Para el primer y único amor de mi vida:
Querido Ethan,
Aquí estoy sentada un día más frente a un papel en blanco, llorando a moco tendido y sin saber qué escribir. De nuevo. No sé por dónde empezar, siento que estoy volando en una nube que seguramente se evapore de un momento a otro, pero no puedo parar de pensar en lo de anoche. Eso fue lo mejor que me ha pasado nunca, te lo prometo.
Me dormí en tu pecho escuchando esa respiración tan pausada que tienes y me desperté haciendo una revisión completa de tu cara, como si quisiera memorizar todos tus rasgos faciales al milímetro. Me encanta verte dormir, por cierto.
No quiero que pienses que me he ido sin avisar, no quería despertarte, pero tenía que irme porque ya habían ido a buscarme a la habitación y no estaba. Como sabes mejor que nadie, cuando escribo, me expreso mejor que con palabras y a la cara, así que por eso he decidido escribirte esta carta. Sé que a lo mejor piensas que no decirte todo esto a la cara es un acto de cobardes, pero es que no puedo ver en tus ojos ese reflejo de dolor. De verdad que no puedo soportarlo, así que supongo que esta era la mejor opción. Me voy sin decirte adiós, porque eso para mí significa que lo nuestro jamás acabará y que volveremos a vernos.
Ya son las ocho y media de la mañana y dentro de nada viene la familia nueva a por mí. Te juro que ahora mismo tengo la sensación de que mi corazón se ha roto en mil pedazos. La Profesora de ciencias dice que existe un síndrome que habla sobre el corazón, y que se llama el síndrome del corazón roto y créeme cuando te digo que ahora mismo lo padezco.
Esta noche la recordaré toda mi vida, te lo juro. Nunca te lo he dicho, pero eres la persona más importante de mi mundo. Siempre me levanto pensando en ti, te busco en los pasillos sin que lo sepa nadie y me acuesto pensando en ti. Todos los días de mi vida me he perdido en esos ojos tan verdes y bonitos que tienes y aunque pareciera que no le daba importancia, me derretía por dentro con tus miradas.
Has sido, eres y serás el amor de mi vida desde el momento en el que me cogiste en brazos una tarde fría de otoño en una habitación cutre de este insípido lugar. Tú has sido, eres y serás lo que mi vida necesita y lo que quiero. Saber que me marcho y que posiblemente no vuelva a verte en mucho tiempo, hace que me duela el pecho al respirar, me fatigo, el corazón se me para y mis sentidos no responden.
Lo de anoche fue maravilloso, tú entero eres maravilloso y ahora, después de haber pasado unas cuantas horas apoyada sobre tu pecho, me doy cuenta de que, a partir de ahora, todo lo que me rodee me recordará a ti. Desde el olor a vainilla hasta mirarme a mí misma en el espejo.
Gracias a ti mi vida ha sido feliz y plena y aunque solo hayan sido dieciséis años, sé que serán los mejores de todos los años que me quedan por vivir. ¿Y sabes por qué? Por ti.
Gracias por aceptarme tal y como soy, por quererme de la forma más incondicional que existe, por hacer que me quiera a mí misma antes que a nadie, por apoyarme y por ser la persona que más me ha ofrecido en mucho tiempo.
Gracias por abrirme tu corazón y dejar que me quedase a vivir dentro, gracias por confiar en mí y ofrecerme una mano, un hombro donde llorar o unos brazos en los que cobijarme en todo momento, eso me hace feliz y no sabes cuánto.
Gracias por cuidarme como si fuera una niña pequeña que necesita refugio de un momento a otro, por mecerme en tus brazos las veces que he llorado y besarme las heridas cuando me he caído. Eres incondicionalmente fabuloso y no voy a tener vida suficiente para agradecértelo.
Gracias por ser mi amigo, mi confidente, mi familia y el hombre de mi corazón y de mis sueños. Gracias por hacer planes conmigo, por tenerme presente en cada paso que das y por hacerme encajar en este mundo de locos junto a ti.
He conocido a la familia que me va a separar de lo único que amo y conozco, parecen una pareja bastante buena, te lo prometo, así que no te preocupes por mí. Creo que ya va siendo hora de que dé este paso sin ti, a pesar de que necesite darte un abrazo de oso de despedida de esos que tanto me recomponen.
