Capítulo 4
La mañana transcurrió más rápido de lo que jamás imaginé, entre bromas sobre mi inexistente habilidad para cortar leña y mucho esfuerzo, porque aún después de verme librar una batalla campal contra los troncos, no me ayudaron hasta que corté los suficientes para pasar la noche cálida. Ahora nos dirigíamos a la entrada, cada uno cargado con madera por montones, porque a diferencia de mi, a ellos sí se les da bien todo el tema del hacha.
Lección 1: Cortar leña es un rollo, pero con esfuerzo se puede. Y así con todo.
Toma eso, Alaska.
Analyse nos esperaba de pie en el pórtico, con una leve sonrisa en el rostro. Y de pronto todo se sintió tan natural que ese revoloteo travieso en mi estómago fue casi reconfortante.
—El almuerzo está listo, dejen la leña aquí para que se seque y sacudanse bien los pies. No quiero nada de nieve en mi sala de estar —sentenció con tono autoritario, pero no fue un problema seguir sus indicaciones.
Excepto para Kiram, quien por ir de último no escuchó, y nada más entrar se ganó un golpe del bastón en su frente.
—¿Qué acabo de decir? ¿Crees que simplemente puedes venir aquí y hacer lo que quieras sin ninguna consecuencia? —masculló la anciana mientras iba guiando a golpes fuera de su casa al pobre hombre.
La cara de Kiram era todo un espectáculo, el desconcierto en su rostro resultaba casi tierno, si la escena de por sí no fuese tan ridícula como ya lo era.
—Ya mujer, ya están limpios, ya... —continuó calmandola, a la vez que yo decidí seguir a Giovanny y Sun-Oh a la sala de estar donde estuvimos antes.
Se notaba que estaban acostumbrados a esa clase de escena, porque ninguno perdió el tiempo echando una segunda mirada al tema.
El ambiente cálido de la casa me envolvió nuevamente, dandome confianza para tirarme en el primer sillón vacío que encontré, sin duda un alivio para mis pobres piernas de pollo.
—Mañana deberíamos ir a ver a la señorita Patrick, mamá me comentó que necesitaba ayuda con su cerca, al parecer un zorro se ha estado metiendo por debajo y tiene miedo de que se robe una gallina —dice Kiram en general cuando logró quitarse a Analyse de encima.
—Me parece bien, ¿pico tres te parece bien? —murmura distraidamente Giovanny, quien tiene enterrada su mirada en una revista que seguramente sacó del mueble a su lado.
Kiram hace un sonido afirmativo, entonces toma dirección hacia mí, y es justo cuando está por tomar asiento en brazo del sillón que Analyse vuelve con nosotros, mascullando palabras que probablemente yo no debería repetir en voz alta, una escoba en su mano reemplazando del emblemático bastón de madera tallada.
—El almuerzo está listo, pueden ir a servirse —termina por decir después de recuperar su bastón—. Por mi no se preocupen, comí antes de salir.
No tiene que decirlo dos veces, porque los cuatro hombres parecen correr hacia la cocina apenas termina de hablar. Termino soltando una risa nerviosa.
—Ellos son todo un caso —habla Analyse, rompiendo el silencio que se ha instalado en su sala—. Pero no son malos chicos.
Por inercia acabo asintiendo, dándole la razón como si yo los conociera tanto como ella.
—Yo suelo cocinar, me gusta hacerlo. Pero cada quien es libre de servirse y comer cuando lo desea, así que deberías ir y rescatar algo antes de que ese cuarteto de trogloditas se coman todo.
—Claro —termino diciendo, sin saber del todo como tratar con ella. No es que me diga algo complicado, si no que sencillamente no quiero darle una mala impresión solo contestando monosílabos.
Pero es una lastima que todo lo que me diga pueda ser respondido con uno, o peor, con un gesto. Sin duda una situación que no recomiendo a nadie. Para no alargar más mi sufrimiento, decido agradecerle y salir de ahí lo más rápido que pueda, siguiendo la estela de hambre que han dejado los hermanos Garret en dirección a la cocina.
Pero no he terminado de cruzar el umbral cuando Kiram aparece en mi camino, y es tan rápido que no puedo evitar chocar contra él y los dos platos que carga en la mano.
Gracias a eso terminamos en el piso, mojados por la sopa y con granos de arroz encima. Creo distinguir por el rabillo del ojo un pedazo de pescado en el hombro de Kiram, pero es otra cosa la que roba mi atención, su rostro está nuevamente demasiado cerca de mi, tanto que puedo distinguir el rubio de sus pestañas y no pasa mucho antes de que su mirada se pose en la mía.
De milagro consigo controlar el escalofrío que sentí al tener nuevamente sus ojos fijos en mí, y una alerta se volvió a encender en mi mente cuando una sonrisa traviesa surcó su rostro. Fue tan incómodo pero imposible para mí apartar la mirada que agradecí el momento en que Giovanny lo empuja con el pie lejos de mi y me tiende la mano, la acepto, por fin notando el desastre que acabo de hacer.
Inmediatamente decido volver al suelo, esta vez a recoger los platos y toda la comida sólida que pueda con mis manos. No puedo evitar sentir un gran remordimiento al ver la cantidad de comida perdida, y el sentimiento me cae como un balde de agua fría después de haber tenido un día tan tranquilo, por no decir bueno. No obstante, hay algo reconfortante en ello, ya estoy acostumbrada y esa seguridad después de compartir y adentrarme en terrenos desconocidos me devuelve a la realidad.
No vine aquí a hacer amigos.
Bien, puedo seguir con mis planes, no me he desviado tanto de la meta, ¿verdad?
†
Capítulo cortitooo, pero espero que les haya gustado.
Nos vemos el próximo marteeees
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro