Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

✪Ûndêvîgintî✟

—Yo... no estoy entendiendo mucho —comentó YoonGi una vez que entró a la habitación de JungKook junto con él, con las intenciones de haber dejado a SeokJin y TaeHyung a solas para que pudieran conversar.

—No creo que quieras hacerlo del todo —JungKook tomó asiento en la orilla de la cama—. Todo esto se está volviendo muy peligroso.

—¿Por qué alguien de tu mundo estaría interesado en mí? ¿A-a qué vínculo se refería TaeHyung?

JungKook subió su mirada hacia YoonGi.

—Tu amigo imaginario no era del todo imaginario. Eso era un demonio y al parecer todo este tiempo te estuvieron protegiendo —bajó de nuevo la mirada, perdiéndose en sus propios pensamientos—. Lilith también lo sabía, por eso los dejaba venir a la Tierra sin que yo lo supiera, y por eso no se esforzó mucho en detenerme cuando le dije que vendría. Sabía que conmigo estarías más seguro si te encontraba —sonrió sin gracia—. Por supuesto, no dejaría que un ángel matara a su único nieto y mucho menos con un papel tan importante para este mundo y para el mío.

—Sigo sin entender nada.

—Eres la clave para que este mundo siga como hasta ahora o para que todo termine muy mal —suspiró, enfocando su mirada en los ojos del contrario—. Semyazza dice que hay una profecía donde tú eres la pieza faltante para que yo tenga la capacidad de destruir todo. Es por eso que necesitaba irme, YoonGi, porque no sé qué clase de vínculo se espera que formemos para que suceda una catástrofe —negó con la cabeza—. Y no quiero que eso pase.

—¿Por qué yo? —tragó grueso—. JungKook, ¿yo qué tengo que ver en todo eso? —sonrió con ironía—. ¡Solo mírame! Yo no soy nadie. ¿Qué podría aportarte para darte esa capacidad? Ni siquiera puedo controlar mi propia vida.

—YoonGi, eres mucho más de lo que crees. Y no te lo estoy diciendo como un vago intento para subir tu autoestima, en verdad eres alguien especial e importante.

—¿Por qué?

JungKook tragó saliva y volteó hacia un costado, sin querer responder.

—Si sigues con vida es porque ellos no te han encontrado, seguramente los demonios controlados por Lilith han estado dejando rastros falsos en todas partes del mundo para despistarlos —continuó, ignorando la anterior pregunta de YoonGi.

—¿Cómo sabrán que soy yo?

—Podrán sentirte —o más bien su parte demoniaca, pero eso prefería omitirlo.

—¿Y yo cómo sabré que estoy en peligro? ¿Cómo se supone que reconoceré a quien sea que venga por mí? A simple vista, ustedes son como cualquiera de nosotros.

—Es por eso que voy a quedarme —se puso de pie, quedando frente a él—. Yo conozco a mis hermanos, así que ten la seguridad de que nada va a pasarte si estoy cerca de ti.

—¿No es eso algo contradictorio de tu parte si lo que buscas es alejarte? —preguntó con algo de inseguridad.

—Voy a quedarme contigo. Estaré cerca de ti en todo momento, pero también lo suficientemente lejos como para evitar cualquier vínculo entre nosotros.

YoonGi suspiró pesado, pareciéndole una mala idea lo que estaba tramando el pelinegro.

—¿Y qué pasará después? No podrás seguirme el resto de mi vida...

—Hallaremos una solución más adelante, por ahora no te preocupes. Sigue con tu vida como si nunca nos hubiésemos conocido, eso será lo mejor.

—Me estás pidiendo algo imposible —susurró. Observó fijamente a JungKook por un par de segundos.

Todo lo que estaba pasando era una completa locura, pero sorprendentemente YoonGi no parecía verse tan afectado como lo estaría otra persona al saber que su vida corría peligro por seres que en algún momento creyó que no existían o al saber que su amigo imaginario de cuando era niño en realidad no era imaginario. De hecho, lo que más le estaba revolviendo el estómago era saber que ese hombre por el que estaba iniciando a tener sentimientos extraños, no volvería a verlo más.

Las cosas fueron muy repentinas para YoonGi. En muy poco tiempo JungKook había hecho que YoonGi lo considerara algo así como su lugar seguro, y el menor lo estaba descubriendo hasta ese momento que iniciaba a sentirse más vulnerable de lo normal al saber que no volvería a estar cerca de Luzbel.

