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Capitulo 3

Mi hermano mayor siempre decía que si no luchamos por lo que queremos no logramos nada, tiene razón, si no luchas por lo que quieres te arrepentirás toda tu vida, pero también estaba equivocado, cuando se fue no le importo dejarnos solos, se fue en busca un sueño pero también abandono a su familia, un sueño que le costó alcanzar le sirvió para perder a su familia.

Con el paso del tiempo mi madre comenzó a olvidarse de él, dejo de preguntar, dejo de escribir y dejo de mencionarlo, cada que tratábamos de recordarle quien era negaba conocerlo, talvez era su forma de tratar el dolor que le dejo su partida o tal vez era que en realidad no lo recordaba, nunca lo supimos, pero eso era suficiente para nosotros...ver que ella no estaba sufriendo.

-¿quién es el?—volvía a preguntar mientras señalaba aquella foto de nosotros tres.

-Giovanni—conteste rápidamente. Se quedó mirando la foto por unos segundos sin preguntar nada más.

En cuanto dejaba de verlo comenzaba a preguntar por cada uno de nosotros hasta que tenía todo en claro...a si era cada día, repitiéndolo todo una y otra vez mientras sentíamos cada parte de nosotros romperse cada vez más.

21 DE JUNIO 2018

Tercer día de servicio en el hospital psiquiátrico estatal de E.U.A

Me encontraba sentado en la sala de psicología leyendo una revista sobre moda mientras soportaba su intensa mirada sobre mí, no ha querido decirme que es lo que le pasa pero sé que está enojada conmigo.

-¿me dirás que es lo que tienes o seguirás mirándome de esa manera?—deje la revista aun lado y la mire a los ojos.

-no tengo nada, ya te lo dije, solo estoy molesta—sentí un escalofrió con el tono de su voz.

-estar molesta es tener algo—la seguí mirando con un poco de diversión— ¿Qué pasa Katy?

-estar molesta es tener algo—la seguí mirando con un poco de diversión— ¿Qué pasa Katy?

-nada—contesto irritada—solo concéntrate en tu trabajo y yo en el mío—salió de la habitación con varios papeles en mano. Me quede en la sala un poco desconcertado por su actitud, decidí no darle mucha importancia y continúe con aquellas revistas hasta que llego Jordi.

En cuanto entro pude notar que no había dormido bien en los últimos días, las ojeras en sus ojos eran más que evidentes, el cansancio con el que caminaba y la mirada perdida que habían en el eran algo preocupante.

Realmente no sabía cómo tratar a Jordi, un niño al que no le gusta hablar sobre su vida y no confía en nadie no suele ser un buen indicio.

-Jordán, puedes pasar—decía la psicóloga mientras le extendía la mano.

-no—hablo con frialdad.

-enfermera, puede ayudarme por favor—miro a una de las enfermeras que estaba aún lado suyo, sin dudarlo la enfermera camino hacia uno de los estante que había y saco un frasco junto con una jeringa. Jordán al ver lo que significaba trato de correr hacia la puerta pero antes de que llegara ya había otra enfermera obstruyendo el paso.

En el tiempo que llevan jugando al gato y al ratón he tratado de entender porque la doctora utiliza ese método para hablar con él, el hecho de sacar una jeringa y tener que llenarla con un líquido azul no es el mejor modo para ganarte la confianza de un niño.

Me perdí tanto en mis pensamientos que apenas y note a Jordi aferrado a mi cuerpo tratando de hacer que no lo atraparan, sus ojos estaban cubiertos de lágrimas, sus manos temblaban y su voz cada vez se oía más quebrada.

-lo están asustando—dije mientras ponía a Jordi tras de mi— ¿qué es lo que trata de hacer?, ¿provocarle otro trauma?, ¿es acaso lo que quiere?

-solo hago mi trabajo, ahora muévete para que pueda hablar con el—hablo molesta.

-¿su trabajo es tener que obligarlo a hablar?, o tener que sedarlo para que sea más fácil solo porque no es lo suficientemente capaz de darle su confianza, este niño sufre de estrés postraumático y lo único que está haciendo es aumentarlo, acaso no se da cuenta de que obligándolo a hacer esto lo está empeorando todo, solo mírelo, no deja de llorar y su agarre se hace cada vez más fuerte.

La mirada de la psicóloga era bastante penetrante, el enojo que había en sus ojos eran más que evidentes—ese niño lleva varios meses así, ningún tratamiento funciona, cada vez que viene lo tienen que sedar para que hable, si se sigue comportando de esa manera no va a llegar a ningún lado, así que muévete y no me digas como debo hacer mi trabajo porque aquí yo soy la que lleva tiempo tratándolo y tú solo eres un principiante que lleva tres días trabajando y ya se cree todo un experto.

