(El día de la marcha de Valeria)

Son las nueve y cuarto de la mañana. Intento estirar los brazos para llegar hasta el amor de mi vida, pero para mi sorpresa no está. ¿Se ha ido sin avisar? Eso no se lo perdonaría jamás en la vida.

Lo que pasó anoche fue lo más bonito e increíble que he hecho jamás. Dios... sentirla junto a mí, sentirla mía, me encantó, me hizo el hombre más feliz de la faz de la Tierra.

Me tumbo boca arriba, sonrío como un tonto y me paso la mano por la cara. Es que todavía no puedo creer que haya sido mía, que me quiera de la misma forma en la que yo la quiero, que me deseara como lo hizo (igual que yo) y que al fin pudiéramos estar tan juntos como deseé años atrás. Fue una absoluta fantasía.

Me tumbo boca bajo, necesito respirar su olor. Huele de maravilla. Esa colonia a vainilla que le regalé hace una mezcla tremendamente buena junto con su olor a chocolate, sí, a veces me huele a chocolate y eso me parece todavía más rico.

Esa maldita colonia que me tiene loco se la robé a una de las Profesoras. Valeria siempre iba detrás de ella como un perrito solo para oler su cazadora, así que hice todo lo posible por colarme en la habitación de la Profesora y robársela de su caja de accesorios. Que se joda, nosotros tenemos mucho menos.

Me levanto de la cama, me pongo el uniforme para ir a clase y me lavo la cara con agua antes de salir disparado por la puerta. Voy a ver a Valeria a su habitación, tengo ganas de verla y plantarle un beso que la deje sin aliento. Lo necesito. No sé exactamente cuándo se va, y aunque eso me está reventando el pecho, sé que nuestro destino es estar juntos y, con lo de anoche, reafirmo que nada ni nadie separará nuestros caminos.

Cojo la mochila y salgo como un cohete hasta llegar a la habitación de Camila y Valeria. Todo tres veces con una pisada. No se oye absolutamente nada. ¿De verdad no hay nadie? ¿Ya han ido a clase?

— ¿Val? — pregunto entrando por la puerta.

Como me vean en la sección de chicas se me va a caer el pelo.

— ¿Ratita estás ahí?

Mirando a mi alrededor me percato de que está todo cuidadosamente limpio, aseado y ordenado. No, no puede ser, no se puede haber ido sin decirme adiós.

Abro todos los armarios y miro desesperadamente bajo de la cama de Valeria, también en el cuarto de baño e incluso a través de la ventana de la habitación, y ahí está, una familia con un fiat azul oscuro del año de mi abuela entrando por el orfanato.

No, no por Dios. Valeria, no, no te puedes ir, no sin decirme adiós.

Me limpio las lágrimas que brotan de mis ojos e intento tranquilizarme. Me siento en la cama y respiro, intento respirar y calmar los latidos de mi corazón, porque si no un ataque de ansiedad está a la vuelta de la esquina y sin ella no los puedo superar.

Valeria... ¿esto es lo que he significado para ti? ¿Absolutamente nada? ¿Hacemos el amor, pasamos la mejor noche de nuestras vidas juntos y me dejas así? ¿Solo? ¿Sin despedirte? No puede ser verdad. Se pira sin ningún tipo de explicación. No me esperaba para nada esto. Y duele, no sabéis de qué forma.

Salgo corriendo de la habitación y bajo los pisos que me faltan para la puerta principal y ahí está, la veo. Lleva la maleta a cuestas, de la mano de Camila y mirando a su nueva familia.

No se acuerda de mí... esto no está pasando. ¿Esto es una pesadilla? Ni siquiera me ha dicho cuándo se iba, no se ha despedido de mí... pero de Camila, sí. ¿De qué cojones va todo esto?

Quiero gritarle, decirle que se quede, que se quede conmigo, que esa familia es una farsa y que lo nuestro es de verdad. Quiero chillar y que se entere de que estoy aquí, quiero decirle que por qué no me ha avisado y por qué no quiere decirme ni un simple adiós. ¿Esto es lo que significó para ella? ¿Soy un puto polvo de una noche? Esto es increíble.

Me quedo fijamente mirando a la nada, con la vista nublada ante las increíbles lágrimas que amenazan con salir por mis mejillas y, aunque intento sentir, acaba de crearse en mi corazón una coraza de la hostia.

Definitivamente, sí, me ha roto el corazón. Valeria me ha usado y lo peor de todo es que me ha abandonado.

— Gracias por todo.

Lo dice con apenas un suspiro y aunque sé que cree que no la he oído, lo he sentido alto y claro.

Eres una puta mentirosa, Valeria.

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✨Hola bombones preciosos✨

Al fin hemos llegado al final de los capítulos, ya solo queda el epílogo, pero tenia la necesidad de terminar los capítulos con Ethan... estoy triste por él, pero nadie sabe lo que deparará el destino.

¿Qué os ha parecido? 👀

Os leo y os quiero 😘😘