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Capitulo 12: Drácula. Alianza y un objetivo en común


Este capítulo está dedicado a Gorefan1793 y AnaMalpica gracias por su paciencia. Escribí este capítulo pensando en ustedes que me animan a seguir escribiendo ✨✨✨✨






Si quiero que katherine Van Helsing no dude más del Trato que sellamos, tengo que converserla de que ha tomado la decisión correcta, y para ello debo demostrarle que puede confiar en mí. Mentir para protegernos de su ira. Mentir hasta que encuentre las respuestas que necesito. Voy a volverme loco por tantos engaños que salen de mis labios. Por tantos hilos que tejo en mi mente. Llenándose en mi pecho este sentimiento de hundirme hacia abajo por el peso de mis errores y actos. Todo para protegerme, y para proteger a mi pueblo de mis enemigos que siguen circulando como buitres. Quieren destruirme. Y yo comparto el sentimiento...

A veces odio ser rey.
Es un recordatorio constante de que soy un monstruo.

Abraham Van Helsing tiene razón: no estoy haciendo lo correcto manipular a una chica y poner en riesgo su vida. No es correcto utilizarla para que lleve a cabo mis deseos de venganza contra los mortales sólo porque soy un cobarde al no estar dispuesto a cumplir la voluntad de mi amada por el odio que yace en mi interior. Por el miedo a que sellar la paz solo termine causando la destrucción de mi pueblo. Por las dudas sin aclarar. Rompiéndome. De por sí estoy roto.

Que alguien me ayude.
Sálvame de mis demonios. Quien sea.

Desearía que estuvieras aquí, solo tú puedes llevarte el dolor lejos.

Haces que todo esté bien.

Si tan solo estuvieras viva...

Me dirijo al escritorio donde están reunidos los papeles y los libros donde investigaba lo referente a los Poemas Malditos. A ver si encuentro algo nuevo. A ver si encuentro las pistas que me ayuden a encajar las piezas de este rompecabezas. Llevo bastante tiempo buscando información que complete lo que tengo en la mano. Tal vez han pasado menos de cien años, fue Abraham Van Helsing quien me entregó los pergaminos de Los Poemas Malditos. Dijo que tal vez, solo tal vez, sea la respuesta para salvar al Clan de los Monstruos y poner fin a la guerra.

Párrafos líricos. Símbolos. Términos desconocidos. Mi cabeza da vueltas por información que no logro asimilar. Tratando de entender con la ayuda de un diccionario de lenguas muertas que mi madre me prestó lo que dicen los pergaminos cuyos párrafos están saturadas de oraciones escritas en un idioma antigüo y extinto. La única persona que conocía este lenguaje a la perfección murió antes de la Guerra de los Cien Años.

Por culpa del Clan de los Mortales.

Por culpa de la Casa Van Helsing.

Solo ella sabría descifrar esto. Era la única que conocía ese idioma, a pesar de que no tenía sentido que lo supiera: ese idioma antiguo y extinto es conocido como el Lenguaje del Fénix. Según unos pergaminos era la lengua que hablaban los miembros de la Corte Real de Atlantis. Al igual que otros reinos ese lugar no existe, pero conocí a alguien que sabía el idioma, sin llegar a saber si fue coincidencia u otra cosa. O que sencillamente existió y de alguna forma quedó en olvido. Hay palabras en esa lengua que tienen similitud con nuestro idioma, como si antes de existir nuestro idioma solo existía ese. Absorto en mi escritorio, tardo unos minutos en darme cuenta de la presencia de Katherine Van Helsing. Ha transcurrido una semana entera sin verla. Me pregunto qué habrá hecho en estos días.

-Buenos días. Saludo, sin querer la sobresalto de su asiento.

- ¡Vaya! No esperaba encontrarlo aquí -dice mientras se recupera del susto - ¿Como se encuentra? Creí que estaría ayudando a su madre con los preparativos de la llegada de su abuelo.

