Narrador

Era martes por la mañana, unos pitidos sonaban en el salón y una mujer esperaba a que estos se cortaran y le contestaran al teléfono.

-¿Si?- dijo un hombre por la línea.

-¿Dónde están?- pregunta la mujer seria.

-Estarán por el bosque, reuniéndose seguramente- le contesta el hombre -Por cierto, me alegro de que vuelvas a llamar, eso quiere decir que te acuerdas de mi- dice el hombre con falsa alegría.

-No es por ti, lo hago por mi hija- dijo la mujer molesta.

-Claire- dice el hombre negando con la cabeza -Ya se fueron todos, me dejaron solo, volverán contigo, pero me divertí bastante.

-No me gusta que juegues con mi hija- dice la mujer amenazante.

-Alégrate de que la haya dejado ir y cuida de Tyler- dice el hombre -Mi hijo no quiere saber nada de mi, sigue en su edad rebelde, pero por lo menos estará a salvo contigo, tú lo cuidarás por mi.

-No me gusta tu manera de hacer las cosas, pero estoy satisfecha con que los hayas dejado libres.

-Qué hubiera sido de tu hija sino me hubieras llamado ese domingo por la tarde- dice sonriendo el hombre por el teléfono -Me sorprendí ese día cuando Tyler llegó y fue muy directo conmigo. Nada más llegar me dijo que la liberara y después de él irse a su habitación, llamaste tú, tan oportuna como siempre querida amiga.

-Solo quería que mi hija estuviera sana y salva, no pensé que tú la secuestrarías. Espero que a pesar de tus tratos y juegos, esté bien- dice la mujer.

-Enterita y de una pieza- asegura el hombre.

-Adios, viejo amigo- dijo la mujer terminando la conversación y colgando.

Ella sabía que ese hombre siempre le gustaba hacer esas cosas y que los chicos no saldrían bien del todo. Se conformaba con que volvieran, aunque fuera solo con algunos rasguños, pero vivos.

Lana's POV

Esperaba impaciente a Marc y Tyler. Kyle dijo que ya venían. Tuvimos que dormir aquí, en medio del bosque. Mientras los dos chicos se tomaban su tiempo para volver. Me tenían de los nervios, cuando los viera pensaba matarlos por la preocupación que me hicieron pasar todo este tiempo.

-Ya los huelo- dice Nina.

-Ya están aquí- dijo Amy también.

En el cielo vi a Felix, quien descendió hasta una rama de un árbol. Él estaba bien y eso me hizo soltar un suspiro de alivio. Luego vi a Marc y Tyler aparecer entre los árboles.

-¡Chicos!- grité corriendo a abrazarlos a los dos.

-Están a salvo- dijeron los dos sonriendo.

Después del abrazo, me separé y les pegué en el brazo.

-Eso por lo preocupada que me tenían- les digo.

-Volvamos a casa- dice Kyle empezando a caminar a algún lado.

-Lana- dijo Marc haciéndonos quedar un poco más atrás -Me tenías muy preocupado, pensé que iba a morir sin ti, me iba a dar un ataque cuando me enteré de que te raptaron, pensé que no te volvería a ver...

-Marc- le interrumpí.

-Lana, yo...

-Esta bien- le digo -Ya esta todo bien, estamos todos sanos y salvos. Estamos todos juntos de nuevo. Tu y yo...- digo por último.

-Te quiero- dice acercándose a mi y rodeándome la cintura con sus brazos para pegarme a él.

Estaba feliz, muy feliz. Todos sanos y salvos, volviendo a casa. Marc poco a poco se inclinó a mi...

-Chicos- interrumpió Amy -Tenéis tiempo de besaros y todo eso cuando regresemos, ahora daos prisa u os dejaremos aquí- dice dándose la vuelta.

Gracias amiga, tan oportuna como siempre e interrumpiendo momentos. Marc gruño enfadado y yo me quejé mientras caminaba para volver a casa. Tardamos medio día en llegar.

-¡Lana!- gritó mi madre saliendo de la casa y abrazándome -Me alegro que estés bien, me tenías preocupada.

-Gracias a todos- dijo Nina -Por salvarnos.

-Sí, gracias- dije yo también.

-Todo sea por los amigos- dijo Tyler.

-Tú eras el que más preocupada me tenía- le digo mirándolo.

-¿Acabó todo con tu padre?- preguntó Amy.

-Sí, ya está todo bien- dice mirando a Marc y a nosotras sonriendo.

-Entremos, seguro tenéis hambre- dice mi madre empujándonos a la casa.

Todos nos sentamos en la mesa a comer. Nunca me imaginé a brujas, lobos y cazador sentados en una mesa. Todo estaba muy animado, incluso Nina pareció estar cómoda aquí. Había sido aceptada tal como era y eso me hacía sentir bien. La aceptaban y se aceptaba ella misma.

-Lo has conseguido- le susurro a Nina -Estas con ellos como su amiga, siempre lo has sido y lo serás- digo sonriéndole -Y también estás con nosotros- añado por último.

-Nunca me imaginé esto- dice mirando a su alrededor -Y tener una nueva amiga bruja- dice mirándome con la cabeza levantada.

Ella era así, su forma de expresarse, pero me consideraba su amiga y eso me alegraba. Amy también parecía llevarse mejor con ella.

-¡Ah!- digo acordándome de algo -Marc tenemos que hablar.

-¿Qué?- me mira el chico rubio de repente nervioso.

-Tenemos una conversación pendiente todavía, tenemos que aclarar algunas cosas- le digo.

-En realidad me da igual todo eso, aunque si me explicas me ayudaría a despejar un poco mi mente- me contesta -Creo que entiendo un poco todo esto, más o menos- dice haciendo una mueca.

Le sonreí y todos continuamos hablando y contándole todo a mi madre. Cuando se hizo de noche, me despedí de todos y después fui a mi habitación.

-Félix- llamé a mi gato, este apareció en su forma de cuervo.

Lo transformé en gato para que pudiera hablar y comer su comida.

-Gracias por tu ayuda- le dije abrazándolo.

-No pensaba dejarte tirada, miau, después de todo lo que hiciste por este pequeño gato callejero- me contesta señalándose a él.

-Gracias amigo- le digo soltándolo para que coma.

-Me alegro, miau, de que estés bien y de vuelta.

-Y yo- le digo -Gracias también por cuidar de los demás.

-Tus amigos son mis amigos, miau- dice comiendo.

Después de estar un rato más hablando con Félix, me dormí. Mañana había clase y todos habíamos faltado dos días. Seguro tendríamos que explicar nuestras faltas a los profesores.