Catorce de Enero, 2017.

—¡Jungwoo! ¡Jungwoo!— Un desesperado Yuta intenta que su amigo abra la puerta del cuarto de baño.

—¡Déjame en paz!— Chilla del otro lado con histeria.

Sus ojos están inyectados de sangre, su cuerpo entero tiembla y no hay nada ni nadie que pueda calmarlo en esas circunstancias. ¿Que hizo?

¿Que mierda hizo? ¿Cómo es posible que haya llegado a esas circunstancias?

—¡Jungwoo!

—¡Que me dejes en paz, Yuta!— Grita con total dolor— Vete, vete de aquí por favor.

— No pienso dejarte en el estado que estás, así que ábreme la maldita puerta de una vez y hablemos— Su tono era demandante pero no llegaba a ser brusco—. Abre.

— No, no pienso hacerlo.

Jungwoo se niega y su cuerpo entero tiembla a causa de sus espantosos nervios y un muy pronto ataque de pánico. Su respiración comienza a faltarle gracias a sus sollozos desgarradores.

—¡Me odio!— Se insulta en un susurro y se deja caer en el frío piso de cerámica.

Allí mismo solo puede abrazar sus piernas y permitirse llorar por toda la culpa y el dolor que le estaba causando su accionar.

— Jungwoo, por la mierda. Abre la puerta.

Sin embargo Nakamoto no recibe respuestas, solo puede escuchar el llanto proveniente de su amigo. Esto lo hace suspirar profundamente y apoya su frente sobre la puerta.

—¡Aquí tengo la llave!— De repente Jaehyun aparece por las escaleras mostrando una llave—. Hazte a un lado, déjame abrir.

Jung parece estar temblando de igual forma que Jungwoo y hasta el mismísimo Yuta. Pero eso no le impide colocar la llave y en dos segundos se encuentra abriéndola para luego entrar siendo seguido por el japonés.

— Jungwoo, Jungwoo— Jaehyun lo llama con emergencia al verlo tan destruído—. Oye, levántate.

—¡Déjenme, por favor déjenme!— Grita hasta el punto de perder la voz—¡Váyanse!

— Nunca te hemos dejado solo y mucho menos ahora, Jungwoo— Las palabras de Yuta lo hacen romperse un poco más y solo puede golpear su cabeza reiteradas veces— Oye, no. Detente.

Jaehyun toma las manos del menor y lo obliga a que deje de infringirse daño. Éste solo puede mirarlo con temor y se abalanza contra él intentando buscar refugio en los brazos de su mejor amigo y sin duda alguna, lo recibe inmediatamente cuando Jung abraza a Jungwoo con fuerzas intentando drenar todo el dolor que el chico siente.

— N-no sé lo que hice, no lo pensé con claridad— Murmura roto—. Y-yo estaba desesperado, realmente necesitaba eso.

— Prometiste no volver a hacerlo, Jungwoo— Yuta susurra y se acerca aún más a ellos—. Dijiste que estabas bien y-

— Mentí— Confiesa—. Nunca lo dejé, jamás lo hice. Solo lo dije para que ustedes m-me dejarán tranquilo con respecto a ese tema.

—¿Por qué no nos dejas ayudarte?— Jaehyun separa un poco a Jungwoo de su lado y lo observa fijamente—. Prometimos estar juntos en todo, así lo hicimos.

— Si nosotros cumplimos nuestras promesas, tú también debes hacerlo, Woo— Ahora es Yuta quien se une a las palabras de Jae—. ¿Acaso no te ayudamos?

— No debieron hacerlo— Finalmente Jungwoo se separa de Jaehyun y sorbe su nariz—. Ahora están tan jodidos como yo.

— Escúchame, Jungwoo— El mayor de todos toma su rostro entre sus manos y lo obliga a que lo mire fijamente—. Somos los tres contra el mundo, nadie sabe sobre nuestros demonios más que nosotros mismos— El castaño comienza a desprender nuevamente lágrimas y un pequeño temblor hacen que en sus labios se forme un puchero—. Estamos juntos en todo, si nos hundimos, pues que sea juntos.

— Al final de cuentas, siempre logramos salir a flote y no creo que esta vez sea la excepción— Jaehyun agrega con una diminuta sonrisa.

El chico afectado no puede hacer más que quedarse en silencio haciendo del ambiente más pesado de lo normal. Aún sigue llorando, lamentándose por lo que hizo.

Pues sabe muy bien que en algún momento de su vida ello le jugará en contra, tanto así, que puede sufrir mucho por haber hecho semejante atrocidad. Y todo por sus estúpidas y asquerosas necesidades.

Necesitaba morir, que todo el mundo lo dejara en paz, que nadie más se acerque a su persona. Necesitaba hundirse solo, no quería llevar a nadie consigo porque no necesitaba cargar con más culpa.

¿Que sí siente culpa por haber involucrado a Yuta y Jaehyun? Claro que sí.

— Deja de pensar tanto, Jungwoo— Al darse cuenta de cómo él estaba sumergido en sus pensamientos, Yuta le da un leve golpe en su hombro—. Ya está, es tiempo de que simplemente sigamos como si nada hubiese ocurrido.

— No creo poder seguir con mi vida así tan fácilmente, Yuta— Negando tristemente, enjuaga sus ojos—. Estoy condenado a vivir con esto y ust-

— Deja de preocuparte por nosotros, si fuimos hasta ahí es porque realmente no nos importó en lo absoluto.

Jaehyun lo toma de sus delicados hombros y puede sentir como el cuerpo de Jungwoo está increíblemente tensionado.

Necesitaba sacarle ese peso de encima. Porque no solamente fue Jungwoo, sino él y Yuta de igual forma. Los tres estaban metidos en ello y claramente no le importaba el hecho de tener que sacrificarse por alguno de ellos.

Después de todo, eran lo único real que tenía en su vida. ¿Que más podía perder? Nada. Porque si perdía a Jungwoo y Yuta, ya nada le quedaba en su patética existencia.

— Escucha, sé que te costará asimilar esto y que no será fácil— Hablando delicadamente, siente como los ojos rojos de Jungwoo se conectan con los suyos—. Pero al paso de los días, todo se volverá más ameno y llegará el momento en dónde esto no tendrá relevancia en tu vida.

—¿Así lo crees? ¿Así de fácil será?

— Sí, yo creo que sí— Yuta se acerca por el lado derecho de Jungwoo y pasa su brazo tomándolo de su cintura para abrazarlo por allí—. Juntos saldremos. Yo me encargaré de que olvides esto, todos lo haremos.

—¿Y si alguien m-me vio? ¿Y si alguien hace una denuncia contra mí?— Paranoico, vuelve a sentir su respiración acelerarse.

— Eso no sucedió. Estoy seguro.

— Yo no lo estaría tanto, Jaehyun— Soltando un bufido, Jungwoo observa hacia la pared del baño, la cual se encontraba manchada levemente de sangre—. E-ra muy temprano, hay gente a esa hora.

— Cuando llegamos no había ni un alma, solo tú escondido en ese callejón de mala muerte— Jaehyun comenta con calma—. Nadie te vio y nadie nos vio. Tranquilo.

— Deja de pensar en eso, será mejor que tomes un baño y luego acuéstate.

— Debo llamar a mi madre, seguramente y está preocupada por mí.

— Eso lo haré yo, le diré que te quedas a dormir aquí. Después de todo, mis padres no volverán hasta el otro día— Acomodándose mejor, Jaehyun también abraza al pequeño de Woo y murmura:—. Tranquilo, nada va a suceder.

— Y si algo pasa, solo nos defenderemos como corresponde.

Yuta y Jaehyun encierran en un abrazo a Jungwoo, el cual ya no tenía palabras ni ánimos para seguir hablando. Lo único que pasaba por su mente es cuán culpable se sentía.

¿Por qué tuvo que llegar a esas circunstancias?

Maldita sea él y sus costumbres tan nocivas...

« Ojalá mueras pronto, Jungwoo. Es lo mínimo que te mereces.»