Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

48. El arte de competir.


—¡Julie, salimos en quince! —exclama Ashley saltando de lugar en lugar como una criatura que esta por recibir un regalo.

Observo con diversión a la rubia convertirse en un cuerpo de nervios. Hoy me encontraba particularmente feliz y no era sin razón.


FLASHBACK.

La noche había caído y era momento de dejar de evitarnos. Me encuentro en mi habitación, hojeando una nueva revista de moda mientras espero lo inevitable. Que Becky y Jenna vengan a dormir. Resaltando el Becky.

La cena ya había tomado lugar hace media hora y Fel nos ha hecho dormir a todos temprano por la competencia de mañana. Algo sobre energías y esas cosas.

La puerta se abre de repente y es ni mas ni menos que Becky. La rubia tiene una coleta, una sudadera que le queda grande y unos jeans apretados. Al verme con desdén, pone sus ojos en blanco mientras suspira.

—Hola, Becky —digo sentándome en mi cama. No sabia que demonios estaba haciendo, pero mientras la conversación siga, lo descubriré.

—No quiero hablar contigo, Juliette —murmura sin mirarme.

—¿Para que son esas pastillas? —pregunto con curiosidad —bueno, curiosidad entre comillas, no podía importarme menos— mientras veo como saca unas cuantas pastillas de su bolso.

—Alergias —responde.

—¿De qué eres alérgica?

—De zorras —responde sin dudarlo, esta vez si me mira victoriosa.

Esta bien. Eso no fue a mi favor.

—¿Por qué tan amarga? —pregunto observándola con diversión mientras traga su pastilla para la alergia—. La vida puede ser una mierda a veces, Becky pero hay que sonreír como sea, ¿sabes?

—¿Quién eres tú para decirme que debo sonreír?

—Una chica que esta sufriendo mucho actualmente —me alzo de hombros y logró que por primera vez, mi voz no se apague al final de la frase.

—Juliette —dice girándose por completo para mirarme—. No te metas.

Suspiro mientras mis ojos ruedan como bolas de billar. Esto estaba por sacarme de quicio.

—Como quieras.

Nuestra conversación termina ahí y es cuando Jenna entra a la habitación. La castaña entra de lo mas feliz mientras se ríe llenando el silencio que hace unos segundos inundaba la habitación. Sin embargo, nos ve y se calla inmediatamente tal como puerta que es azotada contra el marco.

—Becky, pensé que ibas a estar con Hunter —comenta mirando a la rubia.

—Sí, ya sabes. No me siento con ganas de se...

—Entiendo —corta Jenna con una sonrisa incomoda mientras me echa una rápida mirada.

Siento como si un gato —en este caso gata— me araña el corazón. Nunca habíamos llegado a esos niveles con Hunter y al parecer nunca lo haremos pero Becky no tenía porque mencionarlo. ¿A quién le interesa como estos dos se van a lanzar un rápidito en el baño porque en la habitación están Tanner y Chris? Sintiéndome incomoda, bajo mi mirada.

—Jenna —Becky se gira con ímpetu hacia su mejor amiga—. ¿Alguna vez te conté lo bueno que es Hunter en la cama?

La voy a matar. Definitivamente, la voy a matar. No estoy pidiendo permiso, estoy avisando.

—Cien veces, Becky —responde su mejor amiga algo cortante.

—Lo diré otra vez —dice mirándome a mi. Trago saliva, no tiene porque estar refregándome esto en la cara. ¡Ya ganó! ¿Qué más quiere? Me levanto de la cama y camino hacia la puerta de la habitación en silencio—. No sabes hace esa cosa con su lengua que...

Estrello la puerta de la habitación y una oleada de ira me recorre el interior. Mi actitud burlona se ha ido como papeles al viento y de repente lo único que quiero es golpear algo, o a alguien si así lo ponemos.

Sin saber que hace ni como actuar, golpeo la pared que esta frente mio en el pasillo del hotel. No se inmuta, solo mi mano arde y lagrimas de impotencia se apoderan de mis ojos.