JungKook sí estaba consciente de eso, pero al ya saber la verdad sobre YoonGi, supuso que se trataba de algo instintivo. Luzbel era el rey del infierno y YoonGi era mitad demonio, esa parte suya muy en el fondo parecía reconocer a JungKook y por eso YoonGi sentía ese tipo de atracción. Nada más.

Esperaba que con los días YoonGi lo dejara pasar y siguiera su vida como el humano que creía que era.

Del otro lado, en la sala, TaeHyung veía fijamente a SeokJin, quien tenía la mirada perdida por estar procesando toda la información, o al menos solo la que TaeHyung fue capaz de soltar.

—Yo... —volvió a hablar TaeHyung luego de largos minutos de espera—. Entiendo si no crees nada de lo que te he dicho.

—¿Piensas que no te creo cuando me dices que la persona que acogimos en nuestra casa en realidad es el diablo, el cual es tu hermano, que eres un ángel caído y que aquella cosa del patio era un demonio intentando avisarte que vienen por YoonGi para matarlo?... ¡Oh! —dijo, al recordar algo más—. ¿Y que si tú y yo seguimos juntos, cuando muera me iré al infierno?

—Sí... en resumidas cuentas —dijo en voz baja, pasando sus manos por la tela del albornoz, sudando por los nervios—. Escucha —suspiró luego de unos segundos al no obtener respuesta—. Sé que todo esto suena descabellado, pero...

—Te creo.

—¿Qué?

—Bueno... después de ver eso allá afuera... —parpadeó un par de veces, antes de apoyar sus antebrazos sobre sus muslos—. Tal vez no quería creerlo hace unos minutos... pensé... pensé que estaba alucinando, como cuando estás ebrio o drogado y ves o escuchas cosas que no son reales... —subió la mirada hacia TaeHyung—. Pero estoy completamente sobrio y estoy limpio desde hace poco más de dos años, así que eso no pudo haberlo creado mi cabeza, ¿cierto?

—No, Jinnie... esto es absoluta y completamente real.

—YoonGi lo sabía desde antes, ¿cierto? —sonrió con ironía—. Su manera de actuar no fue como si hubiese escuchado cosas de este tipo por primera vez.

—Luzbel y yo fuimos descuidados. YoonGi se enteró antes de siquiera pensar en revelarle tantas cosas de nuestro mundo.

—¿Por qué no me lo has dicho a mí? Llevamos años juntos, Tae, ¿por qué no tener la confianza de decirme algo tan importante?

—Por egoísmo —bajó la mirada—. Lo difícil no iba a ser convencerte de que esto era real, lo difícil iba a ser que siguieras queriendo estar a mi lado —aguardó unos segundos antes de proseguir. Quiso, en verdad trató de decirle cómo fue que llegó donde él, pero no se atrevió—. Porque te amo y si te decía la verdad, sabía que te alejarías de mí... fui egoísta al no decírtelo, sabía que estaba condenando tu alma pero aun así no quise separarme de ti.

—Mi alma ya estaba condenada, Tae —respondió con tranquilidad.

—Por supuesto que no —negó con la cabeza.

—¿Qué piensas que hubiese pasado si no hubieras aparecido en mi vida? —exhaló profundamente—. ¿Crees que me iba a ir al cielo con el fracaso de vida que estaba llevando? —Semyazza no respondió, pero no había hecho falta que lo hiciera—. Entré a uno de los mundos más bajos, Tae. No tenía nada —le recalcó—. Y hacía lo que sea que me pidieran solo por obtener un par de pastillas que me hicieran olvidar momentáneamente todo lo que estaba viviendo. Tú me sacaste de ahí. Pasé de no tener nada a tenerlo todo, y eso es gracias a ti. Estoy limpio, tengo una profesión, tengo amigos que valen la pena, tengo un hogar, y tengo una familia —le vio a los ojos—. Y mi familia eres tú.

—¿Qué estás diciendo? —sonrió con tristeza.

—Digo que si de todas formas iba a ser un condenado en ambos mundos, al menos quiero aprovechar y vivir mi vida como yo quiero —llevó su mano a la mejilla del contrario—. Si pensabas que iba a huir de ti al saber esto, es mejor que vayas sacando otra cosa bajo la manga porque no lo has logrado.

TaeHyung no pudo ocultar su sorpresa ante esas palabras, pero sí pudo disimular su malestar en el pecho, ese que llegó a él al estar muy consciente de que no le estaba diciendo toda la verdad.

—SeokJin...

El sonido de una puerta los interrumpió y los hizo separarse un poco; JungKook y YoonGi habían salido de la habitación.