El agarre del niño se hacía cada vez más fuerte—puede que yo sea solo un principiante pero logre hacer que Max hablara y que Elizabeth confiara, hice algo que usted no pudo hacer en meses así que aleje esa jeringa de Jordán y déjeme hablar con el—el tono de mi voz ya era demasiado frio y cortante, algo que al parecer le sorprendió a las enfermeras y a la psicóloga.

-llamen al doctor Foster—le ordeno a una de las enfermeras. En menos de cinco minutos el doctor Foster se encontraba con nosotros junto a Katy quien al parecer había estado teniendo un pésimo día.

-¿Cuál es el problema?—pregunto el doctor en cuanto entro.

-el señor Mancini ha estado evitando que haga mi trabajo—me miro con enojo.

-lo lamento doctor pero si no me equivoco usted dijo que mi trabajo es evitar que los niños se alteren más de lo que ya están, solo trato de hacerlo pero la doctora no me ha dejado.

-doctora Cremont a mi despacho, usted baje esa jeringa y tu llévatelo de aquí y habla con el—al dar las indicaciones no espere más y me lleve a Jordi fuera de la habitación. En cuanto salimos la señora de servicios sociales comenzó a seguirnos mientras que varias enfermeras y pacientes nos observaban.

Estuvimos caminando por un rato dándole vueltas al jardín en donde se encontraban varios pacientes junto con algunos de sus familiares. A simple vista el jardín se ve increíble el césped está perfectamente podado, los arbustos pequeños forman un camino a lo largo del patio, ay algunas bancas a los costados de cada área y varias mesas en las cuales están los pacientes junto a sus familiares, aun lado de ellos se encuentran algunos enfermeros supervisado a los pacientes mientras que en la entrada del jardín se encuentras algunos oficiales. Pero lo que opaca el brillo del jardín es la tristeza de los pacientes.

Por un instante deje de pensar en el patio cuando Jordi se soltó de mi agarre y corrió hacia un chico alto, tez blanca, ojos azules, facciones perfectas y cabello blanco, tenía un parecido idéntico a Xana a excepción de que el luce un poco más feliz que ella—¡Armin!—gritaba con felicidad mientras corría hacia sus brazos, el chico al verlo hizo una gran sonrisa extendiendo sus brazos para cargarlo, a nadie pareció importarle la escena que estábamos presenciando, ni siquiera a la señora de servicios sociales—¿Qué haces aquí?

-vine a visitar a mi hermana y de paso dije porque no visitar a mi buen amigo Jordi y aquí estoy—dijo en cuanto lo bajo—no deberías de estar con la psicóloga—de dio una mirada interrogante y continuo— ¿lo volvieron a hacer?—pregunto preocupado a lo que Jordi contesto con un simple asentimiento de cabeza, aquel chico me miro detenidamente entendiendo que era yo quien acompañaba a Jordi.

El chico se abalanzó sobre mi sin previo aviso, no pude reaccionar a tiempo gracias al golpe que recibí en el rostro haciendo que cayera al piso, sin dudarlo el chico continuo golpeando hasta que una persona lo detuvo— ¡Armin detente!—la voz de la chica sonaba desesperada y alarmada— ¡seguridad!—grito al ver que no se separaba de mí, en menos de diez segundos los oficiales ya estaban sobre nosotros junto con algunos enfermeros, al ser separados los oficiales nos advirtieron sobre nuestro comportamiento y seguido a eso volvió a abalanzarse sobre mí a excepción de que esta vez sí lo vi venir logrando esquivar el golpear, al darse cuenta los oficiales volvieron hacia nosotros llevándoselo lejos junto con la chica.

- ¡si le vuelven a hacer algo lo van a lamentar!—grito a lo lejos mientras se lo llevaban.

En cuanto se lo llevaron varios enfermeros se acercaron a mí ayudándome a parame, al ponerme de pie sentí mi rostro arder junto con varias gotas de sangre resbalar, comencé a caminar hacia una banca junto a los arbustos mientras que algunos enfermeros me seguían—¡Guido!—escuche la voz de Katy—¿por dios que te sucedió?—corrió hacia mi mientras le indicaba a los demás que ella se encargaría, al estar frente a mi abrió el botiquín que traía en las manos y comenzó a limpiar las heridas.

-esto fue culpa mía—escuchamos la voz de Jordi, Por un momento olvide que estaba aquí—si yo no le hubiese dicho nada de esto hubiera pasado—se acercó a mi dándome un fuerte abrazo—todos salen lastimados por culpa mía.