Vamos Julie, debes intentar ser fuerte. Y si tienes que ser una verdadera perra, pues que así sea.

FIN DEL FLASHBACK.


Ashley sigue dando vueltas mientras que yo estoy tirada en el suelo, comiendo de mi barra de chocolate bajo las celosas miradas de mis compañeras. Perras taaan flacas. ¿Quieren saber el secreto? Se matan de hambre todo el día.

—¡Juliette, levántate! —exclama ella—. ¡No te trajimos para holgazanear!

—Tampoco que me emocione estar aquí —digo parándome del suelo. Aun me quedaba mas de mitad de barra de exquisito chocolate pero no quería más, no sé siquiera porque la abrí en primer lugar. Supongo que las miradas me llenaban—. ¿Quieres? —le extiendo con una gentil mano el chocolate.

La rubia ceniza se queda en su lugar por fin y mira el dulce que sostengo. Se muerde el labio y se echa hacia atrás como si fuese radioactivo.

—Joder, dame —murmura arrebatandomelo de las manos. No me quedo a ver como se debora el chocolate.

Paseo por el lugar. Estamos en un sector justo atrás de la pista de goma en donde se va a llevar acabo la presentación. ¿Íbamos a ganar? Que demonios sabía yo. Lo único que me interesa es impresionar a una sola persona que se encuentra entre el público; mamá. El director, Becky y la entrenadora podían ir a recoger limones si querían, si ganaba no era por ellos.

Afortunadamente, Becky no iba a concursar. No sé cual es su excusa, supongo que sabe que le patearé el trasero estando aquí así que Fel me dio el puesto de capitana. Bueno, no el puesto ya que ese fue delegado a Jenna pero me dio el liderazgo de la rutina que llevaríamos acabo en... Exactamente siete minutos.

Mi viejo uniforme de porristas me queda algo suelto debido a la no solicitada perdida de peso de el último mes. Sí, no fue mi mejor mes. Pero aun queda. Me observo en los espejos, dándome cuenta que aun no me he hecho la maldita coleta que es requisito. Me la hago rápidamente. A diferencia del resto que se la han atado tanto que la única neurona que tienen dejó de funcionar y se pusieron tanto fijador que seguramente deben tener el cabello como madera, me hago una desordenada.

Chequeo por última vez mi celular y entro a donde no entraba hace siglos, Instagram. Parpadeo con sorpresa ante el número de seguidores. Eso si es sorpresa, no tenía tantos la última vez que entré. Para no subir nada desde el año pasado, estoy bastante bien con 900.000 seguidores. La campaña esa resulto de maravillas. Me siento un poco culpable por tener tanta gente al pendiente y solo dos miseras fotos del año de la bandera.

¿Debería subir algo?

—¡Ya es hora! —oigo la voz de la entrenadora.

Uh, tendrá que ser en otro momento.

A juzgar por su latente emoción, esta es la primera vez de Fel como entrenadora en competencias. Y esta, sí, sería mi primera competencia de porristas pero no logro sentir nada, ni emoción, ni nervios. Simplemente estoy y me preocupa.

Me reuno con el resto de las chicas, ah y como olvidar a Zack y Kyle, los dos únicos hombres y personas cuerdas de este equipo. Todos están en silencio y nerviosos.

—¡Entrenadora, Sanchez! —exclama una voz a nuestras espaldas haciendo que todos giremos—. Me siento mucho mejor, voy a competir.

Becky se encuentra ahí, con el uniforme puesto, maquillaje y una coleta de las que usan las unineruonales como ya dije.

—¿Qué demonios estas haciendo? —Jenna se acerca inmediatamente a ella para tomarla del brazo y con intenciones de llevarla lejos.

—Suéltame —la rubia "enferma" mueve su brazo bruscamente y le esboza una sonrisa a la entrenadora que la mira con sorpresa—. Voy a competir. Yo, a diferencia de mi reemplazo, soy única. Ninguna puede rellenar mis zapatos —eso último lo dice mirándome a mi con desdén.

