Capítulo 5
ALLEN
Nuestras miradas se encontraron, pero la diferencia de sentimientos era palpable, supongo que Cassandra estaba pensando en lo patético que soy, y es a pesar de ser muy precavido con ellas, como tuvimos que salir con prisa olvide guardarlas en mi maleta.
Era notorio que había empezado la caja hace poco tiempo, y esa era mi rutina cada año, pues sólo podría descansar unos pocos meses y luego cuando se acercaba esa fecha, tendría que retomar el tratamiento 5 semanas antes.
Pocas personas saben los síntomas que estas pastillas producen, y de verdad me he encontrado con comentarios en los que dicen que solo es para huir de los problemas. Las suelen asemejar con el efecto que produce el alcohol, pero, aunque en cierta parte tengan similitud con lo de generar adicción, las pastillas inhiben muchas cosas que produce tu cerebro, y a veces para gente que padece mi enfermedad, terminan siendo un salvavidas, cosa que el alcohol solo puede ser considerado nada más que como un castigo o escape.
Mis movimientos son rápidos cuando las tomo para guardarlas en el bolsillo de mi maletín donde no debieron haber salido jamás.
—Yo... — Comienzo a decir sin saber exactamente cuál es mi intención.
—No te preocupes — Me observa con simpatía, una reacción que en completo no me esperaba — Cada uno lucha con sus demonios, y te entiendo más de lo que tu crees. — Sin decir más palabras, ella toma una cerveza y se sienta en la cama de Cedric con total normalidad.
La curiosidad que antes por ella, ahora con lo que acaba de pasar solo se incrementa, y es que sí me permito analizarla desde que la conocí, en ningún momento ha hecho preguntas tanto de mi ataque de pánico, como de lo que vio hace unos segundos.
—Para que esto no se vuelva tan incómodo — Comienza a hablar y sin parar de sorprenderme se sonroja cuando la observo — Y sientas que yo conozco muchas cosas de ti y tu solo piensas soy una aparecida — Toma un gran suspiro antes de continuar — Fui diagnosticada de anorexia hace algunos años, y creo que es bastante notable en mi físico — Aunque lo intenta, pude percibir una pequeña mueca en su rostro — El punto es que fui internada en un hospital porque de verdad me iba a morir.
En ese momento solo puedo verla con total sorpresa en mi rostro, y es que se necesita demasiada valentía para que me haya podido hablar de ese aspecto en su vida. Intento hablar, pero las palabras no salen de mi boca, de verdad que, aunque suene estúpido, estoy comenzando a admirar a esta chica.
—Esto fue un error — Se levanta e intenta irse de la cabaña, pero yo alcanzo a detenerla.
— Gracias — Intento articular a pesar de mi entorpecimiento — Porque a pesar de habernos conocido hace un día, fuiste capaz de contarme una parte importante de tu vida.
—Yo siento que te lo debía, no quería que pensarás que era una estúpida que iba a juzgarte.
Sonrío por la nobleza de sus palabras, acción que la hace evitar mi mirada.
—No conozco tu proceso, pero eres una chica muy valiente Cassandra — Mis palabras hacen un efecto positivo en ella ya que una pequeña sonrisa se forma en su rostro.
En ese momento entraron Cedric y Amelia de manera abrupta, pero me pareció extraña la expresión que llevaban.
—Tenemos que irnos Cass, el coordinador está revisando que estemos los estudiantes en las cabañas asignadas — Sin dejarla replicar, Amelia toma a Cassandra de la mano y desaparece con ella en segundos.
Cedric se recuesta en su cama para concentrar su vista en el teléfono, pero en definitiva no pasó desapercibido su cabello desordenado y esa expresión de picardía en su rostro.
—Veo que te tardaste un poco con las bebidas, ¿Quizás te perdiste...?
—¡Vamos Allen!, el sexo de reconciliación es increíble — Exclama con satisfacción — Además no te dejé solo — Su insinuación no la paso por alto.
—¿Acaso estás intentando emparejarme con Cassandra?, ¿Amelia también es parte de esto? — Pregunté con incredulidad.
—Por supuesto que no Allen, en definitiva, no me creo cupido, simplemente quería saber sí ella te interesaba.
—La conocí ayer — Le digo sabiendo que la discusión es ridícula — Y en un lago antes de que me desmayara, ¿De verdad?
—Bueno admito que las circunstancias no son las ideales — Intenta reprimir una carcajada — No me mires así Allen, solo quise pasar tiempo con mi novia.
—Tú empezaste — Exclame más tranquilo — Pero debo admitir que ella me ha sorprendido.
—No la conozco mucho, pero sé que acompañó a Amelia en momentos difíciles y de verdad, creo que es muy buena persona, quizás la más noble que he conocido.