No soy muy buena con las palabras, pero sé que mis ojos, mi corazón y todo mi ser te pertenecen y te pertenecerán siempre. Nunca he querido ver más allá de mí, de nosotros, pero ayer lo vi claro, estamos hechos el uno para el otro y creo que, si es así, el destino nos pondrá más de infinitas posibilidades en el camino para que una vez más, nos volvamos a encontrar.
Llamaré por teléfono al orfanato todos los días entre las ocho y las nueve de la noche, una Profesora me ha facilitado el número de teléfono, de hecho, lo tengo escrito detrás de una fotografía que me ha regalado de cuando yo era bebé, seguro que si la vieras te parecería la persona más adorable y bonita del mundo, nada que ver con la Valeria que conoces actualmente. Llamaré, porque necesito oír tu voz, sentir tu respirar y saber que sigues ahí pase lo que pase, porque no quiero perderte, Ethan, de verdad que no. Creo que viví en Algeciras cuando me trajeron a este lugar, ojalá poder vivir en el mismo sitio y así que tengas un lugar seguro al que ir a buscarme cuando salgas de aquí, porque no sabes la falta que me vas a hacer.
Espero que los días pasen igual de rápido que los segundos y tengamos la oportunidad de empezar la vida que tanto hemos soñado juntos. Quiero que seas feliz el tiempo que te queda aquí dentro y el tiempo que estés fuera de este centro sin mí, quiero que vivas y disfrutes de la vida que tanto nos ha faltado durante tanto tiempo, quiero que consigas todo lo que te propongas, que estudies la carrera de veterinario que tanto admiras y consigas todas las metas que te propongas en tu camino. Sé que lo conseguirás, cueste lo que cueste y yo espero volver algún día a tus brazos y hacerte ver, que eres la persona más increíble del mundo y que puedes lograr todo lo que te propongas, porque estoy segura de que lo harás.
Necesito que me prometas que buscarás la casa de tus sueños, esa que está en lo alto de una colina con unas vistas preciosas hacia el mar cerca de San Sebastián, esa que tiene un jardín enorme lleno de vegetación y esa casa que siempre te ha hecho soñar en grande. Prométemelo, aunque no esté yo presente. Necesito que crezcas y alcances las metas que te han ido guiando durante todos estos años.
Me llevo a Coco en la maleta y la colonia de vainilla, quiero seguir teniéndote cerca sin estarlo, siempre. Tú conformas mi corazón, mi futuro y mi vida, nunca he querido verlo, pero ahora no solo lo veo claro, sino que lo siento desde lo más profundo de mi ser. Somos una única estrella que brilla en esta constelación de penumbra. Solo si estamos juntos lo lograremos y sé que lo sabes igual que yo, porque anoche me demostraste que no soy la única a la que se le acelera el pulso cada vez que nuestras miradas se cruzan.
Esta es la dirección que ponía detrás de la foto de cuando era bebé, no sé si servirá para que me mandes cartas o puedas comunicarte conmigo, pero te dejo aquí la información por si acaso.
001336257 – Mil Colores. Oviedo.
A - S Algeciras.
Yo intentaré llamarte siempre que pueda, hazlo tú también, por favor, necesitaré saber si estás bien, cómo te van las clases, qué tal duermes y si comes bien.
Es hora de que me marche y aunque sería fantástico encontrarte al pie de las escaleras, porque eso significaría que no estás dispuesto a tirar la toalla a pesar de que nos separen kilómetros de distancia o años para volver a vernos, sé que es mejor así, sin decir adiós, sin despedirnos de verdad, para que cuando volvamos a vernos sintamos que jamás nos hemos separado.
Las despedidas no son lo nuestro, así que, por ello, aquí te dejo esto y sobre todo para que sepas que yo, te voy a estar esperando todos los días de mi vida.
Siempre tuya,
Valeria.
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✨¡Hola amores!✨
¿Qué os ha parecido la carta de despedida que Valeria le ha escrito a Ethan? A mí se me han saltado las lágrimas, no os voy a mentir 🤭
Gracias por leerme siempre, os quiero mucho🥰♥️
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