—Me voy —anunció el menor de todos.

—Ya es tarde —SeokJin se levantó del sofá, evitando ver a JungKook en todo momento—. Vamos, iré a dejarte.

YoonGi asintió con la cabeza, agradeciendo el gesto. Mientras SeokJin se dirigía hacia la puerta principal, YoonGi le dedicó una última y profunda mirada a Luzbel mientras este hacía lo mismo con él. Esa acción parecía ser más como una despedida silenciosa.

Y luego de varios segundos sin que ninguno de los dos dijera una sola palabra, el menor terminó por retirarse.

JungKook suspiró pesado cuando la puerta principal fue cerrada.

—¿Cómo lo haces? —preguntó SeokJin, sin apartar la vista del camino ni las manos del volante.

YoonGi, quien todo el tiempo se mantuvo viendo hacia la ventana que estaba al lado suyo, volteó hacia el rubio cenizo al escuchar su voz.

—¿Hacer qué?

—¿Cómo puedes actuar como si nada? —suspiró antes de fruncir el ceño un poco—. ¿Cómo puedes seguir cerca de él sabiendo quién es? ¿Y por qué no me lo dijiste en cuanto lo supiste?

A pesar de que SeokJin no había rechazado a TaeHyung al contarle la verdad e intentó mantener la calma lo más que pudo, necesitaba un poco de aire para digerir bien los hechos. En parte fue por eso que también había preferido ser él quien dejara al menor a su casa.

—¿Hablas de JungKook? —preguntó YoonGi, y aunque no recibió una respuesta verbal por parte de su amigo, sabía que estaba en lo correcto—. No es malo, no tienes por qué desconfiar de él. Y no te lo dije porque no creí ser la persona adecuada para ello.

—YoonGi, estamos hablando de que alojé al mismísimo Satanás en mi casa.

—No fui el único que te mintió, ¿sabes? —posó su vista hacia el camino—. Si TaeHyung no te lo dijo es porque tuvo sus razones, por eso no creí adecuado decírtelo. Además, ¿de qué te quejas? Se ve que ustedes dos siguen juntos a pesar de que ahora lo sabes todo. Si te incomoda tener a JungKook en tu casa entonces háblalo con tu novio y resuelve eso, pero no lo veas ni lo trates como si fuera un monstruo porque no lo es. No te dejes llevar por lo que dicen los demás.

—Vaya —resopló.

—¿Qué?

—Es la primera vez que veo que defiendes a alguien con tanta seguridad y no se trata de tu estúpido novio.

YoonGi rodó los ojos luego de que el mayor mencionara a su pareja. Aguardó unos segundos, en los que bajó la mirada hacia sus manos, empezando a jugar nerviosamente con sus dedos.

—JungKook no se merece el odio que recibe de las personas —dijo en voz baja y se alzó de hombros—. Él... es un buen hombre, a veces un tanto torpe e indiscreto, pero buen hombre al fin y al cabo.

—Tienes gustos extraños para hacer amigos —se burló.

—Sí, por eso te tengo a ti también —respondió en el mismo tono. Ambos sonrieron durante cortos segundos, sin embargo YoonGi recuperó la seriedad cuando una duda se plantó en su cabeza—. ¿De verdad estás bien con todo esto?

—Intento asimilarlo —respondió con honestidad—. Creo que hubiese sido más fácil si se tratara de un amigo, pero él es mi pareja, YoonGi, la persona con quien comparto mi vida, y debo admitir que me ofende el hecho de que no me lo dijera antes. Pero a la vez lo entiendo, supongo que no era tan fácil confesar algo como eso... Mientras más lo pienso no creo que algo deba cambiar entre nosotros, ¿cierto?... es decir, saber la verdad no vuelve a TaeHyung alguien diferente, ¿cierto?

—Tal vez a él no —murmuró.

En realidad el verdadero problema era saber si SeokJin seguiría actuando igual que antes con TaeHyung. Tal vez SeokJin podía decir que lo aceptaba, pero eso era ahora, solo el tiempo y sus acciones confirmarían si era cierto.

Volteó hacia la ventana nuevamente cuando la imagen de JungKook se apareció por su cabeza. No recordaba que le hubiese costado tanto como a SeokJin asimilar la verdad, solo recordaba sentirse enojado, aunque no precisamente por JungKook. Irónicamente estar al lado de Luzbel le hacía sentir protegido y como si estuviera en el lugar correcto, ¿quién diría que luego de eso empezaría a aborrecer el cielo y todo lo que tuviera que ver con él?

▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro