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travesía 8: Raziel el queribun de la sabiduría

El portal nos dejó en un lugar totalmente desolado, no había nada ni nadie alrededor, era todo un desierto aunque peor al no haber ningún tipo de vida aquí, ni plantas o algún insecto.

Estábamos sobre la arena que almacenaba las almas muertas.

El ambiente se sentía tenso principalmente porque Belcebu no estaba con el mismo humor con el de siempre.

—¿que tienes Belcebu?no te preocupes por lo de hace rato —dije al abrazarlo por la espalda a gula.

—si importa....estuve cercas de matarte....no puedo perderte...otra vez.

—¿como que otra vez?es verdad lo que digo Belfegor entonces.

—olvida lo que dije, no es importante.

—¡Belcebu! Como que no va a ser importante —mis ojos comienza a hacerse llorosos —es...mi pasado...hablamos de mi....mi pasado...mi...pa..sa..do —comencé a llorar.

Astorath intenta animarme pero era difícil.

Mi cuerpo estaba tenso, expulsaba energía oscura igual que la vez pasada, no lo entendía.

—mátalo Muerte.....el no te quiere ¡mata a la gula! —escuche en mi mente otra vez esa voz.

No lo pensé demasiado he hice caso a la voz que escuchaba.

Hechizo: invocación (cuchillo)

En mi mano derecha apareció el arma.

La voz que estaba en mi interior se apodero de mi cuerpo, no podia volver a tomar conciencia.

—Muerte que te esta pasando, tu no eres asi —dijo Astaroth.

La ataque con el cuchillo pero ella me dio con una gran rapidez en el estómago una patada.

—esta no eres tu, nunca peleas, algo te pasa.

Me dio otras más patadas en el estómago hasta dejarme inconsciente.

—estaba siendo manipulada por la oscuridad....pero que es lo que la produce —Belcebu quiere dar una pequeña explicación aunque no sabe bien.

—ha de haber un grimorio antiguo donde venga sobre esa tal oscuridad, la Muerte anterior no le pasaba eso —dice Astorath al levantar mi cuerpo —pero siento que no es nada bueno....entre demonios se cuenta que uno de los prinigenios no ha tenido su muerte espiritual y se ha ocultado por siglos de en cada alma demoniaca....sin embargo, Muerte no es un demonio completo.....tiene esencia de un ángel y un cuerpo de demonio.

Prosiguieron a caminar a la ciudad de la herejía.

—Belcebu....¿que tan poderosos son los jinetes del apocalipsis? —con una pequeña duda pregunta astorath.

—por que haces esa pregunta, los jinetes son de los seres más poderosos del infierno, no sabría decirte del cielo también pero son los seres que serán liberados cuando el apocalipsis comience.

》los jinetes son seres moustrosos con gran poder....a donde van llevan el caos y la destrucción a donde quiera que ellos vayan no es por su presencia, sino más por el caos que generan, usan hechizos ultra poderosos.

Astorath inclino su cabeza con su mirara toda muerta al suelo.

—¿que esta pasando por tu cabeza Muerte? —susurra astorath

No estaba dentro de mi conciencia sino en el plano espectral.

No entendia el ¿por que? Tampoco sabia donde me encontraba, era un lugar totalmente distinto aunque sigue siendo igual, un lugar donde reina la nada misma.

Frente a mi había una gran esfera llena de oscuridad la cual quería tocarla, algo me decía era lo correcto, tomar ese poder proveniente de las sombras.

Las voces dentro de mi cabeza se escuchaban más y más fuertes, eran moustrosas,

Presentía que debía tomar esa esfera, lo normal es que tenga un mal presentimiento sin embargo lo mio era lo contrario.

Estaba apunto de tomarla hasta que senti una gran presencia santa. Aunque ami me daba miedo

Levante la vista y era un querubín, su alma portaba un hermoso y desplandeciente brillo amarillo igual que mi alma, lo sabía porque portaba sus cuatro alas en la espalda, dos de cada lado, un hermoso color negro en su largo cabello , su piel pálida pero no como la mía sino que con un mejor cuidado.

Tenía puestas pedazos de armadura y una gran espada embainada y unas sandalias hechas de cuero.

Era Raziel el querubín de la sabiduría divina.

—¿que haces aquí Raziel?.

—evitar que hagas una estupidez.

No puedo evitar reírme.