Tiene que estar jodiendo.

—Puedes volver a tu antiguo puesto, Williams —la entrenadora da la última palabra con sus ojos puestos en mi. Maldigo en voz baja, mi antiguo puesto era al final y no hacia nada divertido como ser la que vuela en las piruetas, quien ahora es Becky.

Esta idiota iba a costarnos la competencia.


HUNTER


No le presto atención a los otros equipos concursantes. Tanner, por otro lado sí. No para de hacer comentarios sobre la técnica o sobre que tan buenas están las chicas que hacen esos saltos de película. Todo el equipo esta sentado en las gradas, observando a largas piernas y chicas menudas bailar al compás de canciones sin sentido. No me malinterpreten, estaría disfrutando del espectáculo si tan solo no estuviera tan preocupado.

Ayer oí a alguien llorar en los pasillos y tengo la desgracia de conocer de de memoria los llantos de Galletita. Tenía ganas de salir y abrazarla, pero solo iba a confundirla más. Ella me dejó bastante claro que no quiere oír de mi. Además, siendo honestos el paquete de "Hunter Thompson" viene con miles de problemas y no quería ser la carga de nadie.

Mucho menos a una persona que ya carga suficiente.

Grace y mamá están sentadas abajo. Supongo que ser dos empresarias con fama han hecho que consigan asientos decentes y no estas gradas que en breve se caerán. Nuestro equipo eran uno de los últimos en salir y ver a los demás tener las mismas coreografías aburría. Incluso los gritos entre entrenadores y pelea de gatas entre las mismas participantes. Parecía una mala imitación de Triunfos Robados.

Finalmente anuncian el nombre de nuestra escuela y hacen mención de sus anteriores títulos. Con Becky de líder han tenido varios campeonatos ganados pero ahora no era solo Becky, era ella y un bebé que descansaba en su barriga. Ella no iba a competir y sé que no le agrada mucho la idea pero tenia que hacérsela. Una competencia no podía ser más importante que su hijo. Nuestro hijo.

El público rompe en aplausos y miradas recelosas. Sabían que tan bueno era el equipo. Despego la mirada del suelo y miro a las chicas, Kyle y Zack entrar al predio. Entran como todos unos profesionales, a diferencia del resto que entraban como si fuesen animadores de circo. Mis ojos buscan y caen en Juliette. Camina como si la vida le valiera un tomate, expresión relajada y sonrisa como si ya hubiese ganado.

—Hunter —mi mejor amigo me golpea con su mano repetidamente sin dejar de mirar al equipo—. Becky esta ahí.

Abro mis ojos como platos al localizar a la rubia. Esta con su expresión seria, de esas que no te dejaban ver que realmente estaba pasando con sus sentimientos. Se pone exactamente en el medio y es cuando veo que demonios ha hecho.

Me paro de un salto y esquivo a varias personas hasta llegar al suelo. Quiero entrar a la zona de competencias pero cuando estoy por poner un pie en ella, un pie en ella, el guardia de seguridad de la zona me empuja, impediendome pasar.

—¡Rebbeca! —exclamo furioso pero mis protestas se ven apagadas cuando la música es puesta. La frenética canción suena a todo volumen y la competencia comienza. Todas se saben de memorias cada pasos y había visto muchos ensayos. El primero no era nada fácil.

Cuatro chicas se ponen alrededor de la rubia y en un rápido movimiento, la elevan en el aire. El corazón se me detiene por un instante al verla dar vueltas en el aire. Espero que aterrice como debe pero de repente, una cegante luz es puesta justo en el equipo, es tan fuerte que parpadeo varias veces para poder ver que esta pasando. Un sonido seco en el suelo y es suficiente para que mi corazón se detenga.


JULIE


Esta gente de producción realmente tienen un par de jugadores de menos.