El antiguo rey, ambos nos despreciamos mutuamente....

Si fuera por él, habría estado presente solo para recordarnos a todos a quién le debemos el respeto y la lealtad. Con su presencia me habría presionado de consumir el acto con mi nueva esposa tras el trato que sellamos él y yo para que el se mantuviera a márgen de la Guerra y yo tuviera la corona.

Y ahora está aquí. Cómo si no tuviera suficiente estrés con todos los problemas que debo revolver antes del Eclipse. Aclarar las dudas y buscar respuestas. Tomar decisiones mas importantes que sus estúpidos juegos de poder.

-Sí, ella lleva semanas haciendo los preparativos porque se suponía que el Antiguo Rey debía honrarnos con su presencia en nuestra boda. Fue extraño que no se haya aparecido. Le digo, aunque debió notar el sarcasmo en mi voz porque frunce el ceño.

- ¿Porque tanta importancia la visita del Antiguo Rey a la nación? ¿No sé supone que ahora tú eres el Rey actual que gobierna el Clan de los Monstruos?

-Sí, el problema radica que tuve que sellar un pacto con él para que me otorgara la corona y así convertirme rey de nuestro pueblo durante la Guerra de los Cien Años. ¿Porqué te ríes?

Ella intenta contener las risas, y no puedo evitar en compararlas. Sembrando en mi interior tantas ideas y sospechas hacia algo que teóricamente es imposible...

-Lo siento, es solo que, nunca imaginé que el Príncipe de la Oscuridad estuviera interesado en los juegos del poder. Creí que solo estabas interesado en tu pueblo.

Eso confirma que ha estado observandome. Me ha visto entablar conversación con algunos ciudadanos sin darme cuenta de su presencia. ¿Porqué me sorprende?

-Precisamente por el pueblo es que decidí ser rey: hay muchas razones por las que no debería tener posesión de la corona, entre tantos motivos para negarme ese derecho, yo nunca fui escogido por el Antiguo Rey a ser heredero al Trono si quiera. Tuve que hacer un trato con él para converserlo de que me nombrara como heredero suyo pese a nuestras diferencias. Era necesario,y menos mal, si él siguiera siendo rey no habría dado tantas libertades a los humanos, tampoco los hubiera dejado vivir.

-No somos tan diferentes de él. Murmura con seriedad. Tal vez tiene razón. Sé porqué lo dice.

-Sin embargo, nuestros motivos son diferentes a las de él: tu y yo lo hacemos por venganza. Él lo hace solo por la arrogancia de que los monstruos deben estar por encima de todos y todo. El bien y el mal no tiene nada que ver con sus ideologías, solo el control y el poder. Es su razón de ser. Es por ello que quiere confirmar si nosotros consumimos el acto.

Se por su expresión perpleja y confundida que no quiere conocerlo.

- ¡¿Que?! -exclama - ¡¿Porqué querría venir solo por eso?! ¿Y qué clase de Trato sellaste con él?

Supongo que está es la ocasión perfecta para demostrarle que sí puede confiar en mí. El problema es que no estoy seguro de cómo llevar a cabo ese objetivo. Ninguno debería confíar en el otro. No tenemos motivos ni nada que nos une a excepción del matrimonio. Además, ella tiene mil motivos para no confiar en mí. La cuestión es que tal vez de este modo puedo entender mejor su lucha interna con respecto al Trato que sellamos y ver cómo la convenzo de seguir con esto.

Si Abraham la involucró en algo que solo él, mi amada y yo estábamos conocíamos, debió ser por algún motivo que desconozco: ¿Tal vez por un poder o alguna clase de ayuda que puede otorgarme sin querer la propia Katherine? ¿Será que Abraham la metió en esto para que me ayudara a resolver las preguntas sin respuestas que llevo años buscando? ¿Es su modo de decirme Abraham que Katherine tiene salvación a pesar de todo? ¿Que sí existe otro modo de salvar a mi pueblo y proteger a la joven que por un tiempo fue parte de mi clan al lado de su amiga? ¿Es una señal de que ambos clanes sí lograrán en llegar a tener un acuerdo político y social?