—que tiene que quiera tomar esta esfera, que hay de malo.....¡mejor dicho yo que tengo de malo!.

—Muerte, esa esfera representa la oscuridad que hay en todos los seres vivos....si la agarras es aceptar tu mal y no podrás recibir el perdón divino que tanto anhelas, con respeto a lo otro....no se si deba decirte.

—perdón...divino ¿podré obtenerlo? Dices que esa esfera esta en todos los seres vivos...¿entonces estoy viva?¿esa esfera también la poseen los ángeles como tu? —mis ojos se llenaron de un brillo de alegría.

Sin embargo al ver el rostro de Raziel mostraba lo contrario, un rostro desanimado y deprimido.

—lo siento Muerte pero tu nunca obtendrás el perdón divino, eres un ser sucio que salió de las profundidades del infierno, respecto a lo otros, yo soy un ser de luz y tu uno de oscuridad....no somos lo mismo.

Mi sembrante que estaba lleno de felicidad de un momento al otro se volvió triste, sentía un gran dolor en el pecho próximo a eso vomite.

Debía que estar mintiendo Raziel, he purgado mi alma desde que estuve en la tierra, sufrí demasiado como para que me dijieran que no puedo recibir el perdón divino.

¿Acaso la gracia de dios no era para todos?.

—¡Raziel!¡que hay de diferente entre tu y yo¡ —le grito con mi corazón lleno de desesperación .

Al escucharme se empezó a burlar de mi como si simplemente fuera un chiste.

—¡enserio! Preguntas eso, no hay ninguna ninguna similitud entre tu y yo, eres un ser de oscuridad que traerá la destrucción y yo soy quien te va a asesinar antes que causes otro desastre, tu no has purgado tu alma porque ni siquiera sabes que es lo que hicistes —desembaina sus espada —¡eres una maldita asesina!¡mereces la destrucción total —grita a todo pulmón Raziel

Mi cuerpo estaba temblando al ver que venía con toda la intención de matarme, no había nadie que me defendiera en este mismo momento.

—cuál es el mal que he cometido para llegar a este mismo instante.....yo no he matado a nadie —pensaba al momento de ver qué podía hacer.

No podía pensar demasiado en eso, salte para esquivar la espada del querubín.

No me daba tiempo de invocar algo para mi propia defensa.

Entre movimientos variados que hacía para esquivar a la espada de Raziel.

Se me presento un momento oportuno el cuál no podía desperdiciar.

Conjuro: armas infernales

En mi mano derecha invoque la espada, era una larga espada con la parte baja de la empuñadura un pequeño cuchillo.

Hechizo: escudo de la morificacion (modo defensa de evansion)

En mi mano izquierda apareció el escudo es un tamaño mas reduciso que del de la vez pasada.

Mi corazón estaba inquieto, sentía que en cualquier momento podía explotar.

Raziel gira la espada. Se carcajea, parecía como si estuviera confiado de su poder y no sería una novedad, levanta el brazo  y la mano que estaba desnuda toca el mango de la espada.

Un desplandor blanco se crea en la espada.

Duplicando el arma.

Sus ataques eran muchos más rápidos y precisos mas aún así con mi espada los ataques directos, de la misma manera intentaba no usar el escudo que no soportaba ataques de gran potencia aunque no entiendo el por qué.

—¡muere! Maldita jinete.

Me sorprendí, no sabía porque me dijo jinete si yo no pertenezco a esos guerreros.

—no vas a salir de este lugar con vida...me han mandado a matarte —Raziel con su espada derecha intentando golpearme sin embargo bloquee el golpe.

—¿quien te mando?.

Blandi mi espada hacia su cuello, la esquivó con gran facilidad y posterior a aquello me dio una patada en el estómago la cual resisto el dolor, no podía caer tan fácil, mi vida tendía de un hilo.

Con velocidad lo ataque, sin piedad, sin lo que me hacía ser la persona que soy y no un mounstro.

—no se por que me llamaste jinete pero eso ahora no importa....sino detenerte sin convertirme en un ser moustroso, atacare sin piedad pero no para matarte —di un gran salto y gire la espada en el aire.

La blandi de una forma horizontal el cual bloqueo con su espada con algo de dificultad.

Y con otra la otra espada intento golpearme pero con el escudo del morficio, aguanto un poco el golpe sin embargo se destrozo eh impacte contra el suelo tres veces y al final logre caer de pie,

Tanto el suelo como en mi rostro, habían manchas de sangre y en mi rostro la mitad de mi cara sangraba.

