Querido hermano:

Hoy ha sido uno de los mejores días de mi vida hermano y desearía que estuvieras conmigo a mi lado para poder observarlo todo, en este día un sinfín de emociones cruzaron mi corazón pero una de ellas se ha quedado más tiempo y después de tantos años he decidido escribirte una nueva carta, que al igual que las demás terminara guardada añorando el día en el que sea abierta pero lamento decirte hermano que esta carta es especial a todas las demás, esta es la última carta.

Me encuentro sentado en mi estudio, la nostalgia aun no abandona mi cuerpo al recordar nuestra separación y la idea de no volverte a ver nunca más, sé que tomaste tu decisión sin importar que tan doloroso fue despedirnos para siempre, aún recuerdo el momento en el que nuestra elección fue distinta, estuve cegado por la furia en ese momento y dije muchas cosas que nunca debieron de ser pronunciadas pero éramos solo unos niños y me arrepiento de todo aquellos, me alegra que los últimos momentos que pasamos juntos fuera viendo las estrellas porque ahora cada vez que salgo a verlas a mi balcón es como si mágicamente me transportara a ese día, nuestro último día, donde el brillo de la luna era nuestra única luz y no teníamos que pronunciar ninguna palabra para expresar lo que significaba el uno para el otro y nuestras manos permanecieron unidas hasta el momento en el que tuvimos que separarlas para despedirnos a la orilla del mar prometiéndonos escribir todos los días, que cuando quisiéramos vernos un espejo sería suficiente para saber que nunca estaríamos solos y que seriamos felices hasta el final de nuestros días.

Trate de cumplir mi promesa y escribirte todos los días, mi emoción era indescriptible cuando veía llegar una nueva carta tuya pero un día dejaron de llegar y los días pasaron convirtiéndose en semanas para posteriormente convertirse en años, años que es mejor no contar pero hoy debo decirte algo: estoy orgulloso de todo lo que hiciste y que tomaste la mejor decisión de todas, antes creía que yo me había equivocado y mi decisión no había sido la correcta, que ese día en el que los valar nos hicieron escoger nuestro destino yo debí de haber elegido el destino de los hombres pero ahora creo todo lo contrario. Tu decisión no solo afecto tu vida pero gracias a ella tú te convertiste en el mejor rey que los hombres han conocido, y ha traído a la mía muchas alegrías y enseñanzas que no habría obtenido de estar los dos juntos, creo que te debo un agradecimiento porque mi vida sería muy distinta si nosotros siguiéramos el mismo destino, gracias hermano, gracias por hacerme fuerte.

Sé que un día tu leerás mi carta y por eso quiero contarte la razón por la que mi alma aún no ha abandonado mi cuerpo, sencillamente hermano la razón de que eso no suceda es que mi alma ya no me pertenece, hace algunos años conocí a la elfa más hermosa que podrías imaginarte, nuestra historia es un poco divertida y me alegra por fin contártela.

Todo comenzó en un día común de verano, era soleado y con la temperatura perfecta, no era caluroso como los anteriores, me recordaba mucho a los días en los que jugábamos en el jardín a los guerreros que liberaban a nuestras tierras del mal y salvaban a la doncella más bella que podría existir pues algo parecido me paso, recuerdo que me encontraba de visita en el reino de Lothlórien ya que los reinos elficos de la Tierra Media eran fuertes pero tenían un pequeño defecto, no tenían alianzas, Gil-Galad me mando para platicar sobre este tema y ver las posibilidades que existían de aliarnos, en el camino recuerdo ver el maravilloso paisaje de Lothlórien con los árboles de mallorn de hojas doradas y troncos plateados sin duda los árboles más altos y más hermosos de la Tierra Media, y me traían como recuerdo las descripciones tan detalladas que hacías en tus cartas de Númenor y también me recordaban a las Tierras Bendecidas de donde son originarios estos árboles, estar aquí te daba un sentimiento de hogar, como si regresaras a tu casa después de un largo viaje y te sentaras en tu silla favorita, ese era lo que sentí la primera vez que visite Lothlórien. Cuando ya me encontraba en la capital: Caras Galadon o también llamada en lengua común "la cuidad de los árboles" pude observar como estaba construido una especie de Ciudad-palacio. Era un palacio real construido en la cima de una gran colina en la que se encontraban los árboles más altos del bosque y estaba rodeada por un muro al que rodeaban a su vez otros grandes árboles.

Cuando me encontraba esperando a que los señores de Lothlórien me recibieran pude escuchar unos balbuceos provenientes de las escaleras que estaban a mi costado, nunca había escuchado una voz tan hermosa que no fuera la de nuestra madre pero esta era aún más dulce y suave por instinto me aproxime a las escaleras pero en ese momento un cuerpo cayó completamente encima de mí y un libro golpeó mi frente causando que de esta brotara un poco de sangre. Me encontré con una dama hermosa, de cabellos de oro y ojos tan hermosos como el mar, ese día mi alma dejo de pertenecerme y fue totalmente suya, ella estaba muy apenada por lo sucedido y el sonrojo en sus mejillas solo la hacía más bella, pero lo más hermoso que tenía en ese momento era la sonrisa que permanecía en su rostro marcando un pequeño hoyuelo en su mejilla. Debo decirte hermano que otro tipo de alianza cruzó por mi mente en esos momentos y después de algunos años aquel pensamiento que pareció loco cuando me enteré que ella era la princesa y heredera de Lothlórien se hizo realidad.

Pero ese no es el verdadero motivo por el que me encuentro escribiendo esta carta, hace algunas horas debía ser la hora en la que mi heredero nacería pero ese no fue el caso, después de un parto difícil mi alegría fue enorme al recibir a mi primogénito pero al cabo de unos minutos me di cuenta de que otro pequeño venia en camino, puedes creerlo, gemelos... como tú y yo, en ese momento la felicidad no podía abandonar mi cuerpo pero fue remplazada después con la nostalgia de tu recuerdo, porque ellos son igual que nosotros Elros, ellos tienen mi cabello cuervo y me recordó tanto a ti, lo peor de todo esto es no sé si es bendición o maldición pero poseo el don de la profecía y en mis hijos he visto el mismo destino que el que nosotros sufrimos, un día tendrán que elegir su destino y sus ideales serán completamente distintos.

Es momento de que me despida de ti y tu recuerdo no me atormente más porque tu escogiste un destino en el cual te sentiste pleno y feliz y ahora tengo a mi familia para guiarme como tú lo hiciste tantos años, espero reencontrarme contigo algún día hermano y aunque el destino de los hombres sea diferente al momento de morir sé que un día Eru nos unirá como lo hizo en el vientre de nuestra madre, esperare hasta el fin de los días y del universo mismo si es necesario para nuestro encuentro.

Con todo el amor del mundo, tu hermano Elrond.

Elrond se levanto de su asiento tranquilamente y guardo la carta en un baúl junto a las demás, se dirigió a la habitación que compartía con su esposa, ella se encontraba descansando después de todo lo sucedido hace algunas horas, estaba dormida y se veía tan hermosa como el primer día que la vio, dejó un dulce beso en sus labios para después posar sus labios en su frente. Miró con atención la pequeña cuna donde se encontraban sus gemelos, eran hermosos con el cabello como el suyo pero con la piel pálida y brillante de su amada y las pestañas largas y tupidas que tanto le gustaba apreciar todas las mañanas cuando se despertaba. Los gemelos se encontraban en un extraño tipo de abrazo, como si no se dieran cuenta de que ya no están en el vientre de su madre y no quisieran separarse. Elrond acaricio las mejillas de sus hijos y como si su mente se lo dijera volteó hacia su derecha para encontrarse con un espejo, sonrió tristemente y con voz casi inaudible pronunció "Siempre estaremos juntos" mientras una lagrima descendía por sus mejillas y tomaba delicadamente a sus hijos en brazos bajo el atento resplandor de las estrellas.

Este One-Shot esta concursando para el concurso de Historias de un agujero Hobbit de RDTMTolkien

!GRACIAS! Espero que les guste y lamento el retraso