El sonido de la puerta nos avisa que el coordinador está a punto de entrar para revisarnos, y mientras nos hace preguntas que solo Cedric responde, me pierdo en mis pensamientos, porque, aunque mi amigo me confirmara ciertas cosas, yo ya había considerado a Cassandra como una persona especial.
Y no lo iba a negar, me gusta las reacciones que causo en ella.
***
Al día siguiente, nos dirigimos al punto de encuentro para la segunda actividad de esta salida universitaria, y solo espero que no tenga nada relacionado con el agua porque sí es así tendré que retirarme.
—Buenos días estudiantes, espero que se estén sintiendo cómodos con estas actividades organizadas por la universidad — Empieza el discurso la señora que se parece a la reina Isabel II — La primera actividad del día, será en parejas de forma aleatoria — Se escuchan algunos lamentos cuando lo dice — Deben ser esposados, y de esa forma deben atravesar ciertos obstáculos, por favor, fórmense con sus facultades.
Todos los estudiantes nos organizamos en grupos mientras llaman a lista las parejas, la verdad es que estoy tan distraído en mis pensamientos, que solo cuando siento un metal frío en mis muñecas, soy consciente de que ya me asignaron pareja.
—Hola — Una chica eufórica.
Me permito detallarla por un momento, pues su pelo es de un color azul eléctrico, que de alguna manera resalta sus ojos negros que me observan con intensidad.
—Hola — Respondo.
—Soy Jessica, estoy en la facultad de psicología, y como nunca te he visto porque no lo olvidaría, eres de arquitectura.
La observo fijamente sin olvidar que me está coqueteando, o eso creo, pero me siento tan extraño, porque para un adolescente como yo, lo común sería que le siguiera el juego y quizás hasta pedirle el número, eso habría hecho el Allan de hace unos años, pero ahora es distinto, de verdad que de mi cerebro no sale ninguna oración que no sea hostil.
—Soy Allan, y estás en lo correcto — Es lo único que puedo decir, pero entonces alguien la empuja y como yo estoy esposado con ella, caemos juntos.
Cuando levanto la vista para insultar a la persona que lo haya hecho, me encuentro con una Cassandra sonriente, entonces eso solo me deja pensar que lo hizo a propósito.
—¡Lo siento Jessica! — Exclamó con fingida pena — No los vi.
—No te preocupes — Responde ella con recelo, pero cambia de repente cuando me observa — Podrías ayudarme Allan — Entonces la expresión sonriente de Cassandra se vuelve molesta y solo entonces una extraña diversión invade mi cuerpo.
Esta chica de verdad no deja de sorprenderme.
Ayudo a levantar a mi compañera mientras me observa con intensidad, y puedo decir que me resulta hasta incómodo.
—Gracias Allan, de verdad que es cierto eso que dicen de ti — Ante mi expresión de confusión, continua — Eres muy atractivo.
De verdad que hace mucho tiempo no me coqueteaban de forma tan directa, y cuando observo a Cassandra, su rostro está por completo de color carmesí, entonces la situación termina por ser más rara de lo que es.
—Emm, ¿Gracias? — Digo con dudas, a lo que ella se ve conforme porque me aleja de Cassandra para hacer la actividad.
Admito que esperaba algo más difícil cuando dijeron que teníamos que enfrentar ciertas pruebas físicas, pero tanto Jessica como yo, nos desempeñamos bien esquivando obstáculos y nos clasificamos como una de las parejas con mejor tiempo.
—Allen, ¿Qué te parece sí celebramos? — Me dice Jessica cuando nos empiezan a retirar las esposas.
—Yo no quiero que malinterpretes las cosas — Suspiré antes de continuar — De verdad en este momento de mi vida no he pensado en tener una relación.
Por su mirada pasaban miles de emociones que no lograba interpretar, pero entonces una expresión de tranquilidad se reflejó de forma directa en ella.
—Y también es verdad que eres un chico difícil, pero de verdad agradezco tus palabras porque es la primera vez que alguien al rechazarme no me ofende. — Intentó decirme algo más, pero entonces una chica a lo lejos la llamó — Tengo que ir, pero ha sido un placer conocerte Allan.
—El placer también ha sido mío Jessica — Exclamé con una sonrisa antes de que se fuera corriendo.
Debido a que no tenía muchos amigos con los que hablar mientras las demás parejas pasaban por los obstáculos, me acerqué a una pequeña tienda donde entregaban bebidas a los estudiantes, y me dirigí hacia las sillas cerca del parque donde estaban las pruebas de la actividad.
A lo lejos observé a Cassandra acercándose a la misma tienda donde estuve, pero sin ella darse cuenta de mi presencia, se sienta a pocos metros de mí en un árbol, así que sin darle muchas dudas decido acercarme.