Una luz tan blanca como un vestido de bodas nos cae de repente. Mi salto se ve interrumpido. El salto de todas en realidad. Eran cuatro "torres" y yo era una de ellas. ¿Me caí? No, por Dios. Soy Juliette Williams. Caí como un cisne. ¿Alguien se cayo? Dalo por supuesto, oí una bolsa de patatas caer a unos metros.

La luz se apaga de repente y también la música. Un oasis de gritos se hace presente en el predio. Esperaban que sean gritos de victoria, pero solo son de horror. Y es cuando lo veo, una cabellera rubia descansando en el suelo. Su cuerpo inmóvil y boca bajo.

Al menos ya sé quien es la bolsa de patatas que cayó.

No obstante, mi sentido de compasión se apodera de mi como nunca. Es como un parásito, intento evitarlo pero aparece siempre. Junto a todo el equipo, me acerco a ver que demonios sucedió mientras ruego que Becky no este muerta. La odio, pero no se merece morir.

—¡Muévanse! —escucho su voz hacerse paso entre la gente que se arremolino alrededor de ella. Tengo la perfecta vista de como Hunter gira a su novia, observando que esta inconsciente. Maldice por lo bajo antes de usar su fuerza y levantarla del suelo. Todos se apartan de su camino y el corre hacia la enfermería mientras yo siento un inexplicable vació en mi pecho.

Sé que no debería sentirme así, es una chica inconsciente en el suelo pero ver como la mira, como sus ojos preocupados observaron su rostro, me saco de lugar. Nunca había visto a Hunter preocuparse así por alguien.

Él realmente la ama, nunca dejó de amarla. Yo solo fui... Una ficha más en el juego.

Abrumada, retrocedo unos pasos. Quiero romper a llorar aquí mismo, pero me obligo a no hacerlo. Me prometí que ayer en el pasillo iba ser la última vez que llore por el idiota de Hunter Thompson.

Yo dije que iba a costarnos la competencia.

Mis ojos bailan por el lugar hasta caer en un enorme reflector que descansa apagado en una esquina. No me hacen falta muchas averiguaciones para saber que ese artefacto fue la causa de la caída de la odiosa rubia, solo que nadie estaba prestándole atención. Todos estaban en su camino a la enfermería, a ver que demonios había pasado mientras que la entrenadora Sanchez estaba arreglando si podíamos competir otra vez.

Mi mirada esta fija en el reflector. Sería demasiado estúpido que uno de producción lo haya encendido. Es mas, ¿cómo llego hasta aquí? Esos reflectores se usan para las afueras, cuando se mueven frenéticamente alumbrando al cielo para anunciar algún evento social importante. Era pleno día y seamos realistas, una competencia de porristas no es la gran cosa.

Eso fue planeado.

Miro alrededor del reflector y observo alguien alejándose de el. Llevaba una sudadera gris, gorra negra y cabeza gacha. Ahí esta nuestro responsable. Con energías de detective recorrer mi cuerpo, comienzo a correr hacia donde esta el chico de gorra. Me tiento a gritarle que se detenga, pero solo haría que corra mas rápido. Me acerco con sigilo y extiendo mi mano para tomarlo de su sudadera. Intenta moverse pero aferro mi mano fuerte.

—¡Quedate quieto, maldición!

Parece que mis palabras fueron convincentes porque apenas escucha mi voz se detiene. Se quita la gorra aun de espaldas y se gira lentamente.

—¿Tanner?











Nota:

#LTPRechaFinal

No es broma esta vez, falta poco para que La Tregua Perfecta llegue a su fin :') ¿cuanto exactamente? No sabría decirlo, cinco capítulos quizás, pueden ser menos, pueden ser más.

Pero disfrutemos lo que nos queda!!!!!!!!!!

¿Qué mierda con esto de Becky? JAJAJAJA NO PUEDO CREERLO.¿TANNER? ¿cuales creen que fueron sus razones? UN LIOOOOO.

solo quiero recordarles algo. Los personajes están en...

Casa de...

Entre otros... ¿Alguien los conoce...?

¡Nos vemos!

-mamá problems

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro