: -Desgraciadamente, sabemos lo mismo que los demás, pero, poseemos información útil que podría ayudarte con la tarea que se te ha encomendado, y por ello he venido para escoltarte a la Sala de Estudio, allí se te instruirá lo que de pequeña no se te ha enseñado para que tengas una idea de lo que te vas a enfrentar, y necesitas conocimiento para sobrevivir a esta misión, y tengas éxito en ello. -Con un ligero movimiento de la mano, señala a los muchachos -vas a recibir dos tipos de clases: teórica y práctica. Como nunca fuiste a una escuela, y no te enseñamos por causa de tu origen, iniciaras clases de Instrucción Básica y también Instrucción Especial, este segundo te enseñara todo lo relacionado al linaje de nuestra familia. Eres hija de un monstruo, pero también eres una Van Helsing, tienes que conocer la historia de tu sangre.
<<En cuanto a la práctica, tus primos te entrenaran y te enseñaran técnicas de combate que, según mi hija, todavía te falta pulir, pero posees potencial para aprender cada una de ellas, y como en el Coliseo aprendiste a pelear hasta perfeccionar más rápido que el resto de los niños, incluso de tus primos, podrás sobrellevar esto eficazmente. Aunque no estoy muy segura si seas rápida memorizando o leyendo... ¿has practicado la lectura? Te enseñe a leer, pero no sé si seguiste practicando. >>
Asiento energéticamente la cabeza. ¿Qué no he leído yo...?
-Umm...ya veremos -murmura tras analizarme un rato -depende de ti cuanto tiempo progresaremos con respecto a tu educación, y si te esfuerzas y le pones empeño a ello, podrás aprender muchas cosas sin necesidad de preocuparte de lo atrasadas que estas en el aprendizaje, pero ya veremos que sucede. ¿Alguna pregunta? Levanto instintivamente la mano, como si estuviera en un salón de clases, y ambas sonreímos ante el acto. Ella asiente con la cabeza.
- ¿Quienes darán las clases teóricas? Porque desgraciadamente, creo saber quiénes me enseñaran técnicas de combate y con quienes peleare para practicar.
-Meca te enseñara Historia, Lengua y Matemáticas. Carmen, si no mal recuerdo, te enseñara Artes Plásticas y todo lo relacionado al arte, según el talento que posees para ello. Literatura, Historia General, Biología y Ciencias Sociales, las voy a dar yo. En las Instrucciones Especiales, tus tutores varían, pues cada uno tiene una perspectiva de las cosas y tienes que adaptarte a ello para que aprendas a no sentirte bajo presión cuando los demás no compartan el mismo enfoque que el tuyo, porque imagino que dada las circunstancias no has podido socializar mucho. ¿Verdad?
Asiento sombríamente.
- ¿Por qué van a enseñarme todo eso?
Carol me mira, pensativa.
-Estaríamos en problemas si el rey descubriera que no fuiste educada como es debido.
Nos quedamos en silencio cuando recorremos los extensos pasillos barrocos que envuelven la estancia con ese toque glorioso y magnifico que simboliza el poder que ostenta nuestro apellido, un estilo arquitectónico que habla por nosotros el esplendor de nuestro linaje. No obstante, no dejo de pensar en lo que me dijo Carol. ¿Qué razones tendrían ellos para para tratarme de este modo? Entiendo que la sociedad me deteste, pero... ¿Mi familia? No le veo justificación: No solo me abandonaron, sino que me hicieron la vida imposible. Me engaño al decir que estoy haciendo esto por el bien de la humanidad. Me importa un bledo ambos clanes: no hicieron otra cosa que lastimarme y quitarme las pocas cosas que he amado. Destruyeron mi futuro, mi presente, mi pasado. Me hicieron añicos en todos los sentidos. Incluyendo la Casa Van Helsing, principalmente ellos. Caminando en silencio con Carol, Joseph y Anthony, pienso en estas cosas.
No obstante...
No dejo de preguntarme que pasaría si llegan a darse cuenta de los errores que cometieron hacia mi persona. Si me piden genuinamente perdón y hasta hacen lo posible para compensarme por sus actos... ¿seré capaz de perdonarlos? Nunca creí que habría necesidad de hacerlo, no después de lo que me hicieron. Sea cual sea el motivo, sigo pensando que se fueron a los extremos conmigo. Aun así... ¿Debo perdonarlos? ¿Valdrá la pena si llegan a arrepentirse de sus acciones si tal cosa sucede? Una parte de mí dice que sí, porque en el fondo sigo deseando a la familia amorosa que nunca tuve, la niña que mora todavía en mi interior anhela ser aceptada por la Casa Van Helsing, ser amada por ellos. Aquella niña que fue abandonada a temprana edad sin recibir explicaciones, sin entender sus motivos...esa versión de mí que yace enterrada en lo profundo del alma, desea recibir respuestas a las razones que la condujeron a donde está ahora. Esa niña quiere que el linaje que la echo a su suerte le sanen las heridas de su corazón. Solo así puede ella aceptar sus disculpas si son auténticas y sinceras...Por supuesto, es una fantasía infantil. La otra parte de mí, aún recuerda la razón por la que juró vengarse de ellos: Por todo el daño que me hicieron en mi infancia. Lo que hicieron en el Juicio además de maquinar, mentir, lastimar sin motivo alguno solo para verme sufrir...
No, no puedo perdonarlos. Al recordar las razones que me incitaron a odiarlos...es más que suficiente. Me hace recordar, para mi pesar, por qué no debo confiar en ellos, ni siquiera ahora que planean enseñarme para tener éxito en la misión. Estoy segura que están volviendo a maquinar en mi contra.
Y lo peor no es eso. ¿Cómo voy a cumplir mis deberes de esposa sin perder mi castidad? Es mentira que al tener éxito en mi misión y me recompensen por mi labor, vayan a casarme con alguien que me respete. Conociendo como son los Van Helsing, capaz que me ofrezcan un esposo viudo. Viejo y problemático. No a alguien que me guste, y aunque lo hicieran, dudo que ese muchacho me vea con buenos ojos al encontrarme desflorada. No en la sociedad que vivo.
Ahora, lo más preocupante. ¿Y si tengo éxito en mi misión, pero no me recompensan? ¿Si montan una trampa más y lo usan como excusa para no darme lo que me corresponde? ¿Podre evitar de una buena vez caer en sus trampas de telaraña? No soy astuta y tampoco tengo modo de salirme con la mía, todavía llevo puesto ese maldito collar. ¿Cuántas veces he caído en sus trampas? Miles de veces. Y estoy harta de seguir danzando al son de su música.
El problema es que, no tengo más opción. Si quiero sobrevivir, debo seguir bailando al son de su baile...
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