—Hola — La saludo mientras me siento a su lado tomando un poco de distancia.
—Hola — Me responde sin darme muchas opciones de crear una conversación.
Nos sumimos en un incómodo silencio donde me empiezo a arrepentir de haberme acercado, de verdad no podía de un día a otro creer que Cassandra era algo más que una extraña, porque sí bien nos conocimos en poco tiempo, ambos sabemos cosas profundas de cada uno, aspecto que de alguna manera genera cierta intimidad con una persona, sobre todo cuando a medida que pasa la vida te acostumbras a ocultarte.
—Lo siento por lo de antes — Comenzó a hablar mientras observaba mi antebrazo un poco rojo. — Soy un poco torpe, como te habrás dado cuenta.
—¿Conoces a Jessica? — Pregunté con curiosidad.
—Estamos en la misma carrera y semestre, así que he compartido ciertas clases con ella — Concentró su vista en mí — Y déjame decirte que no es una persona agradable.
Me parecía extraño que Cassandra tuviera ciertos conflictos con otras personas, tenía hasta ese momento, la percepción de qué era una persona muy pacífica.
—¿Puedo preguntar por qué?
— Antes éramos muy buenas amigas, pero cuando tuve una recaída en mi enfermedad ella decidió dar un paso al costado y darme la espalda, cosa que de verdad me dolió ya que era una amistad especial para mí, por lo qué intenté saber sus razones o por lo menos una explicación — Juguetea con sus manos antes de continuar — Sin embargo ella cambió por completo así que tomó una actitud hostil hacia mí y no ha cambiado desde entonces como pudiste darte cuenta.
Era notorio que no le gustaba recordar esa época de su vida, así que intente cambiar el tema.
—¿Cómo conociste a Amelia?
Su sonrisa me dio la respuesta de que había acertado.
—Hace unos años apenas había adquirido mi licencia de conducción, así que como había pasado el examen con éxito, mamá me prestó el auto ese día — Sus ojos se pierden en el recuerdo — Cuando estaba saliendo del aparcamiento de la universidad me distraje un segundo, y casi atropello a Amelia, te seré sincera al contarte que ella me odiaba en un inicio, pero luego coincidimos repetidas veces lo que nos permitió conocernos mejor.
—Vaya que si eres un poco distraída — Dije correspondiendo su sonrisa, pero entonces sin desearlo el recuerdo de mi ataque de pánico vuelve a mi mente y borra por completo cualquier emoción positiva.
—¡Allan! — Exclama una voz a lo lejos que podría reconocer, y de verdad siento como se apacigua un poco mi ansiedad.
Bella se acerca con paso apresurado y cuando sus ojos se enfocan directamente en mí, me abraza con fuerza.
—Lo siento, yo de verdad intente acudir a ti, pero mi coordinadora idiota no me dejaba salir — Pequeños sollozos interrumpen sus palabras — Casi la golpeó Allen, porque no podía permitir.... — En ese momento su llanto aumenta interrumpiéndola.
Cassandra la observa con curiosidad y sus mejillas se sonrojan cuando nota mi mirada.
Me alejo pocos metros porque de verdad quería hablar a solas con mi mejor amiga, la necesitaba en ese momento.
Sin desearlo o quizás ya mi cuerpo no aguantaba más dolor, comencé a llorar en sus brazos.
—Bella, yo... Lo intente, pero de verdad que....
Ella nota mis manos temblar, entonces controla su respiración para llevarme a un lugar más apartado.
—Mírame Allen — Toma mis mejillas con delicadeza — Respira conmigo.
— No... — Entre mis lágrimas y un sonido ensordecedor, intento permitir que el oxígeno llegue a mis pulmones, pero de verdad que en este momento empiezo a sentirme abrumado. — Recordé ese día mientras la rescataba, la sentí en mis brazos Be.... no puedo... — Comienzo a sentirme de verdad ahogado así qué paro de hablar por el terror de morir asfixiado.
—Mírame Ali — Dice cómo nos llamábamos en la infancia — Recuerda hace una semana cuando intentamos correr un kilómetro más y casi tropiezo con una piedra — Me intento concentrar en ese momento mientras el toque rítmico de sus dedos hace que me distraiga en algo físico. — Cómo ese día me dijiste que el sol quería darnos una vengativa bienvenida ya que habías olvidado aplicarte bloqueador. — Una pequeña sonrisa se forma en sus labios y solo entonces me enfoco en sus ojos, esos ojos color avellana que me transmiten tranquilidad
Poco a poco empiezo a notar como mi respiración comienza a controlarse, y cómo el aire entra en mis pulmones.
—¿Cómo estás? — Pregunta sentándose a mi lado luego de haber pasado el ataque de pánico — Dime cómo pasó todo.
—Me encontré a esa chica con la que estaba hablando, cerca del lago — Me mira con sorpresa al mencionar el lugar donde estaba — Había progresado en las terapias de piscina con Luisa, así que quise intentar como me sentiría solo, pero nunca espere que la chica se cayera y además de que no sabía nadar pidiera a gritos mí ayuda — Tomé un suspiro antes de continuar —Tuve cierta ensoñación con ese día, de alguna manera no podía distinguir la realidad, pero sentí la voz de mi hermana animarme a ayudar a la chica, así que ignorando todos mis miedos me lancé, pero cuando pude tomarla en mis brazos, la ansiedad me invadió y casi terminamos ahogados los dos, pero entonces de alguna forma logré llegar a la superficie sintiendo que alguien más dominaba mi cuerpo, ya que como la chica no respiraba le di los primeros auxilios y cuando despertó, ahora si el ataque de pánico me tomó con fuerza e incluso me desmayé — Digo con cierta tristeza en mi voz.
—Sientes que has retrocedido ¿verdad? — Preguntó como si me hubiera leído la memoria, de verdad apreciaba como ella me conocía tan bien.
—Sí — El gélido aire ocasionó un escalofrío de mi parte.
—Joder Allan te lo diré a mi manera — Una pequeña carcajada salió de su boca — Acabas de hacer algo increíble, de verdad que cuando me dijeron que habías rescatado a una chica no podía de la felicidad — Su mano rozó de forma suave mi mejilla — Estoy tan orgullosa de ti, que, aunque sientas miedo, quiero que sepas celebrar los pequeños logros, quizás en este momento todo parezca un retroceso, pero te recuperarás y cuando seas consciente de eso, abrías dado mil pasos más.
Sí bien en este momento me costaba creer con totalidad sus palabras, sonreí porque no me sentía tan desorientado como cuando desperté en la enfermería.
—Gracias Bella, de verdad que.... Me has dado un nuevo enfoque — Se acercó para volver a sumirnos en un profundo abrazo.
Una tos falsa nos obligó a separarnos, cuando me fijé en la persona, reconocí a uno de los coordinadores.
—Me disculpo por interrumpir su .... momento, pero ya es hora de volver a las cabañas.
Los dos nos levantamos sin emitir alguna palabra porque la verdad era una pérdida de tiempo discutir con ellos, así que la dejamos sorprendida con nuestra obediencia al dirigirnos hacia las cabañas, y sin saber con exactitud dónde me quería llevar Bella, llegamos hacia una cabaña un poco más alejada que la mía.
—¿Donde? — Pregunté confundido.
—Esta es mi cabaña, pero para evitar que no interrumpiera te traje hasta aquí, porque quería preguntarte algo — Tomó una larga respiración antes de continuar — Estuve hablando con mi madre, y quizás esté la posibilidad de que podamos irnos de este campamento antes de lo previsto. — Mi cara de confusión fue la respuesta para incentivar a explicarme su oferta — Sé que fui la primera en insistir a que vinieramos aquí, pero de verdad que hay prioridades y sí de verdad te sientes incómodo para seguir aquí, hablé con mi mamá para convencer a uno de los coordinadores para dejar que nos fuéramos.
—No sé qué decirte — Exclamé con total honestidad, y es que sí bien resultaba tentador volver a mi casa, que Luisa me visitara para que me diera un diagnóstico, y poder tener un momento a solas, ya que desde que estoy aquí siempre he estado en compañía que para una persona acostumbrada a su soledad puede resultar abrumador, sin embargo, gracias a todo esto conocí a Cedric y de alguna extraña forma a Cassandra.
—Es una opción Ali, solo es sí deseas hacerlo.
—Pero solo falta un día — Susurré, aunque Bella pareció escucharme.
—Lo sé, pero como te dije, tu salud es prioridad y sí de verdad no te sientes cómodo, podemos irnos, porque por supuesto que te iba a acompañar.
—Me quedaré — La observé a los ojos — Gracias Bella por estar siempre para mí, pero ¿Sabes?, este campamento me ha dado la oportunidad de conocer nuevas personas, y que de verdad quisiera presentarte porque para mi sorpresa, he creado una amistad o por lo menos los inicios de una.
—Estas son pequeñas victorias que tenemos que celebrar juntos — Sus ojos se cristalizaron — Joder hoy he llorado mares por ti — Una pequeña sonrisa se formó en sus labios — Me encanta y estoy orgullosa de esta versión tuya tan valiente.
Tengo que salir de este agujero por mi cuenta hermana, de verdad que escucharte así sea de una manera surrealista en mi mente, fue un golpe que me despertó, no puedo permitir que me veas de esa forma, debo hacerte sentir orgullosa, porque estoy seguro...No te ha gustado verme de esta forma tan desastrosa todos estos años.
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