—¿los preparativos como están? !Falta mucho, rapido que hoy tenemos a invitados infernales¡ —dijo con gran exclamación y entusiasmo.

Reichel solamente me mira y sonríe de una forma discreta junto con un muchacho llamado jose.

—¿Y ahora quién va a venir? Invitó a la reina Isabel otra vez para intentarlo convencer que existe la magia o algún presidente para lo mismo de siempre —contesta Reichel de una manera sarcástica.

—me tomadas por loco pero el señor lucifer vendrá —el entusiasmo se escucha en mi voz —¿tu que dices Simón?estás igual de amargado que Reichel.

—jajaja....pues mire, según usted ha visitado el infierno gracias aún demonio, podría que tenga usted la razón más suena estúpido —se empieza a reír.

Ellos tienen razones para reírse pues nunca han visto lo que yo he logrado ver, nunca han experimentado el verdadero poder de la magia y de la brujería a tal punto como yo la he usado desde hace años atrás y por mi linaje de magos y brujas.

Mi meta será objetivo de administración y gloria en el mundo mágico que habita en la tierra como en el infierno.

Esparcir la magia y detener el mundo tecnológico y de las inteligencias artificiales que han dañado a la humanidad desde que ha existido.

Ahorita no es tan fuerte pero desde hace tiempo se usa un arquetipo de IA en diferentes medios como el arte más ya ahorita ha avanzado su actualización y pulirla aún punto dónde los humanos seremos inútiles para la sociedad, eso no pasada con la magia.

Los usuarios mágicos siempre serán útiles pues una máquina no puede usar magia pues para ello es necesario tener un alma y un espíritu abierto a la hechicería.

Empecé a caminar y bajar a la planta  más baja del gran castillo.

Llegué aún cuarto totalmente oscuro prendi los fotos para alumbrar la habitación.

Aquí hace tiempo había hecho un altar con los cuerpos de mis familiares muertos, esposa  y mis tres hijos.

Fueron asesinados por un ser abominable, nunca pude verle el rostro más portaba grandes alas y sus vibras eran parecidas a las de un demonio, en el momento no lo supe más al poco tiempo me di cuenta....era la Muerte quien vino a asesinar a mi familia sin razón alguna. 

Levantó la mano y recita un verso con el cual empieza a recoger almas de los que acaban de morir.

Por mientras Belcebú y Astaroth ya se habían despertado y estaban contemplando una tormenta eléctrica.

—que hermosa es la tierra, las ciudades se iluminan de hermosos colores —exclama Astaroth.

—yo odio a la humanidad, no las entiendo para quieren ver a seres tan banales que no sirven más que para hacer divertir a los seres divinos y infernales —explica Belcebú.

—yo no tengo ninguna inclinación con ellos, no los odio pero tampoco los amo.....más sin ellos los demonios no tendríamos una razón para existir.

—se te olvida el plan, ya necesitamos que Muerte recupere sus recuerdos y liberar a los jinetes para conquistar el cielo.

—el mismo sueño de Muerte de antes —Astaroth se empieza a reír.

—sera por los viejos tiempos ¿que vas a hacer cuando recuperemos las memorias de Muerte? —con curiosidad pregunta Astaroth.

—eso ya no te incumbe, son cosas que prefiero guardarme mis motivaciones, así no habrá ningún impedimento para hacerlos —con una voz seca habla Belcebú.

—los únicos que tienen motivos para vivir son ustedes dos pero yo no lo tengo más el motivo de cualquier sucubo cualquiera.....Bael ¡No me dejes aquí sola! —Astaroth grita de desesperación.

—no me llames Bael....yo soy Belcebú señor de las moscas y principe infernal y pecado de la gula, ya no soy Bael —aclara como por cuarta vez su rango.

En otra parte del mundo Alastor abrió un portal hacia el Reino de la señora de la envidia, Leviatán.

Pasamos por el dichoso portal hacia el océano pacífico.

—me digo la señora que no los podía dejar bajar por unos motivos que la verdad no recuerdo más aplico un hechizo para que el agua sea sólida para los seres demoníacos —explica Alastor.

aunque me lo explicará el demonio, no me lo podía tomar demasiado enserio, conozco bien a Leviatán, si es un poco quisquillosa y muy de tener su privacidad por algo escogió no vivir en el infierno, más tanto así pues yo que sepa no.

El océano se crea un gran vórtice , presentía que nos iba a absorber más pusimos resistencia al menos yo.

Grandes torres salían del mar hechas del mismo líquido el cual estábamos pisando sin contar que estaban a nuestro alrededor.

—mierda...está feliz de saber que estás aquí...creo —de una manera irónica dice Eligos.

Ya no podía mantenerme más tiempo aguantando las fuertes corrientes del agua.

De la nada desaparece todo lo antes mencionado causando que la fuerza la cual sentía me empujada contra el suelo.

—Muerte levántate.....no eres una mujer débil para que eso te haya lastimado —la figura de Leviatán se muestra delante de mi.