Debería intentarlo a ver qué sucede. No puedo contarle mis secretos pero sí algunas cosas que me ayudará a acercarme a ella y averiguar sus verdaderas intenciones para conmigo y nuestra alianza.

-La Guerra de los Cien Años surgió por unos pleitos que tuvimos los Hijos de Lilith contra la Casa Van Helsing, las razones de ser nombrado rey no era solo para dirigir el ejército que se enfrentaría a la batalla contra los mortales, también era una manera de que disminuyera las perdidas en nuestras tropas por culpa de las estrategias mal ejecutadas por parte del Antiguo Rey. Cómo te dije, es un hombre que está interesado en la arrogancia y el poder de que los monstruos estén encima de todo pero no por ello signifique que esté interesado por el pueblo. Todos los saben. Por eso no hubo problemas cuando tomé a mi gente y exigimos al rey que se me otorgara la corona para llevar con dignidad está Guerra que él no sabía conducir. Hubo mucha tensión y drama. ¿Sabes? -no puedo evitar en sonreir amargamente por el recuerdo -No fue sencillo converserlo. Finalmente le ofrecí un trato: él me da la corona y yo le doy herederos. El sabe los motivos por los que no querría tener, y yo sé porqué el no quiere soltar la corona. Ambos hicimos sacrificios. Y ambos tenemos cuentas que saldar. Antes de que fuera un hijo de Lilith él llevaba tiempo intentando invadir las tierras de los humanos, pero los monstruos y su gente no estaban motivados para ello. No hallaba que excusa inventar para sembrar el deseo de la sangre derramada y ver a los humanos morir....siempre los vió inservibles. El creía que los monstruos debían gobernar y tener potestad de todo, y el sentía que compartíamos el continente con gente inferior.

Sospecho que tiene una pregunta que hacer, sin embargo, no dice nada. Omite hacerlo. Tiene otras preguntas más importantes que preguntar.

- ¿Cuales eran las condiciones del Trato?

Suelto un suspiro de frustración al recordarlo.

-...Él me daría la corona, el trono, la autoridad y el poder. Y yo a cambio debía darle herederos. Nietos que él escogería para nombrar a su sucesor antes que la muerte lo reclame. No sólo ganar la Guerra de los Cien Años que él no supo dirigir: También exterminar el Clan de los Mortales.

Me mira perpleja.

-Entonces...: ¿Porque me pediste que exterminara a los humanos si esa es tu responsabilidad?

No puedo decirle que era una manera de traerla conmigo por su cuenta y llevar a cabo lo que presagia los Poemas Malditos, tampoco puedo decirle que lo que estalló la Guerra fue la muerte de Hatalaya, no puedo hablar de eso ahora, no estoy listo, no creo que a estás alturas siga dispuesto a narrar algo así.

-En primer lugar, independientemente si cumplo mi tarea para el Antiguo Rey o no, tenía razones para sacarte de ahí si bien es cierto que me salí de la línea al ofrecerte ese Trato; aunque al ser testigo de tus habilidades en el bosque, no ví problemas en ofrecerte un trato si ambos obteniamos lo que queríamos: darte el poder, la protección y el reconocimiento a cambio de que tú lleves la responsabilidad de aniquilar a los mortales, solo y en caso de que tome mi decisión. Si por algún motivo decida hacerlo yo, igual voy a requerir tus habilidades en algún otro momento.

