Una nueva bruja (Final)
Entré en la habitación de nuestra hija, quien estaba llorando. Eché un vistazo alrededor y caminé hasta la cuna esquivando los objetos que levitaban. Como siempre la pequeña usaba sus poderes inconscientemente. Ya me avisaron de eso las antiguas brujas cuando me dormí después de dar a luz. Sí, me dormí porque, al parecer, querían hablar sobre mi bebé. Otro don que tenía era que me podía comunicar con ellas, ninguna hasta ahora había podido hacerlo, ya no sabía cuántos dones podía tener.
-Lana- dijeron unas voces que se me hacían familiares cuando me dormí en aquella sala del hospital -Despierta.
Abrí mis ojos y me encontraba otra vez en ese espacio en blanco en el que estuve hace tiempo. ¿Por que estaba otra vez aquí? ¿Y el bebé? ¿Qué fue lo que pasó?
-¿Qué pasa?- pregunté desorientada.
-Queremos hablar sobre tu hija- dijeron todas a la vez.
-¿Qué pasa con ella?- pregunté preocupada.
-Va a ser una bruja muy poderosa, más que tú- dijeron.
-¿En serio?- dije algo sorprendida y sin creermelo del todo.
-Sí, pero no te preocupes, seguiremos cuidando de vosotras y ahora, de ella también- dijeron haciendo referencia a mi hija.
-Gracias- dije un poco más tranquila por mi hija y agradecida.
-Hay alguien que quiere hablar contigo antes de que te vayas- dijeron por último antes de desaparecer las voces.
-¿Quién...- pregunté, pero no terminé la frase.
-Lana- dijo una voz femenina que nunca iba a olvidar desde el primer momento que la escuché.
-Abuela- dije abriendo los ojos con sorpresa, aunque no podía verla, la sentía.
-Gracias, por tener una hija- dijo con alegría -Por tener a mi bisnieta.
-Me alegro de poder volver a hablar contigo- dije feliz.
-Yo también me alegro de verte tan bien- me contestó -Y de que sepas quién soy.
-Me gustaría poder hablar más contigo, aunque no controlo muy bien esto- le dije -Todavía tengo mucho que aprender.
-Sé que lo conseguirás- me animó -Ahora tienes que irte, te están esperando, nos volveremos a ver- se despidió para después volver a despertarme, esta vez, en la camilla de hospital.
Después de volver a despertar, ese día ví a mi hija por primera vez desde que la tuve en mi vientre. Era preciosa y pequeñita. Ahora, delante de mi había una bebé con un poco de pelo rubio oscuro, como el de su padre, con ojos ojos azules, como los mios. La saqué de la cuna y moví en mis brazos para consolarla.
-Ya está, ya está- le dije calmándola -Mi pequeña Anneley- dije mirándola mientras sonreía.
Poco después, los objetos que volaban por la habitación cayeron al suelo. Esta pequeña iba a ser muy poderosa, más que su madre, que era yo.
-Me sorprende mucho que tu hija use sus poderes, miau- dijo Félix apareciendo en la habitación -Aún con lo pequeña que es.
-A mi también me sorprende- le contesté.
-Cuando sea mayor, miau, seguro que se meterá en más lios que tú- dijo Félix.
-Anneley Blackesley- dije pensando en voz alta -También eres una Witch, espero muchos problemas de ti- dije sonriendo.
-También es una loba, miau- dijo Félix marchándose de allí con mi mirada molesta sobre él.
. . . . . . . . . .
Y aquí termina la historia, aunque subiré algunos capítulos extra.
Gracias por haber leído mi primera historia, aunque algún día la reescribire de nuevo mejorandola.
Espero que la hayan disfrutado y besos <3
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