Su piel parecía la de una serpiente pues estaba cubierta de escamas, las partes que no mostraba escamas, era una piel de un color azul tenues con algo de verde.

Sus ojos tenían una apariencia afilada, la pupila era alargada como si fuera un reptil.
Un cabello largo de un color azul verdoso, dos grandes colmillos de serpiente portaba en la boca.

—enserio Crees que yo soy débil....me subestimas demasiado señora de la envidia —insinúo al levantarme.

—claro que no, más tu no posees todo tu poder eso es lo que te hace debil —aclaro Leviatan —Eligos y Alastor, pueden dejarnos solas un rato.

Obedecieron las órdenes de la reina serpiente sin cuestionar el porque.

Nos quedamos solas, no comprendia nada.

—por favor deja la carga que puso Lucifer sobre tus hombros.

—no puedo....es mi deber como el amo de la muerte sin contar que mi libro está perdido

—eres muy lista pero a la vez muy estúpida, deja los problemas de los demás en las manos de otra persona, Lucifer te esta usando para que hagas el trabajo sucio —con una vos suave habla.

—si se que me utiliza más no se el por qué aunque eso no importa, solo quiero recuperar mi grimorio.....y descubrir quien era en el pasado, después de ello si nada sale mal contra el cielo pienso volver a encerrarme en una cueva unos Miles de años más, si es lo contrario, causarle problemas bueno más de los que ya hice.

—te entiendo....más si sigues por este camino, acabarás destruyendo el ciclo de la maldad —suspira Leviatan.

Algo que llamo mi atención fue la última palabra que digo la reina pues nunca había escuchado nada conocido como el ciclo de la maldad.

—no lo entiendes pues es un concepto que los demonios primigenios le dieron a la razón de porque exista la reencarnación de los seres celestiales y demoníacos, por lo natural no deberíamos porque volver a nacer si fue nuestra alma destrozada —explica la señora víbora.

Los demonios primigenios al parecer son más importantes de lo que pensaba más yo no los conozco a todos y mucho menos de su importancia más la existencia de Satanás entre las filas de los creadores del infierno y de la monarquía que se usa en ese plano.

—¿tu como lo sabes si es información que muy pocos demonios tienen acceso y más que tú no visitas el infierno? —por curiosidad suelto la pregunta al sentarme en el agua.

—es fácil, porque yo fui una de las primeras creaciones de dios....en el quinto día yo nací junto a mi hermano gemelo más el fue asesinado para no procrear a más seres monstruosos, capaces de causar un caos en el mundo aunque yo en la mayoría de casos, soy un demonio pacífico, por algo me aleje del infierno —con una voz pasiva me contesta  Leviatán, me toma el hombro izquierdo para que me acerque a ella.

Me abraza, sentía el calor de un ser que me quería genuinamente, solo este sentimiento lo había sentido con Lilith.

—estas muy tensa, relájate y no te preocupes por lo que va a pasar mañana solo por hoy, quiero ver a la dulce Muerte que solías ser antes.

—losiento pero la Muerte del pasado ha muerto y nací yo, nunca podré regresar a ser aquella Muerte feliz, sin ninguna preocupación más que los de mi proguimo, desde que asesine a Raziel mi forma de ver el mundo a cambiaro —me rio con una sutilidad.

—Muerte....quiero probar tu fuerza ¿Que dices? —expresa con entusiasmo Leviatan.

Me puse de pie para estirar cada una de mis articulaciones y con ello tronar cada uno de los dedos, calenté un poco los músculos de las piernas al estirarlas para tener mayor movilidad sin tener que esforzarme demasiado.

—esta bien....igual ya estoy aburrida —expreso al usar mi hechizo de invocación de armas para aparecer una espada de dos manos.

Aparece un círculo mágico del agua más no tenía ningún símbolo del cual sale la espada conocida como la montante, está espada está un poco pesada, era larga De un aproximado de 1.5 metros de largo más no era muy ancha, un grosor algo prominente pero nada significante, una guarda redonda y un mago de acero envuelto en piel de angel.

Se han de estar preguntando porque una espada y no una de las guadañas que siempre suelo usar o algún cuchillo pues es fácil, Leviatan es una de las mejores lanceras de todo el mundo demoníaco eso significa que su forma de pelea se destaca en mantener la distancia.

Me costaba un poco agarrar el arma pues no soy una experta en el uso de armas y mucho menos de armas que tengan un peso considerable.

Conjuro: creación maritima

En el agua aparece un gran círculo con el símbolo de Leviatan cuál es, dos círculos pequeños y en la unión de ambos una gran línea, en la punta tenía una línea vertical pequeña y más abajo tenía otra línea pero más grande y sigue con otra del mismo tamaño que la primera, hasta formar el símbolo que representa al químico llamado amoniaco.

—Imperium ab illo deo divinae creationis lapsum, resurge, quia te obtestor, resurge a mari, ad coelestem pugnad —recito la señora de la envidia.

Al español dice algo asi: Imperio caído de ese dios de la creación divina, levántate, porque me opongo a ti, levántate del mar, lucha por el cielo.

Grandes torres se levantaron, edificaciones, casas y puentes aparecieron creadas de agua sólida, no es hielo pues la romperse vuelve a ser loquita aparte que al tocarla no tiene la temperatura del hielo.

A varios kilómetros se extendió este conjuro, me parecía asombroso lo que había creado la señora envidia con un solo hechizo.

En la torre más alta estaba postrada Leviatan con una lanza en la mano, era con una gran punta de titanio y el mango de acero.

—te doy la ventaja, tu baja resistencia al movimiento lo compensas con gran agilidad y las acrobacias que eres capas de hacer y con ello mejoras tu movilidad ¿Cierto? —exclama la serpiente al apuntarme con la lanza.

Respiro Ondo y balanceo un poco mi cuerpo al momento de cerrar mis ojos.

Corrí lo más rápido que pude, porterior a eso salte a una torre para aumentar mi movilidad .

Leviatan parecía sorprendida por qué no usaba mis técnicas de teletransportación más hay varios hechizos que no recuerdo su forma de usarlos.

Me acerque a ella y con la espada en mano decidí atacar pero el golpe fue muy burda junto con poca presición causando que no acertar el golpe.

Envidia con gran rapidez se deja caer para darme una patada más solté el armas y Cruze ambas manos  para recibir la patada.

Caí sobre el agua rígida, sentía un gran dolor en toda la columna, al intentar levantarme sentía como los huesos crujían y empeoró cuando envidia aterrizó y me levanto con su lanza y me diera una patada directa en el estómago, levantó el codo el cual dejo caer sobre mis vértebras.

Escupía sangre, me sorprendía su fuerza física, no ha usado ningún hechizo hasta el momento y no parece que le haga falta.

Intenté levantarme de nuevo, apoyándome al tomar la espada y usarla como bastón.

—esa es toda tu fuerza Muerte ¡Enserio! —con burla en cada palabra se expresa Leviatan.

Volví a lanzarme en contra de ella más mis golpes eran pocos precisos y carecían de fuerza alguna.

Era el peso del arma, casi siempre uso armas de corto alcance y muy ligeras.

Iba a recibir una estocada más logré ver la punta de la lanza que se iba acercando a mi.

Invoque mi escudo defensivo el cual fue destrozado y me hizo retroceder una distancia decente.

Mi respiración estaba alterada y mi corazón acelerado junto con mi alma inquieta..

Puse el espada en diagonal con el filo  viendo al suelo, la sostenía con una mano.

Volví a correr hacia ella, me movía por las paredes para no cansarme tan rápido.

Al acercarme di un gran salto y dejé llevarme por el peso del arma.

Di un giro en el aire para balancear la espada de mejor manera y voltee el filo hacia mi cuerpo, el giro fue de ciento ochenta grado de manera diagonal.

Acerté el golpe más fue bloqueado con suma facilidad por la lentitud que llevaba.

Junto a ello mi brazo derecho me dolía demasiado principalmente los puntos de articulación como el hombro o el codo.

Me hice para atrás, ya estaba cansada con solo hacer ese movimiento.

Hechizo: pulsada acuática.

Del suelo salen espinas creadas de agua.

Las logre esquivar al girar por el suelo, la segunda tanda de espinas también la s esquivé igual.

Decidí tirar la espada para invocar mejor dos dagas.

Más en un mal momento lo hize pues un gran tentáculo me tomo y arrojó lo más lejos posible, estrellándose con varias edificaciones.

El suelo estaba cubierto de mi sangre junto con mi frente abierta y con un brazo dislocado

—usa alguna de tus danzas....esto no es divertido, no me das pelea alguna.

—¿Las danzas? Mierda te he fallado pero no tengo mi grimorio —le grito.

Extendí mi brazo derecho y abrí la palma voltendola de mi lado.

Hechizo: dagas espirituales.

Invoco seis dagas las cuales tomo en la mano buena y las arrojó contra Leviatan.

Se dispersan un poca pero de igual manera van a dar en el blanco pues rastrean el alma.

Más ninguno dió en el blanco pues Leviatan empezó a girar con una mano, lo pasa por todo su cuerpo bloqueando cada daga espiritual.

Mi cuerpo ya no aguantaba mas, estaba agotada y con los huesos apunto de romperse.

Leviatan me apunta con su lanza

Hechizo: hidrolanza.

Del agua se levantan armas hechas del dichoso líquido.

No tenía la suficiente fuerza para esquivarlas y mi alma estaba muy cansada como para usar algún hechizo protector.

Levanté un poco la mano para bloquearlas más no fue lo suficiente, rasgaron mi piel multiples veces.

—fortalece tu alma para que mejores tu regeneración y tu capacidad magica la recuperes —Leviatan pasa sus dedos por debajo de sus ojos.

No pude contestarle porque al momento de intentarlo mi cuerpo colapso y yo me quedé inconciente