Capítulo 21: ¡Debajo de la cama!
"Síganme, vamos a ver" dijo Mara tomando la delantera, le hicimos caso y nos acercamos a la puerta, tuve escalofríos, solo estaba arrimada y eso era extraño. "Chicas no se si debamos" exclamó Lu asustada. Vic dijo que nada iba a pasar, que no se asuste. Yo preferí no decir nada. Mara avisó que iba a abrir la puerta, tomé un palo y las 4 observamos hacia el interior.
Vacío, nadie estaba adentro pero de todas formas no parecía algo abandonado completamente, se notaba que recientemente alguien había estado en esa casa rodante. Entramos y comenzamos a observar todo lo que estaba adentro. "Chicas miren esto, nunca había visto uno así" exclamó Vic. Yo lo vi, era un sobre de jugo, idéntico al que había llevado Francesco a mi casa, era una marca italiana, no se vendía en Argentina. Pensé automáticamente en su padre, seguro la casa era de él y por algún motivo había decidido esconderla. Recordé lo que Fran me había dicho "mi padre es violento, y mi hermano sigue sus pasos".
"Chicas hay que salir de acá, tenemos que volver a casa, inmediatamente" exclamé con el cuerpo paralizado, tenía miedo. Todas las palabras de Fran recorrieron mi mente en un instante. Nuevamente pensé en su padre, en Stefano, en el viaje, en que tal vez ya habían regresado, lo cual sabía que no era posible, pensé en que corríamos peligro, pensé en Max y en que haría él sin mí. Debíamos volver.
Las chicas se negaban "en serio, vamos, les explico en el camino, corramos". Ellas aceptaron, pero ya era muy tarde, oímos pasos que se acercaban hacia la casa, nos rodeaban, pasos adelante y pasos atrás. Sigilosos pero bruscos, eran masculinos, de golpe algo que cae al suelo, "¡Debajo de la cama, ya!" ordenó Lu y todas hicimos caso.
Nos dividimos, dos y dos, Mara y Lu en la cama de la derecha, Vic y yo en la de la izquierda, nos mirábamos por el piso. La puerta comenzó a abrirse lentamente, sea quién sea que estaba allá afuera sabía de nosotras, sabía que estábamos donde no debíamos, sabía que teníamos miedo.
De repente se abre con un golpe y veo una pelota volar hacía la pequeña mesita y tirar los vasos que estaban arriba, estaba inmóvil, el miedo me invadía. Hasta que en un momento lo escuché "Listo bonita, se acabó el show, ya pueden salir" era la voz de Francesco, con ese acento tan particular.
Respire profundo, me tranquilicé, Marco y él rieron las chicas y yo devolvimos la risa ¿cómo pudimos asustarnos de esa forma? Era totalmente patético, su padre y Stefano estaban en Italia, era imposible que hubieran sido ellos.
"¿Qué opinan?" dijo Marco, "Bastante original a decir verdad" respondió Mara. En ese momento todo se aclaró, los golpes, el jugo, los ruidos, siempre habían sido ellos.
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