Había una joven que había dicho que era la hermana de Patrick, todo coincidia con aquel lunar del rostro, la similitud con su descripción,  pero había un problema al final de ésta historia, una de las jóvenes le contó a Patrick que ella no tenía el lunar en el hombro y todo se vino abajo. 

Era una esperanza  de papel, no era ella... No era su hermana, inclusive la chica era mucho mayor que su verdadera hermana, ella solo Estaba desesperada por salir de ese mundo. 

Esta chica lo había ayudado en lo que podía igual que las otras muchachas que conoció. En ese horrible  lugar

—-¿Y si mejor vamos a salir por la ciudad? En el mercado hay bastantes chicas que salen, salgamos cerca de las tiendas de comida.. Vamos— insistí  mirándolo  algo apenada y afligida.  Apartandome  desvío  su mirada al suelo. ije mirándolo...

- no puedo, tengo que encontrarla... Tantas chicas, las cosas horribles que les hacen.. Esa es mi hermanita, Daphne. Ya no lo soporto — confesó,  yo lo mire preocupada ya que dolía  verlo asi tan decaído  y agotado por las noches en las que dedicaba a buscar  a su hermana.

-  Por favor—-..rogué angustiada, agotado apoyo su cabeza en mi hombro buscando consuelo,  acariciando  el sus mejillas para calmarlo teníamos  que salir  de este hueco que nosotros estábamos  cavando. 

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Habíamos cambiado de técnica de búsqueda  por lo que esas dos semanas saliamos a los mercados populares cercanos a las casas de alivio, mientras  este tiempo  pasaba yo me había comunicado con Matsuda y sus noticias eran que seguía en Alemania sintiéndose envidioso de que su hijo era el que disfrutaba mi compañía, a pesar de todo estos "paseos desesperados" nos llevaban  casi todo el dia por lo que mis visitas al pequeño habían  disminuido.  El último día que nós íbamos a dar por vencido la vimos a lo lejos. 

Entre las calles empedradas y llenas de gente, gritando sus productos y el olor al desague y al pescado era lo que inundaba ese lugar, el olor a las especies y a la comida callejera que  en este lugar los japoneses  disfrutaban. De la mano de Patrick serpenteabamos los  oficiales buscando cualquier muchacha que al menos se pareciera a él.  

De cabello corto hasta por los hombros, cara redonda, nariz Pequeña y perfilada cuando sonreía falsamente se le notaban los mismos hoyuelos de Patrick, aquella muchacha compartía bastante similitudes con Patrick.. ¿Podía ser ella? . 

—- ¿ ella no es? —señalé.

—Todas no son iguales. —me recriminó  frustrado ya que esa pregunta  se la había  realizado varias calles y dias atrás. 

—tiene la misma mirada de la foto.. Mírala —le susurre 

Y de mala gana se giró quedando sorprendido  y la vio.
—¡Sakura, el kimnchi se te paso de sal!—gritó , aquello era una historia  que loa hermanos compartian de niños,  girandose la muchacha  lo observo  con su rostro palidecido. —Es ella—afirmó emocionado.  

Soltandome  de la mano, corrió  hacia ella, empujando  a la gente que se ponía  enfrente mientras la muchacha observaba  nerviosa a su alrededor. 
—¿- Patrick?— Pregunto sorprendida.

— ¿me reconociste si sabes quien soy?. 

Con los ojos llorosos ambos hermanos  la muchacha acaricio  con delicadeza  el puente de la nariz de Patrick,  acariciciando sus sienes y sus pómulos  mientras las lágrimas se vertían  en sus mejillas sin parar.

-—¡muévete Kim!— Grito una mujer gorda a la muchacha unos puestos mas adelante. 

—ven a verme, estoy en el aula blanca— - le dijo rápidamente y observo  a la mujer a lo lejos y se separó nerviosa. —No puedo meterme en problemas —continuó  em voz baja asustada y así como apareció, desapareció en entre la multitud.

Pasmado por lo sucedido me acerqué  a Patrick, sus ojos estaban  vacíos  y su quijada temblaba  apretando  sus puños  trate  de tomarlo de la mano sintiendo aquél  puño  frio y sudado. 
—¿qué ocurrió?
-tengo que sacarla de allí. Tengo que llevarla, matar..— Él  estaba en shock, reaccionando  tratando de ir detrás  de ella lo sostuve nerviosa.  
- cálmate, por actuar  de forma impulsiva no ganaras nada.— le aconsejé  tratando  de calmarlo mientras  buscaba en el lugar a aquella muchacha. 

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 De vuelta al  hotel tratando de que no llamara la atención por la forma en la que actuaba, él no podia estar en la calle e ir a buscala asi, yo estaba ideando una forma de ayudar sin tanto peligro. Cerrando la puerta de la habitación, corri hacía  mi maleta buscando entre mis cosas hasta que encontré  la caja donde guardaba mi sombrero favorito  y Saque de mis documentos que allí  ocultaba el sobre que me habia dado Matsuda la ultima  vez que nos vimos.

— el señor Matsuda.. Me dio esto.. Es un poder, me dio varios— explique cayendo en cuenta que lo necesitaba y jamás  había  pensado  en utilizar la ayuda de este hombre —Están sellados, con esto podemos conseguirle documentos y borrarla, y tengo esto...—  buscando mas en el fondo, en una pequeña  bolsa de terciopelo  saque algunas piezas de joyeria, esos gruesos collares de oro y se los coloqué  al lado.
-son tuyos, Danphne.

—No, la prioridad  es tu hermana y tenemos que sácala de ese lugar.. Compramos su libertad.. Yo lo haré levantare menos sospechas.. Tu asegúrate que estes bien.

—¿funcionara? 
—Eso espero, sino matamos a todos ellos— bromeo nerviosa, sosteniendo aquellos collares en sus mano con una sonrisa me acerque sonriendo.

 -yo no sé como hacer para pagar todo esto..
—Yo si sé,  amandome—le interrumpi sonriendo, acercándose  a mi mientras me sostenía  mi cuello, sus labios tocaron los míos  con delicadeza;  jugueteando con ellos  con ternura, su calor me hacía  sentir reconfortada. Separándose  y mirándome  mientras acariciaba el contorno  de mi rostro, tratando de sonreir pronuncio en coreano:  "Gracias".

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