Capítulo Especial✓
Febrero, 2017.
—¿Podrías calmarte, por favor?— Un irritado Jisung le pide a Jaemin.
—¿Que me calme, dices?— El chico de cabellos azules en ese momento murmura entre dientes—¡¿Cómo puedo calmarme, Jisung?!
La voz de Jaemin se había vuelto gruesa, estaba totalmente alterado y parecía querer saltar encima de Jisung, el cual mantenía una mirada neutra.
Siendo las casi seis de la madrugada, los jóvenes se encontraban en el hogar perteneciente a Renjun puesto que él estaba solo por ese finde semana y su madre le pidió encarecidamente que llamara a sus amigos para que le hicieran compañía. Los chicos aceptaron sin rechistar. Pues mientras más lejos de sus hogares, mejor para ellos.
Sin embargo, ninguno o más bien, dos de ellos nunca creyeron lo que pasaría en esos días.
— Jaemin, cálmate— Renjun toma la iniciativa de llegar hasta él y tomarlo de sus hombros intentando que lo mirase fijamente—. Oye, mírame a mi.
Despegando su vista de Jisung, la conecta con la de Renjun y espera a que hable para decirle algo más o menos decente.
—¿Qué?
— Tienes que calmarte, no llegarás a ningún lado en este estado y mucho menos podremos resolver las cosas com-
—¿Cómo carajos se resuelve lo que hicimos, Renjun?— Soltándose del chico con brusquedad, se aleja unos cuantos pasos y su vista se vuelve fría—¿Cómo?
— Todo tiene una solución en esto.
A Jaemin se le sale una carcajada irónica e incrédula. ¿Que solución? ¿La cárcel? ¿Vivir con culpa?
Maldición.
— No hay solución en esto, Renjun. Y lo sabes— Lo apunta con acusación—. Esto no fue lo que planeamos, mucho menos para que terminará en estas circunstancias.
— Las cosas se salieron de control, solo...
—¡Pero no hacía falta hacer lo que hicimos!— Grita desesperado con sus ojos llenos de lágrimas—¡Esta no era la idea, maldición! ¡Así no debió terminar!
Un profundo silencio inundó a los tres muchachos, la habitación de Huang se convirtió en un ambiente pesado y totalmente abrumador.
— Se lo merecía.
De repente, Jisung se encarga de quitar ese ambiente para ponerlo aún peor haciendo que Renjun y Jaemin lo miren rápidamente. Sin importar sentir las filosas miradas de ellos en su cuerpo, se cruza de brazos y adopta una postura desinteresada.
—¿Qué?
Jaemin poco a poco comienza a acercarse al menor, el cual solo sonríe levemente y vuelve a decir:
— Se lo merecía.
Na lo toma del cuello de su hoodie y lo acerca hasta él casi rozando sus narices. La ira lo estaba dominando, el desespero y el temor también. No estaba en sus cinco sentidos, en realidad, parecía que ninguno lo estaba en esos momentos. O quizás él comenzaba a cargar con un peso demasiado grande en sus hombros, mientras que, sus dos amigos parecían estar terriblemente tranquilos y eso lo ponía peor.
— Jodida mierda, Jisung. ¡Jodida mierda!— Lo samarrea y exclama nervioso—¡¿Realmente lo piensas así?! !¿No estas si quiera un poco arrepentido?!
—¿Por qué estarlo, uh?— Soltándose del agarre de su mayor, acomoda nuevamente su hoodie color negro y suspira pesadamente— Todos pagan por sus errores. Tarde o temprano, lo pagan.
— Jisung tiene razón, todos pagan por sus errores— Renjun lo apoya poniéndose al lado de Jisung, el cual vuelve a sonreír al saber que tiene a Huang de su lado—. Se lo merecía.
Incapaz de creerlo, el peli azul se aleja unos cuantos centímetros de ellos dos. ¿Estaba escuchando bien?
— Esto es una puta broma.
— No es ninguna puta broma, Jaemin— Cansado, Jisung le responde—. Lo hicimos, ahora solo queda seguir y ya. No es como si nos afectará directamente.
—¡Pero de alguna forma lo hará, Park!— Alzando sus manos en desesperación, grita—¡¿Crees que saldremos bien de esto?! Porque si lo creen, son unos ilusos.
— Nadie nos vio, ni siquiera pasa un alma por esos lados. ¿Y crees que justamente alguien lo hizo en ese momento? ¿Justamente a las cuatro y media de la madrugada? — Renjun remoja sus labios y niega—. No hay cámaras allí, la policía no aparece por esos lados y mucho menos en estas épocas de invierno.