<<En segundo lugar, alguien en quien confiaba y amaba me pidió en sus últimos alientos que no exterminara a los humanos. Una promesa de la cual no pude darle respuesta. Aún sigo luchando que decisión elegir sin arrepentimientos. No porque desee perdonar a los humanos,tengo razones de sobra para no hacerlo, pero debo hacerlo para cumplir su última voluntad...el problema es que eso podría poner en riesgo a mi pueblo. Si bien es cierto que es mi responsabilidad cumplir el trato que hice con el Antiguo Rey, no estoy seguro de poder hacerlo por esa promesa que aún no sé si vaya a romperla o no...>>

Me callo. Debo hacer que confíe en mí. No desnudar mi alma. Aunque no puedo evitarlo: ha pasado tanto tiempo desde que hablé con alguien sobre esto. Ya no se que se siente hablar de algo y que la otra persona te escuche...

-Te entiendo perfectamente... -murmura en voz baja, como una confesión cuyos rayos dorados del sol matutino parecen ser nuestro mudo testigo -Soy consciente que hice un Trato que no puedo romper. Que ambos tenemos motivos para hacer lo que debemos hacer. Agradezco que me hayas ayudado a escapar de esa vida entre los mortales. No obstante... ¿Es lo que realmente hubieran querido las personas que tú y yo amábamos? ¿Realmente estamos haciendo lo correcto buscar venganza por nuestra cuenta? Se supone que los dioses velan por nosotros. ¿No podemos dejar nuestro odio en sus manos y que el karma haga lo suyo? Ambos tenemos motivos para aniquilarlos... ¿Porqué nos contenemos?

- ¿Te estás conteniendo?

Esperaba oír algo de sus pensamientos. Siempre los oigo cuando sus emociones suben en crescendo. Sin embargo, noto que están callados. Mejor dicho: no puedo oír nada. Me meto voluntariamente en su cabeza para confirmar estupefacto que sus pensamientos, ideas o confesiones están bloqueados. No puedo leer su mente. Por mucho que lo intente. Este hecho aumenta más mi curiosidad y perplejidad hacia ella. No deja de sorprenderme. ¿Porqué ahora no puedo meterme en su cabeza, o si quiera oirla? Es extraño. Por otro lado, sus palabras resuenan en mi interior cuando el silencio entre nosotros se extiende por varios minutos.

- ¿Te estás arrepintiendo de nuestro Trato? Temía su respuesta.

-Odio decirlo, pero ya no estoy segura. Una parte de mí quiere hacerlo para hacerles pagar todo el daño que me causaron, especialmente mi familia. Pero por otra parte, no sé si deba, posiblemente ella no hubiera querido que les hiciera esto pese a que también sufrió por su culpa. No lo sé, solo siento que ninguno de los dos debemos hacer esto realmente: tú y yo queremos vengar a nuestros seres queridos, pero solamente queremos saldar cuentas por el daños que nos han provocado, no lo estamos haciendo por ellos en sí. Solo lo hacemos porque no sabemos que hacer con nuestro dolor. En realidad solo queremos un poco de paz, no seguir aferrados a la violencia.

Se a qué se refiere.

- ¿Quien dice que no disfruto de la violencia? Le pregunto, a modo de respuesta me mira con el ceño fruncido.

-Si realmente disfrutaras de ello, habrías torturado o esclavizado a los humanos desde el principio. O sencillamente habrías aniquilado el clan en un chasquido de dedos, podrías haber dejado que los monstruos masacraran a las familias o soldados que no pudieron matar en batalla.

-Tal vez estaba tomándome mi tiempo para aumentar su sufrimiento... -le sonrío -A veces el castigo viene de formas inesperadas, darles algo de esperanza para luego arrebatarsela es una excelente forma de aumentar su dolor.

-Tal vez, o tal vez te estás engañando, ambos lo hacemos por algún motivo... -suelta un suspiro, como queriendo soltar un peso de encima -La diferencia es que yo estoy harta de engañarme una y otra vez. Siendo honesta, no...

Se calla.

Mira los estantes de libros que oyen en silencio nuestra conversación como tales santos de los secretos. Me inclino hacia adelante, susurrándole:
- ¿Siendo honesta... qué?

-No estoy segura que aniquilar a los humanos nos dará lo que queramos...

- ¿Crees que no hubiera querido que vengaras su muerte? ¿Hubiera permitido que una raza así seguiría respirando si esa persona que amas muriera por su culpa? Pregunto, tanto para ella como para mí mismo.

-No lo sé, es lo que quiero averiguar y por eso me siento tan... dividida. -a lo que responde con cansancio tras largos minutos de silencio -Excepto que, si hay una cosa que ella hubiera querido realmente, es salvar a ambos clanes.

La miro indiferente, pero me siento estupefacto. No esperaba que ella llegara a pronunciar esas palabras. Estaba a punto de decir: "¿Porqué lo dices?" Dudo mucho que Abraham Van Hellsing la haya convencido de eso. Él se lo pidió y ella dudaba de tal propuesta. Trato de ver su aura, pese a que no puedo leer su mente sí puedo ver un poco sus emociones: nervios, ansiedad, resignación. Esperanza. Nostalgia. Es extraño. Supongo que tal vez no es mala idea: tampoco estoy cien por ciento seguro de que ese sea el camino que quiero tomar aún si rompo la promesa de mi amada. Aniquilar a los humanos podría salvar a los monstruos, pero no es una certeza. En primer lugar, yo solo quería vengarme de la Casa Van Hellsing. Mi odio hacia el Clan de los Mortales surgió tiempo después. Salvar a ambos clanes suena demasiado descabellado considerando todas las cosas del que fuí testigo. Las muertes sembradas. Lazos destruidos. Bandos elegidos. La posibilidad de que ambas razas sean salvadas para que puedan unificarse suena complaciente absurdo.

<<-...Todos creían que derrotar a la Usurpadora de Atlántis era absurdo considerando el poder que ostentaba el Imperio... -la voz de Hatalaya interrumpe mis pensamientos, sorprendiendome de recordar aquella conversación tan lejana -Y no dejaba de pensar: ¿Tiene que terminar de este modo? ¿Voy a ceder ante un sistema que solo trae dolor e injusticia? La idea que de los reinos de estás tierras puedieran unificarse sonaba descabellado. Aún así, cuando decidimos hacerlo realidad, logramos sellar esa meta contra todo pronóstico. A veces, el mayor problema de ser líder, Drácula, no es romper las barreras de otros individuos, sino nuestras propias ataduras. Si no eres capaz de romper tus propias jaulas, no podrás salvar a otras personas. Al menos prométeme que si no podrás salvar a otros, al menos te salvarás a ti mismo...>>

No creí que llegara a recordarlo. Hace años que no pensaba en esas palabras que me dirigió en una ocasión que entrenábamos, mucho antes de su muerte.

- ¿Y esos papeles? Pregunta con curiosidad al ver los escritos y libros de mi escritorio.

No sé qué responderle. No creo que sea buena idea contarle que la verdadera razón por la que hice el trato con ella era para traerla acá, porque las señales de que ella sea la Doncella de los Poemas Malditos es bastante notorio. Aún hay mucho que averiguar. No obstante, eso no signifique que no deba intentar salvarla independientemente lo que hagamos durante el Eclipse. En estos momentos no tenemos motivos para confiar el uno y el otro. Eso no quiere decir que no me planteo la idea de que ella es buena candidata como la Princesa Oscura. No era a ella a quien querría darle ese título, pero si demuestra que es digna de ello, Hatayala lo habría aprobado. Se habrían llevado bien las dos. Tendré que contarle por fragmentos.

- ¿Has oído hablar de las Tablas de Profecías? Me pongo tenso al preguntarlo, dudo que ella conozca mis planes para con ella durante el Eclipse.

No dice nada, como si no estuviera segura de decir o no la verdad. Por lo tanto, al transcurrir varios segundos sin responder se da cuenta que no hay más opción.