Raziel con gran rapidez se lanzó al ataque.

Bloqueaba cada ataque con algo de dificultad.

—pensaba que ibas a ser carne fresca, no sabía que supieras luchas, si tienes grandes habilidades de combate ¿por que en la tierra no te defendias?.

Sonrió levemente, me dolía pero no podía evitarlo.

—porque eran humanos...ellos son buenos, tengo todavía fe en eso, si mi padre lo cree...por que yo no lo haría.

—Muerte....dios no es tu padre, y los humanos no son seres bueno, esta repletos de maldad....recuerda ellos comieron el fruto prohibido.

No vi en el momento preciso en el cual me rasgo el estómago....causandome una herida poco grave.

Encajo mi espada en el suelo apoyándome para no caer en el suelo.

—que hermoso lugar es este para que tu mueras....el jinete que causa el caos morirá y el apocalipsis no empezará.

—yo...no soy...ningún jinete ¡soy la Muerte!.

Raziel se empieza a reír.

Volvió a acercarse a atacar sin embargo con mi espada la cual saque de la tierra bloquee el ataque con gran eficacia aunque con gran dolor en el estómago.

Con un gran fuerza golpeamos las espadas las cuales se trozadon.

—el verdadero camino de la paz será tu muerte, así la vida se salvará....¿no quieres salvar a lo que más ama?.

—mi vida es importante para el ciclo de la vida y la muerte, no estas diciendo la verdad.

Corrí con una fuerza hacia el arcángel, invoque dos cuchillos de unos veinte centímetros cada uno.

Lo iba a atacar pero no ve veía llegar el ataque con el cual me recibió.

Hechizo: el gran sol.

Crea una esfera de energía con el poder y la apariencia de un sol amarillo

El cual lo impacta en mi estomago, causandome una gran quemadura.

No solté las armas pero si caí directo al suelo.

—voy....a morir....¿enserió? —susurre —no me lo puedo permitir porque ¡soy la Muerte! —grito Directo a Raziel.

Hechizo: rayo fantasmal.

Crea una rayo negro que causa gran gran daño.

Usa sus alas las cuales pone de frente para que recibieran la gran cantidad de electricidad y no el.

—esto es vida o muerte, necesito encontrar sus puntos débiles para neutralizarlo rápido y poder escapar de aquí....puedo escapar ahora pero eso es lo que haría un cobarde y yo no soy cobarde —digo en mis pensamientos.

Me levanto del suelo y me muevo rápido.

Casi me tropiezo, mi cuerpo espiritual está demasiado dañado.

Empezó a volar con sus alas por los cielo, se deja caer empicada.

Rápido se me ocurrió algo para neutralizarlo con algo de facilidad.

Guarde ambos cuchillos y corrí para esquivar el ataque lo cual fue efectivo en cierto punto.

Raziel se estrelló con una gran y moustrosa fuerza contra el suelo rompiéndose un brazo y quebrando parte de su cráneo.

Su dolor parecía ser inmenso sin embargo el se causó ese gran daño, yo por otra parte tenia otro plan para detenerlo sin embargo no pude aplicarlo en el momento oportuno.

Me sorprende su resistencia ya que se volvió a levantar.....o bueno intentar a eso.

—vas a causar un caos...tu no entiendes el mal que causas tu y los humanos....jinete de la muerte, vas a traer una devastación y los humanos la pagaran, parece que estoy en contra por lo que digo pero se lo merecen pero no que un sucio demonio les aplique el castigo divino.

—¡yo no soy el jinete de la muerte! soy....la representación viva de la muerte.

Vuelvo a invocar mis cuchillos y me acerco a Raziel cual volvió a caer.

—ya dime...¿quien te mando a asesinarme? Acaso fue Gabriel, Rafael, Miguel o cual otro ángel que termine en "el"—me acercó al ángel.

—no diré nada, prefiero morir antes que revelar quien te quiere muerta.

—¡que yo no te voy a matar!nunca luche para quitarte la vida, sino para defenderme .

—pero yo si voy a asesinarte —con sus últimas fuerzas se levanta y toma su espada del suelo.

Se abalanza contra mi sin embargo le encaje el cuchillo en la cabeza accidentalmente le destroce los ojos con ese ataque.

Dejándolo tirado en el suelo.

En el momento no pensé lo que había hecho.

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