Jaemin intenta abrir su boca para decir algo pero Jisung lo detiene rápidamente.
— No puedes quejarte, Jaemin. Porque tú también estuviste de acuerdo con esto, sino, no hubieses participado— Alzando unas de sus cejas, el menor de ellos lo mira desafiante—. Así que no sé qué tanto escándalo haces.
— Estuve de acuerdo con la otra parte del plan, no con esto Jisung— Molesto, repone—. Pero no, tuvieron que llevarlo hasta el extremo y mira como terminamos.
— Sí, estamos vivos y eso es lo que importa.
— Cállate la puta boca, Renjun. Cállate.
Sin poder soportar un segundo más con ellos allí, Jaemin va hacia el colchón dónde se supone que debía de dormir y comienza a recoger sus cosas. No quería quedarse más tiempo en esa habitación, se sentía asqueado y totalmente abrumado.
—¿Que haces?— Renjun frunce su ceño cuando lo ve tomar su ropa y demás pertenencias.
— Me voy. No necesito pasar más tiempo con ustedes— Fríamente lo dice—. Quiero estar solo.
—¡Deja el dramatismo, Na!
—¡No es dramatismo, Jisung!— Volteando a verlo, muestra algunas lágrimas acumuladas en sus orbes marrones—¡No es ningún dramatismo! Lo que hicimos es grave, ¿Puedes tomar dimensión de eso? ¿No? ¿No puedes?— Cuando obtiene una mirada de desdén, Jaemin solo suspira derrotado—. Idiotas, eso es lo que son. Un par de idiotas.
Una vez con sus cosas en la mochila negra que lleva siempre a todos lados, recoge sus guantes y así mismo el gorro de lana que una vez le regaló su papá.
«Si tan solo pudieras estar aquí, Seungwoo. Te diría todo lo que ocurrió y quizás, me hubieses ayudado a salir de esto».
Cuando está a punto de abrir la puerta del cuarto de Renjun, siente como alguien lo toma fuertemente de su brazo y lo voltea con algo de brusquedad. Allí mismo ve al propietario de dicha habitación. De hecho, Renjun no tiene ningún signo de felicidad en su rostro, solo seriedad y al parecer, bastante molestia para con él.
— Suéltame.
— Ni se te ocurra decir algo, Jaemin— Renjun le advierte—. Porque nos joderemos a lo grande.
Mostrándose totalmente serio y neutro, Jaemin se suelta de su agarre y sonríe sin gracia alguna.
Daba miedo, su mirada dejó de brillar y ahora estaba apagada. Jisung se acercó lentamente con inseguridad a que Jaemin hiciese algo contra Renjun.
A veces el tierno y carismático Nana desaparecía y se volvía totalmente frío, tajante y hería con sus palabras. Todo comenzó cuando su padre falleció. O más bien, se suicidó.
— Hable o no hable, estamos jodidos Huang— Murmura entre dientes—. Aunque agradezcan que mi padre esté muerto, porque si estuviese vivo, él sería el primero en saber lo que hicimos.
Y sin más que decir, Jaemin toma la perilla nuevamente para salir de ahí. Ignorando los llamados de sus amigos, sigue su camino hasta llegar a la puerta principal.
Necesitaba irse, perderse si es posible.
— Necesito ver a Dongseo— Susurró para si mismo una vez que se encontró en las frías calles de Busan.
Volvería a casa, solo espera que su madre no esté despierta.
Mientras Jaemin sigue caminando, Renjun y Jisung lo observan desde el umbral de la puerta principal. Intentaron seguirlo pero al verlo tan ensimismado en su mundo, lo dejaron irse.
—¿Crees que diga algo, Jisung?— Renjun le pregunta al menor con cierto temor.
— No. No lo creo— A diferencia de Huang, él suena confiado—. Jaemin nunca nos traicionaría. Nunca lo hizo, así que esta vez no será la excepción.
Y Jisung tenía razón, Jaemin jamás le contó a nadie de esa noche.
¡Holaaa! Primero que nada, quiero agradecerles por el 1K de leídas, no saben lo feliz que me siento :'(. Quiero hacer lo mejor para este libro y espero estar lograndolo!
Segundo, iré lanzando especiales entre los capítulos para mostrar el pasado de los chicos en diferentes escenarios así se sabrá más de su vida y demás, ojalá no se les haga aburrido.
Un beso 💚.
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