-Tengo entendido que la Tabla de Profecías no solo profetiza los acontecimientos de cada línea del tiempo, sino que, también, rompe hechizos muy poderosos, tanto conjuros como maldiciones. Fue hace pocos meses que me enteré de su existencia... -confiesa sin mirarme -Lo leí en unos libros. No me acuerdo la biblioteca, solo que eran edición especial. Hay mucha información al respecto.

No creo mucho en sus palabras porque ese tipo de libros ni siquiera aparece en las ediciones especiales, por los momentos se lo dejaré pasar. Más adelante le pregunto. No la culpo si quiere proteger su fuente de información.

-Estos papeles que ves aquí es información que estoy recopilado para descifrar las Tablas de Profecías y como usar su poder, también son conocidos como los Poemas Malditos en tiempos antiguos.

- ¿Y ese nombre?

-Se dice que antes de ser Tablas eran pergaminos escritos por entidades o criaturas desconocidas que tenían el don de la visión. Tiempos después los pasaron a Tablas. Solo los Dioses o criaturas semejantes son capaz de ello. No los monstruos o mortales porque no son capaces de escribir en un material que nosotros no poseemos o no sabemos forjar.

-Solo si es el auténtico... -afirma con seguridad -Si es falso, no solo es es un objeto débil en cuanto a romper barreras mágicas, sino que lo que sea que predica en sus profecias son incorrectas.

-Cierto, pero nosotros hallamos la correcta.

Ahora ella me mira perpleja.

- ¿Qué? ¿Cómo estás tan seguro de ello? Puede existir muchas tablas similares en cuanto a material y...

Le muestro uno de los papeles.

-Según las fuentes que he recopilado, no existe material existente que se asemeje a la Tabla de Profecías: se dice que están hechas de Su'lix, el diamante más negro del mundo. Y ese mineral no lo puedes encontrar por ahí debido a que solo los dioses pueden crearlo. Supongo que si cae en manos de mortales les estaría regalando un poder extraño y peligroso, o eso creo. Así que encontrar la Tabla auténtica no es problema. -afirmo antes de soltar un suspiro de frustración -El problema es que la Tabla de Profecías está escrito en un idioma desconocido. Y se supone que los pergaminos de los Poemas Malditos, que además de ser una copia de las tablas, también tienen información adicional relacionado a las tablas, su uso y significado de los versos escritos ahí.

- ¿Porqué tanta obsesión por esas tablas? Se nota que llevas mucho tiempo en eso. Sin embargo... ¿Que pretendes hacer con su poder?
Dice al ver tanto material esparcido por el escritorio, viendo cada libro, cada pergamino, cada detalle.

Decírselo me ayudará averiguar porqué Abraham Van Helsing le pidió a esta chica que salve a los clanes pese a que esa responsabilidad solo me corresponde a mí y a mi amada.

-Porque el Clan de los Monstruos no siempre fueron monstruos: eran humanos. El clan en sí son humanos que fueron maldecidos por un hechizo muy poderoso, como castigo de parte de un antiguo rey. Por eso necesito las Tablas de Profecías. Para salvar al Clan de los Monstruos de la maldición que azota el pueblo desde hace décadas.

Unos segundos de silencio. Su cuerpo, ataviado por un vestido escarlata con encaje blanco se detiene bruscamente mientras su mirar procesa la noticia con shock. Tarda varios segundos en salir de ese estado.

- ¿QUÉ? Exclama a gritos.

Dejo que ella asimile la revelación. La verdad es que es ella es la única mortal en enterrarse del secreto del Clan de los Monstruos. Por lo tanto, como reina debería saberlo. Y así pongo a prueba si es digna o no de lo que se avecina...

- ¿El Clan de los Mortales tiene conocimiento de ello? -niego con la cabeza - ¿Porque me lo cuentas?

-Creo que puedes ayudarme a averiguar a descifrar este escritos, tal como lo hiciste con el diario del espía hace pocos días atrás... -comento pensativo -Aunque no sabemos de dónde proviene esa habilidad tuya, puede resultar útil para desentrañar las respuestas que necesitamos antes de cometer algún error.