-no, no digas eso, esto no fue culpa tuya, ¿sabes por qué lo hizo?—negó con la cabeza—lo hizo porque se preocupa por ti, porque tú le importas y él no te quiere ver lastimado, creyó que había participado en todo eso, pero no es así, él está dispuesto a confrontar a quien sea que te quiera lastimar—sostuve su rostro entre mis manos limpiando algunas lágrimas que resbalaban—Jordi, nunca pienses que los problemas que pasan a tu alrededor son causados por ti, porque solo te estarás lastimando más, ¿entendido?—pregunte recibiendo un asentimiento.

-okey Jordi, si me permites tengo una cara bonita que tratar—hablo Katy haciendo que riéramos. Después de unos minutos limpiando mis heridas y yo quejándome por el dolor termino poniendo un curita de plaza sésamo en mi ceja derecha y una estrellita en mi frente por haber soportado tanto, mientras tanto Jordi se encontraba a un lado nuestro dibujando algo en su libreta—listo, terminamos—dijo Katy mientras terminaba de cerrar el botiquín de primeros auxilios.

-gracias—la tome de ambas manos—por mantener mi cara bonita intacta y por ayudarme con Eli, olvide agradecértelo aquel día pero creo que nunca es tarde para agradecer, así que gracias por todo lo que has echo por mi estos tres días—deje de sostenerle las manos y le di un fuerte abrazo el cual correspondió.

-para eso están los amigos—dijo antes de levantarse e irse. Al voltear hacia Jordi pude notar que estaba tratando de irse lejos de mí.

-oye, tu y yo tenemos un tema pendiente del cual hablar—me levante y camine hacia el—no creas que te salvaras de esta platica, pero que te parece si antes vamos por algo de comer, muero de hambre—lo volvía a tomar de la mano y comenzamos a caminar hacia una máquina de golosinas, al terminar de sacar lo que queríamos caminamos hacia una mesa y comenzamos a platicar.

.............

Después de esa larga platica deje que la señora de servicios sociales se lo llevar, en cuanto se fue camine hacia el despacho del doctor Foster para explicar lo sucedido de hace un momento.

Al llegar me encontré con su secretaria la cual me dijo que se encontraba ocupado arreglando un asunto—por favor podría decirle que estoy aquí, es importante lo que tengo que decirle—soné suplicante haciendo que aceptara.

-doctor Foster, el señor Mancini quiere verlo, ¿lo dejo pasar?—espero por un momento a que contestara hasta que lo hizo autorizándome la entrada.

Al entrar pude notar que no estaba solo, se encontraba con ambas personas de cabello blanco—Guido, justo al chico que necesitaba, adelante siéntate—me señalo un asiento que estaba en medio de los dos, en cuanto me senté pude sentir la mirada de ambos—supongo que ya debes conocerlos—me miró fijamente—ella es Xana Green y él es su hermano Armin Green—me señalo a cada uno. En cuanto dijo que eran hermanos todo tubo más sentido para mí, la piel pálida, los ojos azules, las facciones perfectas y el cabello blanco aunque Xana se veía un poco más grande que el—el señor Green ya está al tanto de lo sucedido con la doctora Cremont, por lo tanto tiene algo que decirte—lo miro esperando una acción por su parte.

-lo lamento, no debí abalanzarme sobre ti y mucho menos golpearte enfrente de un niño, sentí impotencia al escuchar que la doctora había intentado anestesiarlo otra vez y lo único que paso por mi mente fue que tu tenías algo que ver ya que estabas con él en ese momento, pero el doctor Foster ya me lo ha explicado todo y quiero agradecerte lo que hiciste por Jordán, él ha sufrido demasiado y lo último que necesita es que le sigan recordando lo que paso tal y como lo hace la doctora, el necesita a alguien como tú, que lo proteja y evite que cosas como estas sucedan—extendió la mano en forma de agradecimiento esperando que correspondiera.

-solo hice mi trabajo—correspondí sosteniendo nuestras manos en modo de paz—él se siente culpable por lo que paso, creo que también deberías de disculparte con el—me levante del asiento y me dirigí hacia el doctor Foster—yo solo venía a decirle que no creo que sea adecuado que la doctora Cremont siga atendiendo a los niños, Jordán me lo dijo todo, el confió en mí, al igual que todos los demás.

-es muy fácil confiar en ti a decir verdad, sabes cómo hacerlos sentir seguros con solo una mirada—hablo Xana llamando la atención de todo, me miró fijamente a los ojos e hizo una sonrisa triste.

Al mirarla pude notar gran parte de su dolor, ella también estaba destruida, estaba sufriendo y su hermano podía notarlo al igual que yo, las ojeras en sus ojos eran notables al igual que las marcas en sus muñecas.

En aquel momento me di cuenta de que ella confiaba en mí a pesar de solo habernos visto dos veces, a pesar de que me odiaba, ella confía en mí y eso era más que suficiente, sin saberlo yo ya la quería y eso no iba a cambiar tan fácilmente.

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