<<La Tabla de Profecías que poseemos en nuestras manos es la única opción que tenemos para romper esa maldición. Si no lo hacemos a tiempo, que nos queda poco por cierto, los mortales se enfrentaran a algo peor que una sociedad de fenómenos: se enfrentaran con criaturas que no tendrán dominio propio por culpa del Hechizo. Dijiste que Nairilyn quería a ambos clanes unidos y a salvó de otros enemigos. ¿No? Yo tengo una promesa que cumplir. Debo intentarlo si eso ayudará a salvar a mi pueblo y los mortales no nos molestan... ¿Me ayudarás a hallar las respuestas que ambos necesitamos? >>

Se queda callada.

Perdida en sus pensamientos.

Tarda un buen rato en responder mientras trato de analizar su lenguaje corporal: tensión, dudas, ansiedad, emoción. Me pregunto qué razones tendrá ella para ayudarme en esto en caso de que diga sí, porque dudo que acepte, no cuando sabe que la estoy utilizando para un fin.

A no ser que me esté usando también.
Si es así, estamos a mano.

-Esta bien, te ayudaré -finalmente responde, mirándome decidida -Solo exijo una condición: romper el juramento que sellamos en el bosque. ¿Porqué? Pues dudo que eso nos ayude si vamos a trabajar juntos de todos modos y posiblemente tengamos decisiones distintas que elegir. Tarde o temprano eso será un estorbo para ambos. De todos modos, solo me ofreciste el juramento para que yo confiara en ti. ¿No es así?

No puedo evitar en oír las alarmas ante eso. Por otro lado tiene razón. En realidad el Juramento es útil.es ciertos casos y creo que el nuestro no aplica si terminaremos trabajando en equipo para un objetivo pese a que tenemos motivos distintos.

-De acuerdo.

Hacemos el mismo procedimiento que realizamos en el bosque, solo que está vez es para desaparecer el juramento que nos ata. Y me topo otra vez con esa mano tan pequeña que tiene.

-Ni se te ocurre meterte con mis manos. Me advierte. Tiene un sexto sentido cuando alguien piensa en el tamaño de sus manos. Suelto una carcajada. Divertido.

-Por cierto...¿Quien es esa persona que te hizo prometer salvar a los clanes? Ya me confirmaste que tenía los mismos ideales de mi querida amiga...

Pierdo las ganas de reír. Ella se da cuenta.

-Disculpa, es que quería saber quién era la chica misteriosa.

- ¿La chica misteriosa?

-La otra vez la mencionaste y reaccionaste así; supongo que es alguien a quien querías mucho. Es solo que no sé...

-Te entiendo,es normal que te dé curiosidad -la verdad es que ella tiene ese efecto incluso cuando esta muerta -Tarde o temprano te lo contaré. Solo no estoy preparado para hablar de ello...

-Te entiendo.

Nos quedamos envueltos en un incómodo silencio.

- ¿Que hacemos entonces? -Pregunta - ¿Que querías averiguar exactamente?

Suelto un suspiro, tal vez sí sea buena idea esto porque no tendré que llevar está carga solo. E incluso podré salvarla de su destino.

Y cumplir una promesa.
Ojalá que sí.
Ya veré como me enfrentaré las consecuencias con el Antiguo Rey cuando llegue.

-...Acércate -se sienta a mi lado viendo los pergaminos y los libros que yacen en el escritorio - ¿Puedes entender este idioma?

Ella se toma su tiempo viendo los signos y los garabatos que danzan ante sus ojos.

-...Drácula... -frunce el ceño, estupefacta -No veo ningún idioma desconocido escrito en estos pergaminos. Los entiendo perfectamente. Igual que el diario que y madre no pudo leer. ¿Que ha pasado con el espía?

-Se suicidó está madrugada... -hago una mueca de desagrado al recordarlo -No pudimos sacar mucha información, la verdad. Solo dijos unas últimas palabras: "Larga vida a la Última Reina."


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